domingo, 20 de diciembre de 2020

Virus y Vacunas

Aunque ya he dedicado un post a esta lección, los momentos por los que atraviesa la Humanidad en su conjunto son muy adecuados para recordar especialmente la lección 76 de UCdM, la cual se titula "No me gobiernan otras leyes que las de Dios". Estoy seguro que no es casualidad lo que se dice en ella.
Traspongo la lección por completo para que la leas detenidamente y pienses si no es oportuna. Verás que he remarcado una parte en negrita. Reflexiona, o mejor aún, sigue las recomendaciones que se dan a partir del párrafo 7 en adelante para practicar la lección. Seguro que te hará sentir mejor, perdiendo tu miedo y ansiedad. En las semanas y meses sucesivos, acuérdate de leer esta lección cada vez que la preocupación y el nerviosismo te vengan a merodear.
Imagen de Arek Socha en Pixabay

1. Hemos visto antes cuantas cosas absurdas te han parecido ser la salvación. Cada una de ellas te ha aprisionado con leyes tan absurdas como ellas mismas. Sin embargo, no estás aprisionado por ninguna de esas cosas. Mas para comprender que esto es cierto, primero te tienes que dar cuenta de que la salvación no se encuentra en ninguna de ellas. Mientras la busques en cosas que no tienen sentido te atarás a ti mismo a leyes que tampoco tienen sentido. Y de esta manera, tratarás de probar que la salvación está donde no está.
2. Hoy nos alegraremos de que no puedas probarlo. Pues si pudieses, buscarías la salvación eternamente donde no está, y jamás la hallarías. La idea de hoy te repite una vez más cuán simple es la salvación. Búscala allí donde te espera y allí la hallarás. No la busques en ninguna otra parte, pues no está en ninguna otra parte.
3. Piensa en la liberación que te brinda el reconocimiento de que no estás atado a las extrañas y enrevesadas leyes que has promulgado para que te salven. Crees realmente que te morirías de hambre a menos que tengas fajos de tiras de papel moneda y montones de discos de metal. Crees realmente que una pequeña píldora que te tomes o que cierto fluido inyectado en tus venas con una fina aguja te resguardará de las enfermedades y de la muerte. Crees realmente que estás solo a no ser que otro cuerpo esté contigo.
4. La demencia es la que piensa estas cosas. Tú las llamas leyes y las anotas bajo diferentes nombres en un extenso catálogo de rituales que no sirven para nada ni tienen ningún propósito. Crees que debes obedecer las "leyes" de la medicina, de la economía y de la salud. Protege el cuerpo y te salvarás.
5. Eso no son leyes, sino locura. El cuerpo se ve amenazado por la mente que se hace daño a sí misma. El cuerpo sufre sólo para que la mente no pueda darse cuenta de que es la víctima de sí misma. El sufrimiento corporal es una máscara de la que la mente se vale para ocultar lo que realmente sufre. No quiere entender que es su propia enemiga; que se ataca a sí misma y que quiere morir. De esto es de lo que tus "leyes" quieren salvar al cuerpo. Para esto es para lo que crees ser un cuerpo.
6. No hay más leyes que las de Dios. Esto necesita repetirse una y otra vez hasta que te des cuenta de que es aplicable a todo lo que has hecho en oposición a la Voluntad de Dios. Tu magia no tiene sentido. Lo que pretende salvar no existe. Únicamente lo que pretende ocultar te salvará.
7. Las leyes de Dios jamás pueden ser reemplazadas. Dedicaremos el día de hoy a regocijarnos de que así sea. No es ésta una verdad que queramos seguir ocultando. En lugar de ello nos daremos cuenta de que es una verdad que nos mantiene libres para siempre. La magia aprisiona, pero las leyes de Dios liberan. La luz ha llegado porque no hay más leyes que las de Él. 
8. Comenzaremos hoy las sesiones de práctica más largas con un breve repaso de las diferentes clases de "leyes" que hemos creído necesario acatar. Éstas incluyen, por ejemplo, las "leyes" de la nutrición, de la inmunización, de los medicamentos y de la protección del cuerpo en las innumerables maneras en que ésta se lleva a cabo. Crees también en las "leyes" de la amistad, de las "buenas" relaciones y de la reciprocidad. Puede que hasta incluso creas que hay leyes que regulan lo que es de Dios y lo que es tuyo. Muchas "religiones" se han basado en eso. Dichas religiones no salvan, sino que condenan en nombre del Cielo. En cualquier caso, sus leyes no son más extrañas que otras "leyes" que tú crees que debes obedecer para estar a salvo.
9. No hay más leyes que las de Dios. Deshecha hoy todas tus insensatas creencias mágicas y mantén la mente en un estado de silenciosa preparación para escuchar la Voz que te dice la verdad. Estarás escuchando a Uno que te dice que de acuerdo con las leyes de Dios las pérdidas no existen. No se hacen ni se reciben pagos; no se pueden hacer intercambios; no hay substitutos y ninguna cosa es reemplazada por otra. Las leyes de Dios dan eternamente sin jamás quitar nada.
10. Escucha a Aquél que te dice esto y date cuenta de cuán insensatas son las "leyes" que tú pensabas regían el mundo que creías ver. Sigue prestando atención. Él te dirá más. Te hablará del Amor que tu Padre te profesa, de la infinita dicha que te ofrece, de la ardiente añoranza que siente por Su único Hijo, creado como Su canal de creación, pero que éste le niega debido a su creencia en el infierno.
11. Abramos hoy los canales de Dios y permitamos que Su Voluntad se extienda a través de nosotros hasta Él. De esa manera es como la creación se expande infinitamente. Su Voz nos hablará de esto, así como de los gozos del Cielo, que Sus leyes mantienen por siempre ilimitados. Repetiremos la idea de hoy hasta que hayamos escuchado y comprendido que no hay más leyes que las de Dios. Después nos diremos a nosotros mismos, a modo de dedicatoria con la cual concluye la sesión de práctica: No me gobiernan otras leyes que las de Dios.
12. Repetiremos hoy esta dedicatoria tan a menudo como sea posible; por lo menos cuatro o cinco veces por hora, así como en respuesta a cualquier tentación de sentirnos sujetos a otras leyes a lo largo del día. Es nuestra declaración de que estamos a salvo de todo peligro y de toda tiranía. Es nuestro reconocimiento de que Dios es nuestro Padre y de que Su Hijo se ha salvado.

