AVISO: Este es un diálogo desarrollado con mi Guía interno, en el que yo soy un simple canal y escriba. Cualquier desviación sobre la Verdad es un error personal y no de Quien me inspira. No se debe tomar todo lo que se dice aquí cabalmente, sino que se debe cuestionar y someterlo a tu propio Guía interior, así que toma aquello que te sirva y prescinde del resto.
- ... Así que yo, como personaje soñado, parezco tomar decisiones pero en realidad es la mente tomadora de decisiones quien lo hace. Mi despertar progresivo mediante la observación consciente de mi mismo es lo que me permite educar esa parte de mi para identificarme cada vez más con mi mente recta. Eso abre la posibilidad a mi liberación final del sueño al deshacer a la mente errónea.
- Muy bien. Pero quiero que sepas que cualquier intento por forzar tu proceso preocupándote de si estás haciendo lo suficiente o lo estás haciendo bien, es inútil. Ese es tu ego que ahora adopta la faceta espiritual tratando de hacerse cargo del proceso, interfiriendo. Tu despertar ocurrirá si o si, normalmente de forma lenta y no más rápido de lo que puedas hacerlo sin caer en el pánico. El E.S. no quiere asustarte y echar por alto todo, así que se adapta paciente y amorosamente a tus condiciones y velocidad.
- ¿Despertar asusta?
- Siempre hay miedo de fondo a despertar. Pero si se produce de forma repentina, el susto puede ser mayúsculo; igual que si lo haces mientras duermes profundamente. No hay tanto miedo si ya estás parcialmente despierto.
- Éso me recuerda a cuando estás durmiendo y tienes un sueño lúcido. Te das cuenta que sueñas y que puedes elegir tu sueño, pero de pronto despiertas y puedes sentir frustración.
- Sí, es similar nada más que a otro nivel. Tú, como personaje soñado, pareces poder elegir el motivo de tu sueño pero no lo haces; sólo te has vuelto consciente del proceso de elección de la mente soñadora. Recuerda que lo que ocurra en el sueño depende enteramente del guionista que hayas elegido, la Mente-ego o el E.S. Al final, cuando despiertas, el personaje desaparece junto con el sueño, y descubres que nada era verdad; aunque realmente no puedes comprobar que es así hasta el final. Estar en el sueño no te permite experimentar nada de lo que hay afuera de él mientras dura.
- Es muy lógico. Y a la inversa, Dios tampoco podrá penetrar en el sueño del mundo, ¿no?.
- Exacto, porque lo haría real.
- ¿En qué difieren el guión de la Mente-ego y el del E.S.?
- No existe un guión del E.S. ¿Para qué quiere inventar Él ningún guión si lo que quiere es sacarte del sueño? No tiene sentido.
¿Entonces por qué hablas de Su guión como si existiera?
- El guión de la Mente-ego te lleva a repetir las mismas experiencias en diferentes contextos, indefinidamente. El guión del E.S. en realidad deshace los episodios del guión anterior, aquellos con resultados similares y que, porque has perdonado, ya no necesitas repetir y perdonar más. Cuando te pones en manos del E.S., o lo que es lo mismo, cuando haces de tu propósito de vida el despertar perdonando, el E.S. colapsa el tiempo para ti y acorta el guión que la Mente-ego, deshaciendo ciertas partes que ya se han vuelto innecesarias.
- De modo que es el mismo guión pero abreviado...
- Sí, pero abreviado con los mejores episodios. Cuando perdonas las circunstancias de tu vida cambian siempre para tu bien, aunque tú no lo sepas o no lo creas así en ese momento. El hecho es que tu nueva posición te acerca a la salida del sueño, y cuanto más cerca de las salida estás, más grata se vuelve tu vida y con mejores ojos ves el mundo. Pareciera como que el tiempo pasa más despacio porque vives más en el momento presente y de forma más dichosa.
- Sí, ya sé, ese es el "sueño feliz" que menciona el curso. Todo lo que hemos visto del guión de la Mente-ego me evoca la famosa rueda kármica, aunque nada se menciona en UCdM. ¿Me puedes hablar un poco de ella?
