lunes, 14 de marzo de 2016

Te tengo dos noticias

Tengo dos noticias. Una buena y otra mala. Empecemos por la mala, aunque el que sean buena o mala solo depende de tu punto de vista. Tú juzgarás al final.

La mala noticia es que el amor no existe. Lo que la gente llama amor no es otra cosa que la necesidad o la fantasía, porque necesidad y fantasía son absolutamente lo mismo. Fantaseamos porque creemos que nos hace falta algo. Por ejemplo, en las relaciones sucede lo siguiente: te quiero porque te necesito. Tú suples mi necesidad de compañía en mi soledad y yo la tuya. Tú suples mi ansia de sexo y yo a cambio te ofrezco seguridad material manteniéndote. Tú me haces creer que me importas diciéndome cuanto me quieres y yo te obedezco y te sigo como si fuera tu perro fiel. Y así un montón de distintas combinaciones y posibilidades en un juego de personalidades enfermizas que tratan de llenar sus carencias.

Cuando vives atrapado en una personalidad solo puedes amar desde la carencia. La personalidad es la carencia misma, da igual que la llenes con mucha historia, con muchos títulos, con muchos libros escritos a tu espalda, con muchos amigos, con muchas actividades, con mucho dinero, etc. Nunca la puedes terminar de completar porque es un saco roto. Es también una especie de inercia porque es un estado de olvido, de enajenación, de locura, de sueño sin fin.

No vale la pena sufrir por amor. No vale la pena condicionar tu vida por amor. Por favor, no te rompas si alguien te dice que no te quiere, que no le interesas, que estás errando con él. Comprende que no importa, es un juego, sólo una ilusión.

Si el amor no existe, la buena noticia es que el Amor sí existe. El (verdadero) Amor es real, no es fantasía ni ilusión. Por eso, en este mundo irreal de fantasía, el Amor es incomprendido y rechazado, porque es muy difícil de verlo oculto bajo el gran manto de nuestra personalidad, nuestros pensamientos y nuestros prejuicios.

Sólo el Amor reconoce al Amor. El Amor reside junto a nuestra inocencia. El Amor es un estado de consciencia, de comprensión, de compasión, de sentir, de seer. El Amor no es motivo de intercambio por necesidades; simplemente se da porque emana de sí mismo y radia todo a su alrededor. Y al contrario que con el amor, sí que vale la pena sufrir por Amor, porque cuando sufres por Amor, despiertas más y te haces más grande en el Amor. Por ello merece la pena condicionar tu vida por Amor y romper con tu vieja vida de personalidades múltiples. Ya no te importará que te quieran. Lo que importará es que tú sí Ames.


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