miércoles, 1 de abril de 2020

El Evangelio Gnóstico de Tomás comentado según UCdM (2ª Parte)

NOTA IMPORTANTE: Si has llegado hasta aquí sin pasar por la 1ª Parte, antes de continuar te recomiendo que leas la introducción para saber de qué va este post y cómo está organizado. Puedes hacerlo pinchando aquí (Ir a la 1ª Parte). Pero si ya la has leído, entonces puedes continuar.

* * * 

21. Mariam ha dicho a Jesús: ¿A quiénes se asemejan tus discípulos?
El ha dicho: Se asemejan a niños que residen en un campo que no es suyo. Cuando vengan los dueños del campo, dirán: ¡Devolvednos nuestro campo! Se quitan su ropa frente a ellos para cedérselo y para devolverles su campo. Por eso yo digo, si el dueño de la casa se entera de que viene el ladrón, estará sobre aviso antes de que llegue y no le permitirá penetrar en la casa de su dominio para quitarle sus pertenencias. En cuanto a vosotros, cuidaos del sistema, ceñid vuestros lomos con gran fortaleza para que no encuentren los bandidos una manera de alcanzaros, pues hallarán la ventaja que anticipasteis. ¡Que haya entre vosotros una persona con comprensión! …cuando maduró la cosecha, vino rápido con su hoz en la mano, la recogió. Quien tiene oídos para oír, ¡que oiga! 

22. Jesús ve a infantes que están mamando. Dice a sus discípulos: 
Estos infantes que maman se asemejan a los que entran en el Reino. 
Le dicen: ¿Así al convertirnos en infantes entraremos en el Reino? 
Jesús les ha dicho: Cuando hagáis de los dos uno, y hagáis el interior como el exterior y el exterior como el interior y lo de arriba como lo de abajo, y cuando establezcáis el varón con la hembra como una sola unidad de tal modo que el hombre no sea masculino ni la mujer femenina, cuando establezcáis un ojo en el lugar de un ojo y una mano en el lugar de una mano y un pie en el lugar de un pie y una imagen en el lugar de una imagen, entonces entraréis en el Reino. 
22. Cuando hagáis de los dos uno, y cuando hagáis lo interno como lo externo y lo externo como lo interno, y lo superior como lo inferior, y cuando hagáis del hombre y la mujer uno solo, de modo que el hombre no sea masculino y la mujer no sea femenina... entonces entrareis en el Reino.

Un niño recién nacido no desarrolla la percepción hasta pasado cierto tiempo, y cree que todo lo que ve, oye y toca es una unidad con él. 
Este dicho habla del perdón, entendido éste como el reconocimiento de lo que es ilusorio, que es todo lo que nos muestran los sentidos. La percepción da fe de un mundo caracterizado por la dualidad y la separación (arriba-abajo, hombre-mujer, bueno-malo, luz-oscuridad, tuyo-mío, interior-exterior, etc). Cuando tomas consciencia de ésto y reconoces que todo es una proyección de la Mente dormida del Hijo de Dios, trasciendes la ilusión y pasas a considerar la realidad como Una Sola. Ya no juzgas por la apariencia porque sabes que es a ti mismo a quien juzgas, y tu mente como parte de la Mente, se libera para apaciguarse gradualmente hasta volverse un remanso de paz permitiéndote llegar a las mismas puertas del Cielo.

Contempla a ese tierno infante, al que diste un lugar de reposo al perdonar a tu hermano, y ve en él la Voluntad de Dios. He aquí el bebé de Belén renacido. Y todo aquel que le dé abrigo lo seguirá, no a la cruz, sino a la resurrección y a la vida. (T-19.IV.C.10.6-10)


23. Jesús ha dicho: Yo os escogeré, uno entre mil y dos entre diez mil y estarán de pie como una sola unidad.
23. Yo os elegiré, uno de un millar y dos de diez mil, y se alzarán como uno solo. 

Cuando decides despertar eres tú mismo quien te eliges. Estás preparado para seguir tu llamado interior. En términos de UCdM (Un Curso de Milagros), obedeces a la Voz del E.S. (Espíritu Santo), que ahora se convierte en tu Maestro Guía. Tu Ser o Yo Crístico comienza así a revelarse conforme las nubes de tu sueño se van desvaneciendo en la nada de donde surgieron. 
Que decidas responder no te hace mejor ni más adelantado que tu hermano. Llegado el momento todos responderemos pues somos un Solo Ser manifestándose como una multiplicidad, que es lo que significa "y se alzarán como uno sólo". Por eso es que una vez despiertas tú, despertamos todos; pero ésto se manifiesta en el Cielo, no aquí en el mundo donde parecemos continuar nuestras vidas. Esto es así porque el tiempo es relativo aquí pero en el Cielo no existe.
La percepción parece mostrarnos que las personas somos entes en cuerpos separados, aunque a veces actuemos al unísono, pero el curso nos recuerda que no existimos como seres individuales. Es una ilusión. Ni el mundo ni los cuerpos existen realmente. Todo es una proyección de la Mente que nos sueña. Cada persona es un "pensamiento pensante" de esa única Mente. Una vez que uno de esos pensamientos despierta, lo hace la Mente en su totalidad, aunque eso ya ha ocurrido. Sólo estamos recordando el sueño, y ese recordar hace que parezca que esté sucediendo todavía.

