viernes, 30 de marzo de 2018

Lección 100 de Un Curso de Milagros

Mi papel en el plan de salvación de Dios es esencial

1. Del mismo modo en que el Hijo de Dios completa a su Padre, así también tu papel en el plan de tu Padre completa dicho plan. 2La salvación tiene que invertir la descabellada creencia en pensamientos y cuerpos separados, que viven vidas separadas y recorren caminos separados. 3Cuando mentes separadas comparten una sola función, se unen en un solo propósito, pues cada una de ellas es igualmente esencial para todas las demás.
2. La Voluntad de Dios para ti es perfecta felicidad. 2¿Por qué habrías de querer ir en contra de Su Voluntad? 3El papel que Él ha reservado para ti en el desarrollo de Su plan se te da para que puedas ser restituido a lo que Él dispone. 4Este papel es tan esencial para Su plan como para tu felicidad. 5Tu dicha tiene que ser total para que aquellos a los que Él te envía puedan entender Su plan. 6Ellos verán su función en tu radiante faz, y en tu risa feliz oirán a Dios llamándoles.
3. Eres ciertamente esencial en el plan de Dios. 2Sin tu dicha, la Suya no es total. 3Sin tu sonrisa, el mundo no se puede salvar. 4Mientras la tristeza se abata sobre ti, la luz que el Propio Dios designó como el medio para salvar al mundo se atenúa y pierde su fulgor, y nadie ríe porque toda risa no es sino el eco de la tuya.
4. Eres ciertamente esencial en el plan de Dios. 2Del mismo modo en que tu luz aumenta el fulgor de todas las luces que brillan en el Cielo, así también tu dicha en la tierra exhorta a todas las mentes a abandonar sus pesares y a ocupar su puesto junto a ti en el plan de Dios. 3Los mensajeros de Dios rebosan de dicha, y su júbilo sana todo pesar y desesperación. 4Ellos son la prueba de que lo que la Voluntad de Dios dispone para todos los que aceptan los regalos de su Padre como propios es perfecta felicidad.
5. Hoy no permitiremos que la tristeza se abata sobre nosotros. 2Pues en tal caso, no estaríamos asumiendo el papel que tan esencial es para el plan de Dios y para nuestra visión. 3La tristeza es señal de que prefieres desempeñar otro papel en lugar del que Dios te ha encomendado. 4Y así, no le muestras al mundo cuán grande es la felicidad que Él dispone para ti, y, por consiguiente, no reconoces que ya dispones de ella.
6. Hoy trataremos de comprender que la dicha es nuestra función aquí. 2Si te dejas abatir por la tristeza, no sólo no estarás cumpliendo tu función, sino que estarás privándote a ti mismo de dicha y al mundo también. 3Dios te pide que seas feliz para que el mundo pueda ver cuánto ama Él a Su Hijo y que Su Voluntad es que ningún pesar menoscabe su dicha ni que ningún miedo lo acose y perturbe su paz. 4Tú eres hoy el mensajero de Dios. 5Brindas Su felicidad a todo aquel que contemplas y Su paz a todo aquel que al contemplarte ve Su mensaje en tu feliz semblante.
7. Hoy nos prepararemos para esto durante las sesiones de práctica de cinco minutos, dejando que la felicidad brote en nosotros tal como dispone la Voluntad de nuestro Padre y la nuestra. 2Comienza los ejercicios con el pensamiento que la idea de hoy presenta. 3Luego comprende que tu papel es ser feliz. 4Esto es lo único que se te pide a ti o a cualquiera que desee ocupar el lugar que le corresponde entre los mensajeros de Dios. 5Piensa en lo que esto significa. 6Estabas ciertamente equivocado al creer que se te estaba exigiendo algún sacrificio. 7De acuerdo con el plan de Dios tan solo puedes recibir, sin jamás perder nada, hacer sacrificio alguno o morir.
8. Tratemos ahora de encontrar esa dicha que nos demuestra a nosotros, así como a todo el mundo, lo que la Voluntad de Dios dispone para nosotros. 2Tu función es encontrarla aquí, y encontrarla ahora. 3Para eso viniste. 4¡Ojalá que hoy sea el día en que lo logres! 5Busca en lo profundo de tu ser, sin dejarte desanimar por los pensamientos pueriles y metas absurdas que pasas de largo a medida que asciendes para encontrarte con el Cristo en ti.
9. Él estará allí. 2Y tú puedes llegar a Él ahora. 3¿Qué otra cosa preferirías contemplar en lugar de Aquel que aguarda para que tú lo contemples? 4¿Qué pensamiento pueril podría detenerte? 5¿Qué meta absurda podría impedirte triunfar cuando es Dios Mismo Quien te llama?
10. Él estará allí. 2Eres esencial en Su plan. 3Hoy eres Su mensajero. 4Y tienes que encontrar lo que Él quiere que des. 5No te olvides de la idea de hoy entre las sesiones de práctica de cada hora. 6Es tu Ser Quien te llama hoy. 7Y es a Él a Quien respondes cada vez que te dices a ti mismo que eres esencial en el plan de Dios para la salvación del mundo.

