miércoles, 23 de agosto de 2017

Como descubrí que el tiempo no existe

El tiempo es una construcción mental y por tanto, relativo, lo que quiere decir que realmente ¡No existe! Lo que cambia no existe ni es real. Evidentemente estoy hablando a nivel de Verdad Absoluta. Nadie va a negar que el reloj no corre en esta dimensión.

Esto es un hecho verídico que me ocurrió personalmente. Una vez que soñaba que estaba en lo alto de un montón de arena y de pronto se rompió y la arena empezó a deslizarse por un lateral mientras yo empezaba a descender. Toda esta escena tuvo un desarrollo en el tiempo de varios segundos, quizás 20 o 30, hasta que por fin caí del todo y sentí un fuerte golpe al despertar en el suelo ¡Me había caído de la cama! Si, es verdad, pero ¿cuánto tarda uno en caer de una cama de 60 cm de altura? No más de un segundo. Os dejo este vídeo donde se habla del tiempo y reflexiones. No esperéis a caeros de la cama para descubrir que el tiempo no existe nada más que en la mente que sueña. 

Y cuando no sueñas, cuando estás en estado de Presencia, sólo existe el eterno Ahora. 

Os comparto un enlace de un vídeo en YouTube de Susana Ortiz donde habla del tema


Su sitio, muy recomendable para los estudiantes de UCdM es: 



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viernes, 18 de agosto de 2017

Los rostros de Facebook...

... y lo que suscitan cuando los miras, pero no todos se atreven a contar:

  • Amiguísim@s de toda la vida o buen@s amig@s → Los invito a Facebook inmediatamente. La mayoría de ell@s los hice cuando estaba en el colegio o el instituto pero ahora vivimos distanciados. Les puedo contar todo si lo necesito porque sabes que no te juzgan (severamente) y que te quieren como eres. El reencuentro con ell@s es siempre motivo de alegría y celebración, sobre todo si hay unas cervecitas o una comida por medio. 
  • Amig@s-Familiares / Pareja → No es bueno que toda la familia sepa lo que hago, así que a un@s los invito y a los otr@s no, no vaya a ser que empiecen a meterse en mi vida. Por eso no es de extrañar que si invitas a alguno a ser tu amigo y no responde, sea precisamente un familiar o uno de tus amiguísim@s. Tranquil@, no sufras. Es su problema. Ell@s siempre saben lo que me conviene (¡Ay Señor! La familia y los trastos viejos, cuanto más lejos, mejoooor)
  • Amig@s (a secas) –> Les tengo más o menos confianza y cariño pero quizás no he compartido suficientes experiencias con ell@s como para crear un vínculo tan fuerte como con otros amigos. Si fuera así... ¿por qué no me invitan ell@s a ser su amigo? Es sospechoso ¿verdad? ¡Uuuuhm! (Groan...)
  • Amig@s que se fueron → No los volveré a ver más pero los recuerdo con nostalgia y sus sitios aún permanecen en Facebook. Te ayudan a recordar que la vida es pasajera y que debes aprovechar el momento. También que hay un sentido oculto en la vida por descubrir, más allá de todas las preocupaciones mundanas. (Espero volverlos a ver algún día en el otro lado)
  • Amig@s compañer@s de trabajo y/o estudio → ¡Jó! no dejan de ser la competencia. Mejor no intimidar demasiado por si los tengo que criticar a sus espaldas para quitarles un cliente. Bromas aparte, con nadie más se pone mejor a prueba nuestra nuestro sentido de merecimiento y la envidia. Son el espejo donde no queremos mirarnos porque da miedo de ver nuestras carencias sociales y nuestra competitividad, y a nadie nos gusta compararnos. (¡Qué suerte tienen los cabrones! Seguro tienen enchufes)
  • Amig@s que han dejado de ser amigos → Una vez me hicieron una putada...¡Que les den! (Señor, ayúdame a perdonarl@s)
  • Amig@s-Conocid@s → Han pasado por mi vida rozándome, desarrollando papeles secundarios. Son los amig@s de mis amig@s (Por mucho que digan por ahí, los amigos de mis amigos siguen siendo son suuuus amigos)
  • Amig@s-Indesead@s → O son pesad@s ó torpes ó pobres ó tont@s ó vag@s ó siempre están pidiendo favores ó pidiendo prestado ó lo que sea que no me gusta tener que cargar en mi vida, así que simplemente hago como que no me acuerdo de ell@s, pero los tengo muy presentes. Son grandes lecciones en mi vida. (¡Dios dame paciencia!)
  • Amigos-Olvidados → (¡Hostias!)
  • Ex y sus familiares → Son las personas tabú de las que mejor ni hablamos porque siempre hay miedo de que me vayan a despertar viejas heridas. Con el tiempo se pueden convertir en auténticos fantasmas si no los aireo ó quien sabe si terminen volviéndose amiguísim@s. (¡Vaya! no quiero cruzármel@, pero... y si sí)
  • Amores Platónicos → Me moriré preguntándome que hubiera pasado si... Quizás Facebook pueda ser la vía para contactarlos brindándome una oportunidad. Los visito en secreto tratando de averiguar qué es de sus vidas. (¡Cóño que fe@ se ha puesto!)
  • TCMS (Tu cara me suena) → Una subdivisión de los Amigos-Olvidados. Estos los ves y piensas: “No sé donde te he visto y no puedo acordarme”, (Me falla la memoria ¡¿Será que me estaré volviendo viejo?!)
  • Interesantes → Son los que ves en Facebook y piensas: “A ést@ lo invitaría pero si pongo demasiados amigos guap@s, ric@s, importantes, gente cool, etc. el resto va a sospechar que soy un interesado, un friki...” Y entonces invitas a dos o tres a lo sumo, disimuladamente... (Señor, líbrame de la necesidad de sentirme especial)
  • No sé quien eres ni me importas → Por lo mismo del anterior epígrafe, no parecen aportar nada (¡El siguieeeeeente!)


