viernes, 15 de septiembre de 2017

Lección 258 de Un Curso de Milagros

Que recuerde que Dios es mi objetivo

1. Lo único que necesitamos hacer es entrenar nuestras mentes a pasar por alto todos los objetivos triviales e insensatos, y a recordar que Dios es nuestro objetivo. Su recuerdo se encuentra oculto en nuestras mentes, eclipsado tan sólo por nuestras absurdas e insignificantes metas, que no nos deparan nada y que ni siquiera existen. ¿Vamos acaso a continuar permitiendo que la gracia de Dios siga brillando inadvertida, mientras nosotros preferimos ir en pos de los juguetes y las baratijas del mundo? Dios es nuestro único objetivo, nuestro único Amor. No tenemos otro propósito que recordarle. 2. No tenemos otro objetivo que seguir el camino que conduce a Tí. Ése es nuestro único objetivo. ¿Qué podríamos desear sino recordarte? ¿Qué otra cosa podemos buscar sino nuestra Identidad?

* * *
Reflexión: Posiblemente hoy sea para ti un día cargado de responsabilidades y muchas cosas que hacer. Pensarás que no puedes dejarlas para mañana. Puede que tengas razón en algunas de ellas. Tienes que cumplir un horario en tu trabajo, pero cuando vas a trabajar, ¿lo haces con la actitud del ego o del Espíritu?

La lección de hoy me ha recordado el pasaje de Lucas 10:38-42, En casa de Marta y María:

"Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía. Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a él y le dijo: 

―Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude! 

Marta, Marta —le contestó Jesús—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero solo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará."

Así que tu elijes. No es que tengas que abandonar todo irresponsablemente sino que puedes elegir entre preocuparte y estresarte escuchando la voz del ego (Marta), o relajarte en tus tareas haciéndolas igualmente con amor mientras recuerdas a Dios (María). Tu objetivo entonces ya no es una meta, un logro al final del día, sino que es tu manera de conducirte a cada instante.

* * *

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Barca de la Alianza

Pr ólogo    Judea, siglo I. La tierra entera contiene el aliento. Es un tiempo en que Judea espera al Mesías que rompería el yugo roman...