Es posible que muchos piensen que uno que les escribe aquí puede saber mucho y dar buenos consejos. Hasta cierto punto no lo descarto, pero uno no funciona igual consigo mismo. Confieso que a menudo no sé qué hacer en absoluto en determinadas situaciones...
Has elegido estar en un estado de oposición en el que los opuestos son posibles. Como resultado de ello, hay ciertas decisiones que tienes que tomar.
(T-5.II.6.2)
...pues me ocurre que esta incertidumbre se ve alimentada más aún por las enseñanzas de UCdM cuando recuerdo que me invitan a no juzgar, y además añaden que no tenemos ningún poder de decisión sino aquel que está reducido a la manera de sentir las experiencias (emocional) y a qué maestro se desea seguir (ego o E.S.); pues como personajes, uno nunca es el hacedor ni el tomador de decisiones acerca de la forma que adoptan los eventos que ocurren en su vida. El hecho de creer que se tiene que decidir, como dice la frase de UCdM arriba (T-5.II.6.2), significa que existe una división en la mente que sólo el Conocimiento aportado por el E.S. puede cerrar. Así que, como personajes, sólo podemos fingir que eligimos.
Creo que aquí valdría recordar aquella famosa frase que dice "nadie es profeta en su tierra", la cual puede aplicarse perfectamente al hecho de que uno es un mal consejero para si mismo, ya que resulta harto difícil substraerse de toda la información que se cuenta sobre la propia vida; entonces tenemos que recurrir a buscar ayuda. Lo anterior es porque resulta más fácil bordear un banco de niebla que vemos venir a lo lejos que si estamos ya dentro de ella, como refrenda esta otra frase: "es más fácil ver la paja en el ojo de tu hermano que ver la viga en el ojo propio". Así que no es de extrañar que, ante determinadas circunstancias, uno no sepa qué hacer en absoluto, por lo que "en casa del herrero azadón de palo". Ésto que puede provocar confusión y frustración al principio quizás no sea tan malo si tenemos en cuenta que...
(...), el Espíritu Santo acabará por enseñarte que no tienes que elegir en absoluto. Esto finalmente liberará a tu mente de tener que elegir, y la encaminará hacia la creación dentro del Reino.
Visto lo visto ¡hasta está bien ser un ignorante! Por todo lo anterior quiero rematar este post con esta otra frase muy al caso: "Haced lo que yo os diga pero no lo que veáis que yo hago"; claro que siempre bajo la supervisión de vuestro Guía interno, por supuesto. ;-)
(T-6.C.4.9-10)
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