La mente es imaginativa, ingeniosa, pero nada sabia. Funciona como esa escena de la película final de Harry Potter en la que Harry escala una cámara del tesoro de los elfos buscando un horrocrux: lo que toca lo multiplica y todo lo va llenando hasta asfixiar. 

- ¡Estate quieto! No toques nada - grita Hermione, una "jartá" más lista (¡las chicas lo son!).

Luego que fragmenta y multiplica, la mente compara, evalúa, se refocila haciendo chistes más o buenos malos a costa de "lo otro o de los demás" para aliviar ese sofoco que ella misma ha causado. La parte de la mente más seria reza sin resultado: 

- Señor, si voy a dedicarme a juzgar en base a las apariencias, mejor dame otras cosas más provechosas que hacer que utilizar Facebook para perder mi tiempo. 

Menos mal los pensamientos no son nada, no son la realidad, no son la verdad, pero los seguimos y los creemos hasta las últimas consecuencias, y de ahí viene todo el sufrimiento humano. Así que si dejas la mente quieta, si dejas de tocar cosas con tus pensamientos, aliviarás muchas penas innecesarias. Ahora entiendo aquello que me decían mis padres cuando adolescente iba buscando novias: 

- Niño, haz lo que quieras pero la "pichica" déjala quieta.

¡Qué sabiduría tan impresionante detrás de un consejo tan aparentemente ordinario! Pues con la mente igual. Y es que la quietud ha sido siempre menospreciada por el ego, infravalorada y confundida con la vagancia, la ineptitud y la irresolución. ¿Has detenido alguna vez tu pensamiento? ¿Has disfrutado de tu Presencia silenciosa? ¿Has observado que todo es una extensión de ti mismo? Entonces.... ¡No hay nadie más! Todos esos rostros son una parte de ti mism@. Facebook es un fabuloso laboratorio de auto-exploración... aunque sigo prefiriendo el cálido contacto físico. Por cierto, ahora que ya me quité ciertas preocupaciones puedo decir sin miedo:

- Querida, vete desvistiendo y espérame en la habitación que ya he acabado este artículo 

Y luego me sonrío mientras practico tantra y me acuerdo de lo que me decían mis padres.