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domingo, 29 de noviembre de 2020

La Expiación en Un Curso de Milagros


Cuando te sientas culpable, recuerda que el ego ciertamente ha violado las leyes de Dios, pero tú no. Los "pecados" del ego déjamelos a mí. Ese es el propósito de la Expiación. Pero hasta que no cambies de parecer con respecto a aquellos a quienes tu ego ha herido, la Expiación no podrá liberarte. (T-4.IV.5.1-4)


Quizás convendría comenzar aclarando de dónde viene la palabra "Expiación". Cuando se traducía UCdM al español, allá entre mediados de los 80 y los 90, la intención de la Fundación para la Paz Interior era no traducir la palabra equivalente del idioma inglés "Atonement", lo que hubiera resultado muy extraño y nada comprensible. Sólo la insistencia de Rosa María Wynn después de escuchar la Voz logró convencer a la Fundación para traducir "Atonement" por "Expiación", y así se hizo finalmente.

La palabra "expiar" viene del latín "expiare" que significa lavar la culpa o reparar un daño ("ex" de exteriorizar y "piare" de "pius" o piadoso, respetuoso). Así que el significado tradicional cristiano no es muy alentador que digamos pues significa pagar la culpa con dolor por los pecados cometidos.
Nos enseñaron que Jesús entregó su vida por nosotros y ahora la culpa recae 
sobre toda la Humanidad. La expiación del ego consiste en proyectar la culpa en 
otros, de ese modo nunca nos libramos de ella. La crucifixión - Tintoretto -   

Pero en UCdM, recordemos, no existe el pecado. El pecado se puede traducir en este libro por "error", por lo que Expiar pasaría a ser la reparación de un error, lo cual no comporta necesariamente tener que sentir culpa ni sufrir ningún dolor. Esto significa que puedes reparar un error por voluntad propia y sin ningún cargo de conciencia.

