NOTA: El lector no tiene por qué estar de acuerdo en absoluto con las reflexiones y afirmaciones que aquí hago, más si desconoce por completo el contenido y la naturaleza de Un Curso de Milagros. No pretendo iniciar ninguna discusión, ninguna polémica ni me interesa llevar razón, así que toma lo que te sirva y lo que no, ignóralo. Gracias en cualquier caso por tu visita.
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Con este post quiero compartir mi experiencia del Camino de Santiago (a partir de ahora CdS) tomando como perspectiva Un Curso de Milagros (a partir de ahora UCdM).
La primera pregunta que puede surgir es: ¿Se pueden combinar ambas cosas, CdS y UCdM?; quiero decir... ¿qué tiene que ver una serie de rutas de peregrinación cristianas de origen medieval con destino la tumba de un santo, con un libro de finales de siglo XX cuyo propósito es la transformación espiritual? La construcción de mi pregunta ya casi facilita la respuesta, pero entremos primero a realizar una descripción un poco más detallada de ambos.
...sorprenden algunas similitudes
Doy por sentado que sobre el CdS seguramente habrás escuchado hablar mucho por los medios o por algún conocido que lo haya realizado. Sobre UCdM, éste es un libro que por su origen, naturaleza y propósito no deja de ser polémico y cuestionado, aunque hay que conocerlo a fondo para opinar sobre él. Su contenido es metafísica en su parte teórica, dando respuestas a muchas preguntas trascendentales relativas a la naturaleza de la realidad, la causa y el origen del mundo, quienes somos, por qué estamos aquí, etc. Pero otra parte del contenido aún de mayor importancia que la primera está en la sección práctica, donde encontramos los ejercicios cuya realización debiera producir una transformación espiritual en quienes los abordan de manera comprometida, cambiando su mentalidad, su manera de ver el mundo, y haciendo de sus vidas una experiencia mucho más pacífica y agradecida. Digo “debiera” porque no siempre es ese el resultado.
El camino te invita a caminarlo simplemente por su atractivo
Muchas personas se ha enfrentado a UCdM sin soportar un agudo conflicto de creencias, viéndose abocadas a abandonarlo. Efectivamente, éste libro no es para todos porque no todos están preparados para él y para el sorprendente y profundo cambio de mentalidad que promueve. Es por eso que a veces es tachado como un nuevo producto New-Age, aunque yo más bien diría que lo que hace es poner distancia hacia todo ese conglomerado de creencias y disciplinas esotéricas y semi-ciencias que no puedo criticar, porque no hay nada malo ni bueno en sí mismo en este mundo sino en el uso que se hace de ello, y eso lo incluye absolutamente todo. Se me viene a la memoria el siguiente chiste muy viejo e ingenuo. Juanito y Pepito discuten sobre lo que van a comer en casa:
- ¿Qué comes hoy?
- Garbanzos
- ¡Ten cuidado Pepito. Son venenosos. Mi abuelo se comió una olla así de grande (abriendo los brazos) y lo encontraron muerto al día siguiente!
Lo anterior deja claro que lo que hace daño es porque, o bien se usa mal porque no se conoce, o bien la persona en cuestión no está lista para experimentarlo.
Ahora, si desconoces UCdM despertado tu interés y me preguntas mi recomendación acerca de estudiarlo, te diré que es una decisión personal en la que uno no debiera dejarse influenciar por nadie. UCdM no es una religión, es un curso de entrenamiento mental para gente muy valiente, inquieta con la vida o muy desesperada, todo hay que decirlo. Lo puedes estudiar individualmente o buscarte un grupo para compartirlo, pero en este último caso, hay que tener cuidado con las personas que lo usan con fines sectarios, más aún si te encuentras perdido en tu vida porque estás en un punto fácil de manipular. Cualquier tipo de espiritualidad ha estado siempre sujeta a esa desgracia por la atracción que ejerce. UCdM no es la excepción a la regla.

Iglesia de Santiago de Barbadelo. Sombría pero magnética
Lo mismo si me preguntas si te recomiendo hacer el CdS, te diré que es tu decisión. No es hasta que lo hagas que sacarás tus propias conclusiones, pues el CdS es fundamentalmente una experiencia que, bien aprovechada, podría llevarte a cierta transformación personal, ya no digo espiritual, pero seguro que a cierto deslumbramiento como poco que no es lo mismo (ya irá quedando aclarada la razón de esta afirmación). Lo cierto es que no podría hablar del CdS comparándolo con UCdM si yo mismo no me hubiese convertido en un peregrino más por unos días para vivirlo en primera persona.
Pórtico de la iglesia de S. de Barbadelo. Al examinarlo más de cerca uno empieza a descubrir multitud de detalles...