- Por supuesto. El karma es culpa y es el combustible para mantener el guión de la Mente-ego repitiendo experiencias, igual que una rueda cuando gira.
- De ahí su nombre.
- Sí. Imagina que en la base de la rueda, naces cuando tocas el suelo, recorres un tramo en contacto con él lo que equivale a una vida aquí en la Tierra, para luego elevarte conforme sigues girando dejando de tocar el suelo (ese sería el momento de tu muerte), regresando a un falso cielo donde te reciclas con una nueva misión de vida que te hará "evolucionar" y ser mejor alma. Entonces regresas empezando un nuevo ciclo, bajas y vuelves a tocar el suelo en un tramo de terreno diferente, reencarnando en otro cuerpo.
- Ahora entiendo por qué para UCdM el concepto de reencarnación es imposible. Las almas tampoco existen, ni el pasado ni el futuro. Todo es parte del sueño fabricado por la Mente-ego.
- Todo lo que cambia y forma parte del sueño es irreal y termina desvaneciéndose al final del mismo. Incluso la misma Mente-ego desaparece pues no es más que un constructo de un proceso que nunca ocurrió.
- Así que la misma rueda kármica también es imposible, pero se manifiesta como real desde dentro del sueño.
- Correcto. La rueda parece girar pero no es más que el efecto hipnotizador del movimiento circular del espacio-tiempo. El E.S. nos saca de la hipnosis cuando reconocemos que todo es ilusión y la perdonamos, haciendo que la rueda disminuya progresivamente su tamaño y velocidad. Mientras, el tiempo se vuelve cada vez más lento conforme tú más perdonas y deshaces el ego, hasta que la rueda se hace tan diminuta que apenas llega a tu centro. De pronto el tiempo se detiene, la rueda desaparece y tú escapas de la irrealidad. ¡Has despertado!
- Estoy recordando un efecto parecido que sucede cuando subes en el borde exterior de un tiovivo. Tiempo y espacio parecen desplazarse muy rápido, ¡es mareante!; pero si te mueves hacia el centro, todo cambia. De hecho, el feriante suele tener el control mecánico allí donde permanece inmóvil.
- Pues te digo que en verdad nunca has bajado a ningún planeta Tierra a tener ninguna experiencia, ni tampoco has estado en ningún falso cielo el cual también es soñado. Tú siempre has permanecido en el Cielo, con mayúscula, junto a Dios, inamovible, inmortal, pero absorto en el giro de esa rueda como si observaras una película.
- ¡CinemaScope 3D!. Tengo más preguntas... los facilitadores de UCdM hablan mucho de la importancia de la rendición pero, ¿qué es realmente la rendición? Como tal, no aparece esta palabra en el curso.
- Es un término acuñado. La rendición es siempre del ego. Rindes el ego. Abandonas su resistencia. Lo disuelves. El ego es un estado mental de ensoñación y culpa, el de tu mente-ego teniendo miedo, por lo que ha de mantener una espada siempre en alto dando sablazos para acá y para allá, atacando en nombre del bien, defendiéndose contra el mal. Esa actitud te impide descansar y estar en paz.
- ¡Otra vez el tema recurrente de la eterna lucha del bien contra el mal!
- Con la rendición bajas la espalda y cesas la lucha porque abandonas al ego. Entonces permites fluir al amor que eres el cual acoge todo por igual, bien y mal incluidos, pues no juzga nada. La rendición es la aceptación plena de lo que es, dejándose uno llevar por lo que le depara la vida.
- Sí, pero ¿cómo me rindo? No es fácil dejar de juzgar. Aunque perdone, y lo he hecho muchas veces, el juicio sigue ahí, erre que erre.
- Eso es porque aún no has perdonado del todo. Va en función de tu grado de identificación y confianza. Mientras te identifiques con el ego, no vas a soltar la espada. La des-identificación empieza por reconocer que te estás identificando con él, pero antes tienes que desarrollar la auto-observación la cual te permite darte cuenta que lo haces. Una vez te das cuenta, dentro de ti se abre paso a que puedas decidir no identificarte con el ego.
