jueves, 23 de julio de 2020

¿Cómo actuaría Jesús si viviese en estos tiempos?

"¡Con la que está cayendo!" es una expresión frecuente en España, y supongo que en muchas partes de Latino-América, cuando te cuestionas hacer algo en medio de una situación conflictiva y difícil. Cualquier tiempo pasado parece que fue mejor, y hoy vemos que el mundo está atravesando por un momento de caos e incertidumbre agravado por una "pandemia" más psicológica que viral. La pregunta es: ¿cómo actuaría J si viviera con nosotros en éstos tiempos?
No soy un experto en la vida de la Galilea y Judea del siglo I donde se movía Jesús (J a partir de ahora), aunque no parecía ser muy diferente a la de hoy pues aquellas regiones atravesaban una situación bastante compleja a nivel social, religioso y político, debido al sometimiento del pueblo a una clase dominante llena de intrigas, a la vez que al imperio romano, mientras padecían una guerra de guerrillas provocada por el movimiento nacionalista zelote luchando por la liberación de Israel.
Los zelotes armados retando a los romanos

Aquella época fue muy dura para las gentes de entonces, quienes vivían de manera mucho más precaria que hoy día. Esta situación es una constante. ¿No te has dado cuenta ya de que siempre percibimos el tiempo como si estuviéramos viviendo un periodo apocalíptico o pre-apocalíptico? Siempre estamos o en uno u en el otro. Pero sólo son ciclos del mismo pensamiento redundante en la mente febril del Hijo de Dios, que en su sueño del mundo se mantiene siempre ocupada culpando a éste por sus males. Si eres estudiante de Un Curso de Milagros (UCdM) sabrás de qué estoy hablando. 
Estos ciclos (apocalíptico y pre-apocalíptico) duran lo suficiente como para hacer que la evidencia de su falsedad se diluya de la vista de una generación a las siguiente, y así no podamos escapar de esta trampa de victimismo que nos mantiene viviendo tensos y continuamente deseosos de una liberación que nunca termina de llegar. Es una travesía sin fin a través del desierto de la historia huyendo de algún tipo de faraón que nos mantiene esclavos en el exilio; esclavos de la huida constante hacia ninguna parte.
La irrupción y desarrollo de la tecnología y de las telecomunicaciones, así como de la rapidez conque se desarrolla y experimenta cualquier experiencia ahora pareciera haber introducido una diferencia sustancial en la forma de vida, pero mirando detenidamente observamos que el mundo, en su esencia, no ha cambiado. Todo funciona prácticamente igual: una clase poderosa y dominante dirige todo el "cotarro", y el resto abajo, aguantamos el chaparrón que da sentido a la expresión conque iniciaba este post.
Poncio Pilatos, quinto prefecto de la provincia romana de Judea

Y las preguntas que surgen a razón de esa pequeña diferencia que pareciera existir entre aquella época hace 2.000 años y la nuestra en la gente que sintiéndose perdida busca un guía teniendo puesta su fe en lo intangible es: "¿Qué haría J hoy en día? ¿Actuaría exactamente igual que lo hizo entonces? ¿En qué modo sigo yo sus pasos? ¿Cómo puedo ser como él? Estas mismas preguntas han sido ya realizadas con anterioridad por multitud de personas, y siempre son respondidas en base a la fe y a las creencias básicas que las movían

"Una pregunta 
es una manera de 
ratificar tus propias 
creencias"

Por lo anterior, yo hago mi pregunta para responderla desde el punto de vista de quienes estudiamos UCdM. Hay diferencias más o menos significativas en las creencias que sostienen las distintas confesiones cristianas y sus ramas, pero sobre todo hay diferencias entre todas las anteriores y UCdM. Quiero decir que, aunque el punto en común es que todos creemos en J, creemos de muchas maneras diferentes acerca del contenido y la naturaleza de su mensaje, por lo que las respuestas difieren. 
Es obvio decir que todos estarían de acuerdo en responder que J es siempre paciente, eternamente perseverante, amoroso y que actuaría exactamente igual que lo hizo entonces. Pero dicho acuerdo no se alcanzaría para explicar las razones que hay detrás de su conducta, lo que se debería a que, si comparamos, hay una gran disonancia entre las creencias básicas que constituyen el grupo que conforma la mayoría de esas confesiones por un lado, y las enseñanzas de UCdM por el otro.