Pero hablemos un poco del CdS. Éste emula, valga la redundancia, el camino de la vida con un viaje de fe, colocando la salvación o el favor de Dios afuera en un lugar lejano. Esto se plasma en la necesidad de peregrinación o hacerse uno un devoto buscador de lo que es santo. En ese peregrinaje uno se siente plenamente identificado con el cuerpo, siendo un pobre pecador necesitado de redención a causa de sus debilidades; aunque hoy día, ese antiguo fervor y devoción religiosa se han visto arrinconados por el empuje de la secularización, haciendo del CdS un destino cultural y ocio-deportivo más que una necesidad de compromiso personal.
Es posible que tú no te sientas tan pecador/a, pero tu manera de sentir no dista mucho de pensamientos de carencia de vez en cuando, de luchas internas entre el bien y el mal, de sentimientos de culpa, de arrepentimientos, así como de algún dolor físico o achaque si ya estás entrado en edad; pues te identificas profundamente con el cuerpo y sus limitaciones. Por el cuerpo también es seguro que piensas que te salvas o disfrutas, o te condenas o sufres según lo que le pase y el uso que haces de él.
Todo lo anterior es porque, en el fondo, el CdS es una búsqueda encubierta, y por ello también frustrada, del amor y de todo lo que es amoroso desde la fragilidad de la condición humana, revestida de esperanza, pero también de dudas pues la espada del fracaso, del temor, de la enfermedad y de la muerte siempre amenazan. Es, en definitiva, una búsqueda basada en la condición del ego porque sólo el ego busca pero no encuentra.

...con lo que quedas embobado en las formas (deslumbramiento).
UCdM dice:
El ego está seguro de que el amor es peligroso, y ésta es siempre su enseñanza principal. Nunca lo expresa de este modo. Al contrario, todo el que cree que el ego es la salvación parece estar profundamente inmerso en la búsqueda del amor. El ego, sin embargo, aunque alienta con gran insistencia la búsqueda del amor, pone una condición: que no se encuentre. Sus dictados, por lo tanto, pueden resumirse simplemente de esta manera: "Busca, pero no halles". Ésta es la única promesa que el ego te hace y la única que cumplirá. Pues el ego persigue su objetivo con fanática insistencia, y su juicio, aunque seriamente menoscabado, es completamente coherente. (T-12.IV.1)
UCdM no refiere en ninguna parte la necesidad de iniciar ninguna peregrinación en la que te veas forzado a abandonar a personas queridas, tus bienes materiales para a sufrir faltas o necesidades, incluso dolor, esforzándote por llegar a ninguna parte donde poder recibir el favor de unas reliquias santas o de Dios mismo, aunque bien es cierto que todo eso te puede abrir a la meditación interna y al crecimiento. El tipo de camino que te anima a emprender UCdM es el de regreso a casa, entendido como el auto-conocimiento, sin necesidad de abandonar físicamente nada, aunque sí a desapegarte de ello pues se trata de un cambio de mentalidad acerca de ti mismo; por eso no tienes necesidad de viajar:
Escucha la parábola del hijo pródigo, y aprende cuál es el tesoro de Dios y el tuyo: el hijo de un padre amoroso abandonó su hogar y pensó que había derrochado toda su fortuna a cambio de cosas sin valor, si bien no había entendido en su momento la falta de valor de las mismas. Le daba vergüenza volver a su padre porque pensaba que lo había herido. Mas cuando regresó a casa, su padre lo recibió jubilosamente toda vez que el hijo en sí era su tesoro. El padre no quería nada más. (T-8.VI.4)
Lo único que Dios desea es Su Hijo porque Su Hijo es Su único tesoro. (T-8.VI.5.1)
Resumiendo, el CdS apunta hacia afuera teniendo una pretensión interna que puede diluirse fácilmente por las distracciones que encuentras en el trayecto, aunque su trazado está lleno de señales re-dirigiéndote. Por el otro lado, UCdM es un camino de vuelta en sentido claramente interno, en el que tienes que observarte a ti mismo de forma continuada para re-descubrirte, apremiándote a abandonar todo tipo de distracciones. Dice:
(…) ya lo tienes todo (L-186.13.3)
Nadie tiene que sufrir para que la Voluntad de Dios se haga. La salvación es Su Voluntad porque tú la compartes con Él. No es sólo para ti, sino para el Ser que es el Hijo de Dios. Éste no puede perder, pues si pudiese, ello supondría una pérdida para su Padre, y para Él la pérdida es imposible. Y esto es cuerdo porque es la verdad. (T-25.VII.13.3:7)
Mas la verdad es real por derecho propio, y para creer en ella no tienes que hacer nada. (T-12.I.1.2)
¡Ya lo tienes todo, y por eso, no tienes que hacer nada!