Un maestro de Dios es todo aquel que decide serlo. Sus atributos consisten únicamente en esto: de alguna manera y en algún lugar ha elegido deliberadamente no ver sus propios intereses como algo aparte de los intereses de los demás. Una vez que ha hecho esto, su camino ha quedado establecido y su dirección es segura. Una luz ha entrado en las tinieblas. Tal vez sea una sola luz, pero con una basta. El maestro de Dios ha hecho un compromiso con Dios aunque todavía no crea en Él. Se ha convertido en un portador de salvación. Se ha convertido en un maestro de Dios. (M-Int.1.1)

Los maestros de Dios proceden de todas partes del mundo y de todas las religiones, aunque algunos no pertenecen a ninguna religión. Los maestros de Dios son los que han respondido. La Llamada es universal, y está activa en todo momento y en todas partes. Dicha Llamada invoca a los maestros a que hablen en favor de Ella y a que rediman el mundo. Muchos la oyen, pero muy pocos responden. Sin embargo, es sólo cuestión de tiempo. Todo el mundo responderá al final, pero ese final puede estar muy, muy lejos. Ésta es la razón por la que se estableció el plan de los maestros. Su función es ahorrar tiempo. Cada uno comienza como una sola luz, pero como tiene la Llamada en el mismo centro de su ser, esa luz no puede restringirse. Y cada uno de ellos ahorra miles de años tal como el mundo juzga el tiempo. Mas para la Llamada en Sí, el tiempo no significa nada. (M-Int.1.2)

¿Cuántos maestros de Dios se necesitan para salvar al mundo?
La respuesta a esta pregunta es... uno solo. Un maestro absolutamente perfecto que haya completado su aprendizaje es suficiente. Este maestro, santificado y redimido, se convierte en el Ser que es el Hijo de Dios. Quien siempre fue únicamente espíritu ya no se ve a sí mismo como un cuerpo, y ni siquiera como que se halla dentro de un cuerpo. Por lo tanto, es ilimitado. (M-12.1.1-5)

Los maestros de Dios aparentan ser muchos, pues eso es lo que necesita el mundo. Mas al estar unidos en un solo propósito, el cual comparten con Dios, ¿cómo podría haber separación entre ellos? ¿Qué importa entonces si se presentan de muchas maneras? Sus mentes son una, y así, su unión es total. Y Dios opera ahora a través de ellos cual uno solo, pues eso es lo que son.(M-12.2.5-9)

¿Por qué es necesaria la ilusión de que hay muchos? Únicamente porque para los ilusos la realidad no es comprensible. Son muy pocos los que pueden oír la Voz de Dios, y ni siquiera éstos pueden comunicar Sus mensajes directamente por medio del Espíritu que se los dio. Necesitan un medio a través del cual puedan comunicarse con aquellos que no se dan cuenta de que son espíritu. Un cuerpo que éstos puedan ver; una voz que comprendan y escuchen sin el temor que la verdad suscitaría en ellos. No olvides que la verdad sólo puede llegar allí donde se le da la bienvenida sin temor. Por eso es por lo que los maestros de Dios necesitan un cuerpo, pues, de otra manera, su unidad no se podría reconocer directamente. (M-12.3)

24. Sus discípulos dicen: Explícanos tu lugar, porque es necesario que lo busquemos.
El les ha dicho: Quien tiene oídos, ¡que oiga! Dentro de una persona de luz hay luz, y él ilumina el mundo entero. Cuando no brilla, hay oscuridad.
24. Los discípulos dijeron: «Muéstranos el lugar donde estás, porque debemos buscarlo.» Él les dijo: «¡Cualquiera de los presente que tenga dos oídos, que oiga: Hay luz dentro de una persona de luz, y brilla sobre todo el mundo. Si no brilla, hay oscuridad.» 

El lugar de Cristo en nosotros es la mente recta semejante al E.S. Ésta es la parte de la mente que permanece despierta (en la luz). La parte dormida de la mente, ego o mente errónea es a la que J (Jesús) se refiere como "oscuridad", la cual no es más que inconsciencia por contener ilusiones, ocultando la creencia en la separación, culpa y miedo.
Quizás sea demasiado repetitivo, pero quiero que se entienda que cuando hablo de "nosotros" me refiero a todos como una Mente Única. Todo lo que vemos en el mundo, incluido las personas, somos una proyección de esa Mente que nos sueña. Por lo tanto, UCdM se dirige a la Mente dormida no a las personas dormidas, para que Aquella despierte. Si tratas de interpretar UCdM como si fueras una persona separada del resto y de todo lo demás, te resultará difícil entender muchos de sus pasajes y el curso en su totalidad.
¿Qué determina que experimentemos la luz o la oscuridad? En la zona fronteriza entre la mente recta y la mente errónea o ego, hay una parte que duda, busca, pregunta y elige entre una y otra, entre el bien y el mal. Es a la que llamamos "la mente tomadora de decisiones" que es la parte, digamos, que se manifiesta abiertamente en la vida diaria identificándose con los personajes, como el tuyo y el mío. Esa aparente libertad para elegir de la mente tomadora de decisiones y su identificación con el cuerpo es lo que hace creerla una persona. Pero su único poder de decidir es entre la verdad (despertar a la luz) y la ilusión (permanecer en la oscuridad), la cual se manifiesta como muchas aparentes opciones de vida manteniéndote prisionero de los afanes y problemas del mundo. 