Puesto que el error cometido por el Hijo de Dios, según UCdM, fue la creencia en la separación, la corrección o Expiación pasa por el deshacimiento de dicha creencia, pues la separación nunca tuvo lugar sino ilusoriamente en la mente errónea del Hijo. La Expiación se convierte de este modo en el re-despertar del Hijo a la mente recta o Mente Una, recordándose una condición que nunca ha dejado de ser; la comprensión de un estado que se había olvidado opacado por una nube de ilusión. La Expiación es, en definitiva, el proceso de reconciliación del Hijo de Dios con el Padre.

El Espíritu Santo (...) Te insta a que le devuelvas toda tu mente a Dios, ya que en realidad tu mente nunca se separó de Él. Si nunca se separó de Él, sólo tienes que percibirla tal como es para que retorne a Él. Tener plena conciencia de la Expiación es, por lo tanto, reconocer que la separación nunca tuvo lugar. (T.6.II.10.4-7)

El miedo motivado por la creencia en que dicha separación ocurrió de verdad originó la culpa, y al disolver la causa de la culpa ya no hay motivo de sufrimiento ni de dolor. Pero el ego quiere sufrir y se complace en ello porque el miedo, la culpa y el dolor es su alimento y su justificación.

La Expiación no es sino el camino de regreso a lo que nunca se había perdido.(T.12.VIII.8:8)

¡Aquí no ha pasado nada! La resurrección: La Expiación según el Espíritu - Tintoretto

Y aquí es donde Jesús viene a ayudarnos con su resurrección ejerciendo como intermediario entre Dios y el Hijo para hacernos comprender que en realidad nunca ocurrió nada, y que Él ha vencido a la muerte, igual que nosotros podemos hacerlo ahora y siempre por los siglos de los siglos. Jesús, es por lo tanto, quien está a cargo de la Expiación puesto que él ya la ha completado, sabe por tanto como llevarla a cabo y cómo guiarnos con su Voz, el Espíritu Santo. 

Yo estoy a cargo del proceso de Expiación, que emprendí para darle comienzo.  (T-1.III.1.1)

Para ello, UCdM es el manual que Jesús dictó para ayudarnos a realizar la Expiación, la cual es el objetivo último.

El propósito de la Expiación es devolvértelo todo, o más bien, devolvérselo a tu conciencia. (T-1.IV.3)

El nombre del Curso no se debe a que tu objetivo sea la realización de milagros. Los milagros no son más que la consecuencia de aplicar correctamente el proceso de Expiación mediante el acto de perdonar; entonces ocurren los milagros de modo natural e inintencionado, pudiendo tener o no manifestación en la forma, pero eso es lo de menos.

Un milagro es una corrección que yo introduzco en el pensamiento falso. Actúa como un catalizador, disolviendo la percepción errónea y reorganizándola debidamente. Esto te coloca bajo el principio de la Expiación, donde la percepción sana. Hasta que esto no ocurra no podrás conocer el Orden Divino. (T-1.1.37)

Lo repito de otra manera para que quede más claro. Expiar es procesar la culpa inconsciente, de modo que primero la sacamos a la luz, y una vez la hacemos consciente la entregamos al Espíritu Santo en el proceso que el Curso llama "perdonar" (ver aquí si quieres "los tres pasos del perdón. Aprender a perdonar"). Expiar y perdonar es básicamente lo mismo, aunque la Expiación se refiere al proceso de perdón en su totalidad (Expiar es subir la escalera y el perdón es peldaño a peldaño).