"¿Qué es el amor? 
El amor es la verdad, 
pero cuando no se le comprende, 
se le convierte en la excusa 
perfecta para justificar 
cualquier acto, mentira
o ilusión."

Por ejemplo (y esto sonará muy fuerte para quien no tenga una mente abierta), mientras que para la mayoría de las confesiones J actuaría sacrificándose por nosotros por mandato divino, para los que seguimos el curso el mismo comportamiento sólo obedecería al deseo de J de demostrar la inutilidad del sacrificio y la insustancialidad del cuerpo, pues verse uno en la obligación (y recalco obligación) de renunciar a su vida destruyendo el cuerpo cuando éste se cree real solo puede producir resentimiento contra los demás, aunque la orden llegue del mismo Dios. Por cierto, esto último también es otro motivo de diferencia con el resto de doctrinas porque según UCdM, Dios nunca sacrificaría a su Hijo por un mundo que no existe y del que Él no tiene conocimiento. 
La crucifixión

El mundo, según el curso, es un lugar onírico de sacrificio, sí, pero donde lo que se sacrifica es la Unicidad con Dios. ¿Cómo iba Dios a sacrificar Su propia Unicidad para salvar un sitio (el mundo) que se contrapone a lo Él Es; y dónde su Hijo sufre las consecuencias de la separación, la escasez, la enfermedad, el dolor, el miedo y la muerte? ¿Aun crees que Dios pudo crear un lugar así? 
María madre de J y María Magdalena

Si se piensa desde un estado de total independencia personal e ideológica se impone el sentido común el cual te dirá que no, que Dios no ha creado nada que pueda causar dolor a la Humanidad. Pero la fe mal entendida confunde, y el adoctrinamiento ciego impuesto desde el ego creyendo en ideas fijas, ha hecho y sigue haciendo estragos entre las multitudes complacientes acostumbradas a obedecer, asentir y dejarse llevar.

"La verdadera 
fe no tiene forma ni se 
puede asegurar sujetándola a 
preceptos, a crucifijos ni 
fórmulas rígidas. 
Por eso es fe."

Así que vuelvo a retomar la pregunta para reconducir el tema... ¿Cómo actuaría J si viviese en estos tiempos? Si aún dudas de la respuesta tienes dos opciones: O bien puedes dirigirte a lo que dicta tu autoridad religiosa, lo que seguro te ahorra pensar por ti mismo mientras utilizas tu tiempo libre para relajarte en otras cosas; o bien puedes preguntarle directamente a J a través de tu Guía interno, buscando y esforzándote por oír su respuesta. Los adoctrinamientos no dejan que escuches tu Voz interna, porque la mente grita lo que tienes aprendido queriendo imponerse sobre la dulce voz de tu Guía, la cual apenas susurra y espera pacientemente a que quieras prestarle un poco de tu atención.

Mientras las religiones tienen su código de comportamiento en un listado de mandamientos, el curso no menciona para nada lo que tienes que hacer tú, y mucho menos lo que haría J en las circunstancias específicas actuales. UCdM no es un dictado moral de normas de conducta (y con eso te evita el dilema de ponerte en la difícil situación de incumplir ninguna regla ni sentirte culpable por dejar de hacerlo), sino que se trata de un curso de des-aprendizaje de tus creencias y condicionamientos, re-adiestramiento para cambiar de mentalidad, y finalmente de percepción. Al cambio de mentalidad le sigue tu cambio de conducta la cual se transforma por añadidura bajo tu guía interno sin que, repito, el curso te diga lo que tienes que hacer.
Caifás, Poncio Pilatos y el tribuno en reunión: ¡Han robado el cuerpo de J! 
Estamos en un lío. Si la gente dice que ha resucitado vamos a tener revueltas.