El Espíritu Santo se encuentra en tu mente recta, tal como se encontraba en la mía. La Biblia dice: "Que more en ti la mente que estaba en Cristo Jesús", y lo utiliza como una bendición. Se trata de la bendición de la mentalidad milagrosa. Te pide que pienses tal como yo pensé, uniéndote de esta manera a mí en el modo de pensar de Cristo. (T-5.I.3.3-6)

El ego, que no es real, trata de persuadir a la mente, que sí es real, de que ella es su recurso de aprendizaje; y, lo que es más, de que el cuerpo es más real que ella. Nadie que esté en su mente recta podría creer semejante cosa, y nadie que está en su mente recta lo cree. (T-6.IV.5.3-4)

Escucha, pues, la única respuesta del Espíritu Santo a todas las preguntas que el ego plantea: eres una criatura de Dios, una parte de su Reino de inestimable valor que Él creó como parte de Sí Mismo. Eso es lo único que existe y lo único que es real. Has elegido un sueño en el que has tenido pesadillas, pero el sueño no es real y Dios te exhorta a despertar (T-6.IV.6.1-3)

25. Jesús ha dicho: Ama a tu hermano como a tu alma, protégele como a la pupila de tu ojo. 

26. Jesús ha dicho: Ves la mota que está en el ojo de tu hermano, mas no ves la viga que está en tu propio ojo. Cuando saques la viga de tu propio ojo, entonces verás claramente para quitar la mota del ojo de tu hermano. 
26. Tú ves la mota en el ojo de tu hermano, pero no ves la viga en tu propio ojo. Cuando saques la viga de tu propio ojo, entonces verás con suficiente claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano.

Aquí hay dos importantes leyes ligadas entre sí de las que conviene ser conscientes.
La primera es que tus pensamientos no abandonan su fuente que eres Tú. Si piensas que estás viendo una mota en el ojo de tu hermano es porque la estás viendo primero dentro de ti para poderla proyectar luego (ley del espejo), por lo que al final te estás juzgando a ti mismo. Por eso J insistía: "No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados" (Lc, 6.37). Mientras juzgas te mantienes atrapado en la ilusión de una falsa realidad (percepción) sin ser consciente de que tú mismo te impides estar en paz. Cuando perdonas, entendido el perdón conforme a UCdM (que es reconocer la totalidad del mundo como una ilusión), dejas de dar realidad a lo que ocurre, lo vives desde otra perspectiva bien diferente, y por fin descansas. La segunda ley es, por lo tanto, que dar es lo mismo que recibir: ¡recibes lo que das! Es cuando eres consciente de estos mecanismos que has visto la viga en tu propio ojo.

El mundo que vemos refleja simplemente nuestro marco de referencia interno: las ideas predominantes, los deseos y las emociones que albergan nuestras mentes. "La proyección da lugar a la percepción" (Texto, pág. 497). Primero miramos en nuestro interior y decidimos qué clase de mundo queremos ver; luego proyectamos ese mundo afuera y hacemos que sea real para nosotros tal como lo vemos. Hacemos que sea real mediante las interpretaciones que hacemos de lo que estamos viendo. Si nos valemos de la percepción para justificar nuestros propios errores, nuestra ira, nuestros impulsos agresivos, nuestra falta de amor en cualquier forma que se manifieste, veremos un mundo lleno de maldad, destrucción, malicia, envidia y desesperación. Tenemos que aprender a perdonar todo esto, no porque al hacerlo seamos "buenos" o "caritativos", sino porque lo que vemos no es real. Hemos distorsionado el mundo con nuestras absurdas defensas y, por lo tanto, estamos viendo lo que no está ahí. A medida que aprendamos a reconocer nuestros errores de percepción, aprenderemos también a pasarlos por alto, es decir, a "perdonarlos". Al mismo tiempo nos perdonaremos al mirar más allá de los conceptos distorsionados que tenemos de nosotros mismos, y ver el Ser que Dios creó en nosotros, como nosotros.(Prefacio, ¿Qué Postula? Párrafo 4)

La proyección da lugar a la percepción. El mundo que ves se compone de aquello con lo que tú lo dotaste. Nada más. Pero si bien no es nada más, tampoco es menos. Por lo tanto, es importante para ti. Es el testimonio de tu estado mental, la imagen externa de una condición interna. Tal como el hombre piense, así percibirá. No trates, por lo tanto, de cambiar el mundo, sino elige más bien cambiar de mentalidad acerca de él. La percepción es un resultado, no una causa. (T-21.Int.1.1-8) Pg. 497