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Pdta: dedicado a todos mis amig@s, estén o no en Facebook. Si aún no constas como tal en mi sitio y te consideras, no dudes en invitarme.





miércoles, 16 de agosto de 2017

Especialismo, Culpa y comunicación con el Espíritu Santo

Puede que muchas veces te hayas quejado de que te resulta imposible comunicarte con el E.S. ¿No has pensado que el problema es tuyo, que simplemente no estabas en las condiciones adecuadas para hacerlo? Lee el siguiente chiste (para reflexionar).

Estaba Pepe meditando en mitad de la noche cuando de pronto escucha una voz solemne que le dice: 

- Pepe, amado Hijo, Soy el Espíritu Santo. Me revelo a ti para pedirte el favor de que abandones tu grupo de estudio del Curso de Milagros, pues con tus chistes y tus continuas intervenciones, estás confundiéndolo y retrasando a la gente. ¿lo has entendido bien? 

- Sss...sí, sí, claro

- NO SIENTAS CULPA ALGUNA pues es lo destinado en el plan de salvación, el cual va retrasado y existe cierta urgencia en acelerar el fin de los días. Así que despídete mañana mismo de él. CONFÍA en mí pues tu tienes asegurado tu propio camino. Te amo.

Al día siguiente Pepe se pone en contacto con su grupo a través del WhatsApp:

- Queridos, os tengo dos noticias. Una buena y otra mala. ¿Cuál queréis que os diga primero?

- Primero la buena - le contestan.

- Bien. La buena es que el Espíritu Santo me habló (¡a mí!) anoche.

- ¡Oooooh! ¡Qué emocionante! ¿Qué te dijo? ¡Cuéntanos!

- Esa es la malaaa. Me dijo: "Ese grupo de gente que hace como que estudia el Curso de Milagros no te conviene, te están confundiendo y retrasando. Ya estás tardando en salir de él". 


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sábado, 12 de agosto de 2017

Por Encima del Bien y del Mal

No, no voy a hablar del libro homónimo de Friedrich Nietzche. Ni siquiera lo he leído, así que no puedo comentarlo, pero en una conversación familiar uno de nosotros mencionó esta coletilla sin saber a ciencia cierta lo que significaba, y heme aquí. 

Para la gran mayoría "estar por encima del bien y del mal" parece tener una connotación negativa. Eso es porque desde temprano se nos ha dicho hasta la saciedad que lo importante es que seamos buenas personas, y que por ser buenos, la vida y Dios mismo nos recompensarán. Sin embargo, con el tiempo, nos van ocurriendo experiencias que parecen afirmar lo contrario al tiempo que escuchamos que ser bueno es ser tonto, y que si no eres malo, la vida misma te comerá. Así que, víctimas de la contrariedad, llegamos a un punto en que comenzamos a creer en la injusticia, ya que los buenos terminamos pagando las faltas de los malos. "Estar por encima del bien y del mal" se convierte de esta manera en una expresión de impotencia conteniendo la queja de los que se creen víctimas hacia sus verdugos, supuestamente las personas malas, caraduras sinvergüenzas, prepotentes, poderosas o de fuerte personalidad, las cuales se elevan por encima de la masa, la moral y/o la justicia para capotear fácilmente los envistes de la vida. De lo que no nos damos cuenta es de que el juicio, la culpa y el resentimiento, el ataque y la defensa son todos estrategias del mundo para mantenernos atrapados en esas caracterizaciones.

