domingo, 10 de enero de 2021

La Expiación como defensa (2ª Parte)



Todos los pensamientos no son iguales. Están los pensamientos que compartes con Dios, los pensamientos reales o de la mente recta, y están los pensamientos falsos, los pseudo-pensamientos o pensamientos ilusorios que piensas con el ego o mente errónea. Los primeros son amorosos y unen porque son compartidos tratando sobre el perdón, la generosidad, la confianza, la alegría, etc; mientras los segundos separan porque son selectivos, de interés exclusivo personal, y hablan de traición, venganza, codicia, rencor, escasez, dolor... por lo que están asociados al miedo. No debes valorar los dos tipos de pensamientos de la misma manera. Tienes que discriminarlos y aprender a vetar el paso a los pensamientos erróneos, los que te causan temor e infelicidad. Este es el uso correcto de la negación, saber usarla para decir ¡basta ya! a los pseudo-pensamientos, ya que si no, destruirás tu paz nada más los dejes entrar. El Curso es un curso de entrenamiento mental que te enseña disciplina. En el proceso no se ocultan esos pensamientos. La negación no es para negar de pronto que tengas pensamientos que te causan miedo, dolor o infelicidad, sino para negar que puedan causarte daño. Para ello debes exponerlos a la luz una vez son identificados y entregarlos al E.S. para su corrección. Entonces dices: "no quiero más este pensamiento en mi vida. Te lo entrego a ti, E.S., para que lo corrijas"; entonces lo sueltas. De lo anterior habla el final del siguiente párrafo:

1.14. Lleva todos los errores ante la luz, y puesto que el error es lo mismo que la oscuridad, corrige todos los errores automáticamente. 

La negación bien utilizada se convierte así en un arma poderosísima contra el error de creer en los pseudo-pensamientos, los cuales son juicios del ego proyectando todo tipo de ilusiones. La práctica de dicha negación libera, pero la negación de la verdad produce el efecto contrario, te atrapa y te vuelve esclavo del ego. Casi todo el mundo utiliza el poder de la negación para negar la verdad mientras mantiene abierta su mente a los pseudo-pensamientos creyendo que éstos no causan daño. Todos los pseudo-pensamientos, más tarde o más temprano, te causarán daño, no porque realmente te lo puedan causar pues tu divinidad te mantiene invulnerable y a salvo, sino porque te mantienen alejado de ella creyéndote quien no eres. 

2. La auténtica negación es un poderoso mecanismo protector. Puedes y debes negar toda creencia de que el error puede hacerte daño. Esta clase de negación no oculta sino que corrige. Tu mente recta depende de ella. Negar el error es una sólida defensa en favor de la verdad, pero negar la verdad da lugar a creaciones falsas: las proyecciones del ego. La negación del error, puesta al servicio de la mente recta, libera a la mente y re-establece la libertad de la voluntad. Cuando la voluntad es realmente libre no puede crear falsamente porque sólo reconoce la verdad.

Hay que estar atento para advertir el uso erróneo que hace el ego del poder de la negación cuando quiere rechazar todo aquello que va en contra de su sistema de creencias, da igual si éstas son falsas o por el contrario, apuntan a la verdad. El ego se apresurará a ridiculizar, despreciar y atacar toda forma de pensar y actuar que lo contradiga ya que se siente amenazado. Un claro ejemplo de moda actualmente y con fuerte carga peyorativa es el apodo "negacionista" con el cual se designa a todo aquel que se atreve a dudar de la verdad oficial de los acontecimientos que se están sucediendo a nivel global. Bajo miedo y manipulación mediante (o mediática), pocos se atreven a cuestionar las cosas tal como se cuentan y las creencias asociadas, si éstas son verdad o no; claro que me refiero a nivel del sueño del mundo, ¡cuánto menos uno se va a cuestionar si lo son a nivel real! De este último caso nace la resistencia de la gente a realizar el curso, y ese malestar creciente que surge en aquellos que empiezan a avanzar en él. Todo lo anterior es porque se pone en entredicho el concepto que se tiene del yo y de la realidad tal como la concebimos, lo cual es incómodo y desafiante para cualquier personalidad normal. Y es que el camino del despertar es sólo para valientes.
   
"El miedo encuentra su abono fértil en la ignorancia"

Más allá de lo que parezca suceder en el mundo, y hablando a nivel de realidad absoluta, el Curso no admite excepciones y dice que todas las creencias son falsas pues son del ego, y que éstas no pueden hacer ningún daño al ser que realmente somos. Las ilusiones sólo causan daño si creemos que nos lo pueden causar cuando nos identificamos con el personaje que las está sosteniendo. Pero nosotros buscamos la liviana libertad de nuestro ser y no la pesada esclavitud que produce la identificación con una personalidad condicionada y limitada por el ego, quien se tiene que nutrir de creencias para subsistir. Finalmente todo depende de lo que crees y de con quien decides identificarte, y así, o bien niegas al ego y todo su sistema de pensamiento, o bien niegas al ser y todo su sistema de pensamiento, pero no puedes quedarte con los dos al mismo tiempo. Nadie puede servir a dos señores a la vez... ¿Cuál niegas y cuál defiendes tú? Te lo diré yo: El que valoras más, por supuesto.