Dirigiéndote hacia adentro
Las anteriores afirmaciones de UCdM son sin duda polémicas y difíciles de aceptar para la gran mayoría de las personas, pero no lo es menos la que dice que el Cosmos entero es una proyección irreal del Hijo de Dios, no de Dios, a Quien le es completamente ajeno (si Dios es justo y amoroso, que lo es, eso explicaría por qué hay tantas injusticias, catástrofes y dolor en el mundo). El Universo sería así una ilusión fruto del sueño de la mente dormida del Hijo, quien creyó que podía crear separado de Dios. El único lazo de unión que aún conservas con Dios y que pareces oír como un susurro en la distancia (tu consciencia), es un fragmento de Su mente, el Espíritu Santo (E.S.), el cual es tu guía de vuelta a casa.
Tu salvación, o lo que es lo mismo, el favor de Dios, te ha sido dado por razón de lo que eres, siempre has sido y siempre serás: el Hijo de Dios hecho a Su imagen y semejanza. Pero vives un sueño de exilio muy realista en el que crees que estás donde no estás y eres quien no eres. Es un sueño del que es difícil despertar porque se retro-alimenta a sí mismo con cada decisión que pareces tomar y con cada acción que emprendes en el mundo. No tienes manera de escapar de él sino dándote cuenta de lo que haces y para qué lo haces, dejando de darle realidad; dicho de otra manera: viviendo en el mundo pero sin dejar que el mundo viva en ti.
Por eso es que no tienes necesidad de peregrinar a ninguna parte, aunque tampoco tienes necesidad de privarte de la experiencia de hacerlo si así lo deseas; porque privarte intencionalmente de las experiencias del mundo para escapar de él sería lo mismo que darle realidad. Digamos entonces que la búsqueda de determinadas experiencias no son imprescindibles ni determinantes, pero está bien tenerlas si ello te ayuda a aprender, que es lo mismo que recordar, lo que olvidaste acerca de ti mismo y de tu condición divina.
Lo único que tienes que hacer es esforzarte por aprender, pues el Espíritu Santo tiene un objetivo unificado para tus esfuerzos. (T-7.IV.3.5)
“Objetivo unificado” quiere decir que el Espíritu Santo puede utilizar absolutamente todo lo que te acontece, si lo pones en sus manos, para tu bien y para tu aprendizaje, incluso las experiencias más desagradables e indeseadas, pero también las mejores. Así que, ¿por qué no poner tu experiencia del CdS bajo su tutela? Verás el camino de otra manera distinta a como el mundo lo suele ver porque lo que veas será el reflejo de tu estado interno. Si tú cambias, el mundo cambia contigo.
Cultivo de brócoli junto al camino
Todos tus pesares son sólo el efecto del sueño de separación de Dios, pero no tienen ningún efecto real para la integridad de tu Ser. Dicha aparente separación se produjo a la par que la aparición del ego, y a continuación surgió el cuerpo con la percepción como su vehículo en la necesidad de inter-actuar con todo lo que situaste separado y fuera de ti fruto de tu deseo. Con el espacio también surgió el tiempo para que pudieras experimentar las cosas y las personas individualmente, principio y fin, vida y muerte, la dualidad en definitiva.
Realizar el CdS con el conocimiento integrado que otorga UCdM lo convierte en un tipo de aventura práctica que bien aprovechada puede servirte de lección. En esa experiencia en la dualidad, las incomodidades, el dolor y el sufrimiento son algo pasajero, una anécdota para contar y acerca de las cuales poder reflexionar.

Para el maestro de Dios “avanzado” (Maestro de Dios es como UCdM llama al estudiante del curso que ha completado los ejercicios del libro), no existen desafíos, en contraposición a lo que quizás suponía realizar el CdS en plena Edad Media, porque hoy día es más una prueba de semi-resistencia física o de ganas debido a todas las facilidades disponibles a tu alcance. Sólo tu decisión personal puede hacer esta prueba bastante más dificultosa al elegir condiciones restrictivas para demostrar algo (p.e. hacerlo sin dinero o hacerlo con algún tipo de impedimento físico, etc). Más sólo el ego duda de si mismo y necesita probarse pues es la manera de reafirmar su valía y su propia existencia.