Para mí esta frase, sin embargo, tiene una connotación positiva e importante al concedernos una pista para escapar de la prisión que esos mismos personajes se han creído, y me explico. El Universo es dual y el bien y el mal son dos de sus extremos en su multitud de formas de expresión. Luz y oscuridad, placer y dolor, amor y odio, abundancia y escasez, culpa y perdón, etc. son otros ejemplos. Así que cuando hablo de estar por encima del bien y del mal no me refiero a estar poseído por la malicia, el orgullo, la prepotencia o la ambición del ego. Para mí estar por encima del bien y del mal en un estado de no juicio que trasciende la dualidad; es disfrutar del estado de SER, el cual te libera de las limitaciones mentales que impone el mundo. Entonces te elevas hasta Dios, lo que es bien diferente de creerte un dios. Así que no es prepotencia, no es tener mucha personalidad, no es ser muy orgulloso, sino ser humilde en la consciencia de saberte Hijo de Dios, igual a todos, ni mejor ni peor que nadie. Ese estado también lo describiría como de perdón, compasión, aceptación o iluminación. En ese estado, bien y mal dejan de tener importancia y ya no luchas a favor o en contra de ellos porque no tienes que defender ninguna postura en particular, aceptas lo que es y lo que te depara la vida fluyendo con ella sabiendo que todo es transitorio, un sueño que no puede afectar a la verdad de lo que Eres. En ese estado y en cualquier situación entonces dices y haces lo que tienes que hacer con sabiduría, no embistiendo; con sencillez, no con altanería y complicaciones vanas; con honestidad, no con malicia; con amor y confianza en beneficio de todos por igual, no con temor. 



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domingo, 6 de agosto de 2017

El Manicomio de los Milagros

Un Curso de Milagros me recuerda un chiste muy viejo que todavía circula por ahí, así que este artículo no es mérito totalmente mío. Es un tipo que conduce por una ciudad y de pronto se le sale una rueda. Había ido perdiendo los tornillos de sujeción poco a poco, y al caer el último el coche se le va a empotrar al lado del manicomio municipal. Así que se baja, recupera la rueda que había salido 100 metros rodando, y se pone a buscar los tornillos por todos sitios. Nada de nada. Tampoco hay quien le ayude, cada cual va a su rollo. El tipo quería irse de allí porque parecía una ciudad muy hostil, peligrosa, y estaba asustado. Realmente se sentía atrapado, perdido, no sabía qué demonios hacer, cómo salir de aquella situación y hacía aspavientos de todo tipo muy nervioso. De repente asoma uno de los locos del manicomio por una ventana con una sonrisa de felicidad tan enorme que hasta parecía sospechosa, se le queda observando atentamente y le dice:

- No te preocupas hombre. Lo tuyo tiene arreglo. Deja de buscar afuera y utiliza tu mente. Razona un momento...


- ¡¿Cómo?! - dice nuestro protagonista a la defensiva.

- Sí, es muy fácil – replica el loco - Sólo necesitas tranquilizarte y tener un poco de paciencia. Tienes que quitar un tornillo de cada una de las otras tres ruedas, y los vuelves a colocar en la que se te ha caído. Puede que me llamen loco y me tomen por tal, pero estoy muy cuerdo, muy despierto. Hazme caso. 

Explicación:
  • La ciudad es el mundo en que vivimos.
  • El protagonista es cualquiera de nosotros que se encarna en el mundo. Llega aquí en su auto que representa todos sus sueños e inmediatamente se rompe, empiezan sus problemas. Se queda atrapado en una pesadilla.
  • El manicomio y el loco representan respectivamente UCdM y la voz del Espítu Santo o la mente recta dentro de nosotros.
  • La solución de quitar tornillos de las otras ruedas para ponerlas a la que se ha caído es equiparable a practicar el libro de ejercicios entrenando la mente. Es también utilizar elementos del mismo sueño para arreglar el sueño y liberarse del mundo. Es lo que el curso denomina “perdón”.

