martes, 14 de diciembre de 2021

Las Lecciones del Espíritu Santo


Introducción

Un Curso de Milagros (UCdM) es un curso de entrenamiento mental para ayudarte a encontrar la verdad que un día, tiempo atrás, perdiste de vista. El tema de hoy, apartado V del capítulo 6 del libro de texto, se titula “Las Lecciones del ES”. La palabra “lección” implica que hay algo que aprender. ¿Y qué es ese algo? Un nuevo sistema de pensamiento: el sistema de pensamiento de la mente recta o ES. ¿Por qué tienes que aprenderlo? Porque lo olvidaste para enseñarte mal a ti mism@. Ahora usas el sistema de pensamiento del ego o mente errónea, que te mantiene atrapado en la ilusión y en el mundo, en el miedo y en el dolor. El propósito de aprender las lecciones del ES es, por lo tanto, que puedas escapar de la ilusión y de las consecuencias que te provoca creer en ella, para terminar regresando a tu estado de consciencia de unidad con Dios o de Amor. Dicho así de pronto quizás te resulte utópico, puede que inconcebible, quizás inalcanzable, o puede incluso que te produzca miedo, pero es la máxima meta a la que puede aspirar cualquier “persona” comprometida con la verdad.


"No necesito nada más que la verdad” (L-251)


Voy a tratar de ir rápido y simplificar la parte metafísica que necesitas conocer antes de adentrarme de lleno en el tema de hoy. Cuando se abrevia es inevitable cometer algunas incorrecciones por lo que espero, si conoces el curso en más profundidad, que tengas a bien perdonar las faltas de precisión que cometa.

El ego o la mente errónea es el sistema de pensamiento que fabricó el Hijo de Dios una vez creyó haberse separado de Dios, y puesto a tomar una serie de decisiones apoyadas en el miedo y la culpa que, antes de arreglar su situación, lo que hizo fue complicarla y llevarlo a la situación actual de ensoñación. El ego se convirtió así en un sistema de pensamiento ilusorio creando una división igualmente ilusoria en la Mente del Hijo, lo que quiere decir que, en realidad es falso, no existe, aunque nosotros lo experimentemos como totalmente real. Eso se debe a que pensamos desde dentro de ese sistema de pensamiento y nos confundimos con él. Estamos literalmente atrapados por él.

Paralelamente a la fabricación de ese sistema de pensamiento erróneo, el Padre no nos dejó desamparados, y una parte de nuestra mente aún conserva su estado original, la mente recta o ES, que es nuestro nexo de unión con Él aquí dentro de la ilusión, pero el cual está opacado por los pensamientos falsos de la mente errónea o ego.

El retorno a la Unidad requiere que abandonemos el sistema de pensamiento del ego para ser reemplazado por completo por el de la mente recta, un proceso que requiere la ayuda del ES, ya que nosotros solos no podemos; puedes deducir que porque tratar de escapar de la ilusión apoyándonos solamente en el pensamiento ilusorio del ego nos llevaría a perdernos aún más en la ilusión. Por tal motivo, escapar de ella requiere aprender a escuchar al ES y las lecciones que nos tiene que enseñar para ir deshaciendo poco a poco la mentalidad errónea del ego.

Ocean - Imagen de pen_ash en Pixabay


Las diferencias esenciales

Una de las diferencias esenciales entre el pensamiento del ego y del ES es el enfoque. Mientras el ego hace uso, con demasiada frecuencia, de la negación, el enfoque del ES es siempre positivo. El ES no limita, no prohíbe, no lleva cuenta de tus errores, no mete miedo ni amenaza ni te hace sentir culpable, y nunca te dirá lo que tienes que evitar ni lo que no tienes que hacer (no impone), sino que se enfocará en lo que sí puedes hacer para escapar del daño y ser feliz.


Un buen maestro enseña mediante un enfoque positivo, no mediante uno negativo. (T-6.V.3.1)


Una segunda diferencia es que, el ego analiza los grados de irrealidad para perderse en ellos elucubrando entre una multitud de alternativas o soluciones, en las que se enreda para entrar en un bucle del que le resulta difícil salir. P.e. piensa, ésto es mejor o peor, más o menos grave, más o menos erróneo, más o menos cierto, más o menos valioso, más o menos difícil, etc. El ES, sin embargo, solo distingue entre lo irreal y lo real, lo que es falso o verdadero, punto. Es por eso que para el ES resulta igual de fácil corregir todos los errores del ego, se traten de los que se traten.


