miércoles, 25 de julio de 2018

Lección 42 de Un Curso de Milagros

Dios es mi fortaleza. La visión es Su regalo

1. La idea de hoy combina dos pensamientos muy poderosos, ambos de gran importancia. 2Plantea también una relación de causa y efecto que explica por qué tus esfuerzos por alcanzar la meta del curso no pueden ser en vano. 3Verás, porque ésa es la Voluntad de Dios. 4Es Su fortaleza, no la tuya, la que te da poder. 5Y es Su regalo, no el tuyo, el que te ofrece visión. 
2. Dios es ciertamente tu fortaleza, y lo que Él da, es verdaderamente dado. 2Esto quiere decir que lo puedes recibir en cualquier momento o lugar, donde quiera que estés y en cualquier circunstancia en la que te encuentres. 3Tu paso por el tiempo y por el espacio no es al azar. 4No puedes sino estar en el lugar perfecto, en el momento perfecto. 5Tal es la fortaleza de Dios. 6Tales Sus dones. 
3. Hoy llevaremos a cabo dos sesiones de práctica de tres a cinco minutos cada una; una tan pronto como te despiertes, y la otra, lo más cerca posible de la hora de irte a dormir. 2Es mejor, no obstante, esperar hasta que puedas sentarte tranquilamente por tu cuenta en un momento en que te sientas listo, que preocuparte de la hora en sí. 
4. Da comienzo a estas sesiones de práctica repitiendo la idea de hoy lentamente mientras miras a tu alrededor. 2Luego cierra los ojos y repite la idea otra vez, aún más despacio que antes. 3Después de eso, trata de no pensar en nada, excepto en los pensamientos que se te ocurran relacionados con la idea de hoy. 4Puedes pensar, por ejemplo: 

5La visión tiene que ser posible. 6Dios da verdaderamente, 
o: 
7Los regalos que Dios me ha hecho tienen que ser míos porque Él me los dio. 

5. Cualquier pensamiento que esté claramente relacionado con la idea de hoy es adecuado. 2De hecho, tal vez te asombre la cantidad de entendimiento relacionado con el curso que algunos de tus pensamientos reflejan. 3Déjalos que te vengan sin censurarlos, a menos que notes que tu mente está simplemente divagando y que es obvio que has permitido que se infiltren pensamientos irrelevantes. 4Es posible también que llegue un punto en el que parece que no te van a venir más pensamientos a la mente. 5De ocurrir tales interferencias, abre los ojos y repite el pensamiento una vez más mientras miras lentamente a tu alrededor; después ciérralos, repite la idea otra vez, y continúa buscando en tu mente pensamientos afines. 
6. Recuerda, no obstante, que en conexión con los ejercicios de hoy no es apropiado que te esfuerces por encontrar pensamientos afines. 2Trata sencillamente de hacerte a un lado y dejar que te vengan a la mente por su cuenta. 3Si esto te resulta difícil, es mejor pasar la sesión de práctica alternando entre repeticiones lentas de la idea con los ojos abiertos y luego con los ojos cerrados, que esforzarte por encontrar pensamientos adecuados. 
7. No hay límite en el número de sesiones de práctica cortas que podrían resultarte beneficiosas hoy. 2La idea de hoy es uno de los pasos iniciales en el proceso de unificar tus pensamientos y de enseñarte que estás estudiando un sistema de pensamiento unificado que no carece de nada que sea necesario, y en el que no se incluye nada contradictorio o irrelevante. 
8. Cuanto más a menudo repitas la idea de hoy durante el transcurso del día, más a menudo estarás recordando que el objetivo del curso es importante para ti y que no lo has olvidado.
* * * 
Reflexión: ¿Puedes creer que no estás leyendo esto por casualidad? Dios o la vida, como quieras llamarl@, es todo lo contrario al azar. En él o ella (no voy a entrar en el tema de género) todo es certeza, que es lo mismo que fortaleza. Todo en Él es consistente y seguro. ¿Cómo puede entonces invadirte la duda y la incertidumbre? No puedes sino imaginariamente. Tu ego y su manera de mirar te condiciona, te limita y te engaña. La fortaleza desaparece cuando te identificas con tu personalidad (tu ego) porque te hace sentir separado de todo y vulnerable. Por eso la fortaleza no serviría para nada si no hubiera algo conque reconocerla. Eso conque se percibe es la visión espiritual o simplemente visión, tal como la llama UCdM. La visión es lo que te hace saber que tu fortaleza está ahí y puedes hacer uso de ella. La visión es el vínculo con Dios porque es la que abre a su entendimiento. Sin la visión hubiéramos quedado perdidos eternamente en la ilusión sin posibilidad de regresar a casa. No es casualidad. Todo está minuciosamente planeado para asegurar tu regreso sano y salvo.

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