Perdonar a otros es la única manera en que nosotros mismos podemos ser perdonados, ya que refleja la ley celestial según la cual dar es lo mismo que recibir. (Prefacio UCdM, ¿Qué postula? Párrafo 12)

Los pensamientos que piensas con la Mente de Dios no abandonan tu mente porque los pensamientos no abandonan su fuente. Por consiguiente, tus pensamientos están en la Mente de Dios, al igual que tú. Están en tu mente también, donde Él está. Tal como tú eres parte de Su Mente, así también tus pensamientos son parte de Su Mente. (L-45.2.5-7)


27. Jesús ha dicho: A menos que ayunéis del sistema, no encontraréis el Reino de Dios. A menos que guardéis la semana entera como sábado, no veréis al Padre. 


28. Jesús ha dicho: Me puse de pie en medio del mundo y encarnado me aparecía a ellos. Los encontré a todos ebrios, no encontré a ninguno sediento. Y mi alma se apenaba por los hijos de los hombres, porque están ciegos en sus corazones y no ven que vacíos han entrado en el mundo y vacíos están destinados a salir del mundo de nuevo. Mas ahora están ebrios, cuando hayan sacudido su vino, entonces repensarán.
28. Yo estuve en el mundo y los encontré a todos ebrios, y no encontré a ninguno de ellos sediento. 

Este dicho en forma de lamento es un recurso de J para llamar la atención sobre lo que sucede en el mundo. Estar ebrios significa lo mismo que estar dormidos. Ebrios, borrachos, dormidos, ciegos... son todos adjetivos para describir la misma condición. Que nadie esté "sediento" se refiere a que nadie en el mundo quiere conocer la verdad. Naturalmente J está generalizando pues siempre hay alguna gente sedienta; no es mucha pero la hay.

La misión del Espíritu Santo es abrirle los ojos a los ciegos, pues Él sabe que no han perdido su visión, sino que simplemente duermen. Él los despertará del sueño del olvido y los llevará al recuerdo de Dios.(T-12.VI.4.2)


29. Jesús ha dicho: Si la carne ha llegado a ser por causa espiritual, es una maravilla, mas si espíritu por causa corporal, sería una maravilla maravillosa. No obstante me maravillo en esto que esta gran riqueza ha morado en esta pobreza. 
29. Vinieron vacíos al mundo e intentan abandonarlo vacíos. Pero, entre tanto, están ebrios. Cuando hayan expulsado el vino, abrirán los ojos. 

Aquí hay otro dicho cuyas traducciones parecen diferir entre sí, aunque si te fijas, la de Pursha (en rojo) es en realidad la continuación de la número 28, teniendo la misma explicación. Por eso me voy a centrar en explicar la primera (en azul), aunque primero quiero hacer una aclaración: Cuando hablo de la Mente (universal) o mente (como parte de la Mente) es para referirme al espíritu y su capacidad creativa, la cual puede ser de dos tipos, la extensión y la fabricación. Cuando la Mente extiende se extiende a Sí Misma y lo que crea es realidad dentro de su Unidad en plenitud. Cuando la Mente fabrica, fabrica sueños proyectando irrealidad (viendo cuerpos y objetos separados), dando lugar a la percepción. Quizás no entiendas la extensión pero sí la fabricación. Eso es porque tu campo de experiencia en este momento se reduce a la percepción. Ahora vamos con el dicho:

Si es increíble que la carne (lo físico) haya llegado a ser por la Mente soñando, mucho más increíble sería que lo espiritual fuese creado por lo físico como creen todavía muchos científicos, lo cual es imposible ("sería una maravilla maravillosa"). La materia no puede crear vida porque la materia no es nada ¿Cómo va a crear lo que es nada el todo?. Por eso es una maravilla que tanta riqueza, el espíritu, haya morado en tanta pobreza, lo físico, lo cual no existe y es sólo efecto de la percepción. Cuando abandones la embriaguez (el deseo de soñar y sentirte especial dentro de un cuerpo) que te tiene atado a la ilusión de los sentidos y la fe en lo físico, despertarás.

Dios creó a Sus Hijos extendiendo Su Pensamiento y conservando las extensiones de Su Pensamiento en su Mente. Todos Sus Pensamientos están, por lo tanto, perfectamente unidos dentro de sí mismos y entre sí. El Espíritu Santo te capacita para poder percibir esta plenitud ahora. Dios te creó para que creases. No puedes extender Su Reino hasta que no conozcas la plenitud de éste. (T-6.II.8)

Los pensamientos se originan en la mente del pensador, y desde ahí se extienden hacia fuera. Esto es tan cierto del Pensamiento de Dios como del tuyo. Puesto que tu mente está dividida, puedes percibir y también pensar. No obstante, la percepción no puede eludir las leyes básicas de la mente. Percibes desde tu mente y proyectas tus percepciones al exterior. Aunque la percepción es irreal, el Espíritu Santo puede usarla provechosamente por el hecho de que tú la concebiste. Él puede inspirar cualquier percepción y canalizarla hacia Dios. Esta convergencia parece encontrarse en un futuro lejano sólo porque tu mente no está en perfecta armonía con esta idea y, consecuentemente, no la desea ahora. (T-6.II.9)