3.1-5. Puedes defender la verdad así como el error. Los medios son más fáciles de entender después de que se ha establecido firmemente el valor del objetivo. Pero lo que hay que tener en cuenta es cuál es su propósito. Todo el mundo defiende su tesoro, y lo hace automáticamente. Las preguntas esenciales son, pues: ¿qué es realmente importante para ti?, y ¿cuán importante lo es? 

¿Qué es lo importante para ti? ¿La Verdad o la ilusión? ¿Lo eterno o lo efímero? ¿El ser o el cuerpo? ¿El Cielo o el mundo? Quizás contestes que lo importante para ti es siempre lo primero, la Verdad, lo eterno, el ser, el Cielo... pero, ¿lo has definido como tu objetivo? Si no lo has hecho entonces no es lo más importante para ti; el ego te ha engañado. Hay una forma fácil de saber qué has definido como objetivo en tu vida y es cómo reaccionas a cada experiencia vital. Tu objetivo predefinido marca cual es tu respuesta a los diferentes acontecimientos. Si no reaccionas a favor de la Verdad, aunque sea tarde, puede que creas que ésta es realmente importante para ti, pero solamente lo crees (otra creencia más...). No existe ningún uso más provechoso del tiempo que ahorrar tiempo fijando como tu objetivo la consecución de la Verdad, pues el E.S. lo usará en tu favor. 

3.6-9.Una vez que hayas aprendido a tener en cuenta estas preguntas y a tenerlas presentes en todas tus acciones, tendrás muy poca dificultad en clarificar los medios. Los medios están a tu disposición siempre que los pidas. Puedes, sin embargo, ahorrar tiempo si no aplazas innecesariamente este paso. Un enfoque correcto lo acortará enormemente.

Una vez hayas definido claramente tu objetivo como la Verdad y te comprometas con Ella, te irán llegando los medios para alcanzarla pues no te serán negados. No me refiero tanto a los medios materiales lo cuales son más propios de los objetivos del ego (aunque éstos tampoco te faltarán), sino a otros como las experiencias necesarias (p.e. en una relación santa), el discernimiento, la intuición y las respuestas acertadas a tus preguntas (las cuales te pueden llegar profundizando en UCdM, pero también en otros textos diferentes) y en general toda suerte de guía que necesites conforme vayas avanzando y en proporción a tu grado de compromiso, ni más ni menos, hasta llegar a recordar la Verdad cuanto estés realmente listo. Recuerda que estamos persiguiendo un estado consciencial, y la Expiación no es un recurso que tú mismo hayas fabricado como sucede con los relativos a las metas del ego: que si un curso de desarrollo personal para tal cosa, que si otro curso de capacitación para otra habilidad, que si un diploma en no sé qué para hacer curriculum, etc. Los recursos del ego igual pueden ser usados para bien que para mal, o no servir absolutamente para nada perdiendo el tiempo en obtenerlos; pero no ocurre lo mismo con la Expiación a la cual siempre le sacarás beneficio, un beneficio que quizás no veas pero que está ahí. Para realizar una analogía que entiendas, se puede comparar a la inversión realizada en seguridad y salud en el trabajo. Esta inversión parece un dinero mal gastado porque no le ves rendimiento directo, pero podrías estar evitando un accidente o una enfermedad profesional que a posteriori generará gastos extras, retrasos, problemas legales y quien sabe si penales. La Expiación funciona de manera parecida pero a nivel espiritual.
 
4. La Expiación es la única defensa que no puede usarse destructivamente porque no es un recurso que tú mismo hayas inventado. El principio de la Expiación estaba en vigor mucho antes de que ésta  comenzara. El principio era el amor y la Expiación fue un acto de amor. Antes de la separación los actos eran innecesarios porque no existía la creencia en el tiempo ni en el espacio. Fue sólo después de la separación cuando se planearon la Expiación y las condiciones necesarias para su cumplimiento. Se necesitó entonces una defensa tan espléndida que fuese imposible usarla indebidamente, aunque fuese posible rechazarla. Su rechazo, no obstante, no podía convertirla en un arma de ataque, que es la característica intrínseca de otras defensas. La Expiación, pues, resulta ser la única defensa que no es una espada de dos filos. Tan sólo puede sanar.