- ¿Y la confianza?
- En la mayoría de las personas el proceso de des-identificación se experimenta como un proceso lento y doloroso debido al miedo a dejar de ser tú y todas las ventajas que parece traerte; por eso lo harás poco a poco conforme tu confianza crece mientras enfrentas tus miedos. El mayor de ellos, el cual está muy oculto en tu interior, es tu temor a Dios; por eso puede que no lo reconozcas. La pérdida del miedo forma parte de tu rendición.
- ¿Rendirse es lo mismo que sanar?
- Buena pregunta. La resistencia niega todo aquello que no quieres aceptar, y porque no te gusta tratas de ocultarlo, pero no desaparece sino que se mantiene latente y se termina manifestando de alguna manera, afectándote más tarde o temprano como algún tipo de disfunción o enfermedad.
- ... con lo que terminas haciéndolo real.
- Sí. La sanación requiere que saques tus resistencias y tus heridas a la luz y para eso hace falta valor, perder el miedo. La enfermedad se suele referir a la del cuerpo físico, pero su origen es siempre mental. ¡Todo es mental! El ego es la mente errónea produciendo estados que en verdad no existen, como los de miedo, culpa y carencia, pero también todos los estados de malestar que tienen que ver con cualquier ilusión.
- ¿Y un enamoramiento?
- Es un calentón de la mente errónea creando una fantasía que se vive con mucho estusiasmo al principio, un enajenamiento total que suele terminar desinflándose y manifestando algún tipo de malestar.
- ¡Mal de amores! Jájájá.
- Resumiendo, la rendición es el proceso que abre la puerta a la sanación.
- Ok. Dentro de todo lo que me has contado hasta aquí, ¿qué consejo importante darías a los iniciados, y no tan iniciados, sobre lo que deben hacer para facilitar el despertar?
- Sin olvidar que tú como personaje no haces nada, practicar la auto-observación. La auto-observación permite la auto-indagación, descubrir lo que te molesta y/o te hace sentir mal.
- O sea que, debo sacar a la luz lo que siento haciéndolo consciente en mi.
- No, no tienes que buscarlo. Aflorará sólo con la ocasión. Lo que digo es que cuando se manifieste no trates de deshacerlo por tu cuenta ya que no recuerdas cómo se formó. Una vez identificas lo que te molesta me lo puedes entregar a Mi para que yo sí lo deshaga. Tú no puedes hacerlo por ti mismo; yo sí, pero me lo tienes que entregar para que sea sanado.
- ¿Eso es lo que significa "renunciar a ser tu propio maestro" que mencionas en el curso?
- Sí. Por eso no debes rehuir nunca de tus sentimientos. Cuando algo te abruma, si intentas solucionarlo por ti mismo es inevitable que tu ego intervenga complicándolo aún más. También puede que decidas deshacerte de ese malestar distrayéndote con otras cosas, en cuyo caso conseguirás solamente postergarlo.
- Entendido ¿Y la meditación tradicional? Ya sabes, quietud y silencio.
- Es una buena forma para relajarse, y a veces también para dormirse.
- Jájá.
- Es como recluirse en una cueva para estar tranquilo un tiempo, pero una vez sales de ella vuelves a enfrentarte al estrés de la vida diaria y pierdes la calma. La inmovilidad ciertamente facilita tu concentración y la auto-observación, pero tu reto es llevarla más allá.
- ¿Quieres decir ponerla a prueba sumergiéndote en el mundo, no aislándote de él?.
- Correcto. De todos modos es una buena práctica para iniciarse en la auto-observación. Con el tiempo, cuando te vuelvas un maestro ya no necesitarás quietud y silencio para auto-observarte, pues podrás estar en medio del ajetreo más intenso practicando la meditación consciente. También la puedes llamar meditación dinámica.
- El maestro Osho hablaba de ella y hay muchos centros que la imparten. También la practican los derviches bailarines.
- Sí, pero ellos la limitan a un rato de danza una o dos veces por semana. Tienes que convertirla en tu forma de vida, lo que no quiere decir que vayas bailando a todas partes.