Para un maestro de Dios nada supone un desafío, pues ello implicaría que se abrigan dudas, y la confianza en la que los maestros de Dios descansan con absoluta seguridad hace que les sea imposible dudar. Por lo tanto, sólo pueden triunfar. (M-4.II.2.5:7)
La afirmación anterior de UCdM (...nada supone un desafío) resulta ofensiva para el ego por parecerle totalmente soberbia, irritante, amenazadora y peligrosa. Estamos hablando de dos sistemas de pensamiento opuestos, el del ego y el que nos presenta UCdM, que es el del Espíritu Santo. Sólo el ego es condicional y cree que puede fracasar si no cumple ciertos requisitos; por ello tiene que esforzarse y sufrir para alcanzar la gracia de Dios ya que se siente culpable, y se auto-castiga a sí mismo para evitar el castigo de Dios aún más severo. El ego piensa que está bien sacrificarse renunciando a determinadas cosas y esforzarse para conseguir otras en una lista interminable, aunque a lo único que tendría que renunciar es a la creencia en sí mismo, algo que le resulta obviamente imposible, ya que el ego es una máquina de supervivencia que se alimenta de la duda, la contradicción, el caos, la ansiedad y del conflicto en definitiva. Es a todas luces inconsistente e ilógico en si mismo, lo que oculta recurriendo al pasado y al futuro, al adoctrinamiento en sus creencias, incapaz de utilizar la razón pura y de ver la verdad pues no soporta lo espontaneo, lo instintivo ni la incertidumbre, siéndole imposible subsistir solamente en el momento presente, el eterno "ahora".

100 km a Santiago de Compostela
Señor, envíame una señal
En el CdS los senderos a seguir ya están prefijados y marcados. En ocasiones se nos presentan alternativas o variantes entre las que elegir dentro de un mismo camino: a la derecha o a la izquierda, el más bonito o el más feo, el más conocido y seguro pero más feo o el inseguro y solitario pero más exótico... La elección entre qué opción tomar tiene un sentido de ganancia o de pérdida porque depende de la variante que elijas que te verás beneficiado o perjudicado de cierta manera. Por eso tienes que evaluarlo cuidadosamente, pero si te ves compungido por la prisa quizás pienses que “la próxima vez” tomarás el desvío hacia el otro lado dando por sentado que repetirás la experiencia. Hay un beneficio implícito en esta manera de pensar para el ego, un alivio momentáneo, porque el ego, maestro evaluador, a su pesar no puede saberlo todo temiendo a lo desconocido. En realidad no sabe absolutamente nada y “dejar las cosas para otra ocasión” es una estrategia que denota su impotencia e incapacidad.

Encrucijada donde decidir ¿A la derecha o a la izquierda?
En contra de la opinión comúnmente aceptada, UCdM te dice que no tienes ningún poder de decisión en lo que se refiere a lo que tiene que suceder, y que sólo puedes elegir cómo entender y cómo sentirte al respecto, ésto es, sólo puedes elegir entre sentirte bien o sentirte mal, entre sentir el amor y la paz de Dios o sentir los mil sentimientos encontrados del ego quitándote toda paz y tranquilidad.
Cuando decides lo que quieres que suceda (lo que es diferente a tener una preferencia) te pierdes a ti mismo porque sólo una personalidad, con su ego, tiene necesidad de que las cosas ocurran de una determinada manera en función de las ilusiones que se ha forjado, de sus intereses o necesidades. Pero habrás comprobado ya que la vida no siempre sucede como esperas. Constantemente surgen todo tipo de imprevistos, cambios y novedades. Sí puedes aceptar estoicamente lo que pase habrás dado un paso enorme hacia la disolución de tu ego.
UCdM deshace poco a poco a tu ego. Eso significa que también deshace la confianza en tu capacidad de análisis para depositar tu fe bajo la dirección de tu guía interno, el Espíritu Santo, o de la propia vida, confiando y dejándote llevar por ellos. Tu miedo a equivocarte al elegir queriendo saber qué dirección te conviene tomar desaparecerá poco a poco para ser sustituido por un "dejarse llevar", con la convicción de que lo que suceda es lo ha de suceder y lo que más te conviene. Esto está expresado en UCdM como título en algunas de sus lecciones de la siguiente manera:
Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino (L-155)
...que significa que haré a un lado mi pequeño yo (ego) dejando que sea mi Yo Superior, mi intuición o la divina providencia (el Espíritu Santo en definitiva) quien elija por mi en cualquier encrucijada. Eso no significa que te detengas cada vez que tienes que tomar una decisión esperando a que algo suceda, o a escuchar una voz que te dicte qué hacer, ¡no!, sino que decides despreocupado según tu mejor entendimiento de las cosas en ese momento. Si luego ese no era el camino que te convenía tomar ya se encargará la vida de hacerte regresar. Nunca hay error y estás donde tienes que estar. Con el tiempo adquirirás sabiduría para realizar las mejores elecciones, las cuales se definen como aquellas que te aportan paz y te ahorrarán tiempo en términos de eternidad., porque cada lección aprendida será luego una lección que no tendrás que repetir.
Otra frase es:
Camino con Dios en perfecta santidad (L-156)
...porque ya no me identifico con el personaje creado por mi ego. Sé que mi verdadero ser es santo y por ello Dios está siempre conmigo, así que no tengo miedo a equivocarme. ¿Qué me puede afectar? ¿Qué puede ser más seguro?
