1. Esta
idea es otro paso en el proceso de identificar causa y efecto tal
como realmente operan en el mundo.
2No ves cosas neutras
porque no tienes pensamientos neutros.
3El pensamiento siempre
tiene lugar primero,
a pesar de la tentación de creer que es al contrario. 4El
mundo no piensa de esa manera,
pero tú tienes que aprender que así es como piensas tú. 5De
lo contrario, la percepción carecería de causa, y sería ella
misma la causa de la realidad.
6En vista de su naturaleza altamente variable, eso es de todo punto
imposible.
2. Al aplicar la idea de hoy mantén los ojos abiertos
mientras te dices a ti mismo:
2No veo cosas neutras porque no tengo
pensamientos neutros.
3Luego mira a tu alrededor, dejando que
tu mirada se pose sobre cada cosa que notes el tiempo suficiente
para poder decir:
4No veo un/una _____ neutro/a porque mis
pensamientos acerca de _____ no son neutros.
5Podrías decir, por
ejemplo:
6No veo una pared neutra porque mis pensamientos acerca de
las paredes no son neutros.
7No veo un cuerpo neutro porque mis
pensamientos acerca de los cuerpos no son neutros.
3. Como de
costumbre, es esencial no hacer
distinciones entre lo que crees que es animado o inanimado,
agradable o desagradable. 2 Independientemente
de lo que puedas creer, no ves nada que esté realmente vivo o que
sea realmente gozoso. 3Eso
se debe a que todavía no eres consciente de ningún pensamiento
realmente verdadero, y, por lo tanto, realmente feliz.
4. Se recomiendan tres o cuatro sesiones de práctica concretas, e
incluso si experimentas resistencia, son necesarias cuando menos
tres para obtener el máximo beneficio. 2En tal caso, no obstante,
puedes acortar la duración de la sesión a menos del minuto que de
otra forma se recomienda.
* * *
Reflexión: Si
no tienes pensamientos neutros no puedes ver cosas neutras. Ya lo
explicábamos en la lección anterior. Lo más importante en esta
otra es que comprendas como funciona el proceso de identificar causa
y efecto. El mundo cree que lo percibido es causa independiente de
tu manera de pensar, pero si lo analizas bien es como creer que la
materia por sí sola es causa y creadora de vida (efecto), lo que es imposible.
Lo que la lección de hoy dice es que causa y efecto están unidos y que es con tu pensamiento (tu pensamiento como mente no como personaje creyéndose en un sueño) que proyectas y percibes afuera de ti (Sí, como si fuera una película). Entonces no hay diferencia entre objetos animados e inanimados porque ambos son dotados de sus características por tu pensar; de esta manera nada está realmente vivo ni es realmente gozoso y eso es porque es una proyección tuya como mente soñadora.
Precisamente un “milagro” (y es de donde le viene el nombre al curso) es el medio correctivo mediante el cual nuestra mente acepta su función causante y convierte la percepción en efecto, si bien ambas cosas ocurren simultáneamente. Esa función correctiva ocurre cuando nos unimos a la manera de pensar de la mente recta.
Lo que la lección de hoy dice es que causa y efecto están unidos y que es con tu pensamiento (tu pensamiento como mente no como personaje creyéndose en un sueño) que proyectas y percibes afuera de ti (Sí, como si fuera una película). Entonces no hay diferencia entre objetos animados e inanimados porque ambos son dotados de sus características por tu pensar; de esta manera nada está realmente vivo ni es realmente gozoso y eso es porque es una proyección tuya como mente soñadora.
Precisamente un “milagro” (y es de donde le viene el nombre al curso) es el medio correctivo mediante el cual nuestra mente acepta su función causante y convierte la percepción en efecto, si bien ambas cosas ocurren simultáneamente. Esa función correctiva ocurre cuando nos unimos a la manera de pensar de la mente recta.
Estoy recordando ahora una historia zen que leí cuando niño en uno de mis libros de texto del colegio y que creo que viene al caso. Se trata de tres monjes que caminaban por cierto lugar y vieron una bandera ondeando al viento. Entonces dos de los monjes se pusieron a discutir acaloradamante sobre cual era la causa del movimiento de la bandera, pues ambos querían tener razón. Uno insistía en que era el viento y el otro en que era la propia bandera moviéndose a sí misma, hasta que por fin, el tercer monje que había permanecido en silencio todo ese tiempo dijo:
- No es ni el viento ni la bandera la causa de su movimiento; es vuestra mente la que la mueve.
*
* *
bueno su ejemplo de conclusión. saludos
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