Para el Espíritu Santo no hay grados de dificultad en los milagros (T-6.V.A.4.1)


Una tercera diferencia entre el ego y el ES es acerca de la capacidad de comunicación. El ego no comunica nada mientras el ES lo comunica todo. ¿Cómo es ésto? Si te resulta un tanto difícil de comprender es porque estás confundido acerca del verdadero significado de la comunicación. Voy a tratar de explicártelo.

El ego se vale siempre del miedo (encubierto o no), lo cual es una forma de ataque que cierra la comunicación. Los estados que produce el ego no son reales, pero no se puede comunicar lo que es falso ya que no existe, aunque a priori no es esa la percepción que todos tenemos y es por lo que quizás muchos no lo entiendan; pero recuerda que estamos hablando de lo que es real. Dicho de otra manera: las fantasías del ego no pueden escapar de la ilusión por lo que no van a ninguna parte.

Por la razón contraria, el ES sí comunica, y comunica solo aquello que puede darle a todos porque es real. ¿Qué es lo que es real y común en todos? El ser. El resultado de Su comunicación, de sus mensajes, es el estado de conocimiento o re-conocimiento del estado de ser.


El Espíritu Santo, que nos conduce a Dios, transforma la comunicación en el estado de ser, de la misma manera en que en última instancia, transforma la percepción en conocimiento. (T-6.V.A.5.1)


Resumiendo, la mente errónea se caracteriza por:

- Su enfoque negativo.

- Se complica haciendo hincapié en los grados conque se manifiesta lo que es ilusorio. Son los llamados errores de nivel, en los que se confunde y se pierde.

- No comunica nada real a nadie. Usa el pensamiento limitante o hermético del miedo, de la intimidación, de la culpa... el cual es todo falso consiguiendo hacernos sentir aislados dentro de un cuerpo con el cual nos identificamos.

- Por las características anteriores, se percibe como conflictiva ya que sus sistema de pensamiento te aleja de la paz.

La mente recta o ES se caracteriza por:

- Su enfoque positivo

- Su simplicidad. No se complica y simplemente diferencia entre lo que es ilusorio y lo que es verdadero.

- Comunica todo lo que es real a todos. Usa el pensamiento ilimitado y abierto (pensamiento verdadero o pensamiento de Dios) que te identifica con tu espíritu.

- Por las características anteriores, se percibe como serena. Su sistema de pensamiento te produce paz y dicha.

La tercera característica de la mentalidad recta abre paso a la primera lección. Vamos con ella.


1ª Lección: “Para poder tener, da todo a todos”

El aprendizaje de esta primera lección abre paso en tu mente a una fase de puro conflicto, pero esto no te debe de intimidar. Miralo como un paso necesario para alcanzar algo mejor.

Pero ¿A qué se refiere esta primera lección con “poder tener”? Si lees atentamente los dos primeros párrafos de este apartado del Curso te darás cuenta que están dedicados a descalificar la importancia del cuerpo hasta declararlo inexistente. Dice:


El cuerpo es el símbolo de lo que crees ser (T-6.V.A.2.2)


El ego, identificado con el cuerpo, es puramente materialista. Piensa que si da todo se queda sin nada, y tiene razón visto desde su perspectiva.

Recuerda que, como de lo que estamos hablando es de sustituir un sistema de pensamiento por otro, lo que nos concierne aquí es exclusivamente mental, pues esta lección se refiere al pensamiento como causa, aunque luego están sus efectos concretizados en la forma, lo cual es secundario. Lo físico, que es una imagen de lo mental, no deja de ser un “fogonazo” que con la misma velocidad que surge desaparece; un símbolo, como dice el Curso acerca del cuerpo.

Pero regresando a lo mental y a la pregunta que nos hacíamos arriba, ¿qué vamos a poder tener dando todo a todos?. Lo que vamos a poder tener es el sistema de pensamiento de la mente recta.