Otra más:
El amor es el camino que recorro con gratitud (L-195)
Elegir desde el amor siempre es correcto. Pero ¿sabes lo que es el amor? Si no lo sabes te equivocarás porque todo en esta vida se reduce a recodar el amor (cuando lo recuerdes ya no tendrás que seguir aquí). Más para recordarlo tienes que practicarlo cada vez más hasta que ya todo sea amor. La consciencia de Dios es amor, y ese amor se traduce en paz, seguridad y confianza, lo que te permite caminar con gratitud por la vida. ¿Quieres saber cuánto amas? Entonces responde: ¿Cuán agradecido te sientes?
Y otra:
Sigo el camino que se me ha señalado (L-317)
... y no se refiere al que otros te marcan o te encuentres hecho sino al que aceptas plenamente sin rechistar, aún cuando no lo entiendas, porque es el destino que la vida te tiene reservado.
Conforme nos vamos acercando a Santiago de Compostela comprobamos que las placas indicadoras de distancia han desaparecido de los mojones. Han sido arrancadas, suponemos que por los mismos peregrinos queriendo conservar un recuerdo de su viaje. Así que no podemos saber a ciencia cierta cuánto nos falta para llegar a nuestro objetivo, aunque es seguro que es poco. Más éste es el momento más peligroso para perderse. La realidad del camino espiritual también es así, porque cuanto más te acercas a tu iluminación más tentado te sientes y más desesperado se vuelve tu ego quien, sintiéndose morir, lo intenta todo a la desesperada para coger aire.
De puente a puente y tiro porque me lleva la corriente
Los puentes encierran una simbología mágica. Un puente en una obra de ingeniería, una genialidad de la mente pensante, el ego, para evitar los accidentes en la vida, en este caso, un río, pero también puede ser un hondo precipicio, o una profunda grieta.
Pasarela de madera sobre un arroyo a las afueras de Sarria
Nadie quiere obstáculos en su vida. Los eludimos por sistema. No sabemos que son oportunidades para bucear en las profundidades del sentido de la existencia. Las personas queremos facilidades, cuantas más mejor, y por ello somos hipnotizadas por los puentes. Vemos ventaja en pasar por encima de ellos pues evadimos las dificultades que están destinadas a arrastrarnos hacia algo muy profundo y significativo pero temeroso, como un río que arrastra todo hasta fundirse con el océano o una profunda falla que deja caer todo hasta el centro del planeta.
Mira atento. Casi todos ven el puente pero muy pocos ven el río. Puente Medieval de Furelos
Porque el peregrino que utiliza un puente se cree un individuo frágil ante el mundo, y por eso evita caer a toda costa en cualquier corriente o foso. Está huyendo de la sabiduría que le traería la experiencia de sumergirse en la dificultad, valorando el hecho como una suerte en una apreciación puramente terrenal. No ha aprendido nada.
Puente sobre el río Miño y al fondo Portomarín
Sin embargo la consciencia a la que te abre UCdM te dice que no eres un ser aislado ni frágil. Eres el río, el puente, el cielo, el paisaje, la otra gente acompañándote, la acción misma de cruzar... eres la totalidad. Al igual que sucedía cuando tomas una desviación en el camino, el cruce de un puente se convierte en una simple anécdota. No valoras el hecho como positivo o negativo, como buena o mala suerte pues no lo necesitas. Ya no vives de las valoraciones que el ego hace continuamente porque dejas de identificarte con tu personaje, el cual está condicionado por sus pensamientos acerca de los eventos en su vida y de los resultados que debe obtener. Para UCdM todos los resultados son buenos.
Un puente sin río y un río sin agua no es corriente
Sin embargo, sí que existe un puente en UCdM, pero no es material. Es un puente mental que te lleva desde la orilla del pensamiento egóico (pensamiento erróneo) a la orilla en el que piensas desde tu Ser (pensamiento recto). Éste es un puente de retorno de lo terrenal a lo divino, del mundo al cielo, de la percepción de los sentidos al conocimiento que trae finalmente la iluminación y el recuerdo de Dios. Es un puente individual puesto que sólo tú, que lo construyes, puedes usarlo.
Tarde o temprano todo el mundo tiene que cruzar su propio puente para salvar la brecha que, se imagina, existe entre sus dos seres. Eso ocurrirá tan pronto como esté dispuesto a hacer un ligero esfuerzo por construirlo. Esos dos seres son, uno el personaje ego (mental) y el otro el Ser (espiritual). En el CdS cruzas sobre muchos puentes ahorrando tiempo y esfuerzos al personaje, aunque puedes pararte encima de ellos e incluso regresar. Con UCdM construyes un sólo puente, y lo cruzas a la par que lo construyes para no volver jamás hacia atrás. No es un puente rígido de piedra u hormigón sino un puente flexible de “Corrección” (lo que el curso llama Expiación) lo cual te ahorra tiempo en el camino de regreso a la eternidad, de donde una vez te fuiste. Aquí sería de aplicación ese refrán que dice “vísteme despacio que tengo prisa”, porque llegado al punto de inflexión en que te conviertes en buscador de la verdad, ralentizas la velocidad conque vives la vida para cambiar experiencias y emociones por meditación, paz y aprendizaje.