Permíteme que me siga apoyando en el mismo ejemplo anterior. La Expiación como defensa es, comparativamente hablando, parecido a cumplir con un plan de seguridad y salud en el trabajo. No puedes usar las medidas de este último destructivamente mientras las cumplas porque su propósito son precisamente prevenir daños. Tampoco puedes usar la Expiación y provocarte un daño a ti mism@. Los principios de seguridad y salud estaban ya en vigor antes de que redactaras tu plan y te pusieses a trabajar, pero no es hasta que lo implementas que se hacen efectivas todas sus ventajas. Con la Expiación ocurre exactamente igual. Su principios empiezan a existir inmediatamente se produce la caída o separación, pero no se ponen en marcha hasta que tu elección es usarla. Cuando te pones un casco en la cabeza en un lugar con caída de objetos a nivel no estás usándolo indebidamente; no obstante puedes rechazar ponértelo y por ello no aumenta la probabilidad de que te vaya a caer un objeto encima. Las probabilidades de que te caiga son las mismas tanto si tienes el casco puesto como si no, pero el casco es la única defensa para evitar males mayores. ¿Te lo pondrás?. En el caso de la Expiación hablamos de la única defensa contra la culpa, el miedo y el dolor de las ilusiones, pero tú eliges libremente si la usas o no. 
Cuanto más asciendes por la escalera menos probable es que un objeto que 
te impacte sobre la cabeza te haga daño, pues te caerá desde menos altura 
(Imagen de Tumisu en Pixabay)

Rechazar la Expiación sólo te mantiene inmerso en la ilusión y en la incertidumbre. No usarla no produce efectos negativos adicionales. Quiero decir, que por dejar de usarla no te va a pasar más de lo que el destino te tenga reservado sin saber qué, bueno o malo, pero... ¿y si puedes ahorrarte sufrimientos innecesarios? Como con el casco, no lo sabrás hasta que sientas un golpe sobre tu cabeza (en el caso de la Expiación ese golpe se traduce como un golpe de la vida).  

5. 1-4. La Expiación se instituyó dentro de la creencia en el tiempo y en el espacio para fijar un límite a la necesidad de la creencia misma, y, en última instancia, para completar el aprendizaje. La Expiación es la lección final. El aprendizaje en sí, al igual que las aulas donde tiene lugar, es temporal. La capacidad para aprender carece de valor cuando ya no hay necesidad de cambiar. 

El mundo es un lugar de ignorancia y miedo sostenido por creencias falsas (juicios e ilusiones). El espacio y el tiempo también son creencias, y están concebidos para poder experimentar de manera lineal un mundo que se muestra cambiante y por ello amenazante, por lo que éste no se puede experimentar sin aquellos. La Expiación es la lección final que te sacará de tu estado de ignorancia y de tu forma de vivir temerosa, no cambiando tú para adaptarte al mundo ni cambiando unas creencias por otras para sobrevivir, sino cambiando tu manera de pensar acerca de él. Al funcionar dentro del tiempo, la Expiación misma está limitada por él, pero una vez aprendes su lección, no comprendiéndola intelectualmente sino experimentalmente, ya no necesitarás más del tiempo. Ya no necesitarás seguir aquí pues te sabrás perfecto y que todo es perfecto tal como se sucede, no teniendo nada que cambiar. Te habrás liberado.

5. 5-8. Los que son eternamente creativos no tienen nada que aprender. Tú puedes aprender a mejorar tus percepciones y puedes convertirte progresivamente en un mejor alumno. De este modo habrá cada vez más armonía entre la creación y tú, pero la Filiación en sí es una creación perfecta y la perfección no tiene grados. El aprendizaje tiene sentido únicamente mientras se crea en diferencias.

La mente tiene dos capacidades, crear o fabricar. Cuando fabrica está proyectando ilusiones en el mundo. Cuando crea, extiende realidad y acrecienta el Reino. Los que son creativos no tienen nada que aprender porque ya han aceptado la Expiación, han superado el engaño de la dualidad en la que se mueve el mundo, donde todo cambia y uno necesita "aprender" continuamente para adaptarse a sus cambios. Tú también puedes aceptar la Expiación pero aprendiendo a mejorar tus percepciones progresivamente hasta aproximarte todo lo que se puede aquí a la Creación. El aprendizaje se convierte así en recordar el ser que uno es el cual es perfecto, inmutable, eterno..., en lugar de una forma de mejorar la personalidad y el cuerpo, siempre limitados e imperfectos, para adaptarse y sobrevivir. El aprendizaje tiene lugar mientras creas en la dualidad y te parezca que hay cambios y diferencias, pero irás recordando poco a poco la Unicidad donde todo es inmutable conforme asciendes por la escalera de la salvación. Lo que llamamos evolución no es más que un espejismo de ascenso por la escalera a medida que despiertas para regresar a tu origen, el Cielo.