El Espíritu Santo te dice siempre que sólo la mente es real porque es lo único que se puede compartir. (T-6.V.A.3.2)


A ti te corresponde iniciar el proceso de aprendizaje, pues es tu entera responsabilidad. No esperes que sea fácil. Como principiante mezclarás ambos sistemas continuamente durante un periodo más o menos largo de tiempo que durará lo que tenga que durar. Ello te producirá desasosiego en muchas ocasiones como poco, pero eso no debe desanimarte. El problema no es tanto el conflicto mismo sino que por prolongarse demasiado, te estanques y termines aceptándolo como normal. Si eso pasara, no debes de dejar de pedir ayuda y el Curso dice que se te facilitará.


Puesto que han dado el primer paso, no obstante, se les prestará ayuda. Pues una vez que hayan elegido lo que no pueden completar solos, ya no estarán solos. (T-6.V.A.6.8-9)


Entonces, para poder obtener los beneficios del sistema de pensamiento del ES, tenemos que darlo o extenderlo a todos, sin excepción. Si excluyes a alguien no obtendrás sus beneficios. Eso quiere decir que si, por ejemplo, bendices a todos excepto a quien tú ya sabes por que te hizo aquella faena tan fea que no le perdonarás jamás, entonces tienes un problema. Estarás en contradicción y necesariamente en conflicto.


2ª Lección : “Para tener paz, enseña paz para así aprender lo que es”

El aprendizaje de esta segunda lección abre paso en tu mente a la fase de lo que es más deseable, de los grados de dificultad y del progreso intermitente. Veamos por qué.

Dios no puede estar en nada que no sea similar a Él. De hecho, todo es Él. Sólo lo irreal e ilusorio permanece ajeno a Dios por ser un producto de la mente errónea o mente ego, la cual tampoco existe si no como una alucinación. Sólo Dios Es, pues Es Lo Único que Existe y no existe nada fuera de Él. Por ello, Dios desconoce este mundo y nada tiene que ver con él y con lo que en él sucede pues Dios sólo puede estar donde Su Paz Es la condición reinante, y el pensamiento de la mente recta (ES) goza precisamente de esa paz. Es por eso también que el ES observa el mundo reconociéndolo como la ilusión que es, y no actúa en él tratando de llevar la verdad a lo que es falso; antes bien, lo que hace con su juicio es llevar lo ilusorio ante la verdad para corregir los errores de pensamiento del ego y des-hacerlo a través de los milagros (milagro=corrección).

Regresar a la Unicidad con Dios requiere que alcancemos el estado de paz y dicha constante que proporciona la mente recta, lo cual se puede lograr cuando compartes este sistema de pensamiento con todos, sin ningún tipo de restricción, pues lo integras y lo haces enteramente tuyo. Lo anterior quiere decir que tu paz no puede estar condicionada por lo que hagan o dejen de hacer los demás. Si tu paz se quiebra, no es aún el tipo de paz de la que estamos hablando.

Por eso esta lección reza que para tener paz hay que enseñarla, que no es tanto enseñar como alcanzarla sino a dar ejemplo estando uno mismo en paz, sean cuales sean tus circunstancias.


Eres lo que enseñas (...). (T-6.V.B.1.4)


La verdadera paz no depende de ninguna condición externa a ti, ni de conseguir estar sol@ o sólo en presencia de determinado tipo de personas que no te alteren. Lo anterior sería depender de un estado “más deseable” sujeto a “grados de dificultad” que la vida no siempre pondrá a tu disposición todo el tiempo, lo que hace que tu progreso hacia la paz se manifieste de manera “intermitente”. Por ello tienes que aprender a aceptar toda circunstancia y a toda persona tal como son, que no quiere decir que tengas que convivir por siempre en las condiciones y con las personas que no te gustan. La forma de sentir del ego es que cuando las cosas no se desenvuelven como desearías o no estás rodeado de las personas que quieres, no estás en paz.

El sistema de pensamiento del ego y del ES son auto-excluyentes siempre y en todo momento, y aquel que no usas se debilita en favor de aquel que estás utilizando. La mejor manera, pues, de asegurarte que estas enseñando paz es utilizar el pensamiento de la mente recta extendiendo su uso a toda situación y con todo el mundo sin excepción, de manera natural y sin forzar nada.


(...) cuando no compartes un sistema de pensamiento, lo debilitas. (T-6.V.B.1.7)



3ª lección : “Mantente alerta solo en favor de Dios y de Su Reino”

El aprendizaje de esta tercera lección abre paso en tu mente a la fase de los constantes cambios de ánimo antes de que se produzca el cambio fundamental. Ahora verás por qué.