- Jájájá. No estaría mal. Tengo más preguntas. Se habla mucho del sufrimiento, pero ¿para qué sirve? ¿Tiene alguna utilidad?
- Si no lo haces consciente no parece servir para nada. Es absurdo sufrir por sufrir, ya que perpetua tu cuerpo dolor, tu ego, volviéndolo incluso más grande. Pero el sufrimiento tiene un límite a partir del cual te obliga a despertar, y en ese sentido sí es útil. Cuando llevas el sufrimiento a observación consciente y me lo entregas a mi, además te sirve para sanar su causa.
- Lo que hablamos antes.
- Claro. Cuando hablo de sufrimiento me refiero también a cualquier otro sentimiento negativo haciéndotelo pasar mal, ira, miedo, preocupación, celos, envidia... todos denotan una creencia equivocada de la mente-ego.
- El sufrimiento está íntimamente asociado al sacrificio ¿Es cierto?
- El sacrificio es fuente de sufrimiento. Sin embargo se ve bien, incluso necesario, y es por ello muy apreciado socialmente hasta el punto de considerárseme a Mi como el ejemplo de sacrificio a seguir.
- Pero tú te sacrificaste, ¿no?
- No, yo no me sacrifiqué. Fui sacrificado, y mi respuesta fue demostrar que la muerte no es real, y por ello que el sacrificio y el sufrimiento carecen de sentido. Mi mensaje estaba en la resurrección no en el sacrificio en la cruz. Pero el ego es muy hábil, y engañó a la mayoría convirtiendo la cruz en un símbolo de salvación para hacer creer que es bueno sufrir y sacrificarse por los demás. Eso sólo alimenta y engorda más al ego, y por supuesto, no salva a nadie.
- Pues la sociedad está constituida sobre la creencia en el sacrificio, entre otros valores como la necesidad de competir y luchar para ser un individuo autosuficiente y sobresalir sobre los demás. Por un lado defiende el esfuerzo y el sacrificio diciendo que es bueno entregar tu vida por los demás, y por otro te anima a competir y luchar contra ellos. ¡Es totalmente contradictoria!.
- Yo te digo ésto: Nadie te va a salvar. Sólo te puedes salvar tu mismo.
- ¿Pero eso no se contradice con lo que dijiste al principio, de que al salvarte tú salvas al mundo entero?
- Recuerda que no hay nadie más. Tú eres mente soñándote como un personaje separado de muchos otros personajes, todos con vida propia. Al iluminarte tú el mundo desaparece con todos contigo porque todos Somos Uno. Ahora, si te sacrificas en favor de los demás creyendo en la realidad del mundo y sin estar iluminado, estás prolongando el sueño; morirás, irás al cielo y volverás a soñar que te encarnas en otro personaje diferente con otra misión. ¡No habrá ocurrido nada en términos reales!
- Pero si tú y otros os iluminasteis ya anteriormente, ¿por qué seguimos aquí?
- Recuerda que el tiempo no existe, que es una ilusión. Todo sucede a la vez y en un pis-pás. Es como un libro ya escrito. Abriéndolo te puedes trasladar a cualquier parte de él.
- Comprendo.
- Al igual que una novela es escrita para distraerte de la realidad, el mundo fue fabricado por el ego como una forma de ataque contra Dios y tratar de vivir separado de Él, pero sólo lo puede lograr imaginariamente. Ahora te pregunto: ¿tiene significado que te sacrifiques leyendo un libro?
- ¿Uhm...? No entiendo ¿para qué? A no ser... que lo crea real metiéndome en uno de sus personajes.
- Correcto. Pero no debes confundir sacrificio y esfuerzo. Imagina que estás leyendo una novela que de pronto deja de interesarte y quieres salir de ella, pero está tan bien urdida que mientras la lees la crees de verdad. Abandonar la lectura de forma brusca te supondría un sacrificio porque creerías tener que renunciar a todo lo que se dice en ella, a pesar de que no te gusta, y eso porque crees que más allá de la novela no hay nada más. Pero es que además, como no recuerdas cómo comenzaste a leerla, no tendrás otra que esforzarte por llegar a su final.
