Hace algunos años un amigo me recomendó el libro de Stephen Covey, Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva. Baste decir que no lo leí, que lo dejé en stand-by pues no me atrajo lo suficiente en aquel momento. Pero hace unos días escuché al protagonista de una entrevista refiriéndose a dicho libro como "de lo más" en superación, y me animé, no a leerlo, pero sí a buscar más información sobre él. Así llegué a ver, entre otros, un vídeo en Youtube de "Full Perception" con el siguiente enlace, https://www.youtube.com/watch?v=thATmzHx5AY (Si no conoces nada de estos 7 hábitos, te animo a que visites el sitio o cualquier otro que hable del tema para conocer más y así poder abordar este post. También te recomiendo que tengas al menos una base de Un Curso de Milagros -UCdM-). Conforme escuchaba el vídeo correlacioné inmediatamente algunos de estos hábitos con varios de los principios de las enseñanzas del Curso, y fue entonces que se me ocurrió escribir este artículo comparando unos con otros.
Anteriormente llegué a afirmar que uno de los errores que se cometen al estudiar UCdM es mezclarlo con otras disciplinas o enseñanzas, y sigo opinando lo mismo. Te dejo el enlace donde decía aquello: punto 2 del post https://revelatuvida.blogspot.com/2019/08/errores-y-dificultades-mas-comunes-en.html. Yo aquí no pretendo mezclarlas, pero sí las voy a comparar como digo, para diferenciarlas, ya que ambas tienen detalles que, a bote pronto, parecen compartidos y pueden llegar a confundirse. Quizás ya hayas advertido que la tentación de mezclar ambas enseñanzas viene del pensamiento del ego "si aplico estos siete principios al estudio de UCdM me volveré un estudiante altamente efectivo"… ¿Será cierto?
Iré explicando uno por uno los 7 hábitos para, a continuación, comentar las ideas similares o parecidas de UCdM. Al final del post realizaré una pequeña conclusión, e igualmente podrás participar opinando desde casa si es tu deseo. Empecemos.
Referente a este hábito y en el entorno de tu vida, el autor diferencia entre dos áreas psicológicas en las que actuar: el círculo de preocupación, sobre el que no tienes ningún control y al que reaccionas; y el círculo de influencia, en el que tienes el control y ejercitas la habilidad de elegir tus respuestas. Ser proactivo significa moverse exclusivamente dentro del círculo de influencia alimentado por tu visión y objetivos, dejando de reaccionar emotívamente. El círculo de preocupación y el de influencia son en realidad el mismo, pero lo que cambia es, como dice al principio, la actitud psicológica de la persona.
En UCdM existen igualmente dos maneras de ir por la vida: una manera reactiva similar a la anterior, y otra también “proactiva”, aunque ésta última no es exactamente igual (la pongo entre comillas para diferenciarla de la proactividad sin comillas). La manera reactiva está enfocada en lo que sucede en el exterior provocando tus reacciones debido a la percepción errónea, asociada al ego y a su sistema de pensamiento basado en la separación y la culpa, por lo que el ego la proyecta siempre en algo o en alguien en quien descarga toda responsabilidad. La manera “proactiva” está asociada al espíritu o a la mente recta, la cual es alimentada por la Visión o percepción verdadera, ausente de juicios subjetivos, por lo que no proyecta culpa alguna afuera, no reacciona, y facilita el conducirte por tu guía interno.
Quiero insistir en que no puedes ser “proactivo” si no has conectado con tu mente recta, lo que te permite percibir correctamente cada evento sin dejarte arrastrar por tus emociones o tus juicios, y perdonar esas experiencias. Por eso es por lo que UCdM te invita, con la tercera ley del ES, a lo siguiente: "Mantente alerta en favor de Dios y de su Reino" (T-6.V.C)., El curso asevera además que no tienes ningún control sobre como suceden las cosas; sólo puedes controlar como reaccionas a ellas, de modo que la proactividad (sin comillas) es sólo una ilusión de control, que no te librará de las lecciones de perdón que te toque enfrentar en la vida.
Existe una marcada tendencia a pensar que el mundo puede ofrecer consuelo y escape de los mismos problemas que tiene como propósito perpetuar. ¿A qué se debe esto? Se debe a que éste es un lugar en el que elegir entre ilusiones parece ser la única opción, y a que tú crees tener control de los resultados de tu elección. Piensas, por lo tanto, que en el breve lapso que se extiende desde tu nacimiento hasta tu muerte se te ha concedido un poco de tiempo para tu uso exclusivo: un intervalo de tiempo en el que todo el mundo está en conflicto contigo, si bien puedes elegir el camino que te librará del conflicto y te conducirá más allá de las dificultades que no son de tu incumbencia. Pero sí que te incumben. ¿Cómo ibas a poder, entonces, escaparte de ellas dejándolas atrás? Lo que tiene que ir contigo te acompañará, sea cual sea el camino que elijas recorrer. (T-31.IV.1)
Este primer hábito parece ser el mismo tanto en un libro como en el otro, pero una vez examinado no lo es. Stephen Covey da por hecho que tienes control sobre tu círculo de influencia, pudiendo modificarlo mediante la fijación de estrategias, planes y metas. Pero eso no es más que en apariencia. Si vives a nivel de tu personalidad, este hábito parecerá funcionar y estará bien que lo uses (o mejor dicho, que hagas como que lo usas), pero no es más que un truco de la Mente-ego moviendo los hilos del mundo para crearte la falsa sensación de independencia e individualidad, en un mundo dual donde elegir entre diferentes ilusiones parece concederte libertad (falsa libertad individual), lo que a su vez generará una falsa seguridad en ti que podrá romperse, - y se romperá con toda seguridad - por cualquier motivo imprevisible en el momento que menos lo esperes. Aquí es donde entra en juego la verdadera “proactividad” (con comillas).
UCdM dice que tú no eres ningún cuerpo, por lo tanto, ningún personaje y que no existes realmente sino como una proyección del sueño de la Mente-ego adoptando el papel del héroe del sueño. Y si tú no existes, tampoco existe ningún círculo de preocupación ni de influencia donde trazar planes y elegir, a no ser como proyecciones del mismo sueño. Sólo puedes tener control sobre cómo decides experimentarlo gracias a la Visión o percepción verdadera; esto último estando bien despierto y manteniendo tu disciplina mental. Tu paz, en cualquier caso pasa por desapegarte por completo de todo lo que te ocurra, para lo que tienes que saberte espíritu, no un personaje o individualidad que, es cierto, puede tener metas muy elevadas y nobles abordándolas en su círculo de confianza, pero que sigue siendo un cuerpo vulnerable susceptible a la creencia en la separación, el dolor y la culpa.
Como espíritu despierto y practicante de UCdM, la “proactividad” no consiste en tratar de cambiar las cosas a nivel del mundo (aunque ésto no quita que puedas intentarlo igualmente), sino que trata de cambiar tú tu mentalidad acerca de ellas. Hablamos del perdón y perdonar, de reconocer la ilusión como tal y no dejarse afectar por ella.