Mantenerse alerta implica que existe algo contra lo que tienes que mantenerte vigilante. Aquí no valen los niveles, los grados de dificultad, ni el estar más o menos alerta de la segunda lección. Ese algo contra lo que se te pide que estés alerta no es otra cosa que tu viejo sistema de pensamiento y los conflictos derivados de su manera de pensar. Se trata de la consciencia vs. el caos, del todo de la verdad vs. la nada de la ilusión. Tu atención permite que el juicio del ES entre a jugar un papel fundamental en tu mente separando lo falso de lo verdadero, cosa que no puedes hacer si andas dormido o distraído. El ES actúa como un auténtico filtro selectivo con vistas a reforzar tu mente recta y unificada propiciando tu estado de dicha. Pero lo que es rechazado por el ES es aceptado por el ego, ya que Aquel es el opuesto de éste, y el ego, identificado con el cuerpo, se mantiene aferrado a sus creencias y a los juicios que te provocan caos mental, problemas y constantes cambios de ánimo. Así que cuando el ES juzgue en su contra, el ego vendrá a enredarte con sus reflexiones y a desanimarte. Al principio el estado de alerta que nos ocupa lo experimentarás con cierta tensión al parecerte que tienes que estar eligiendo entre el ES o el ego, hasta que un día descubres que tu nuevo sistema de pensamiento se ha asentado y que ya no tienes que elegirlo en absoluto. Tu mente recta habrá tomado la delantera a tu mente errónea, y habrás dado el paso hacia el cambio fundamental, por lo que podrás relajarte.


Resumen

Cada lección es una prolongación o desarrollo de la anterior; la segunda de la primera y la tercera de la segunda.

La primera lección que necesitas aprender para poner en marcha el proceso de inversión del pensamiento del ego al pensamiento del ES consiste en el des-hacimiento del concepto “obtener”. Para el ego “obtener” y “ser” son diferentes. Para el ES “obtener” es lo mismo que “ser”. Aquí parece existir una contradicción y por ello esta lección es la más difícil de aprender debido a la resistencia del ego, quien solo sospecha de la idea y la percibe como un auténtico disparate. Pero hasta que no aceptes plenamente la verdad del ES abandonando la verdad del ego, no cesará tu conflicto. Esa aceptación llega cuando pones en práctica la segunda lección.

La segunda lección dice que enseñes paz siendo tú mismo esa paz, y es así que la obtienes. De esta manera “ser” y “obtener” se funden en una misma cosa. Esta lección es una afirmación de lo que deseas con más o menos intensidad, por lo que aún falta la consistencia suficiente para poder consolidarse como algo estable y duradero. Es por lo que, mientra llega esa estabilidad, que nuestra mente aún pelea consigo misma avanzando de manera intermitente al creer en los grados de dificultad que causa la percepción errónea, la cual hay que dejar atrás.

Necesitamos alcanzar un estado de paz constante y duradero para lo que el proceso de inversión del pensamiento tiene que ser total para que sea efectivo. Esto sólo se puede conseguir estando alerta en favor de Dios y de Su Reino, consiguiendo abrir paso a lo que el Curso llama el mundo feliz. Es entonces que Dios podrá dar el último paso y rescatarnos.


El símil de regresar al mar (o aprender a nadar)

Dicen que la primera célula viva en el planeta Tierra apareció en el mar, y que luego de volverse una forma de vida más compleja se trasladó a tierra firme en un proceso evolutivo que duró millones de años. Imagina que la tierra es el sueño del mundo y que tú eres una de esas formas de vida compleja, un humano, que después de transitar durante una edad geológica por tierra firma, ya te has cansado de vagar, pasar penalidades, y quieres regresar de nuevo al océano, a tu origen (el Cielo o tu estado de Unicididad con Dios). Si lo anterior te resulta muy trascendente, imagina mejor que simplemente deseas aprender a nadar.