El mundo es como un espejo donde todo está invertido con respecto al Cielo
La Corrección (o Expiación) es, nada más y nada menos, la de todos tus pensamientos. Esa corrección se logra con el “perdón”, pero no entendido como todo el mundo lo entiende (que primero condenas y luego perdonas). “Perdonar” para UCdM es reconocer, una por una, que absolutamente todas tus creencias son ilusiones apoyando el mundo que ves y en el que vives. Cada vez que corriges uno de tus pensamientos erróneos o falsas creencias reconociendo que es un juicio y por ende, una ilusión, dejas de darle importancia, lo trasciendes y se produce una corrección en tu manera de pensar y ver el mundo en lo que el curso llama un milagro. Entonces empiezas a percibir de manera correcta.
UCdM te enseña a no juzgar y a no juzgarte, porque tus pensamientos crean tu realidad, y conforme cambias tus pensamientos tu mundo se ve transformado.
Cada piedra, un milagro. Un sólo puente condensa la sabiduría de todo
un camino cuando salva el único gran obstáculo que hay en él.
Cualquier camino, desde el punto de vista de UCdM, encierra el sentido de la existencia por cuanto te ayuda a descubrir su misterio. Quiero decir que si tu viaje a sido bien aprovechado, no tienes que volver a repetirlo porque, habrás descubierto la trampa de la percepción inducida por tus deseos, pudiendo escapar de ellos.
Dolor y sufrimiento
El ego es muy listo y se va actualizando con las distintas épocas. Sabe que el infierno ya no provoca miedo, así que ahora nos asusta vendiéndonos otros peligros más inmediatos como es el cambio climático, ¡el calentamiento global!, lo más parecido al infierno.
Capela das Ánimas
El universo entero es básicamente un mundo de miedo, ¿o no hay siempre algún tipo de amenaza acechando?, piensa el ego. Ver un mundo peligroso significa que ves la peligrosidad dentro de ti. Ver sufrimiento, penuria, dolor, guerra, desastres, etc. y lo que es más importante, juzgarlo todo como malo, injusto... te mantiene atrapado en el juego del ego.
Los protagonista de ese mundo cruel son siempre los cuerpos, los que pueden arder en el infierno. En realidad el cuerpo y todo cuanto le afecta es siempre el protagonista de cualquier camino, sueño y aventura. Sin cuerpos no habría nada que experimentar ni nada que contar.
A falta de dos días para llegar a Santiago, una uña encarnada y los tobillos hinchados me dificultaban el avance. Tuve que masajearme los pies a conciencia con una crema de efecto frío, tomar anti-inflamatorio y usar una protección adicional en los dedos de los pies para poder caminar.
Para el ego, causa y efecto están en el mundo. Quiero decir que si te dañas una uña razonará inmediatamente que es porque te la has golpeado, o calzas una zapatilla inadecuada, o por ésto o por lo otro. Por el contrario, para UCdM la causa está siempre en la mente porque todo en el mundo es una proyección de ella. En concreto, el dolor es siempre causado por algún tipo de culpa subconsciente que arrastramos. La bioneromoción es una nueva semi-ciencia que trata de adivinar qué pensamiento anda mal en nosotros para sanarlo y aliviar el síntoma o enfermedad asociada, aunque siempre que la he probado nunca me ha funcionado. Personalmente, cuando me duele algo de forma insistente prefiero elevar mi pensamiento repitiendo frases en silencio como:
No soy un cuerpo, soy libre, pues aún sigo siendo tal como Dios me creó. (L-181:220)
Causas y efectos: Arriba Izda: Desviarse del camino es peligroso.
Arriba Dcha: Una insignificancia puede volverse un problema
gordo si no lo eliminas a tiempo. Abajo: uña encarnada y tobillo
hinchado, precio a pagar por mi desafío
Seguir las enseñanzas de UCdM no te librará de padecer en tus carnes dolencias que todo el mundo padece cuando insiste en llevar el cuerpo al límite; ése es el pecado, o entiéndase mejor el "error". Para UCdM el pecado no existe, el cual no es más que un error de apreciación; en consecuencia, la culpa no ha lugar aunque sí la responsabilidad. Ahora, tu voluntad te puede querer demostrar que tú no eres tu cuerpo yendo más allá de sus límites. El ego encuentra su morbo en ello y se refuerza, pero también puedes desistir de querer hacer ni demostrar nada, y entonces dejarás al ego descompuesto.