Los dos últimos párrafos de "la Expiación como defensa" debieran de serte totalmente comprensibles a la luz de todo lo que he explicado con anterioridad; y aunque creo que no necesitan comentarios adicionales, los voy a ir intercalando en el texto para dejar este tema completamente claro e ir más rápido. Vamos allá:

6. La evolución es un proceso en el que aparentemente pasas de una etapa a la siguiente (subes de un escalón a otro en la escalera de la salvación). Corriges tus previos tropiezos (pecados o errores en terminología de UCdM) yendo hacia delante (hacia arriba). Este proceso es realmente incomprensible en términos temporales, puesto que retornas (al origen, al Cielo) a medida que avanzas. La Expiación es el medio a través del cual puedes liberarte del pasado a medida que avanzas (subiendo la escalera). La Expiación desvanece los errores que cometiste en el pasado, haciendo de este modo innecesario el que sigas volviendo sobre tus pasos sin avanzar hacia tu retorno (quiere decir, que la Expiación evita que continúes zigzagueando adelante y atrás dentro de la dualidad pura que es el nivel más bajo de la escalera, cometiendo una y otra vez los mismos errores). En este sentido la Expiación ahorra tiempo (conforme la vas recorriendo hacia arriba tu tiempo de retorno al Cielo se va acortando), pero al igual que el milagro al que sirve, no lo abole (porque la Expiación se desarrolla íntegramente dentro del tiempo). Mientras siga habiendo necesidad de Expiación, seguirá habiendo necesidad de tiempo (porque mientras aún te falten etapas por superar lo necesitarás). Pero la Expiación, en cuanto que plan que ya se ha completado, tiene una relación única con el tiempo. Hasta que la Expiación no se complete, sus diversas fases evolucionarán en el tiempo, pero la Expiación en su totalidad se encuentra al final del tiempo (la Expiación se completa al final de él que es cuando asciendes la totalidad de la escalera. Entonces al tiempo le llega su fin y se detiene; entras en la eternidad donde siempre es ahora). En ese punto el puente de retorno ya se ha construido (Ese punto es la última etapa o escalón donde alcanzas por fin el Cielo. La Expiación siempre ha estado ahí desde el mismo momento de la caída, sólo que tenías que subirla de manera consciente y voluntaria).

7. La Expiación es un compromiso total (porque necesita toda tu voluntad consciente para deshacer en tu mente la inconsciente e ilusoria voluntad del ego). Puede que aún asocies esto con perder, equivocación ésta que todos los Hijos de Dios separados cometen de una u otra forma (Tu ego asocia la Expiación con la pérdida porque involucra su deshacimiento, así que mientras te identifiques con el ego este proceso resultará doloroso. Estás abandonando la vida del ego basada en la personalidad, para renacer a la vida eterna, la vida de Dios). Resulta difícil creer que una defensa que no puede atacar sea la mejor defensa (ya que el ego está acostumbrado a pelear por todo, así que él no entiende que para llevar a cabo la Expiación, la cual te lo da todo, no tengas que hacer absolutamente nada, incluido dejar de atacar, dejar de defenderte ni dar explicaciones a nadie sobre nada. La Expiación no cabe en la mente del ego). Eso es lo que se quiere decir con "los mansos heredarán la tierra". Literalmente se apoderarán de ella debido a su fortaleza (Porque si vives según los principios de la Expiación, vives en el Mundo como si fuera un paraíso, completamente en paz. No ves nada en él que resulte amenazante. Es el sueño feliz del que habla UCdM, el preámbulo del Cielo). Una defensa de doble filo es intrínsecamente débil precisamente porque tiene dos filos, y puede volverse contra ti inesperadamente (Ésta es la defensa del ego, la de doble filo. Vas asestando sablazos por aquí y por allá para defenderte pero, al mismo tiempo, esos sablazos se vuelven contra ti porque vas creando enemigos en otros egos que se defienden de igual manera). Esta posibilidad no se puede controlar excepto con milagros (Esta locura del "ojo por ojo y diente por diente" sólo se puede detener mediante la práctica del perdón y los milagros que conforman el proceso mismo de la Expiación). El milagro convierte la defensa de la Expiación en tu verdadera protección, y, a medida que adquieres más y más seguridad, asumes tu talento natural de proteger a otros, reconociéndote simultáneamente como Hijo y como hermano (Ya no te proteges sólo a ti mismo porque reconoces que no eres un ego, un ente individual separado del resto, sino que te sabes el Ser que habita en todo y todos por igual, y tu interés está ahora en hacer el bien en interés de la totalidad).

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