viernes, 29 de noviembre de 2019

La vida como oxímoron. Ley de la atracción y ley del espejo

Nota: comprender este post precisa ciertos conocimientos sobre lo que es y enseña Un Curso de Milagros (UCdM), pero no todo lo que escribo aquí es acerca de él. En cualquier caso, el contenido está basado en mis conocimientos y apreciación tal como me ha sido inspirada, con los que puedes o no estar de acuerdo. Si no lo estás toma lo que te sirva y el resto olvídalo. Gracias por leerme.

* * * 
Recuerdo que de pequeño me metía debajo de la cama para ver cine en un proyector de juguete, donde tenía que instalar la película boca abajo para verla del derecho. Los fotogramas de la película, muy simples, se movían en la pared a la velocidad conque giraba una manivela, pudiendo parar la imagen. 

Estando en cierto modo relacionado (el mecanismo de proyección es parecido), en un espejo sólo ves lo que asoma a él reflejado, un pequeño porcentaje de todo lo que hay en la habitación, lo cual lo hace de manera invertida. Es una inversión donde la derecha es la izquierda y viceversa, pero una inversión al fin y al cabo.

Mirror de Med Ahabchane (Pixabay)

En los ejemplos anteriores eres consciente de que tú manejas el cine o eres quien te asomas al espejo; entonces ya sabes que la imagen en la pared o en el espejo no es real. Pero... ¿y si no lo supieras? ¿Y si fueras un espectador ignorando que se está produciendo un proceso de proyección? Creería que lo que ves es verdad. Es como el mito de la caverna de Platón.

Al efecto resultante de la combinación de algo real y su falso contrario se le llama oxímoron, pues crea otra cosa distinta moviéndose dentro de la dualidad verdadero-falso. La Real Academía Española de la Lengua define oxímoron del siguiente modo:

Combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, como en un silencio atronador.

¿No es un silencio atronador algo imposible, un mito, un sinsentido? 

Desde el punto de vista de la metafísica de UCdM, combinar lo que es real con lo irreal produce el oxímoron que experimentamos como la vida en este mundo. Como consecuencia de ello, todo en ésta última responde a la dualidad verdadero-falso moviéndose dentro de esa polaridad. Así sus extremos reflejan, uno lo real (lo eterno, el amor, la abundancia, lo positivo, la luz...), y el otro lo ilusorio (lo temporal, el miedo, la carencia, lo negativo, la oscuridad...), aunque ambos extremos y todo el rango entre medias son experimentados como verdaderos.

El escritor Neale Donald Walsch, autor de la saga "Conversaciones con Dios" menciona el término oxímoron en el siguiente diálogo de su libro "En casa con Dios. Una vida que nunca termina":

- ¿No hay tal cosa como realidad objetiva?

- No. “Realidad objetiva” es un oxímoron.

- ¿Estás diciendo que nada es como parece?

- Estoy diciendo justo lo contrario. Todo es como parece. Y las apariencias están basadas en las percepciones. Y las percepciones están basadas en las perspectivas, y las perspectivas no son objetivas. Son subjetivas. No son algo que experimentes, son algo que eliges.

Lo que nos quiere decir Neale es que la "realidad" aquí en el sueño del mundo depende del punto de vista que toma el observador, y que éste influye con su mera observación en base a sus perspectivas. Dicho de otro modo: vemos lo que queremos ver haciendo de ello nuestra realidad, aunque no sea tal. 

La percepción es un truco de prestidigitación donde el engañado eres tú mismo.

Nuestra realidad se convierte así en lo que valoramos por encima de cualquier otra cosa, lo que no la convierte en realidad absoluta la cual es totalmente objetiva. Ahora comprenderás por qué es tan difícil hacer cambiar de opinión a otras personas. Es un ejercicio casi imposible.

- Beeeee
- Beeeee tú
Sheep de Susanne Jutzeler, suju-foto (Pixabay)

Las perspectivas de las que habla Neale obedecen a los deseos. En este mundo es muy raro encontrar a una persona que no desee que las cosas sean distintas a como son. Queremos (nuestro ego) influir y controlar, y por eso todos procuramos vivir anticipándonos. Y por cierto, ésto es también oxímoron porque proyecta el futuro en base al pasado (uniendo los dos extremos), resultado algo totalmente nuevo demente y disfuncional, pues hace que pasemos de puntillas por el único momento que existe, el presente. 

