martes, 10 de julio de 2018

Lección 25 de Un Curso de Milagros

No sé cuál es el propósito de nada

1. Propósito es significado. La idea de hoy explica por qué nada de lo que ves tiene significado. No sabes para qué es. Por consiguiente, no tiene significado para ti. Todo existe para tu beneficio. Para eso es para lo que es; ése es su propósito; ése es su significado. Al reconocer esto, tus objetivos se unifican. Al reconocer esto, lo que ves cobra significado.
2. Tú percibes al mundo y a todo lo que éste contiene como significativo desde el punto de vista de los objetivos del ego. Estos objetivos no tienen nada que ver con lo que más te conviene, ya que tú no eres el ego. Esta falsa identificación no te permite entender cuál es el propósito de nada. Consecuentemente, no puedes sino hacer un uso indebido de ello. Cuando creas esto, te esforzarás por retirar los objetivos que le has asignado al mundo, en vez de intentar reforzarlos.
3. Otra forma de describir los objetivos que ahora percibes es decir que sólo tienen que ver con tus intereses "personales". Pero puesto que no tienes intereses personales, tus objetivos en realidad no guardan ninguna relación con nada. Al abrigarlos, por lo tanto, no estás abrigando ningún objetivo en absoluto. Por consiguiente, no sabes cuál es el propósito de nada.
4. Antes de que puedas entender los ejercicios, es necesario un pensamiento adicional. En los niveles más superficiales reconoces el propósito de todas las cosas. Sin embargo, el propósito de algo no se puede entender en esos niveles. Por ejemplo, entiendes que el propósito de un teléfono es hablar con alguien que no se encuentra físicamente en tu proximidad inmediata. Lo que no comprendes es para qué quieres ponerte en contacto con él. Y es eso lo que hace que tu contacto con él sea o no significativo.
5. Es fundamental para tu aprendizaje que estés dispuesto a renunciar a los objetivos que le has adjudicado a todas las cosas. Reconocer que dichos objetivos no tienen sentido, en vez de considerarlos como "buenos" o "malos", es la única manera de lograrlo. La idea de hoy es un paso en esa dirección.
6. Hoy se requieren seis sesiones de práctica, cada una de dos minutos de duración. Comienza cada sesión repitiendo la idea de hoy lentamente, luego mira a tu alrededor y deja que tu mirada se pose sobre cualquier cosa que te llame la atención, esté lejos o cerca, sea "importante" o "nimia", "humana" o "no humana". Mientras tus ojos descansan sobre cada objeto así seleccionado, di, por ejemplo: No sé para qué es esa silla. No sé para qué es ese lápiz. No sé para qué es esta mano. Dilo lentamente, sin apartar los ojos del objeto hasta que hayas terminado la frase. Pasa luego al siguiente y aplica la idea de hoy de la misma manera. 

* * *
Reflexión: ¿Cual es el propósito de una ilusión? Experimentar algo que de otro modo no podrías. Aquí estás experimentando algo que en el cielo no puedes. Te has dormido literalmente colocándote en una situación imposible, pero has olvidado que lo has hecho y ahora no sabes cómo despertar. 

Cuando despiertas de un sueño por la mañana te dices a ti mismo que has soñado cosas raras de las que no sabes su significado. Hay quien hace lecturas elaboradas de sueños, sí, pero no significan realmente nada. Si algo te inquieta o te divierte durante el día luego vas a soñar algo relacionado durante la noche. Los sueños son, en general, desahogos emocionales, una válvula de escape. Y con lo que acabo de decir he unificado el significado de tus sueños: Todos son desahogos. Ahora, si te divierte o te preocupa, puedes entretenerte en analizarlos pero sabiendo que sólo la personalidad hace eso pues busca significado a todo para reforzarse ella misma. 

Lo repito otra vez: el único significado de los sueños es el desahogo emocional. Cuando descubres ésto te das cuenta de que son para tu beneficio, exactamente lo mismo que dice la lección de hoy con respecto a todo lo que existe. La diferencia entre lo que ves ahora y lo que ves en un sueño es el nivel del sueño en el que estás, porque aquí también estás soñando. Lo descubrirás cuando despiertes a la realidad.

Los sueños son fantasías para cumplir tus deseos o, más comúnmente, para expresar los temores de tu ego (según lo que predomine en tu subconsciente) o ambas cosas a la vez. El sueño del mundo también tiene la misma función, hasta que descubres que el E.S. guarda otro propósito diferente el cual es solamente despertar; ¿cuál si no?. Por eso dice la lección de hoy que todo lo que existe (en el sueño) es para tu beneficio si aceptas el propósito del E.S.  

Seguir el plan del E.S. requiere reconocer que no sabes lo que más te conviene. No tiene sentido preguntar qué te puede convenir en un sueño que tienes por la noche, en algo que es pura ilusión, ¿verdad?, pero sin embargo lo haces continuamente cada vez que quieres hacer algo en este nivel, al que tu llamas equivocadamente "estar despierto". Cuando te identificas con tu ego, con el personaje que sueñas que eres, tratas de controlar lo que ha de ocurrir y te pones objetivos, pero sólo estás eligiendo entre ilusiones. Tratar de controlar la ilusión es una ilusión. No puedes hacerlo. Y si vives sólo para lograr propósitos dentro de la ilusión no podrás escapar de la ilusión pues siempre estarás valorándola mentalmente, haciéndola realidad y viviendo superficialmente sin comprender realmente qué hay detrás de tus deseos. No dejarás sitio para lo que apunta a la realidad, nada que ver con los pensamientos que piensas que piensas. Así que el ejercicio de hoy es un paso más en el reconocimiento de que no sabes cual es el propósito de nada. Con la repetición de esta declaración estás literalmente abriendo hueco para ser ocupado por una inteligencia más sabia que tú, el E.S. quien ha de guiarte de vuelta a la realidad.

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