Resumiendo, en este mundo donde todas tus decisiones erróneas provocan consecuencias (y que reconocerás porque son actos en contra del amor de Dios que te quitan la paz), hay dos maneras de expiarlas: la manera del ego o expiar con dolor, la cual no expía nada en absoluto; o la manera del Espíritu Santo, la cual es gozosa y que consiste en que tú sólo entregas el error en el acto de perdonar, y es Cristo (o el E.S.) Quien a cargo de la expiación cancela todas las consecuencias de tus decisiones erróneas, mal llamados pecados.

La Expiación es sencillamente la corrección o anulación de los errores. Cuando se haya alcanzado, el maestro de Dios se habrá convertido, por definición, en un obrador de milagros. (M-18.4.6-7) Sus pecados le habrán sido perdonados, y él ya no se condenará a sí mismo. ¿Cómo podría entonces condenar a otros? ¿Y habría alguien al que su perdón no pudiese curar (M-18.4.8-10)

La Expiación es la esencia del Curso, su base, el meollo. No hay otro modo de escapar del sueño del mundo, por eso...

Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito (L-71)

Llegados a este punto puede que te preguntes que, si lo que entra en la mente del Hijo queda grabado para siempre, ¿cómo es posible entonces que se pueda olvidar el error de la separación para regresar al estado de unicidad con el Padre? La respuesta es que simplemente el error no se olvida, pero el Hijo puede aprender el plan de la Expiación (o defensa en términos de UCdM), el cual es tan magnífico y tan bueno que funciona a modo de antídoto invalidando dicho error. Dicho de otra manera, la Expiación inmuniza del error de manera que aunque no lo olvidamos, el error deja de tener efectos. Tu única responsabilidad es aceptar el plan de la Expiación.

Nadie que aún acepte el pecado (el error fundamental de creer en la ilusión) como su objetivo, puede aceptar la Expiación. Por lo tanto, todavía no has aceptado tu única responsabilidad. Aquellos que prefieren el dolor y la destrucción no le dan la bienvenida a la Expiación. (T-18.VII.1.4-6)


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miércoles, 7 de octubre de 2020

¿Qué es la Iluminación?

Background - monicore en Pixabay

Mucha gente se pregunta a veces qué es la iluminación. Aquí he reunido varias definiciones hechas por algunos conocidos y menos conocidos maestros espirituales. ¡Hasta la Wikipedia sabe lo que es! ¿Es posible? Claro que no. No olvidemos que el concepto de algo no es ese algo. Hay que experimentarlo, y esa es la razón por la que en otro post titulado "¿Qué Sientes Cuando Te Iluminas?" no escribí nada al respecto. Entras en él y no hay nada. No es broma. Se trata de una especie de sorpresa-trampa para sacar al lector de sus pensamientos aumentando su estado consciencial y conseguir su atención plena. Si ocurre así el lector experimenta un atisbo de iluminación aunque sólo momentáneamente, con lo que consigo el propósito que busco, explicar qué se siente cuando te iluminas. Aunque también puede que se produzca el efecto contrario, que un montón de pensamientos acudan a su cabeza y reciba varios calificativos desagradables hacia mi persona. En cualquier caso el resultado sólo habla de la predisposición de la persona que entra a leerlo. Y ahora vamos con esas definiciones:

“La iluminación significa despertar a lo que realmente eres y luego ser eso” (Adyashanti)

"La iluminación es el fin del sufrimiento" (Buda)

"La iluminación significa levantarse por encima del pensamiento" (Eckhart Tolle)

“La iluminación no es algo que se logra. Es la ausencia de algo. Toda tu vida has estado yendo hacia adelante después de algo, persiguiendo alguna meta. La iluminación está dejando caer todo eso” (Charlotte Joko Beck)

“Una vez que despierte, no tendrá interés en juzgar a los que duermen” (James Blanchard)

“El que conoce a otros es sabio. El que se conoce a sí mismo está iluminado” (Lao Tzu)

“Cuando te despiertas, te das cuenta de que la persona separada que te consideras es solo un contrato, una fabricación mental” (Stephan Bodian)

“Si pudiera definir brevemente la iluminación, diría que es la aceptación silenciosa de lo que es” (Wayne Dyer)

"La iluminación espiritual es la experiencia de lo divino. Esta experiencia se manifiesta en paz, amor, felicidad o sentido de unidad con el universo. Es un esclarecimiento interior"(Wikipedia)

“La iluminación significa asumir la plena responsabilidad de tu vida” (William Blake)

Sin duda hay mucho que extraer de todas estas definiciones, como que la iluminación es un estado de ausencia de juicio, de no-mente; y que nosotros no somos esa mente ni sus pensamientos, sino lo que la trasciende y la observa. 

