Hoy empiezo con dos frases hechas que me han parecido muy oportunas para el tema que voy a tratar aquí. Intenta encontrar su relación. Si no lo consigues, no te preocupes. Las comentaré al final, y entonces lo verás más claro.
"Es más difícil engañar a alguien que convencerlo de que ha sido engañado”
- Mark Twain -
“Después de una persona que no tiene nada, la más peligrosa es la que lo tiene todo”
- Juan Nadie -
Cartel de la película "La habitación"
- Tomado de la web -
En la película “La habitación” (The Room) de Christian Volckman, 2019, un matrimonio sin hijos se traslada a vivir a una casa aislada donde descubren una habitación que les concede todo lo que, estando dentro de ella, desean; pero nada de lo que le es concedido permanece en al exterior ya que envejece, se deshace o muere rápidamente.
El deseo de cualquier ilusión o quimera es ser libre. Pero para ello tiene que matar a su creador. Esa es la manera de pensar del ego quien cree haber atacado a Dios pecando contra Él, lo que acaba con Su Unicidad y Lo hace vulnerable, colocando a Dios en una situación de lucha constante contra el mal. Pero el más grande deseo oculto del ego es, sin duda, matarlo, destruirlo por completo y de esa manera el ego podrá ser libre, su propio dios creador de sí mismo.
Como sucede en la referida película, el ego quiere hacerse realidad él mismo y que todos sus deseos se hagan también realidad. Por reales me refiero a que no se acaben nunca, pero de todos es conocido que aquí en el mundo todo cambia y tiene un final. Si confrontas la ilusión poniéndola a prueba, se convierte en polvo. La quimeras (como el ego) no pueden sobrevivir fuera de la ilusión. Para que el Hijo de Dios fuese libre tendría que matar a Dios, pero eso es imposible siendo Él omnipotente, omnipresente. Además, el primero es una extensión del Segundo, sin separación alguna, por lo que sólo podría olvidar a Su Creador entrando en un estado de ensoñación. Sólo si se niega oníricamente a Dios puede lograrse una falsa separación. Es por eso que vivimos en una ilusión.
El anterior deseo tiene su expresión en el mundo cuando el ego se complace en matar a Dios en la cruz, pero como Éste siempre resucita, tiene que estar crucificándolo una y otra vez. Por eso el ego no quiere oír hablar de la resurrección y la celebra un sólo día al año. Los otros 364 días se complace en la adoración de la cruz como símbolo del sacrificio y de la muerte, pues la creencia en esta última es el triunfo del ego sobre Dios.
Fue Nietzsche quien dijo que todo acto o proyecto humano está motivado por la "voluntad de poder". Cuando digo “humano” estamos hablando por supuesto del ego. Esa voluntad de poder no es tan sólo sobre la voluntad de imponerse sobre otros, sino también de imponerse uno sobre sí mismo convirtiéndose en un superhombre, en un dios, lo que tiene expresión en la capacidad creativa y su coraje. Vemos expresado este mito constantemente en todos los superhéroes del cómic y en el cine, sin embargo éstos personajes no pueden escapar de una lucha constante, de una vida personal tormentosa que les persigue a cualquier parte para destruirlos al final, por muy poderosos que parezcan ser, ya que siempre surge un enemigo aún más poderoso.
El ego está como una cabra y Nietzsche, el pobre, no se quedó más atrás. Proclamó que Dios había muerto y que los dogmas morales del cristianismo (pacifismo, tolerancia, amor fraterno, etc.) son falsos, fruto de una filosofía débil. Con esto no quiero defender al cristianismo el cual también esta contaminado por el ego. Nietzsche decía:
«¿Queréis que el hombre bueno, sea modesto, diligente, bienintencionado y moderado? A mí se me antoja el esclavo ideal».
- Nietzche (La voluntad de poder) -
Su parte de razón no le faltaba, pero de tanto pensar terminó sufriendo un colapso mental. No me conozco su obra más de lo que la estudié en el bachillerato y no quiero profundizar en ella, ¡no vaya a ser contagioso!
La realidad es que sin Dios no somos nada, pura fantasía pues la libertad está a Su lado.
Sobre las dos frases al principio:
"Es más difícil engañar a alguien que convencerlo de que ha sido engañado”
- Mark Twain -
El engaño incluye el engañarse uno mismo y luego tratar de convencerse de lo contrario. Me refiero al ego el cual es un autoengaño; el mejor de todos. Una vez caes en él es muy muy difícil escaparte porque siempre mira hacia afuera. La prueba está en que es fácil ver el ego en los demás pero no el propio. Por eso resulta tan complicado autoconvencerte de su inexistencia. Pero la mejor manera que tiene el ego de convencerte de que es real es hacerte creer que es libre, independiente de "todos los demás". Las discusiones de ego contra otros egos son inútiles y una pérdida de tiempo, pero muy útiles para el ego, ya que lo refuerza. Sólo puedes escapar de ellas (de las discusiones), cuando te elevas al estado consciente de "observador". La honestidad es un valor que parte del "ser" y el ego no es nada honesto.
Convencer a alguien de que está equivocado, de que se ha dejado engañar, cuestiona su inteligencia y quiebra su orgullo, su ego. Nadie se quiere sentir imbécil, así que negará la verdad dando cuenta de su estupidez. Cuanto más insistas más se enrocará en su postura. Negar la verdad crea una falsa sensación de seguridad y libertad, de independencia y autosuficiencia. El ego se resistirá a reconocer que está equivocado porque se cuestionaría a sí mismo, quitándose autenticidad.
“Después de una persona que no tiene nada, la más peligrosa es la que lo tiene todo”
- Juan Nadie -
Una persona (me refiero a personalidad-ego) que no tiene nada es peligrosa porque necesitará todo para sobrevivir; entonces hará lo que sea necesario para obtenerlo. Una persona que lo tiene todo (me vuelvo a referir nuevamente a una personalidad-ego) es tan peligrosa como la anterior, o más, porque creerá saber lo que necesitan los demás decidiendo por ellos. Ahora, imagina a alguien imponiéndote todo tipo de límites e imposiciones; diciéndote qué tienes qué pensar, qué tienes que hacer, qué tienes que comer, qué tienes que vestir, cómo tienes que vivir... acabará con tu libertad. Bueno, ¡ejem!... No tienes que imaginar nada; basta con mirar a tu alrededor.
La persona que lo tiene todo o que tiene mucho (demasiado) tiene todo que temer porque temerá que las personas que no tienen nada se lo puedan arrebatar. Ha confundido su "libertad" con sus posesiones y/o con su situación privilegiada, su status. Sintiéndose bajo amenaza, el concepto que se ha creado de libertad le exigirá imponerse sobre todos los demás por lo que tendrá que doblegar, matar si es necesario, a quienes lo han ayudado precisamente a escalar a su posición. Así que la libertad del ego no es más que esclavitud.
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