Nuevamente repito que vemos lo que queremos ver. Creamos nuestra realidad de manera subjetiva deseándola y para ello fabricamos creencias y nos adherimos a juicios. Aquí se resume la clave para entender lo que da origen al sueño del mundo (una alocada idea del Hijo de Dios queriendo crear aparte de Él). Por cierto, que hemos dado con la base de la famosa "ley de la atracción". 

La ley de la atracción también funciona como un oxímoron porque queriendo atraer no atrae nada en absoluto, sino que aparenta hacerlo; y su producto es un delirio. Esta ley parte de la creencia en dos conceptos opuestos (carencia y posesión) para crear otro totalmente nuevo, incertidumbre si cabe (sorpresa y/o decepción), pues las cosas ocurren sin que tú (como personaje en el mundo) tengas que hacer nada. Y todo lo anterior porque lo que creemos crear no es más que un recuerdo de algo que ya sucedió. La paradoja es que tu personaje debe actuar interpretando su papel como si de ello dependiera su capacidad de atracción para la consecución de sus fines. De hecho poco o nada ocurrirá en su vida si se queda absolutamente quieto esperando que le llueva algo del cielo, a no ser que su guión tenga escrito para él lo contrario. A menudo olvidamos que todo en el mundo es efecto, y que toda causa está en lo invisible, en la mente dormida y soñadora del Hijo de Dios. 

Atraer algo obedece no más que a lo que UCdM llama "fabricar", que consiste en el efecto de la mente dormida imaginando el mundo y la vida tal como la conocemos, en un mecanismo que escapa al control de los personajes, ante lo cual ellos no pueden sino sentirse perplejos.

Pero un día esos personajes escuchan hablar de la ley de la atracción y deciden adoptar una posición frente a ella: creerla o no creerla. Si deciden creerla y practicarla, parecerá funcionar porque empezarán a suceder ciertas casualidades. Si deciden no creerla ni practicarla parecerá no funcionar, pero de esta manera también demuestran que funciona. Uno siempre se está dando la razón a si mismo sin percatarse de ello, pero no es más que parte del guión del sueño, el cual es totalmente coherente dentro de sí mismo. Por eso es tan difícil despertar, porque creemos estar ya en la realidad. No es cierto.

Si realmente pudieses atraer, no atraerías lo que quieres sino lo que "eres", o mejor dicho, lo que haces de acuerdo a quien crees que eres. Si estás dormido atraes sueños e ilusiones (no siempre buenas, algunas veces aterradoras). Si estás despierto o en proceso de despertar, empezarás a atraer realidad y un sueño más placentero y llevadero (el sueño feliz del que habla UCdM) porque la realidad es así, feliz. Esto último sucede a la par que dejas de luchar, abandonas todo intento de manipular el sueño y te rindes a lo que es, fluyendo con lo que tu guión tiene determinado para ti. Te estás convirtiendo en un buddha.

Buddha de Helena Cuerva (Pixabay)

Pero volvamos a la obra de Neale. El título de sus libros no deja de ser un oxímoron: "Conversaciones con Dios". El estudiante de UCdM se preguntará ¿cómo puede uno conversar con un Dios que es ajeno a este mundo? ¡Es imposible! Pero podrías hablar con el Espíritu Santo, aunque eso se antoja harto difícil ya que muy pocos son capaces de escucharle. Quizás Neale sea uno de esas personas con dotes excepcionales como lo fue Helen Schuman, aunque sus mensajes difieren en detalles fundamentales. Personalmente a mí, con todo el respeto que se merece, el Dios de Neale no me convence porque me recuerda al Dios bíblico. ¿Cómo puede un Dios Todo Amor, "creador del mundo", permitir tanta crueldad e injusticia en él? Entonces Dios resultaría ser un ególatra y caprichoso en Quien sería muy difícil confiar. ¡Es una locura! De hecho, éste es un mundo demente creado por una mente enajenada, pero la mente dormida del Hijo de Dios, no Dios. Por eso absolutamente todo dentro del sueño del mundo se tiene que mostrar como un oxímoron. 