Acerca del cuerpo y el mundo J te dice en el curso que tú no eres un cuerpo y que el mundo no existe realmente tal como tú crees. Ambas cosas son sólo una proyección de la mente (como quien ve una película en una pantalla). La creencia en ellos es lo que hace que el mundo te resulte temible al identificarte con uno de sus personajes desvalido y separado del todo, lo que te condiciona fuertemente para actuar protegiéndote ante cualquier circunstancia.

"Una personalidad 
está construida alrededor de creencias. 
Necesita creer en cosas porque ella 
misma es una creencia"

Desde el momento que te identificas con tu personaje, te sientes vulnerable y estás completamente perdido. Siendo así ahora necesitas un listado de normas, un conjunto de instrucciones conque manejarte y comportarte de cara a los demás, pues eso te hace sentir más seguro. Es por eso también que la gente tiende a adherirse a grupos con los que se sienten más identificados, a clubes, partidos políticos, ideologías, religiones, nacionalidades, razas, movimientos, etc, porque como individuos les hacer sentirse más fuertes y protegidos.
Pero repito, lo que te enseñará el curso es que no necesitas normas que te eviten pensar por ti mismo ni grupos de los que formar parte, sino más bien vivir despierto y con espontaneidad, fluyendo con los eventos del momento presente, y perdonando la irrealidad del mundo, porque tú no eres el personaje que crees ser ni tu cuerpo. Convendría empezar por tener ésto en cuenta como principio para saber sobrellevar tu estancia aquí en estos tiempos de tribulación.

No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó. (L-199)

¡El mundo no existe! Éste es el pensamiento básico que este curso se propone enseñar. No todo el mundo está listo para aceptar esto, y cada cual irá tan lejos a lo largo del camino que conduce a la verdad, como se permita a sí mismo ser guiado. (L-132.6.2-4)

Las afirmaciones de las dos citas anteriores son la justificación de la conducta de J, las cuales debieran ser suficientes para ti también si creyeras en ellas; pero eso dependerá, como dice el segundo párrafo, de la medida en que confíes que son verdad. El segundo párrafo está en lo cierto cuando dice que no todo el mundo está listo para aceptarlo porque una vez empiezas a dudar de la realidad del mundo, toda tu estructura de creencias se derrumba, tu personalidad queda seriamente cuestionada y no te queda donde asirte. Entonces necesitarás un guía en quien confiar, y ese guía es el E.S., el Cristo dentro de ti; porque si confías en la voz de tu ego, éste te llevará de regreso al mundo y a tu personalidad.
El tribuno pensando: ¿Qué habrán hecho con el cuerpo? Si no lo encuentro puedo tomar
otro y decir que es ése. Una mentira no hace mal a nadie; al revés, podría resolver el problema. 

Cuando se me ocurrió escribir sobre el título de este post fue con motivo de todo lo que está ocurriendo últimamente en el mundo, al ver cómo los poderes actúan inequívocamente y de manera incluso descarada engañando, manipulando y presionando a la población cuando se supone que debieran de ayudarla. Hay instantes en que, identificado con mi personaje, uno no puede dejar de sentir indignación a la vez que un gran impulso de hacer algo al respecto. A pesar de mi estado contenido, el sentimiento y las ganas son insistentes. Es entonces que quise preguntar a J personalmente.  Mi pregunta fue "¿Qué harías tú, J?" A continuación abrí el curso al azar yendo a parar al apartado VII del tema 8. Otras veces he practicado este método y funciona. Cuando leí el apartado me quedé con estos dos párrafos que fueron los que más me resonaron, y que vienen a reafirmar lo mismo que las dos citas anteriores. El primero dice que tú ni nadie es un cuerpo. El segundo que todo aquí en el mundo es ilusorio, o sea, no existe:

Cuando ves a tu hermano como un cuerpo, lo estás condenando porque te has condenado a ti mismo. No obstante, si toda condenación es irreal, y tiene que serlo puesto que es una forma de ataque, entonces no puede tener consecuencias. (T-8.VII.15.7-8)

No te permitas sufrir por causa de las consecuencias imaginarias de lo que no es real. Libera tu mente de la creencia de que eso es posible. En su total imposibilidad radica tu única esperanza de liberación. ¿Y qué otra esperanza querrías albergar? La única manera de liberarse de las ilusiones es dejando de creer en ellas. El ataque no existe; lo único que existe es comunicación ilimitada y, por lo tanto, poder y plenitud ilimitados. El poder de la plenitud es la extensión. No dejes que tus pensamientos se detengan en este mundo, y tu mente se volverá receptiva a la creación en Dios. VIII. (T-8.VII.16)

Pero sobre todo, del mencionado apartado me quedé con ésta frase que responde de manera contundente a mi pregunta, y que ratifica lo que yo ya había escuchado de manera intuitiva dentro de mi: 

¡La única manera de liberarse de las ilusiones es dejar de creer en ellas! 