La diferencia entre la proyección del ego y la extensión del Espíritu Santo es muy simple. El ego proyecta para excluir; y, por lo tanto, para engañar. El Espíritu Santo extiende al reconocerse a Sí Mismo en cada mente, y de esta manera las percibe a todas como una sola. Nada está en conflicto en esta percepción porque lo que el Espíritu Santo percibe es todo igual. Dondequiera que mira se ve a Sí Mismo y, puesto que está unido, siempre ofrece el Reino en su totalidad (T-6.II.12.1-5)


La Biblia dice: "El Verbo (o pensamiento) se hizo carne". Estrictamente hablando eso es imposible, puesto que parece implicar que un orden de realidad pasó a ser otro. Los distintos órdenes de realidad, (...), tan sólo dan la impresión de existir. El pensamiento no se puede convertir en carne excepto mediante una creencia, ya que el pensamiento no es algo físico. El pensamiento, no obstante, es comunicación, para lo que sí se puede usar el cuerpo. Éste es el único uso natural que se puede hacer de él. Usarlo de forma antinatural es perder de vista el propósito del Espíritu Santo, y confundirse con respecto al objetivo de Su plan de estudios. (T-8.VII.7)


30. Jesús ha dicho: Donde hay tres dioses, carecen de Dios. Donde hay solo uno, digo que yo estoy con él. Levantad la piedra y allí me encontraréis, partid la madera y allí estoy. 

31. Jesús ha dicho: Ningún oráculo se acepta en su propia aldea, ningún médico cura a aquellos que le conocen. 
31. Un profeta no es aceptable en su propia ciudad. Un médico no cura a aquellos que le conocen.

"Nadie es profeta en su tierra" es una frase que se le atribuye al mismo Jesús después que, recién acabado su retiro de 40 días en el desierto, anunció el cumplimiento de las escrituras en la sinagoga de su pueblo. ¡Casi lo matan!. Este comportamiento de la gente se debe a que, entre quienes creen conocernos, están los que nos tienen encasillados sintiendo algún tipo de envidia y/o enemistad, entre otras razones. Ésto no es ninguna lección sino algo por todos bien conocido. Entonces, ¿tiene este dicho algún otro significado que no sea solamente el lamento de J? 
El estado de embriaguez o sueño es el efecto de la mente errónea, del ego decidiendo en favor de las ilusiones pues él mismo es un estado irreal de la mente sosteniéndose en una tormenta de pensamientos de gran poder hipnótico, donde sólo se ven o se crean problemas psicológicos en aras de negar la realidad. Por ello, soterrádamente, el ego boicotea cualquier solución sabiendo que se restaría energía a sí mismo, y se rebela abiertamente cuando es "otro" quien viene a ofrecérselas pues lo percibirá como un ataque, una amenaza a su existencia. En resumidas cuentas, el hecho de que el ego no puede solucionar sus propios problemas es para mí otra manera posible de entender la frase "Nadie es profeta en su tierra". Éste es también el motivo por el que el curso insiste en que tú no puedes hacer nada por tu propia cuenta, y te conmina a buscar la guía del E.S. J es conocedor de que las personas vivimos atrapadas en nuestro ego, y que tratando de guiarnos nosotros mismos hacia una salida sólo nos causamos más confusión de la que ya tenemos. En esa confusión, la quietud y el silencio del instante santo se presenta como el intervalo sin ego que nos permite conectarnos con el E.S. es busca de su sabiduría y curación.

Alégrate, por lo tanto, de que no puedas hacer nada por ti mismo, pues no eres de ti mismo. La Voluntad de Aquel del que formas parte ha establecido para ti tu poder y tu gloria. Con ellos puedes lograr perfectamente lo que Su santa Voluntad ha dispuesto para ti una vez que la aceptes. Él no te ha privado de Sus dones, mas tú crees que se los has arrebatado a Él. Por amor a Su Nombre, no dejes que ningún Hijo de Dios permanezca oculto, pues Su Nombre es el tuyo. (T-8.VII.6)

La curación es señal de que quieres reinstaurar la plenitud. Y el hecho de que estés dispuesto a ello es lo que te permite oír la Voz del Espíritu Santo, Cuyo mensaje es la plenitud. Él te capacitará para que vayas mucho más allá de la curación que lograrías por tu cuenta, pues a tu pequeña dosis de buena voluntad para reinstaurar la plenitud Él sumará toda Su Voluntad, haciendo así que la tuya sea plena. ¿Qué podría haber que el Hijo de Dios no pudiese alcanzar cuando la Paternidad de Dios se encuentra en él? Mas la invitación tiene que proceder de ti, pues sin duda debes haber aprendido que aquel a quien invites a ser tu huésped, será quien morará en ti. (T-11.II.4)