Pongamos por caso cómo funciona la ley de la atracción. Cuando persigues algo, éso parece huir y escapársete de las manos; pero cuando cesas de perseguirlo entonces te llega por sí solo y sin esfuerzo. Por ejemplo, la búsqueda de trabajo. Cuando buscamos no encontramos ninguno, pero cuando tiramos la toalla cansados de enviar curriculums, suele ocurrir que nos salen tres a la vez. 

Lo mismo ocurre con el amor. Estamos hablando del amor condicional o especial de pareja, tal como lo entiende el ego. Cuando llamas con ganas a la puerta de una persona, ésta te rechaza. Dejas de buscarla olvidándote de ella y de pronto te viene a buscar, pero ya es tarde y no la deseas. A esos tejemanejes les llamamos amor; pero el verdadero amor no se comporta como un oxímoron. Sólo el "amor" del ego se puede comportar de manera tan dispar porque es algo mundano, basado en expectativas e ilusiones.

¿"Quien bien te quiere te hará llorar"? Puede que sí o puede que no. Depende.
Una relación de amor-odio (oxímoron) no es amor, aunque para el ego lo es.
El ego no entiende el lenguaje del amor porque su lenguaje es siempre el miedo.
Barbara Stanwyck de Skeeze (Pixabay).

El ego está seguro de que el amor es peligroso, y esta es siempre su enseñanza principal. Nunca lo expresa de este modo. Al contrario, todo el que cree que el ego es la salvación parece estar profundamente inmerso en la búsqueda del amor. El ego, sin embargo, aunque alienta con gran insistencia la búsqueda del amor, pone una condición: que no se encuentre. Sus dictados, por lo tanto, pueden resumirse simplemente de esta manera: "Busca, pero no halles". Esta es la única promesa que el ego te hace y la única que cumplirá. Pues el ego persigue su objetivo con fanática insistencia, y su juicio, aunque seriamente menoscabado, es completamente coherente. (T12.IV.1)

La búsqueda que el ego emprende está, por lo tanto, condenada al fracaso. Y como también te enseña que él es tu identidad, su consejo te embarca en una jornada que siempre acaba en una percepción de auto-derrota. Pues el ego es incapaz de amar, y, en su frenética búsqueda de amor, anda en pos de lo que teme encontrar. (T12.IV.2.1:3)

Otro ejemplo claro de la búsqueda del ego manifestándose como oxímoron es la persona que anda toda su vida esforzándose por alcanzar la iluminación espiritual sin conseguirlo. De pronto la encuentra cuando, agotado, renuncia a ella.

No hay que olvidar que ya todos los resultados existen potencialmente en el sueño, o quizás te guste mejor llamarlo "la Matrix", pero el espacio-tiempo y la dualidad sólo permiten que las cosas se manifiesten a su tiempo, de manera lineal conforme al momento que toca en el guión. 

Como explica UCdM, el cual trata básicamente sobre cómo eliminar los obstáculos al amor (puestos por el ego) para que el amor florezca como el estado de consciencia "Cielo" y de Unidad con Dios, hay que deshacer el ego. Una forma es dejando de desear tantas cosas que has perseguido largo tiempo sin que se manifiesten, permitiendo que por defecto, lo que necesites aparezca por si solo en tu vida, pues ya todo está ahí oculto tras la nube del ego. Lo habías estado bloqueando tú mismo con tu comportamiento porque, cuando deseas, la Matrix entiende que quieres desear (valga la redundancia), y por ello hace que lo sigas deseando.

Matrix de Darwin Laganzon  (Pixabay)

Ahora, el personaje del sueño puede llegar a creerse creador de su propia realidad y por tanto, creerse capaz de atraer cualquier cosa, pobreza o riqueza... Entonces empieza a comportarse diferente y ¡bingo!, le empieza a llegar abundancia. No se percata de que no es él quien ha efectuado el cambio; lo hace la Mente que le sueña cambiado su sueño de pobreza por el de riqueza. En un despunte de lucidez el personaje puede llegar a pensar que él no es real y que todo es un sueño; no es más que un reflejo de la Mente quien se ha dado cuenta que es Ella quien está soñando, aunque eso no es suficiente para despertar porque aún se identifica demasiado con el personaje del sueño. Sigue hipnotizada por él, pero se ha iniciado la cuenta atrás hacia la iluminación o despertar definitivo en el que las figuras del sueño y todo su contenido desaparecerán en la nada. 