El tribuno reza desesperado ante una estatuilla del dios Marte: "hoy no te rezo a ti sino 
al Dios de los hebreos. Si haces lo que te pido te erigiré templos y comenzaré los juegos en tu honor."

Mi conclusión irremediable, a pesar de las ganas de escuchar otra cosa distinta para justificar hacer algo (pues ante la impotencia de sentirte una persona la tentación es siempre recurrir al uso de la fuerza), es que la respuesta de J fue: "Yo actuaría sin dar fe de ninguna ilusión". Incluso sabiendo ésto, si no estás muy despierto, uno olvida fácilmente y sigue actuando a diario como si estuviera verdaderamente aquí, en un mundo real y hostil. J dice que la gente que cree que está aquí vive engañada, lo que tiene lógicamente sus consecuencias:

Los que viven engañados pueden ser muy destructivos, pues no se dan cuenta de que se han condenado a sí mismos. No desean morir, sin embargo, no dejan de condenar. De esta manera, cada uno se aísla en su propio mundo, en el que reina el desorden y en el que lo que está adentro aparenta estar afuera. Mas no ven lo que está adentro, pues no pueden reconocer la realidad de sus hermanos. (T-13.V.4)

Hoy internet está plagada de sitios denunciando una conspiración contra la Humanidad y la corrupción del sistema, reclamando la pronta liberación. No nos percatamos que una de las consecuencias de todo ello es que se alimenta aún más la paranoia dándole más realidad. Y sí, puede que a nivel sueño sea verdad todo lo que nos cuentan. El pueblo recela de sus líderes y los líderes recelan del pueblo porque...

El "razonamiento" que da lugar al mundo, sobre el que descansa y mediante el cual se mantiene vigente, es simplemente éste: "Tú eres la causa de lo que yo hago. Tu sola presencia justifica mi ira, y existes y piensas aparte de mí. Yo debo ser el inocente, ya que eres tú el que ataca. Y lo que me hace sufrir son tus ataques". Todo el que examina este "razonamiento" exactamente como es se da cuenta de que es incongruente y de que no tiene sentido. Sin embargo, da la impresión de ser razonable, ya que ciertamente parece como si el mundo te estuviese hiriendo. Y así, no parece necesario buscar la causa más allá de lo obvio. (T-27.VII.3)
Te atrapé Magdalena. Dime la verdad. Todo ésto ya me está sacando de quicio.

No es de las mentiras y ataques provenientes del sistema de lo que nos tenemos que cuidar desviando así la causa del problema y garantizando que no encontremos su solución; es de las mentiras que como espíritu que somos, nuestra mente errónea proyecta en el mundo haciendo uso de la percepción.

No es casualidad 
que el cuerpo disponga de 
dos ojos. Su número corrobora 
la naturaleza dual de la 
percepción.

No será fácil convencer a todos los adalides defensores y luchadores de la causa humana que las razones para sentirse víctima de "otros" responden al deseo profundo de serlo debido a la culpabilidad oculta en el subconsciente colectivo. Es algo que resulta incomprensible si se piensa desde la consciencia superficial conque nos movemos dentro de la ilusión del mundo creyéndonos sus moradores. Hay que hundirse mucho más adentro de dicha consciencia para comprenderla. La explicación de J está clara:

La proyección da lugar a la percepción. El mundo que ves se compone de aquello con lo que tú lo dotaste. Nada más. Pero si bien no es nada más, tampoco es menos. Por lo tanto, es importante para ti. Es el testimonio de tu estado mental, la imagen externa de una condición interna. Tal como el hombre piense, así percibirá. No trates, por lo tanto, de cambiar el mundo, sino elige más bien cambiar de mentalidad acerca de él. La percepción es un resultado, no una causa. Por eso es por lo que el concepto de grados de dificultad en los milagros no tiene sentido. Todo lo que se contempla a través de la visión es sano y santo. Nada que se perciba sin ella tiene significado. Y donde no hay significado, hay caos.
La condenación es un juicio que emites acerca de ti mismo, y eso es lo que proyectas sobre el mundo. Si lo ves como algo condenado, lo único que verás es lo que tú has hecho para herir al Hijo de Dios. Si contemplas desastres y catástrofes, es que has tratado de crucificarlo. Si ves santidad y esperanza, es que te has unido a la Voluntad de Dios para liberarlo. Éstas son las únicas alternativas que tienes ante ti. Y lo que veas dará testimonio de tu elección y te permitirá reconocer cuál de ellas elegiste. El mundo que ves tan sólo te muestra cuánta dicha te has permitido ver en ti y aceptar como tuya. Y si ése es su significado, el poder de dar dicha tiene entonces que encontrarse en ti. (T-21.Int.1-2)
 ¡Jesús, estás vivo! ¡Si no lo veo no lo creo!
Pasa, pasa tribuno. No te quedes sólo en la puerta. Aquí no hay enemigos

¿Qué? ¿Cómo te has quedado? Ahora puede llegar la siguiente pregunta capciosa del ego, quien desconfiado, busca reiteradamente poder justificarse a sí mismo: 
- ¿Lo anterior significa que debemos cruzarnos de brazos y desentendernos totalmente de lo que ocurre a nuestro alrededor porque es ilusorio? 
- No, simplemente lo que hagas o dejes de hacer forma parte de tu guión. 
Hay dos frases en los evangelios que para mi son significativas para llevar claridad a ésta última pregunta. La primera es:

Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas. Pero cuidaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas (Mt 10.16-17)

En la vida es inevitable vivir ciertas tribulaciones porque así está escrito. Tu bondad no te librará de ellas, y el mundo (como la experiencia ya te lo habrá demostrado) funciona de tal modo que los "buenos" suelen cargar con los platos rotos de los "malos". Tu sola benevolencia, tu transigencia, comportarte como un santurrón o un tonto no te evitará sufrirlas como todo el mundo las sufre. Así que J añade "sé inocente pero astuto". Esa astucia no se refiere a que uses tu malicia para esquivarlas cargándoselas a otros, pues se contrapondría con la inocencia. Se refiere a estar muy despierto para saber discriminar, darse cuenta uno de las cosas para diferenciar lo que es verdad de lo que es mentira, lo que es realidad de lo que es sueño; no caer en ninguna trampa.

La segunda frase es:

...entonces denle al césar lo que es del césar y a dios lo que es de dios (Mt 22.21)
En este pergamino dice: Adios Poncio Pilatos. Me voy detrás del Nazareno. 
Firma: tu amigo Claudio el tribuno

Lo anterior es lo mismo que decir que, sabiendo discriminar entre lo que es falso y verdadero, entre ilusión y realidad, das su justo valor a cada cosa sin entrar en lo que el curso llama "confusión de niveles". Tu respuesta se basa ahora en que a la ilusión le entregas lo que es ilusorio y a la verdad lo que es verdad en ti. Tu cerebro, tus manos, tus pies... están puestos en la Tierra, pero tu corazón (tu espíritu) está puesto en el cielo. Otra manera de decirlo es, como suelo repetir hasta la saciedad en una de mis frases favoritas: "vive en el mundo sin ser de él" (o "vive en el mundo sin dejar que el mundo te viva a ti").
Resumiendo, tu astucia sirve para no caer en la trampa de hacer real el mundo, y la inocencia para trascender la dualidad, que es lo mismo que la trampa del bien contra el mal (espero hablar de ésto en un futuro post). Ambas, astucia e inocencia, son los instrumentos (de la mente recta o E.S.) que te evitarán enfrentar dichas tribulaciones con la gravedad y la pesada carga conque lo hacen la inmensa mayoría de las personas.