El instante santo es el resultado de tu decisión de ser santo. Es la respuesta. Desearlo y estar dispuesto a que llegue precede su llegada. Preparas tu mente para él en la medida en que reconoces que lo deseas por encima de todas las cosas. No es necesario que hagas nada más; de hecho, es necesario que comprendas que no puedes hacer nada Más. No te empeñes en darle al Espíritu Santo lo que Él no te pide, o, de lo contrario, creerás que el ego forma parte de Él y confundirás a uno con otro. El Espíritu Santo pide muy poco. Él es Quien aporta la grandeza y el poder. Él se une a ti para hacer que el instante santo sobrepase con mucho tu entendimiento. Darte cuenta de lo poco que tienes que hacer es lo que le permite a Él dar tanto. (T-18.IV.1)

No confíes en tus buenas intenciones, pues tener buenas intenciones no es suficiente. Pero confía implícitamente en tu buena voluntad, independientemente de lo que pueda presentarse. Concéntrate sólo en ella y no dejes que el hecho de que esté rodeada de sombras te perturbe. Ésa es la razón por la que viniste. Si hubieses podido venir sin ellas no tendrías necesidad del instante santo. No vengas a él con arrogancia, dando por sentado que tienes que alcanzar de antemano el estado que sólo su llegada produce. El milagro del instante santo reside en que estés dispuesto a dejarlo ser lo que es. Y en esa muestra de buena voluntad reside también tu aceptación de ti mismo tal como Dios dispuso que fueses. (T-18.IV.2)

Si sólo confías en tus propias fuerzas, tienes todas las razones del mundo para sentirte aprensivo, ansioso y atemorizado. ¿Qué puedes predecir o controlar? ¿Qué hay en ti con lo que puedas contar? ¿Qué te podría capacitar para ser consciente de todas las facetas de un problema, y de resolverlos de tal manera que de ello sólo resultase lo bueno? ¿Qué hay en ti que te permita poder reconocer la solución correcta, y garantizar su consecución?
Por ti mismo no puedes hacer ninguna de esas cosas. Creer que puedes es poner tu confianza en algo que no es digno de ella, y justificar el miedo, la ansiedad, la depresión, la ira y el pesar. ¿Quién puede depositar su fe en la debilidad y sentirse seguro? Por otra parte, ¿quién puede depositar su fe en la fortaleza y sentirse débil?
Dios es tu seguridad en toda circunstancia. Su Voz habla por Él en toda situación y en todos los aspectos de cada situación, diciéndote exactamente qué es lo que tienes que hacer para invocar Su fortaleza y Su protección. En esto no hay excepciones porque en Dios no hay excepciones. Y la Voz que habla por Él piensa como Él. (L-47.1-3)
32. Jesús ha dicho: Una ciudad que se construye encima de una montaña alta y fortificada, no puede caer ni quedar escondida.
32. J dijo: «Una ciudad construida sobre una alta colina y fortificada no puede caer, ni puede estar escondida.» 

Una ciudad fortificada es sinónimo de seguridad y paz. J usa la ciudad como símil de como debe construirse una persona apoyándose en el Ser, su espíritu. Es lo mismo que la parábola del hombre que construyó su casa sobre roca. El Ser permanece escondido a la vista de la mayoría de las personas las cuales viven de manera superficial desde sus egos. Pero no se trata de que uno tenga que hacer visible su Ser a los demás, sino de verlo uno dentro de sí mismo y construir sobre él las bases de su vida, pues es responsabilidad de cada cual hacerlo de esa manera.

Me identificaré con lo que creo es mi refugio y mi seguridad. Me veré a mí mismo allí donde percibo mi fuerza y pensaré que vivo dentro de la ciudadela en la que estoy a salvo y en la que no puedo ser atacado. No dejes que hoy busque seguridad en el peligro ni que trate de hallar mi paz en ataques asesinos. Vivo en Dios. En Él encuentro mi refugio y mi fortaleza. En Él radica mi Identidad. En Él reside la paz eterna. Y sólo allí recordaré Quién soy realmente. (L-261.1)


33. Jesús ha dicho: Lo que escucharás en tu oído, proclámalo desde tus techos a otros oídos. Pues nadie enciende una lámpara para ponerla debajo de un cesto ni la pone en un lugar escondido, sino que se coloca sobre el candelero para que todos los que entran y salen vean su resplandor. 

34. Jesús ha dicho: Si un ciego guía a un ciego, caen juntos en un hoyo. 
34. J dijo: «Si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el agujero.»

Aquí J avisa sobre la trampa del ego como falso maestro guiando a otros egos; o incluso del ego que sintiéndose orgulloso, más listo que nadie y seguro de si mismo trata de erigirse en su propio guía. Este dicho va de la mano con el 31 a dónde puedes dirigirte. Allí lo explico más extensamente.
¿Cómo sabrás que has escogido al ego como guía y no la Guía del E.S.? Muy simple: "Por sus frutos los conoceréis". Si caes en un agujero donde pierdes tu paz es porque seguiste al guía equivocado. 