Pero volviendo a la ley de la manifestación... seguro que te interesa más manifestar todos tus deseos que iluminarte y desaparecer junto con todo, lo cual consideras amenazante; ¿o me equivoco? Todavía te atrae demasiado el mundo.

¿Cuándo se manifiesta algo? Como digo, eso no depende de ti aunque lo parezca. Si te crees tu personaje, perseguirás tus sueños, te moverás de acuerdo a ellos, harás y desharás a "tu antojo", y en todo ese trajín, quizás te esfuerces al máximo. El ego es la creencia de que tú eres ese personaje, pero realmente ese tú no existe. 

El sueño en sí mismo es ego y el ego es sueño. Se trata del mismo proceso mental. No hay diferencia entre ego y sueño porque el sueño es fabricado por la mente errada, la mente soñando del Hijo de Dios. Cuando tratas de manifestar cualquier cosa estás identificándote con el ego pues sólo el ego desea cosas ya que se siente carente. Muchos coachs dedicados a impartir clases para manifestar pueden que no estén de acuerdo con ésto, pero cuando enseñan y alientan a sus alumnos a manifestar su propia realidad sólo están alimentando al ego para sentirse más felices o satisfechos en el mundo. No hay nada de malo en ello pero conviene ser consciente de que no puedes crear realmente nada. Tu deseo es el deseo de la Mente ego que te sueña, y cuando pareces elegir manifestar algo de lo que te sientes carente, es que estás eligiendo en favor del ego. El E.S. no está interesado en crear más sueño, y por lo tanto, más obstáculos al amor, sino en eliminarlos todos para que regreses a casa cuanto antes. Pon tus necesidades en sus manos.

Sólo el Espíritu Santo sabe lo que necesitas. Pues Él te proveerá de todas las cosas que no obstaculizan el camino hacia la luz. ¿Qué otra cosa podrías necesitar? Mientras estés en el tiempo, Él te proveerá de todo cuanto necesites, y lo renovará siempre que tengas necesidad de ello. No te privará de nada mientras lo necesites. Mas Él sabe que todo cuanto necesitas es temporal, y que sólo durará hasta que dejes a un lado todas tus necesidades y te des cuenta de que todas ellas han sido satisfechas. El Espíritu Santo no tiene, por lo tanto, ningún interés en las cosas que te proporciona. Lo único que le interesa es asegurarse de que no te valgas de ellas para prolongar tu estadía en el tiempo. Sabe que ahí no estás en casa, y no es Su Voluntad que demores tu jubiloso regreso a tu hogar. (T-13.VII.12)


El oxímoron de la ley del espejo

¿Qué tal si hablamos ahora de la ley del espejo? También ella funciona como un oxímoron. La ley del espejo es parte de la ley de la atracción, por no decir lo mismo. Digamos que el Hijo de Dios, encontrándose en la Unidad, decide hacer uso de su espejito mágico para proyectarse en el mundo cuando, al desear crear aparte de Dios, utiliza su mente errónea o soñadora para fabricar separado de Él. Entra entonces en un profundo sueño en el que se pierde a sí mismo al identificarse individualmente con multitud de diferentes personajes. Está reflejando una imagen totalmente fragmentada de la realidad. 

Eco y Narciso de John William Whatherhouse

Encuentro una similitud en todo ésto con la leyenda mitológica de Narciso, la cual cuenta más o menos la siguiente historia: Es una ninfa llamada Eco que se enamora de un vanidoso joven llamado Narciso. Éste debiera vivir hasta edad avanzada mientras nunca se conozca a sí mismo, pero un día, mientras trataba de cazar ciervos, oye pasos detrás suya. Era la ninfa Eco que lo seguía sigilosamente. Eco, no podía hablar debido a una maldición de la diosa Hera, así que sólo respondía con la última palabra que otros decían. Cuando Narciso por fin la ve, la repudia y entonces ella se termina consumiendo en soledad desconsolada de tristeza, quedando sólo su voz. Pero el destino quiso que Narciso fuese engañado por la diosa Némesis en venganza por lo sucedido a Eco. Némesis hizo asomarse a Narciso en un estanque y allí se enamoró de si mismo reflejado en el agua. Después de mucho mirarse, Narciso se decidió a besar su propia imagen, cayendo al agua y ahogándose. En ese lugar creció una flor que lleva su nombre. 