Todas las situaciones que atravieses en "tu vida" (entre comillas porque en realidad no es vida. No hay vida fuera del cielo) no son más que la misma situación presentándose de diferentes maneras. El E.S. las simplifica para ti al grado de unificarlas en una sola cuando te las hace ver a todas por igual, ésto es, como peticiones de amor de la mente febril universal del Hijo de Dios. Por lo mismo, sea la que sea la situación excepcional que parezca que estemos viviendo, no deja de ser una petición de amor, una petición de ayuda de esa mente febril de la que todos formamos parte, y que clama poder despertar de la pesadilla que ella misma se ha inducido.
Dentro de esa mente, tú y yo somos unos privilegiados porque, aunque la naturaleza de la proyección (la percepción y la dualidad) nos haga vernos como personajes independientes y separados en el sueño, hemos cobrado consciencia del mecanismo detrás de todo lo que ocurre. Tú y yo somos pensamientos pensantes lúcidos (espíritu) despertando poco a poco de este sueño a la realidad. En nuestro proceso estamos tomando por fin responsabilidad, aunque aún no sabemos ciertamente como pensar en el camino hacia la luz. 

Al respecto de ésto último y como colofón a este post, dejo abajo el último apartado del último tema del libro de texto de UCdM (T-31.VIII), titulado "Elige de nuevo". Vale la pena que lo leas en su totalidad. En una de sus frases dice:

Elige de nuevo si quieres ocupar el lugar que te corresponde entre los salvadores del mundo, o si prefieres quedarte en el infierno y mantener a tus hermanos allí. (T-31.VIII.5)

Y la lección 62 dice que “Perdonar es mi función por ser la luz del mundo.”. La 64 "No dejes que me olvide de mi función". Es por eso que debemos dejarnos guiar por Él.

La salvación no te pide que contemples el espíritu y no percibas el cuerpo. Simplemente te pide que ésa sea tu elección. Pues puedes ver el cuerpo sin ayuda, pero no sabes cómo contemplar otro mundo aparte de él. Tu mundo es lo que la salvación habrá de deshacer, permitiéndote así ver otro que tus ojos jamás habrían podido encontrar. Cómo va a lograrse esto no es algo que deba preocuparte. No comprendes cómo apareció ante ti lo que ves, pues si lo comprendieses, desaparecería. El velo de la ignorancia está corrido igualmente sobre lo bueno que sobre lo malo, y se tiene que traspasar para que ambas cosas puedan desaparecer a fin de que la percepción no encuentre ningún lugar donde ocultarse. ¿Cómo se puede hacer esto? No se puede hacer en absoluto. Pues ¿qué podría aún quedar por hacer en el universo que Dios creó? (T-31.VI.3)

En definitiva, siento decepcionar a todos los activistas defensores de la verdad y la justicia, y a mi propio ego que, confundiendo niveles, siempre ha pensado que repartir unos cuantos mamporros era la manera de poner orden en este mundo caótico. 
La verdadera y definitiva libertad de la Humanidad no se producirá en el nivel de la forma cuando ocurra algún suceso extraordinario de buenos contra malos, de víctimas indefensas contra verdugos perversos, sino que ha de producirse a nivel de la Mente cuando ésta abandone su forma de pensar errónea en favor del pensamiento del E.S.. Ésto que parece llevar tiempo, tiene su reflejo en el nivel de la forma (en el mundo), en individuos que irán despertando a la realidad; individuos que perdiendo el miedo, abandonarán el complejo de victimas para vivir de manera diferente y en paz. 


* * *

NOTA: Los fotogramas ha sido tomados de la película de 2016 "Resucitado" (Risen), del director Kevin Reynolds y protagonizada por Joseph Fiennes.