La corrección es para todos aquellos que no pueden ver. La misión del Espíritu Santo es abrirle los ojos a los ciegos, pues Él sabe que no han perdido su visión, sino que simplemente duermen. Él los despertará del sueño del olvido y los llevará al recuerdo de Dios. (T-12.VI.4.1-3)

¿Cómo puedes saber sí has elegido las escaleras que llevan al Cielo o el camino que conduce al infierno? Muy fácilmente. ¿Cómo te sientes? ¿Estás en paz? ¿Tienes certeza con respecto a tu camino? ¿Estás seguro de que el Cielo se puede alcanzar? Si la respuesta es no, es que caminas solo. Pídele entonces a tu Amigo que se una a ti y te dé certeza con respecto al camino a seguir. (T-23.II.22.6-13)


35. Jesús ha dicho: Nadie puede entrar en la casa del poderoso para conquistarla con fuerza, a menos que le ate sus manos, entonces saqueará su casa


36. Jesús ha dicho: No estéis ansiosos en la mañana sobre la noche ni en la noche sobre la mañana, ni por vuestro alimento que comeréis ni por vuestra ropa que llevaréis. Sois bien superiores a las flores de viento, que ni peinan lana ni hilan. Al tener una vestidura, ¿que os falta? ¿O quién puede aumentar vuestra estatura? El mismo os dará vuestra vestidura. 
36. No os preocupéis, desde la mañana hasta la noche y desde la noche hasta la mañana, por lo que vestiréis. Los lirios no se afanan ni hilan.

Hay dos razones para no sentir inquietud por la vida pero tienes que ser consciente de Quien Eres en realidad. La principal es saber que como espíritu no te falta ni te puede faltar nada en ningún momento pues la carencia forma parte de la ilusión del mundo. La otra razón no menos importante es que el guión del personaje en el que te sueñas ya está escrito y no puedes hacer nada por cambiarlo, pues lo soñado no tiene control sobre el sueño. Es por ello que J invita a no preocuparte por el futuro. La proyección de la persona que pareces encarnar funciona de tal manera que crees tener autonomía para elegir entre diferentes opciones, hasta que sucesos imprevistos rompen esa creencia. Planeas algo importante y se trunca por efectos aparentemente externos a ti. Tu supuesto "libre albedrío" es un truco para crear la ilusión de independencia en tu personaje, quien parece vivir separado del resto. El precio de querer mantener esa ilusión, el afán del ego por sentirse especial, será siempre el sufrimiento. Pero J, a sabiendas de que tú no eres tu personaje, lo que dice es: "No estéis ansiosos" "¡sois bien superiores!". Sin embargo, tu ego querrá controlar y por eso siempre está maquinando, y así vives siempre temeroso y ansioso sin importarte si tienes que hacer un trapicheo para ganarte el pan, o en el extremo opuesto matar por tu supervivencia. 
Las "vestiduras" no vienen referidas a la ropa que podamos o no ponernos sino a todas la parafernalia de preocupaciones mundanas centradas en el bienestar y supervivencia de nuestro cuerpo, ignorando nuestra naturaleza divina. No podremos ser nunca felices sintiéndonos agobiados por las preocupaciones hasta que vivamos desde nuestra divinidad, la cual se encuentra en el momento presente, nunca en el mañana.

El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo. No importa cuál sea la forma del ataque, eso sigue siendo verdad. No importa quién desempeñe el papel de enemigo y quién el de agresor, eso sigue siendo verdad. No importa cuál parezca ser la causa de cualquier dolor o sufrimiento que sientas, eso sigue siendo verdad. Pues no reaccionarías en absoluto ante las figuras de un sueño si supieses que eres tú el que lo está soñando. No importa cuán odiosas y cuán depravadas sean, no podrían tener efectos sobre ti a no ser que no te dieses cuenta de que se trata tan sólo de tu propio sueño. (T-27.VIII.10)

Toda ilusión alberga dolor y sufrimiento entre los tenebrosos pliegues de las pesadas vestiduras tras las que oculta su inexistencia. Sin embargo, esas sombrías y pesadas vestiduras son las que cubren a aquellos que van en pos de ilusiones, y las que los mantienen ocultos del júbilo de la verdad. (T-22.II.1.5-6)

La verdad es lo opuesto a las ilusiones porque ofrece dicha. ¿Qué otra cosa sino la dicha podría ser lo opuesto al sufrimiento? Abandonar un tipo de sufrimiento e ir en busca de otro no es un escape. Cambiar una ilusión por otra no es realmente un cambio. Tratar de encontrar felicidad en el sufrimiento es una insensatez, pues ¿cómo se iba a poder encontrar felicidad en el sufrimiento? (T-22.II.2.1-5)


37. Sus discípulos dicen: ¿Cuándo te nos revelarás y cuándo te percibiremos? 
Jesús dice: Cuando os quitéis vuestros vestidos sin avergonzaos y toméis vuestra ropa y la pongáis bajo vuestros pies para pisar sobre ella, como hacen los niños, entonces miraréis al Hijo del Viviente y no temeréis. 
37. Cuando te quites la ropa sin culpabilidad, y la pongas bajo tus pies como los niños pequeños y la pises, entonces verás al hijo del viviente y no tendrás miedo.