La edad avanzada pronosticada para Narciso no es más que la eternidad. Narciso representa al Hijo de Dios. Eco es la voz apagada del E.S. a quien Narciso ignora. La diosa Némesis es la loca idea invitando a Narciso a separarse de su realidad mirándose en un sueño. La flor no sería nada más que el mundo ilusorio que resultó de ese sueño, atractiva a primera vista, pero un oxímoron puesto que nace de la vanidad y encierra la muerte escondida en el esplendoroso despliegue de su belleza, la cual terminará robando la inmortalidad a Narciso al marchitarse con el tiempo.

Ocurre lo mismo con una mariposa, tan bonita ella simbolizando la plenitud de la vida; sin embargo encierra muerte y por lo tanto un oxímoron pues, pondrá multitud de huevos que al eclosionar en las hojas de una planta, la sembrarán de orugas que terminarán devorándola hasta la muerte.

También tenemos la frase de Osho "la capacidad de estar solo es la capacidad de amar". El amor está asociado al prójimo, pero ¿cómo puedes amar estando solo? La soledad es un espejismo y el otro no existe, pero no puedes amar a nadie si no amas de verdad aprendiendo a amarte primero a ti mismo en la soledad, lo que no quiere decir que todo el que esté solo haya aprendido a amar. 

Otro ejemplo más de oxímoron desde el punto de vista de UCdM es vivir la vida como si fuera una elección continua aunque sabes que no puedes, pues ya está todo predeterminado, incluso elegir en favor del Espíritu Santo para escapar de la ilusión. Este es el mayor oxímoron de todos, el núcleo en torno al cual gira todo el meollo de la ilusión. 

Ya voy acabando. Un post que escribí asociado a la ley del espejo es La vida es un Kōan. La vida no tiene sentido en sí misma pero nosotros se lo damos. Es como un espejo vacío (una página en blanco), y eso es lo que permite que sirva de espejo.

De nosotros aparenta depender lo que queremos ver reflejado en nuestra vida. Como prueba de ello, el experimento del gato de Schrödinger en física cuántica: ¿Cómo estará el gato cuando abramos la caja? ¿Vivo o muerto?. ¿Qué deseas ver? En el fondo, lo que desees da igual porque tu decisión ya está predeterminada por la Mente que redactó el guión. Nunca te puedes equivocar y consecuentemente la culpa no tiene sentido. Por eso, elige lo que suceda. 

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

Resumiendo, la diferencia entre la ley del espejo y la ley de la atracción es que la ley de atracción siempre está operando. Es la fuerza que mueve el sueño, pero no eres tú como personaje quien la mueve (aunque parezca que es así y pienses que tienes que moverte y tomar decisiones para que ocurran determinadas cosas). La ley de atracción es operada por la mente del Hijo de Dios. 

Las leyes del espejo son distintas variantes de cómo la anterior ley opera, y lo suele hacer (no siempre) temporalmente, ésto es, por determinados periodos de tiempo y, otra veces, mezclándose dos o más de ellas a la vez. Así atraes lo mismo con el espejo directo y lo opuesto con el espejo inverso. Atraes el producto de tus juicios siempre. Atraes lo transgeneracional a un determinado tiempo cuando se activa debido a determinadas circunstancias en tu vida. También atraerás de vez en cuando tus propios miedos hasta que no los enfrentes y los venzas, etc.

Algunos de los principales tipos de espejos

Espejo directo (ED): Lo que me llama la atención de ti es algo propio, pudiendo ser algo que yo te hago sin reconocerlo en mi. P.e. Te veo y te trato como una persona despreciable porque yo mismo me desprecio.

Espejo inverso (EI): Lo que me llama la atención de ti es lo contrario de algo que yo tengo o soy; o es algo que yo dejo de hacerle a alguien sin reconocer que yo pienso al contrario. P.e. Te veo y te trato como un ser inferior porque yo me creo de una raza superior.

Espejo de los juicios (EJ): Cuando juzgas a alguien lo condenas a ser así contigo mismo, no necesariamente con los otros, atrayendo lo mismo que das (ED). Es una auto-condena. Este espejo combina con cualquier otro de esta lista.

Espejo transgeneracional (ET): Es cuando se nos manifiesta un asunto no resuelto de algún ancestro.

Espejo de lo perdido (EP): Refleja una carencia del cualquier tipo manifestándose de manera emocional.