Water – Imagen de Esther Merbt en Pixabay

Lo primero que haces es desvestirte o aligerar tu ropa. La dejas en la orilla y te metes en el agua por propia iniciativa, porque así lo deseas y lo has decidido. Esto es el equivalente a la primera ley del ES. Si “para poder tener, tienes que dar todo a todos”, para poder aprender a nadar tienes que meterte por entero en el agua. Las vestiduras son simbólicamente todo lo que concierne al ego, nuestras creencias, lo que nos confiere nuestra apariencia y personalidad. Pero no te desnudas y te zambulles de cabeza de una vez. Tu desconfianza hace que te metas poco a poco y con algo de ropa, primero hasta los tobillos, luego hasta la rodillas, después hasta la cintura, le sigue el pecho y nunca más del cuello porque quieres conservar la cabeza con la vista en tierra, no te vayan a robar la ropa que has dejado en la orilla. ¿¡cómo si no ibas a poder regresar luego afuera!? En tu primer baño sólo estás probando el agua y quieres mantenerte seguro de tu regreso. Eres un principiante, un aprendiz a nadador espiritual. Quisieras zambullirte hasta lo más profundo pero no lo has hecho nunca y te da miedo. No sabes nadar. Además desconoces la profundidad del agua, sus peligros, y no quieres perder tu vida terrenal a la que le tienes gran apego. Así que resulta que tu situación es conflictiva porque te debates entre el deseo de nadar libremente en el mar y el de seguir conservando tu vida en la tierra. Por eso no dejas de tocar el fondo con los pies o de asirte a alguna rama o roca para sentirte seguro mientras estas en el agua.

Boy - Imagen de DanaTentis en Pixabay

Llegamos a la segunda lección que dice “para tener paz, enseñas paz para así aprender lo que es”, cuyo equivalente es “para aprender a nadar haces como que nadas para aprender lo que es”. Enseñar no quiere decir que enseñes a otros que están metidos en el agua contigo, o que te están mirando desde la orilla. ¿Cómo ibas a enseñarles si tu mismo no sabes nadar aún? Pues aún así puedes enseñarles aunque sean las ganas que tú tienes de hacerlo. Este es el caso de muchos facilitadores del Curso. Puedes ponerte en ridículo e incluso ahogarte pero muchos son autodidactas y tan habilidosos que terminan aprendiendo y enseñando de verdad. Son valientes y se dejan llevar por el deseo de aprender ellos mismos antes que dejarse llevar por los prejuicios. Así que te vas animando y de un “saltito” sumerges la cabeza para salir de seguida a respirar. Lo vuelves a hacer pero esta vez un poco más largo; y así, a base de ir probando y probando consigues dar alguna brazada y sostenerte unos segundos sobre el agua sin poner los pies en el fondo ni agarrarte a nada. Algún susto te llevas, eso sí, pero es normal. Recuerda que esta segunda lección se manifiesta como la fase de los grados de dificultad, de lo que es más deseable (nadar a guardar la ropa), lo que produce un progreso intermitente.

Dive - I magen de TeeFarm en Pixabay

Y llegamos a la tercera lección que dice “Mantente alerta solo en favor de Dios y de Su Reino”. El equivalente en nuestro símil es “mantente alerta solo en favor del mar y de nadar”. Ya consigues mantenerte a flote por un largo rato, si bien de manera torpe y no sin tragar agua de vez en cuando. Hasta ahora tenias un ojo puesto en el agua y otro en la orilla, de la que no apartabas tu atención preocupado por tus pertenencias y por lo que piensen los demás. Pero tu progreso y el deseo de perfeccionarte hace que ahora te concentres más en lo que estás haciendo y empiezas a disfrutar realmente de tu baño, aunque no sin cambios de ánimo. Puede que por momentos te sientas tentado de salir del agua porque esperabas nadar 100 mts en 15 segundos pero has hecho 16, o porque te da un calambre, o quizás echas de menos a alguien en tierra firme, pero tan pronto piensas una cosa piensas la contraria animado por tu progreso. Al fin y al cabo no tienes que batir los records de Michael Phelps, te has aclimatado mejor que al tiempo cambiante de afuera y tu decisión ya es irrevocable, aunque eso suponga separarte de tus pertenencias y/o de alguien definitivamente.

Mermaid - Imagen de Sergei Tokmakov Terms.Law en Pixabay

Así llega un momento en que dejas de aprender lecciones y te vuelves un nadador consumado. No tienes que nadar más rápido ni tener más resistencia que nadie. Existen muchos tipos de peces en el mar y tú te has vuelto uno más de ellos, un solo ser con el océano, una especie de siren@. Te has adaptado tan bien que finalmente decides quedarte a vivir ahí y te olvidas por completo de tu antigua vida en la tierra. Entonces te adentras aguas adentro y te sumerges en las profundidades.


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