miércoles, 7 de octubre de 2020

¿Qué es la Iluminación?

Background - monicore en Pixabay

Mucha gente se pregunta a veces qué es la iluminación. Aquí he reunido varias definiciones hechas por algunos conocidos y menos conocidos maestros espirituales. ¡Hasta la Wikipedia sabe lo que es! ¿Es posible? Claro que no. No olvidemos que el concepto de algo no es ese algo. Hay que experimentarlo, y esa es la razón por la que en otro post titulado "¿Qué Sientes Cuando Te Iluminas?" no escribí nada al respecto. Entras en él y no hay nada. No es broma. Se trata de una especie de sorpresa-trampa para sacar al lector de sus pensamientos aumentando su estado consciencial y conseguir su atención plena. Si ocurre así el lector experimenta un atisbo de iluminación aunque sólo momentáneamente, con lo que consigo el propósito que busco, explicar qué se siente cuando te iluminas. Aunque también puede que se produzca el efecto contrario, que un montón de pensamientos acudan a su cabeza y reciba varios calificativos desagradables hacia mi persona. En cualquier caso el resultado sólo habla de la predisposición de la persona que entra a leerlo. Y ahora vamos con esas definiciones:

“La iluminación significa despertar a lo que realmente eres y luego ser eso” (Adyashanti)

"La iluminación es el fin del sufrimiento" (Buda)

"La iluminación significa levantarse por encima del pensamiento" (Eckhart Tolle)

“La iluminación no es algo que se logra. Es la ausencia de algo. Toda tu vida has estado yendo hacia adelante después de algo, persiguiendo alguna meta. La iluminación está dejando caer todo eso” (Charlotte Joko Beck)

“Una vez que despierte, no tendrá interés en juzgar a los que duermen” (James Blanchard)

“El que conoce a otros es sabio. El que se conoce a sí mismo está iluminado” (Lao Tzu)

“Cuando te despiertas, te das cuenta de que la persona separada que te consideras es solo un contrato, una fabricación mental” (Stephan Bodian)

“Si pudiera definir brevemente la iluminación, diría que es la aceptación silenciosa de lo que es” (Wayne Dyer)

"La iluminación espiritual es la experiencia de lo divino. Esta experiencia se manifiesta en paz, amor, felicidad o sentido de unidad con el universo. Es un esclarecimiento interior"(Wikipedia)

“La iluminación significa asumir la plena responsabilidad de tu vida” (William Blake)

Sin duda hay mucho que extraer de todas estas definiciones, como que la iluminación es un estado de ausencia de juicio, de no-mente; y que nosotros no somos esa mente ni sus pensamientos, sino lo que la trasciende y la observa. 

Pero vayamos ahora con otras definiciones un poco más elaboradas:

¿Por qué esperar al Cielo? Los que buscan la luz están simplemente cubriéndose los ojos. La luz ya está en ellos. La iluminación es simplemente un reconocimiento, no un cambio. La luz es algo ajeno al mundo, y tú en quien mora la luz eres asimismo un extraño aquí. La luz vino contigo desde tu hogar natal, y permaneció contigo, pues es tuya. Es lo único que trajiste contigo de Aquel que es tu Fuente. Refulge en ti porque ilumina tu hogar, y te conduce de vuelta al lugar de donde vino y donde finalmente estás en tu hogar. (L-188.1 de UCdM)

Otra conclusión que podemos obtener es que la iluminación es ahora; no es en el futuro y no tienes que esperarla.

Sólo la mente es capaz de iluminación. El espíritu ya está iluminado, y el cuerpo, de por sí, es demasiado denso. La mente, sin embargo, puede hacer llegar su iluminación hasta el cuerpo al reconocer que éste no es el estudiante y que, por lo tanto, no tiene la capacidad de aprender. Es muy fácil, no obstante, poner al cuerpo en armonía con la mente una vez que ésta ha aprendido a mirar más allá de él hacia la luz. (T-2.V.6.3-6 de UCdM)

La iluminación es tu estado natural, pero puedes negarla. De hecho, casi todo el mundo la está negando y por eso no la ve. Cuando no estás iluminado vives una especie de ensoñación, en la ignorancia aunque a ti te parece lo más normal. Por supuesto no me refiero a la ignorancia cultural. En su defensa la mente dormida te dirá que ella sabe, que no es una ignorante, pero la realidad es que la mente dormida te priva del verdadero conocimiento que es la luz en ti, la consciencia de Ser, la iluminación. El ego, producto en esa mente dormida, da valor al conocimiento intelectual porque desconoce lo que es el verdadero conocimiento. El ego piensa: "cuanto más sé, más soy". Pero dos ilusiones no suman más que una ilusión sola. Dicho de otro modo, 0 + 0 = 0 . El total de la suma de todas las ilusiones, incluidos los conceptos y las creencias, sigue siendo una ilusión. La mente dormida es una fábrica de ilusiones, ésto es: ¡nada!; pero la mente despierta es el espíritu mismo.