Así que, moraleja, siempre hay una salida de la ciudad, pero tienes que cambiar tu manera de verte a ti mismo y de ver la vida para encontrarla. Que no te importe si se ríen de ti, si te llamen loco, idiota, sectario o lo que sea. No hay mayor grado de locura que la que no se reconoce en uno mismo.

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martes, 1 de agosto de 2017

Saltar al vacío

Si sientes terror o simplemente preocupación por algún aspecto de tu vida, es que aún no has saltado al vacío. Quieres vivir en la seguridad y aún te estás aferrando a algo que te ofrece ese espejismo llamado control. Cuando se salta de verdad al vacío, la sensación es bien contraria a la de miedo. Es la de seguridad y tranquilidad. Quizás no estés de acuerdo conmigo, pero así es como yo lo he vivido. El miedo te impide desprenderte de aquello a lo que te agarras tan firmemente, y ni el agotamiento ni la resignación son fuerzas suficientes para vencerlo. Tiene que haber antes un cambio de actitud interno, tu firme convencimiento. 

Así que cuando saltas a la nada es porque tu guerra interna ya ha terminado. Lo haces con confianza. No lo puedes hacer de otra manera, ni siquiera por accidente porque los accidentes no existen, ni existe la casualidad. Todo está minuciosamente planificado en un orden superior. Saltar al vacío depende de tu convencida decisión, porque así lo has decidido.

Al saltar puede que dejes atrás muchas cosas. Muchas son físicas, visibles, y otras no tanto. Así que no siempre la gente a tu alrededor puede que note algún cambio, aunque el salto ya se ha realizado. Puede que el cambio aparente ser pequeño, sutil, pero tu tienes la certeza de que tu vida ya no volverá a ser la misma. Es un punto de inflexión, sin vuelta atrás. Así que en realidad, el salto, no tiene nada que ver con cambiar las apariencias, de ambiente, de amigos, de pareja, de trabajo, etc. ¡No! Es imposible saltar al vacío cambiando sólo las formas, las cuales son sólo efectos, dejando atrás todo eso y sustituyéndolo por cosas, lugares y personas nuevas. Eso no funciona así porque la causa, tu mismo, seguirías siendo igual. Por eso el salto precisa ser primero interno, un cambio real tuyo en la manera de mirar, no sólo intencional. Así que las cosas, exteriormente pueden o no pueden cambiar, pero lo haces tú y a partir de ahí se pueden generar una serie de cambios externos que quedan fuera de tu control. El principal, como digo, es un cambio verdadero en tu manera de ver, de verte tu mismo y por extensión, de ver el mundo.

Cuando saltas, la sensación que te queda después de toda esa lucha es la de un profundo agradecimiento, una liberación ¡Por fin! La caída, más que vértigo, entonces asemeja una sensación de levitación. No hay velocidad, el mundo parece detenerse junto con el tiempo, ir a cámara lenta, y solo queda el "Ahora". 

Y en ese "Ahora" te toca empezar de nuevo pero sin planes, sin prisas, sin dudas, sin preocupación... se pierde la linealidad del tiempo que pasa a ser más una cuestión práctica, para programar actividades sin más pretensiones. Dices adiós al pasado y al futuro. El pasado se difumina como un sueño lejano y el futuro... bueno ¿a quién le importa? Aceptas la incertidumbre con emoción como nueva condición.

Ahora todo, personas y sucesos, se perciben perfectos tal como son. Empiezas a fluir con la vida al vivir en coherencia interna y nada realmente importa. Puede que de pronto te den muchas ganas de reír, de reírte de todos los miedos del pasado, de ti mismo, de la vida misma. 

Alrededor parece que todo te mira y te habla de ti mismo, porque notas tu conexión con ello. Estableces una comunicación mutua porque eres tu mismo interactuando con tu propia extensión.

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Regresar a Dios

  "Imagen satelital del río Amazonas fundiéndose con el Océano Atlántico.  Fuente: Agencia Espacial Europea (ESA), dominio público. La ...