VIII. Elige de nuevo
1. La lección que la tentación siempre quiere enseñar, en cualquier forma en que se presente e independientemente de donde ocurra, es ésta: quiere persuadir al Hijo de Dios de que él es un cuerpo, nacido dentro de lo que no puede sino morir, incapaz de librarse de su flaqueza y condenado a lo que el cuerpo le ordene sentir. El cuerpo fija los límites de lo que el Hijo de Dios puede hacer.
El poder del cuerpo es la única fuerza de la que el Hijo de Dios dispone y el dominio de éste no puede exceder el reducido alcance del cuerpo. ¿Querrías seguir siendo eso, si Cristo se te apareciese en toda Su gloria, pidiéndote solamente esto?: 

Elige de nuevo si quieres ocupar el lugar que te
corresponde entre los salvadores del mundo, o si 
prefieres quedarte en el infierno y mantener a tus
hermanos allí. 

Él ha venido, y esto es lo que te está pidiendo.
2. ¿Cómo se lleva a cabo esa elección? ¡Qué fácil de explicar es ésto! Siempre eliges entre tu debilidad y la fortaleza de Cristo en ti. Y lo que eliges es lo que crees que es real. Sólo con que te negases a dejar que la debilidad guiase tus actos, dejarías de otorgarle poder. Y la luz de Cristo en ti estaría entonces a cargo de todo cuanto hicieses. Pues habrías llevado tu debilidad ante Él, y, a cambio de ella, Él te habría dado Su fortaleza.
3. Las pruebas por las que pasas no son más que lecciones que aún no has aprendido que vuelven a presentarse de nuevo a fin de que donde antes hiciste una elección errónea, puedas ahora hacer una mejor y escaparte así del dolor que te ocasionó lo que elegiste previamente. En toda dificultad, disgusto o confusión Cristo te llama y te dice con ternura: "Hermano mío, elige de nuevo". Él no dejará sin sanar ninguna fuente de dolor, ni dejará en tu mente ninguna imagen que pueda ocultar a la verdad. Él te liberará de toda miseria a ti a quien Dios creó como un altar a la dicha. No te dejará desconsolado, ni solo en sueños infernales, sino que liberará a tu mente de todo lo que te impide ver Su faz. Su santidad es la tuya porque Él es el único Poder que es real en ti. Su fortaleza es la tuya porque Él es el Ser que Dios creó como Su único Hijo.
4. Las imágenes que fabricas no pueden prevalecer contra lo que Dios Mismo quiere que seas. Por lo tanto, jamás tengas miedo de la tentación, sino reconócela como lo que es: una oportunidad más para elegir de nuevo y dejar que la fortaleza de Cristo impere en toda circunstancia y lugar donde antes habías erigido una imagen de ti mismo. Pues lo que parece ocultar a la faz de Cristo es impotente ante Su majestad y desaparece ante Su santa presencia. Los salvadores del mundo, que ven tal como Él ve, son sencillamente los que eligen la fortaleza de Cristo en lugar de su propia debilidad, la cual se ve como algo aparte de Él. Ellos redimirán al mundo, pues están unidos en el poder de la Voluntad de Dios. Y lo que ellos disponen no es sino lo que Él dispone.
5. Aprende, pues, el feliz hábito de responder a toda tentación de percibirte a ti mismo débil y afligido con estas palabras: 

Soy tal como Dios me creó. Su Hijo no puede 
sufrir. Y yo soy Su Hijo.