- ¿Qué me quieres decir? Ponme un ejemplo concreto.
- Por ejemplo, te puedes esforzar en el aprendizaje de UCdM, adiestrar tu mente tomadora de decisiones estudiando y haciendo su libro de ejercicios, pero nunca tendrás que sacrificarte. Cuando te sacrificas por algo lo terminas odiando. En cualquier caso, si sufrieras haciendo cualquier cosa en la vida, no perderás nada porque el E.S. sabrá sacar provecho si se lo ofreces a Él.
- Si el mundo exige sacrificio de esa manera, ¿significa eso que es bueno renunciar al mundo para dejar de sufrir?
- No. La renuncia a algo conlleva un sacrificio pues ese algo lo estás haciendo real.
- Muchos creen que es bueno renunciar a determinadas cosas porque las consideran malas. Ven pecaminoso beber alcohol, comer carne o tener sexo.
- Todo en el mundo es neutro. No hay nada malo o bueno en si mismo sino en la forma en que lo haces. Lo bueno y lo malo no son más que juicios. Observa tus sentimientos de culpa. ¿A qué obedecen? A creencias nada más. Sin embargo sí que es perjudicial que te crees algún tipo de adicción restándote libertad para decidir como sentirte. Así que lleva una vida lo más normal que puedas. Sigue el camino medio que decía Buda, o como yo dije cierta vez: "vive en el mundo pero no seas de él".
- ¿Tiene esa aseveración algo que ver con la de "no tienes que hacer nada", que proclama UCdM?
- Sí. Esa frase significa vivir desapegado, que no tienes que dejarte llevar por las exigencias, ni los juicios ni los caprichos de tu ego. Se trata de llevar una vida normal sin ataduras, no que renuncies al mundo y te inhibas de hacer cosas. La frase se entiende mejor si dices "no tienes que hacer nada especial".
- Aquí viene la pregunta del millón: ¿Cuándo me voy a iluminar por fin?
- La iluminación será tu último milagro de una lista de muchos más. No sabes ni el lugar ni la hora. No puedes controlarlo sino sólo prepararte para su llegada. Digamos que ocurrirá cuando te hagas tan similar a Dios que Dios mismo no pueda evitar venir a tu encuentro porque tú mismo te habrás vuelto como Él.
- Me estás dando tanta información que creo que conviene acabar para no saturarme. Como última pregunta por hoy, aunque creo que ya ha quedado contestada, pero para los que aún tienen dudas y andan persiguiendo mariposas: ¿cuál es el propósito de la vida, aquí?
- Aquí o en otro planeta siempre es el mismo. El único real es DESPERTAR. El ego dirá que el propósito lo pones tú y en eso razón no le falta, pero todos los propósitos diferentes a despertar no son más que el deseo del ego de perpetuarse él en su sueño, por muy noble que sea dicho propósito. Como cuando duermes y sueñas por la noche con muchas cosas, la vida aquí es un desahogo a tu deseo de experimentarte como un ente separado de Dios; aunque en el experimento terminas comprobando que no te ha ido tan bien como pensabas, se termina volviendo una pesadilla por momentos, y entonces decides volver a casa.
- ¡La parábola del hijo pródigo!.
- Exacto. Pero mientras sigas dando prioridad a las necesidades y deseos del ego, querrás seguir experimentando el mundo. No pasa nada. Nadie te lo impide porque tu voluntad aparte de la de Dios es tan poderosa como la Suya. Al final, cuando te hartes, no porque nadie te convenza sino porque lo hagas tu mismo, tu voluntad se unirá a la Voluntad de Dios de querer volver a estar junto a Él, y no podrás fallar.
- Bueno... muchas gracias. Me ha sido de mucha utilidad esta conversación, sin hablar de lo emocionante. ¡Una pasada! ¿Volveremos a hablar otra vez?
- Estoy abierto a repetir la experiencias cuando quieras.
- Bien. Entonces hasta pronto. Es un decir...
- Por supuesto. Yo nunca me voy. Estoy siempre contigo, acompañándote.
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