* * * 
Reflexión: Hoy me atrajo especialmente la atención esta frase de la lección: 

     "La Voluntad de Dios para ti es perfecta felicidad ¿Por qué querrías ir en contra de Su Voluntad?"

Todo parte de una diminuta y alocada idea, de la que el Hijo de Dios olvidó reírse... (T-27.VIII.6). 

Durante muchísimo tiempo he andado confundido con lo que es la Voluntad de Dios y la voluntad del cielo. Parecen lo mismo pero la verdad es que son dos cosas totalmente diferentes. La causa de este desaguisado fue la separación con el fraccionamiento de nuestra mente en la mente errada o equivocada (la soñadora) y la mente recta (la que aún conserva el recuerdo de la Unicidad con Dios). Entonces la mente equivocada fabricó el cielo, un falso cielo como manera de reciclarse y perpetuarse. Vivimos en la ilusión y por tanto bajo la influencia dominante de la mente soñadora, secuestrados bajo un conjunto de arquetipos ancestrales, creencias arcaicas muchas de las cuales se nos han inculcado desde pequeños procedentes de pautas sociales y culturales heredadas y de la religión, como todas esas tontas supersticiones expresadas en frases del tipo “Dios te ha castigado por ser malo”, o "si eres bueno irás al cielo", dando a entender que la Voluntad de Dios es antes impartir justicia que dar amor en un mundo que ni tan siquiera lo conoce. 

Ya hemos hablando que Dios es ajeno a este mundo, por eso mismo tampoco puede haber trazado ningún plan de salvación, pero aquí nosotros hablamos de ello alegóricamente. Luego, está la voluntad del cielo que no es el Cielo de Dios, aunque así se nos ha hecho creer, sino el cielo donde reencarnamos el cual es parte del sueño. Ese cielo tiene la voluntad de la mente errada o mente ego-demiurgo creadora del universo, del dios vengador del antiguo testamento, del inconsciente colectivo según Carl Jung o de cualquier otra manera que quieras llamarlo, que es la que traza todo el guión de funcionamiento del sueño. Todo lo que ocurre aquí en el sueño y en todo el cosmos (o multiversos) es porque es soñado por esa mente de la que tú y yo somos parte. Pero también hay un fragmento de la mente que no sueña y, por tanto, no ha perdido su contacto con la realidad de Dios, es la mente recta donde se aloja el Espíritu Santo. Esa parte es la que marca el camino de salida del sueño. A ella se refiere el título de esta lección cuando menciona el plan de salvación de Dios. No es un plan premeditado en el sentido de que Dios supiera lo que iba a pasar (y ya ha pasado) y planeara enviarnos al Espíritu Santo para salvarnos, sino que digamos, sucedió así porque no podía suceder de otra forma. 

Una mente dormida es una mente dormida y guarda en su raíz más profunda la capacidad de recordar y despertar. Pues bien, tu papel es esencial porque de ti depende querer escuchar a esa parte de la mente que todos disponemos y aún permanece despierta aconsejándote de manera suave, paciente y amorosa.

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