Lección 18 de Un Curso de Milagros

No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver

1. La idea de hoy es un paso más en el proceso de aprender que los pensamientos que dan lugar a lo que ves nunca son neutros o irrelevantes. También hace hincapié en la idea, a la que posteriormente se le dará cada vez mayor importancia, de que las mentes están unidas.

2. La idea de hoy no se refiere tanto a lo que ves como a la manera en que lo ves. Por lo tanto, los ejercicios de hoy hacen hincapié en ese aspecto de tu percepción. Las tres o cuatro sesiones de práctica que se recomiendan deben hacerse de la siguiente manera:

3. Mira a tu alrededor, y a medida que selecciones los objetos para la aplicación de la idea de hoy tan al azar como sea posible, descansa tu mirada en cada uno de ellos el tiempo suficiente para poder decir: No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver _______. Concluye cada sesión de práctica repitiendo esta afirmación más general: No soy el único que experimenta los efectos de mi manera de ver. Un minuto, o incluso menos, es suficiente para cada sesión de práctica.

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Reflexión: No puedes ser el único experimentando los efectos de tu manera de ser porque tu ser es mente y parte de la Mente Una que sueña el mundo, no existiendo nada exterior a ella. Todo está dentro de esa Mente de manera conectada como lo están las células a un cuerpo. La esencia de todos los seres en el universo es una fracción holística fidedigna de esa Mente Una. Cuando la lección dice que se comparte la manera de ver se refiere más a la manera en que se ve (al mecanismo implícito), que a lo que se ve en sí (la forma) pues eso depende de la perspectiva dada por el espacio-tiempo. 
Cada ser comparte la misma esencia y la misma estructura mental que la Mente Una, de modo que cada uno de nosotros seríamos pensamientos de la Mente Una con una estructura mental similar, capaces de pensar por sí mismos y capaces de tomar decisiones, aunque dichas decisiones se reducirían a elegir qué parte de la mente deseamos seguir, si a la mente dormida o errada responsable del sueño, o la mente despierta o recta que estaría velada por la primera y dónde se aloja el E.S. 

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