Espejo de la noche oscura del alma (ENO): Nos enfrenta a un miedo importante que llevamos dentro.

Espejo del cuerpo físico (EF): Tu cuerpo refleja tu estado interno de manera continuada pero también de manera puntual a través de algún dolor o síntoma de enfermedad.

Espejo de nuestro mayor acto de compasión (EMAC): Anula todos los anteriores. Se trata de ser compasivo contigo mismo por lo que estás manifestando, aunque no lo entiendas, perdonándote. Entonces trasciendes la situación por aceptarla pues la integras. De esa manera ya no estás condenado a repetirla más.

La ley del espejo es siempre la ley de atracción, pero la ley de atracción es algún tipo de ley del espejo. Ambas van asociadas. 


Cuando por fin venzas al mundo todos tus espejos se desvanecerán, la ley de atracción dejará de operar y el término oxímoron perderá todo sentido pues, ya estarás en el Cielo donde no funciona otra ley que la del amor.  

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lunes, 18 de noviembre de 2019

¡Ah, la vida!

Cuatro personas hacen cola en la puerta del cielo, pero en el cielo de Un Curso de Milagros, no en el que nos ha vendido siempre la religión. Por supuesto que me estoy refiriendo a las condiciones para entrar en él porque el cielo, ni tiene puerta, ni San Pedro recibe a nadie ni puede ser un sitio con el cupo limitado (Si no te has dado cuenta ya, ésto es un chiste, malo pero con moraleja). 

Decía... cuatro personas hacen cola en la puerta del cielo.

A ver - Dice San Pedro - Nos hemos quedado sin espacio. Sólo nos queda una plaza. Quiero que me habléis de vosotros para ver a quien admito. Tú - dirigiéndose a uno de ellos - Cuéntame qué has hecho en la vida.

- ¿Yo? Yo he sido presidente de mi país por el partido democrático. Puedo prometer y prometo que he creado 2 millones de puestos de trabajo y he mejorado la calidad de vida del mismo número de familias. Vótame.

- ¿Y tú? - San Pedro se dirige a otro de ellos.

- He siiido un importaaante sientífico. Inventeeé una vacuuuna con la que salveeé siiinco millones de viiiidas. ¡Obtuve el premio nobel de medisiiina y otros muchos galardooones!

- Eso no es nada hermano Pedro - exclama el tercero - Aquí entre colegas, yo he sido el patriarca de mi religión. He aumentado la devoción de un continente entero, consiguiendo llevar a más de 20 millones de personas ateas a mis celebraciones. ¡He salvado el mismo número de almas!

El cuarto no paraba de reírse. San Pedro le pregunta:

- Bueno, ¿Y tú de qué te ríes?

- Jajajaja, de pequeño no me gustaba estudiar. Nunca me ha interesado la ciencia, ni la política y mucho menos la religión. Nunca me ha preocupado ser "alguien", así que terminé haciéndome payaso en un circo ambulante. Me pareció lo más honesto a mi manera de entender la vida porque siempre he creído que la vida es lo más parecido a una broma. Así que, con suerte, mis méritos han sido hacer reír a... ¿medio millón o quizás 1 millón de personas?, jajajaja. 

- Vale, pasa tú -  Dice San Pedro.

Los otros tres se quedan estupefactos y de inmediato empiezan a protestar.

- ¡¿Cómo es posible?! No lo entendemos. ¿Por qué tiene que pasar él?

Dice San Pedro:

- De los cuatro, es el único que NO se ha tomado la vida en serio.

Moraleja: 

Los sueños son caóticos porque están regidos por tus deseos conflictivos, y así, lo que es verdad les trae sin cuidado. Son el mejor ejemplo de cómo se puede utilizar la percepción para substituir a la verdad por ilusiones. Al despertar no los tomas en serio, pues el hecho de que la realidad se viola tan radicalmente en ellos resulta evidente. Sin embargo, son una manera de ver el mundo y de cambiarlo para que se adapte mejor al ego. Son ejemplos impresionantes, tanto de la incapacidad del ego para tolerar la realidad, como del hecho de que tú estás dispuesto a cambiar la realidad para beneficiarlo a él. (T-18.II.2)

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Regresar a Dios

  "Imagen satelital del río Amazonas fundiéndose con el Océano Atlántico.  Fuente: Agencia Espacial Europea (ESA), dominio público. La ...