Sólo tú puedes privarte a ti mismo de algo. No resistas este hecho, pues es en verdad el comienzo de la iluminación. Recuerda también que la negación de este simple hecho adopta muchas formas, y que debes aprender a reconocerlas y a oponerte a ellas sin excepción y con firmeza. Éste es un paso crucial en el proceso de re-despertar. Las fases iniciales de esta inversión son con frecuencia bastante dolorosas, pues al dejar de echarle la culpa a lo que se encuentra afuera, existe una marcada tendencia a albergarla adentro. Al principio es difícil darse cuenta de que esto es exactamente lo mismo, pues no hay diferencia entre lo que se encuentra adentro y lo que se encuentra afuera. (T-11.IV.4)

Buddha - Pete Linforth en Pixabay

El pensamiento es el mecanismo que fabrica la percepción y la separación; es por ello separativo. Cuando piensas te separas de lo que eres porque olvidas quien eres. Es por eso que el pensamiento, más que solucionar, es una fuente de problemas; y es por lo que si dejas de pensar los problemas dejan de ser. Es doloroso dejar de pensar porque el pensamiento es quien fabrica los apegos que son básicamente creencias ("Si no obtengo esto cosa seré infeliz"). Lo que no sabemos es que el pensamiento mismo es el apego, apego a querer sentirse especial. Realmente somos adictos al pensamiento no a las cosas. Por eso, cuando empiezas a dejar de pensar sientes como si te las estuvieran quitando; sufres como si estuvieras perdiéndolas, pero no es más que la resistencia de la mente a perder su protagonismo. Es entonces que recurre a algunos trucos, como culparse ella misma con epicentro tu cuerpo, porque la mente se identifica con el cuerpo. Se dice cosas a sí misma como "Oye tú, algo estás haciendo mal para que estés perdiendo esto y lo otro", y es de esa manera que la mente consigue mantenerse en marcha durante más tiempo.

La tercera fase por la que el maestro de Dios tiene que pasar podría llamarse "un período de renuncia". Si se interpreta esto como una renuncia a lo que es deseable, se generará un enorme conflicto. Son pocos los maestros de Dios que se escapan completamente de esta zozobra. No tiene ningún sentido, no obstante, separar lo que tiene valor de lo que no lo tiene, a menos que se dé el paso que sigue naturalmente. Por lo tanto, el período de transición tiende a ser un período en el que el maestro de Dios se siente obligado a sacrificar sus propios intereses en aras de la verdad. Todavía no se ha dado cuenta de cuán absolutamente imposible sería una exigencia así. Esto sólo lo puede aprender a medida que renuncia realmente a lo que no tiene valor. Mediante esa renuncia, aprende que donde esperaba aflicción, encuentra en su lugar una feliz despreocupación; donde pensaba que se le pedía algo, se encuentra agraciado con un regalo. (M-4.I.A.5 El desarrollo de la confianza. UCdM)

La iluminación sobreviene cuando consigues elevarte por encima de todos los trucos que la mente te ha puesto que te mantenían atrapado en ella, y la forma es quitándole importancia a todo lo que piensas. Ahora nada de lo que piensas significa nada. Las cosas mismas no significan nada porque son pensamientos, pensamientos densificados a nivel físico. No es casualidad que sea así como empieza el libro de ejercicios de UCdM:

Nada de lo que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar] significa nada (L-1.UCdM)

Y luego continúa con otros como:

Mis pensamientos no significan nada (L-10.UCdM)

¿Qué es lo que dentro de ti observa los pensamientos? Ese "Qué" testigo de tu vida es la fuente de tu iluminación. Es, como dice UCdM la aceptación de ti mism@ tal como Dios te creó, ¡nada que ver con el cuerpo!; por lo tanto el reconocimiento de que tu separación de Dios nunca ocurrió. Es por eso que para iluminarte no tienes que hacer nada, tratándose de un proceso puramente mental. La iluminación es una rendición a lo que es verdad en ti habiendo permanecido oculto y olvidado; su renacimiento o resurrección.

Tu resurrección es tu redespertar. Yo soy el modelo del renacimiento, pero el renacimiento en sí no es más que el despuntar en la mente de lo que ya se encuentra en ella. Dios Mismo lo puso allí, y, por lo tanto, es cierto para siempre. (T-6.I.7.1-3)

La resurrección, dicho llanamente, es la superación de la muerte o el triunfo sobre ella. Es un redespertar o renacimiento; un cambio de parecer con respecto al significado del mundo. Es la aceptación de la interpretación del Espíritu Santo con respecto al propósito del mundo; la aceptación de la Expiación en uno mismo. Es el fin de los sueños de aflicción y la jubilosa conciencia del sueño final del Espíritu Santo. Es el reconocimiento de los dones de Dios. Es el sueño en el que el cuerpo opera perfectamente al no tener otra función que la de ser un medio de comunicación. Es la lección con la que concluye el aprendizaje, pues con ella se consuma y se transciende. Es la invitación a que Dios dé el paso final. Es el abandono de cualquier otro propósito, cualquier otro interés, cualquier otro deseo o cualquier otro empeño. Es el deseo único de estar con el Padre que tiene Su Hijo.(M-28.1)

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