De este modo se invita a la fortaleza de Cristo a que impere y reemplace todas tus debilidades con la fuerza que procede de Dios, la cual es infalible. Y de este modo también, los milagros se vuelven algo tan natural como el miedo y la angustia parecían serlo antes de que se eligiese la santidad. Pues con esa elección desaparecen las distinciones falsas; las alternativas ilusorias se dejan de lado y no queda nada que interfiera en la verdad.
6. Tú eres tal como Dios te creó, al igual como también lo es toda cosa viviente que contemplas, independientemente de las imágenes que veas. Lo que percibes como enfermedad, dolor, debilidad, sufrimiento y pérdida, no es sino la tentación de percibirte a ti mismo indefenso y en el infierno. No sucumbas a esta tentación, y verás desaparecer toda clase de dolor, no importa dónde se presente, en forma similar a como el sol disipa la neblina. Un milagro ha venido a sanar al Hijo de Dios y a cerrarle la puerta a sus sueños de debilidad, allanando así el camino hacia su salvación y liberación. Elige de nuevo lo que quieres que él sea, recordando que toda elección que hagas establecerá tu propia identidad tal como la has de ver y como creerás que es.
7. No me niegues el pequeño regalo que te pido, cuando a cambio de ello pongo a tus pies la paz de Dios y el poder para llevar esa paz a todos los que deambulan por el mundo solos, inseguros y presos del miedo. Pues se te ha concedido poder unirte a cada uno de ellos, y, a través del Cristo en ti, apartar el velo de sus ojos y dejar que contemplen al Cristo en sí mismos.
8. Hermanos míos en la salvación, no dejéis de oír mi voz ni de escuchar mis palabras. No os pido nada, excepto vuestra propia liberación. El infierno no tiene cabida en un mundo cuya hermosura puede todavía llegar a ser tan deslumbrante y abarcadora que sólo un paso la separa del Cielo. Traigo a vuestros cansados ojos una visión de un mundo diferente, tan nuevo, depurado y fresco que os olvidaréis de todo el dolor y miseria que una vez visteis. Mas tenéis que compartir esta visión con todo aquel que veáis, pues, de lo contrario, no la contemplaréis. Dar este regalo es la manera de hacerlo vuestro. Y Dios ordenó, con amorosa bondad, que lo fuese.
9. ¡Alegrémonos de poder caminar por el mundo y de tener tantas oportunidades de percibir nuevas situaciones donde el regalo de Dios se puede reconocer otra vez como nuestro! Y de esta manera, todo vestigio del infierno, así como los pecados secretos y odios ocultos, desaparecerán. Y toda la hermosura que ocultaban aparecerá ante nuestros ojos cual prados celestiales, que nos elevarán más allá de los tortuosos senderos por los que viajábamos antes de que apareciese el Cristo. Oídme, hermanos míos, oídme y uníos a mí. Dios ha decretado que yo no pueda llamaros en vano, y en Su certeza, yo descanso en paz. Pues vosotros me oiréis, y elegiréis de nuevo. Y con esa elección todo el mundo quedará liberado.
10. Gracias, Padre, por estos santos seres que son mis hermanos, así como Tus Hijos. La fe que tengo en ellos es Tu Propia fe. Estoy tan seguro de que vendrán a mí como Tú estás de lo que ellos son, y de lo que serán eternamente. Ellos aceptarán el regalo que les ofrezco porque Tú me lo diste para ellos. Y así como yo únicamente quiero hacer Tu santa Voluntad, ésa también será su elección. Te doy gracias por ellos. El himno de la salvación resonará a través del mundo con cada elección que cada uno de ellos haga. Pues compartimos un mismo propósito, y el fin del infierno está cerca.
11. Mi mano se extiende en gozosa bienvenida a todo hermano que quiera unirse a mí para ir más allá de la tentación, y mirar con firme determinación hacia la luz que brilla con perfecta constancia más allá de ella. Dame los míos, pues te pertenecen a Ti. ¿Y podrías Tú dejar de hacer lo que es Tu Voluntad? Te doy las gracias por lo que mis hermanos son. Y según cada uno de ellos elija unirse a mí, el himno de gratitud que se extiende desde la tierra hasta el Cielo se convertirá, de unas cuantas notas sueltas, en un coro todo-abarcador, que brota de un mundo redimido del infierno y que te da las gracias a Ti.
12. Y ahora decimos "Amén". Pues Cristo ha venido a morar al lugar que, en el sosiego de la eternidad, Tú estableciste para Él desde antes de los orígenes del tiempo. La jornada llega a su fin, y acaba donde comenzó. No queda ni rastro de ella. Ya no se le otorga fe a ninguna ilusión, ni queda una sola mota de obscuridad que pudiese ocultarle a nadie la faz de Cristo. Tu Voluntad se hace, total y perfectamente, y toda la creación Te reconoce y sabe que Tú eres la única Fuente que tiene. La Luz, clara como Tú, irradia desde todo lo que vive y se mueve en Ti. Pues hemos llegado allí donde todos somos uno, y finalmente estamos en casa, donde Tú quieres que estemos.


* * * 




Regresar a Dios

  "Imagen satelital del río Amazonas fundiéndose con el Océano Atlántico.  Fuente: Agencia Espacial Europea (ESA), dominio público. La ...