Soy un tío bastante feo pero muy legal. Mi madre me dijo que el día que me engendró mi padre estaba muy inspirado; le dijo que le iba a hacer una cosa muy divertida pero nunca imaginó que se refiriera a mi. Cuando mi madre me vio por primera vez no sabía si reír... o llorar.
Arrastro un fuerte complejo porque de bebé mi madre no me quería dar el pecho y ahora me estoy desquitando: sólo tomo leche con Colacao. ¡No te imagines otra cosa, por favor!.
Cuando fui por primera vez a la escuela fue también la última porque asustaba a los otros niños, así que no tengo amigos. Entonces trataron de buscarme uno y me llevaron al zoo. No esperes que te cuente ahora el chiste ese que dice que recogía más cacahuetes que los monos. Pues no. Mi padre me llevó el día de cierre al público para evitar precisamente eso, pero me dijeron que no volviera más. Los animales se pusieron muy nerviosos. Joder...¡Hubo una estampida!
Fíjate que estoy vacunado contra la rabia porque un día andando y hablando solo por la calle me atraparon los de la perrera municipal...
Un día también me rescataron los extraterrestres creyendo que era uno de ellos, pero cuando comprobaron mi coeficiente intelectual me soltaron de seguida.
Sí, soy un poco raro. Cuando me llamaron a hacer el servicio militar me enviaron a la marina y me dieron un barco a mi solo (el más viejo de la armada). Me mandaron a ultramar, a circunvalar el mundo, sin provisiones, porque España por entonces no tenía enemigos, si no, conmigo seguro hubiéramos ganado la guerra (Eso escuché decir al almirante una vez). Mi barco se hundió tras una pequeña marejada en el que me dieron por muerto sin buscarme, ¿para qué?. Luego se apresuraron a levantarme un monumento al héroe desconocido.
Total, pasé 15 años en una isla desierta. Allí, rodeado de mar fue donde aprendí a cantar oyendo el canto de las sirenas, pero el día que las encontré y me vieron la cara, todas enmudecieron. Desde entonces nadie las ha vuelto a escuchar. Suerte que yo ya había aprendido de ellas y ahora me deleito cantando en el karaoke, pues no me admiten en ningún grupo.
Me gusta ver películas de Walt Disney y mi favorita es la del Jorobado de Notre Dame.... El tío ese del campanario es feo y legal como yo, aunque la diferencia es que él toca las campanas y yo estoy como un cencerro. Fue esta película la que me animó a hacerme unas cuantas cirugías cuando conocí a mi chica, también pelirroja como Esmeralda la gitana; pero a la mía yo le puse de apodo Pipi Lastrum y ella a mí Sr. Nilson. Se equivocó porque después de las cirugías luzco más parecido a un caballo. Debió ponerme Pequeño Tío.
etretat - Imagen de Ansgar Scheffold en Pixabay
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