Hacer algo siempre involucra al cuerpo. Y si reconoces que no tienes que hacer nada, habrás dejado de otorgarle valor al cuerpo en tu mente. He aquí la puerta abierta que te ahorra siglos de esfuerzos, pues a través de ella puedes escaparte de inmediato, liberándote así del tiempo. Ésta es la forma en que el pecado deja de ser atractivo en este mismo momento. Pues con ello se niega el tiempo, y, así, el pasado y el futuro desaparecen. El que no tiene que hacer nada no tiene necesidad de tiempo. No hacer nada es descansar, y crear un lugar dentro de ti donde la actividad del cuerpo cesa de exigir tu atención. A ese lugar llega el Espíritu Santo, y ahí mora. Él permanecerá ahí cuando tú te olvides y las actividades del cuerpo vuelvan a abarrotar tu mente consciente. (T-18.VII.7)
Los compañeros de viaje
Las personas nos relacionamos con muchas sombras de por medio. No las vemos o no queremos verlas hasta que, llegado un momento, éstas se manifiestan. Entonces, cuando quieres apoyarte en ellas ves como se desvanecen.
¿Qué seguridad te puede ofrecer algo que descansa sobre una sombra? (T-28.VII.3)

El "compañero" que te abandona siempre que estás en la oscuridad
Para otros, la sombra es nuestra parte oscura, la que rechazamos de nosotros por sentirla fea, inmoral, vergonzosa, peligrosa, incómoda, etc. La sombra es esa parte de nuestra personalidad que viene a enturbiar las cosas en los momentos más difíciles. Todos tenemos una sombra con la que tenemos que tratar tarde o temprano; también con la de nuestros compañeros de viaje cuando el camino juntos se hace suficientemente largo.
La sombra es sombra porque la rechazamos. Rechazar esa parte que no queremos es crear una división dentro de uno mismo que nos debilita. Más la sombra se desvanece cuando sacándola a la luz, la integramos bajo la consciencia. Entonces se vuelve una fortaleza.
Sombras aparte, lo mejor de CdS es sin duda la gente, el sentimiento de hermandad que se respira con el que desaparecen todas las diferencias de sexo, raza, ideología y condición, y el respeto y cuidado desinteresado entre ella. ¿Que sería del viaje si lo hicieras completamente sólo de principio a fin, sin interactuar absolutamente con nadie? Te volverías loco y terminarías hablándole a las calabazas que encuentras por el camino.
Ángeles Michel y Nuriel acompañándome y cuidando de mi todo el camino
Sin el "otro" el viaje no tiene ningún propósito. UCdM dice al respecto:
Cuando te encuentras con alguien, recuerda que se trata de un encuentro santo. Tal como lo consideres a él, así te considerarás a ti mismo. Tal como lo trates, así te tratarás a ti mismo. Tal como pienses de él, así pensarás de ti mismo. Nunca te olvides de esto, pues en tus semejantes o bien te encuentras a ti mismo o bien te pierdes a ti mismo. Cada vez que dos Hijos de Dios se encuentran, se les proporciona una nueva oportunidad para salvarse. No dejes de darle la salvación a nadie, para que así la puedas recibir tú. Yo estoy siempre contigo, en memoria tuya. (T-8.III.4)
¿Y qué decir de los animales?, esos hermanos pequeños. Ellos son frecuentemente amigos fieles que, por no tener intereses egoístas, te acompañarán incluso a dónde no llegan algunas personas.
Esa mirada me recuerda con nostalgia
una vieja compañera de viaje
Distracciones en el viaje
A lo largo del camino siempre están presentes las distracciones en múltiples formas y colores (lo bonito, lo original, lo creativo, lo llamativo, etc.). Son encandilamientos, deslumbramientos o alucinaciones con las que perdemos la consciencia y también nuestro tiempo de manera superflua. Pero es lo que el mundo valora porque el mundo nació para eso, para ser un lugar de ensueño y distracción de la "Realidad". El CdS está lleno de ellas.
Arriba Izda: Las plantas de los pies / Arriba Dcha: Hermosa la rosa
Abajo Izda: Calabazas con las que puedes tratar de conversar si te aburres
Abajo Dcha: Triciclo ecológico para combatir el cambio climático
Las distracciones del ego tal vez parezcan interferir en tu aprendizaje, pero el ego no tiene realmente ningún poder para distraerte a menos que tú se lo confieras. La voz del ego es una alucinación. No puedes esperar que te diga: "No soy real". No obstante, no se te pide que desvanezcas tus alucinaciones por tu cuenta. Se te pide simplemente que las evalúes a la luz de los resultados que te aportan. Si dejas de desearlas debido a la pérdida de paz que te ocasionan, serán eliminadas de tu mente. (T-8.I.2)
Descanso y reposición de fuerzas
"Descansa en paz" es una bendición para los vivos, no para los muertos, ya que el descanso procede de despertar, no de dormir. Dormir es aislarse; despertar, unirse. Los sueños son ilusiones de unión porque reflejan las nociones distorsionadas del ego con respecto a lo que significa unirse. El Espíritu Santo, no obstante, aprovecha también el tiempo que pasas durmiendo, y puede, si se lo permites, utilizar los sueños que tienes mientras duermes para ayudarte a despertar. (T-8.IX.3.5:8)
Arriba: Interior de un albergue / Abajo Izda: Tentempié de media mañana
Abajo centro: Fuente donde reponer agua en el camino
Abajo Dcha: Una cerveza fresca al terminar la etapa reconforta del esfuerzo
Caminando en la oscuridad. Te sientes sólo pero no eres el único.
