No tengo pensamientos neutros
1. La idea de hoy es uno de los pasos iniciales en el proceso de desvanecer la creencia de que tus
pensamientos no tienen ningún efecto. 2Todo lo que ves es el resultado de tus pensamientos. 3En esto no hay
excepciones. 4Los pensamientos no son ni grandes ni pequeños, ni poderosos ni débiles. 5Son simplemente
verdaderos o falsos. 6Aquellos que son verdaderos crean a su semejanza. 7Aquellos que son falsos fabrican a
la suya.
2. No hay concepto más auto-contradictorio que el de "pensamientos fútiles" 2Difícilmente se puede calificar de
fútil a lo que da origen a la percepción de todo un mundo. 3Cada pensamiento que tienes contribuye a la verdad
o a la ilusión: o bien extiende la verdad o bien multiplica las ilusiones. 4Ciertamente puedes multiplicar lo que no
es nada, pero no por ello lo estarás extendiendo.
3. Además de reconocer que los pensamientos no son nunca fútiles, la salvación requiere que también
reconozcas que cada pensamiento que tienes acarrea paz o guerra, amor o miedo. 2Un resultado neutral es
imposible porque es imposible que haya pensamientos neutros. 3Hay tal tentación de descartar los
pensamientos atemorizantes por considerárseles irrelevantes, triviales e inmerecedores de que uno se ocupe
de ellos, que es esencial que los reconozcas a todos como igualmente destructivos, aunque también como
igualmente irreales. 4Practicaremos con esta idea de muchas formas antes de que realmente la llegues a
entender.
4. Al aplicar la idea de hoy, escudriña tu mente con los ojos cerrados durante un minuto más o menos,
esforzándote al máximo por no pasar por alto ningún pensamiento "insignificante" que tienda a eludir tu
búsqueda. 2Esto te resultará bastante difícil hasta que te acostumbres a ello. 3Descubrirás que todavía te
resulta difícil no hacer distinciones artificiales. 4Cualquier pensamiento que se te ocurra, independientemente
de las cualidades que le asignes, es un sujeto adecuado para aplicarle la idea de hoy.
5. Durante las sesiones de práctica, repite primero la idea para tus adentros, y luego, a medida que cada
pensamiento cruce tu mente, manténlo en tu conciencia mientras te dices a ti mismo:
2Este pensamiento acerca de _____ no es un pensamiento neutro.
3Ese pensamiento acerca de _____ no es un pensamiento neutro.
4Como de costumbre, usa la idea de hoy cada vez que notes algún pensamiento en particular que te
produzca desasosiego. 5Sugerimos a este fin la siguiente variación de la idea:
6Este pensamiento acerca de _____ no es un pensamiento neutro porque no tengo
pensamientos neutros.
Se recomiendan cuatro o cinco sesiones de práctica en caso de que te resulten relativamente fáciles. 'De
experimentar tensión, tres serán suficientes. 3La duración del ejercicio debe reducirse asimismo si
experimentas cualquier sensación de incomodidad.
* * *
Reflexión: Todo lo que ves es efecto de tus pensamientos, y cada pensamiento
que tienes, o bien contribuye aún más a la ilusión o bien a la
verdad. Eso es lo que significa que no existen pensamientos neutros. En términos más bíblicos tendría su equivalente en el dicho “El que no está conmigo está
contra mí”.
Los
pensamientos son simplemente verdaderos o falsos. No existen
pensamientos que sean las dos cosas a la vez. Todos los pensamientos, sean de un tipo o de otro, generan resultados
a su imagen y semejanza. Los pensamientos que son verdad crean
realidad y los que son falsos fabrican ilusiones. El curso utiliza la
terminología "crear" y "fabricar" para
diferenciar el producto de los pensamientos reales de los falsos. Así
que cada pensamiento que tienes o bien te acerca a la verdad o bien
te hunde aún más en la ilusión. Lo que pretendemos es diferenciar
unos de los otros pues la “salvación” depende de ello. Llegados a este punto quizás te plantees dos preguntas fundamentales:
1.
¿Cómo distingo un pensamiento irreal o falso de uno verdadero?
2.
¿Qué se entiende por “salvación del mundo”?
Una respuesta simple a la primera pregunta es que los pensamientos verdaderos
acarrean paz y los falsos miedo, conflicto, culpa, dolor, duda...
La
respuesta a la segunda pregunta es que la salvación del mundo no
tiene nada que ver con eliminar determinadas amenazas potenciales
que destruirían el planeta. Ese tipo de salvación hace hincapié en
la conservación de las formas, la cultura, la sociedad, el orden y la vida en
general tal como la conocemos, donde lo normal es vivir bajo constante miedo,
culpa, preocupación, dolor, esfuerzo y un estado de conflicto continuado que es más un sinvivir. Nadie nos
dirá que el mundo que se pretende salvar es en sí una alucinación
enfermiza que se auto-protege de ser diferente inventando amenazas afuera para que no te des cuenta de que todo es una proyección de tu mente. La verdadera salvación tiene que ver con el
des-hacimiento
de toda la ilusión y parafernalia del mundo, de creer en su
realidad, mediante el cambio de mentalidad que pregona el curso
basada en el perdón y el milagro. Este tipo de salvación es
paradójicamente vista como una amenaza por el mundo (y en realidad lo es porque lo deshace), y los que perseguimos dicha forma de pensar somos vistos normalmente como gente rara, peligrosa, de poco fiar, sectarios, locos, solitarios, etc, y raramente como cuerdos, esclarecidos o iluminados.
Por
hoy es mucho más que suficiente.
* * *
No hay comentarios:
Publicar un comentario