Volvemos al tema de las vestiduras de las que hablamos en el dicho anterior. ¿Cuándo se revela la divinidad o el Cristo en nosotros? Cuando no despojamos del vestido. Vestidos son todas las ilusiones en forma de pensamientos falsos del ego. También sus preocupaciones y los miedos que no son más que creencias disfrazadas de deseos (como la moral). Pero sobre todo la culpa y la subsiguiente vergüenza, opuestas ambas a la inocencia que expresan los niños de pecho. Quitarse los vestidos es el equivalente a deshacer el ego, o como dice UCdM, eliminar los obstáculos al amor. En definitiva, este dicho habla del perdón que es el proceso de reconocimiento de que todos esos vestidos del ego componiendo tu personalidad no son en realidad nada, pues tu verdadero Ser es el Hijo del Viviente.

Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar. Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural (Introducción.1.6-7)

Cuando te sientas culpable, recuerda que el ego ciertamente ha violado las leyes de Dios, pero tú no. Los "pecados" del ego déjamelos a mí. Ese es el propósito de la Expiación. Pero hasta que no cambies de parecer con respecto a aquellos a quienes tu ego ha herido, la Expiación no podrá liberarte. Si te sigues sintiendo culpable es porque tu ego sigue al mando, ya que sólo el ego puede experimentar culpabilidad. Eso no tiene por qué ser así. (T-4.IV.5)

Dije anteriormente que tienes que aprender a pensar con Dios. Pensar con Él es pensar como Él, lo cual produce dicha y no culpabilidad porque es algo natural. La culpabilidad es un signo inequívoco de que tu pensamiento no es natural. (T-5.V.4.5-8)

El pensamiento que no es natural va siempre acompañado de culpabilidad porque es la creencia en el pecado. El ego no percibe el pecado como una falta de amor, sino como un decidido acto de agresión. Esto es necesario para su supervivencia porque, tan pronto como consideres que el pecado es una insuficiencia, tratarás automáticamente de remediar la situación. Y lo lograrás. (T-5.V.4.5-8)


38. Jesús ha dicho: Muchas veces habéis anhelado oír estos dichos que os proclamo, y no tenéis otro de quien oírlos. Habrá días en que me buscaréis, pero no me encontraréis. 

39. Jesús ha dicho: Los clérigos y los teólogos han recibido las llaves del conocimiento, pero las han escondido. No entraron ellos, ni permitían entrar a los que sí deseaban. En cuanto a vosotros, haceos astutos como serpientes y puros como palomas. 

40. Jesús ha dicho: Ha sido plantada una enredadera sin el Padre, y puesto que no es vigorosa será desarraigada y destruida.
40. Una viña ha sido plantada fuera del Padre, pero, como no era fuerte, será erradicada y se marchitará.

La enredadera es el sueño del mundo en la Mente dormida del Hijo de Dios, del cual Dios no sabe nada ("...ha sido plantada sin el Padre"). Es por eso que muchas veces no entendemos que Dios permita que sucedan cosas tan terribles. Si bien las leyes del Cielo se ven reflejadas en el mundo, sencillamente Dios desconoce esta "realidad" y es completamente ajeno a él. Así que Él no puede hacer nada aquí, ni permitir ni prohibir ni conceder favores ni nada, porque si lo hiciera, haría del mundo algo real, y entonces sí que Dios sería infinitamente cruel, a la vez que impotente pues lucharía constantemente contra el mal sin poder vencerlo. A lo que llamamos "Dios" no es realmente Dios sino, como decía al principio, la Mente dormida del Hijo de Dios: ¡nosotros mismos!. Saber ésto no es excusa para saltarse las leyes o practicar el mal premeditadamente creyéndose uno exonerado porque este mundo, aunque sea un sueño, tiene sus propias consecuencias dentro del sueño (karma).
Por consiguiente, el mundo se manifiesta como una enredadera porque una vez te sueñas dentro de él resulta muy difícil escapar sin saber como hacerlo, pues se desarrolla como una auténtica maraña de problemas y distracciones. La buena noticia es que el sueño ocurrió en un instante y ya ha concluido, aunque ahora lo recordamos dando la impresión de que no ha acabado. Dicho de otra forma: el guión ya está escrito y su final es seguro, lo que se expresa en este dicho como "no es vigoroso" y "será desarraigado". Es la manera de explicar que el mundo no es verdad y que no tiene más consecuencias que una pesadilla de la que todos despertaremos al final.

El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo. No importa cuál sea la forma del ataque, eso sigue siendo verdad. No importa quién desempeñe el papel de enemigo y quién el de agresor, eso sigue siendo verdad. No importa cuál parezca ser la causa de cualquier dolor o sufrimiento que sientas, eso sigue siendo verdad. Pues no reaccionarías en absoluto ante las figuras de un sueño si supieses que eres tú el que lo está soñando. No importa cuán odiosas y cuán depravadas sean, no podrían tener efectos sobre ti a no ser que no te dieses cuenta de que se trata tan sólo de tu propio sueño.(T-27.VIII.10)


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