Alguien más camina a lo lejos en la noche, como tú.
En la última jornada me vi caminando muy temprano, a oscuras y en solitario. No veía a nadie por delante ni por detrás mía. En ausencia de farolas tuve que encender la linterna del teléfono. La lluvia caía fina y el impermeable se me había rasgado, empezando a mojarme. Alguien había retirado la placa de los kilómetros en los mojones señalizadores de ruta, bastante deteriorados y mamarracheados por cierto, al punto de parecer camuflados. La uña encarnada en el pie derecho y el tobillo hinchado en el izquierdo me dificultaban aún más el avance. En resumen: Nada parecía ir bien, pero tenía la certeza de que estaba a pocos kilómetros del final... eso si no me perdía desviando el rumbo; por eso miraba adelante y atrás queriéndome asegurar de que había alguien más. Estaba emulando la noche oscura del alma y así lo pensé. Las noches oscuras son simbólicamente un signo de avance significativo, de que se está atravesando una etapa adelantada de crecimiento, aunque parezca lo contrario al momento de vivirlas.
Incluso las noches más oscuras tienen flores, si sabes buscarlas
Se acaba la noche. Ya llega el día. Nada dura eternamente excepto la misma
eternidad.
La última jornada
Cualquier camino encierra el sentido de una vida entera, desde su gestación cuando se realizan los primeros preparativos de viaje, luego el nacimiento como el inicio de viaje, hasta la muerte y ascensión al cielo que es su final. En el CdS el final es el orgasmo que se produce cuando entras en la plaza del Obradoiro, sueltas la mochila con todo su peso y sientes que te elevas y flotas en el aire. A la vez contemplas fascinado la fachada de la catedral mezclando barroco y románico. A lo anterior suma la sensación muy agradable y familiar de sentirte acompañado por la multitud y su alboroto, que debe recordar (intuyo) la misma sensación que experimentas cuando llegas al cielo y eres recibido por todas esas almas amigas y familiares. Es una fiesta de bienvenida.
Los caminos son construidos por los personajes que los transitan, imprimiéndoles sentido durante su realización y mientras éstos duran. Pero una vez acabados te invade una especie de vacío, de desencanto. La pregunta que te haces es: ¿Y ahora qué?
Entonces descubres que hacer el CdS no era necesario, pero era necesario hacerlo para darse cuenta de que no era necesario. Aunque a esa conclusión no llegan todos y mucho menos siempre.
Ya he llegado ¿Y ahora qué?
Puede que porque te guste repitas una y otra vez la misma experiencia. ¿No sería entonces que quedaste atrapado en el encantamiento embriagador de los sentidos?, o... ¿porque pensaste que te quedó pendiente de hacer algo? Estando allí conocí a un muchacho que dijo haberlo hecho cuatro veces. En cualquier caso, deduje, es algo parecido a quedarse enganchado a la rueda kármica de la reencarnación, en la que vuelves a éste u otros caminos aparentemente diferentes hasta que por fin te liberas.
No eres libre de renunciar a la libertad, sino sólo de negarla. (T-10.V.4.1)
Sin embargo, la libertad que todo ser humano anhela no se halla en poder recorrer sus caminos dando gusto a todos sus deseos e ideales. A veces unos se cumplirán y otros no. La libertad real llega cuando se deja de necesitar todo lo que en esos caminos significa algo para el personaje porque ha desaparecido el mismo personaje al fundirse con la totalidad. Mientras eso ocurre, la libertad permanece en la mente aguardando paciente a que ésta despierte de sus ilusiones.
Las enseñanzas del Espíritu Santo apuntan en una sola dirección y tienen un solo objetivo. Su dirección es la libertad y Su objetivo es Dios. El Espíritu Santo, no obstante, no puede concebir a Dios sin ti porque no es la Voluntad de Dios estar sin ti. Cuando hayas aprendido que tu voluntad es la de Dios, tu voluntad no dispondrá estar sin Él, tal como Su Voluntad no dispone estar sin ti. Esto es libertad y esto es dicha. Si te niegas esto a ti mismo, le estarás negando a Dios Su Reino, pues para eso fue para lo que Él te creó.(T-8.II.6)