Pero vayamos ahora con otras definiciones un poco más elaboradas:

¿Por qué esperar al Cielo? Los que buscan la luz están simplemente cubriéndose los ojos. La luz ya está en ellos. La iluminación es simplemente un reconocimiento, no un cambio. La luz es algo ajeno al mundo, y tú en quien mora la luz eres asimismo un extraño aquí. La luz vino contigo desde tu hogar natal, y permaneció contigo, pues es tuya. Es lo único que trajiste contigo de Aquel que es tu Fuente. Refulge en ti porque ilumina tu hogar, y te conduce de vuelta al lugar de donde vino y donde finalmente estás en tu hogar. (L-188.1 de UCdM)

Otra conclusión que podemos obtener es que la iluminación es ahora; no es en el futuro y no tienes que esperarla.

Sólo la mente es capaz de iluminación. El espíritu ya está iluminado, y el cuerpo, de por sí, es demasiado denso. La mente, sin embargo, puede hacer llegar su iluminación hasta el cuerpo al reconocer que éste no es el estudiante y que, por lo tanto, no tiene la capacidad de aprender. Es muy fácil, no obstante, poner al cuerpo en armonía con la mente una vez que ésta ha aprendido a mirar más allá de él hacia la luz. (T-2.V.6.3-6 de UCdM)

La iluminación es tu estado natural, pero puedes negarla. De hecho, casi todo el mundo la está negando y por eso no la ve. Cuando no estás iluminado vives una especie de ensoñación, en la ignorancia aunque a ti te parece lo más normal. Por supuesto no me refiero a la ignorancia cultural. En su defensa la mente dormida te dirá que ella sabe, que no es una ignorante, pero la realidad es que la mente dormida te priva del verdadero conocimiento que es la luz en ti, la consciencia de Ser, la iluminación. El ego, producto en esa mente dormida, da valor al conocimiento intelectual porque desconoce lo que es el verdadero conocimiento. El ego piensa: "cuanto más sé, más soy". Pero dos ilusiones no suman más que una ilusión sola. Dicho de otro modo, 0 + 0 = 0 . El total de la suma de todas las ilusiones, incluidos los conceptos y las creencias, sigue siendo una ilusión. La mente dormida es una fábrica de ilusiones, ésto es: ¡nada!; pero la mente despierta es el espíritu mismo.

Sólo tú puedes privarte a ti mismo de algo. No resistas este hecho, pues es en verdad el comienzo de la iluminación. Recuerda también que la negación de este simple hecho adopta muchas formas, y que debes aprender a reconocerlas y a oponerte a ellas sin excepción y con firmeza. Éste es un paso crucial en el proceso de re-despertar. Las fases iniciales de esta inversión son con frecuencia bastante dolorosas, pues al dejar de echarle la culpa a lo que se encuentra afuera, existe una marcada tendencia a albergarla adentro. Al principio es difícil darse cuenta de que esto es exactamente lo mismo, pues no hay diferencia entre lo que se encuentra adentro y lo que se encuentra afuera. (T-11.IV.4)

Buddha - Pete Linforth en Pixabay

El pensamiento es el mecanismo que fabrica la percepción y la separación; es por ello separativo. Cuando piensas te separas de lo que eres porque olvidas quien eres. Es por eso que el pensamiento, más que solucionar, es una fuente de problemas; y es por lo que si dejas de pensar los problemas dejan de ser. Es doloroso dejar de pensar porque el pensamiento es quien fabrica los apegos que son básicamente creencias ("Si no obtengo esto cosa seré infeliz"). Lo que no sabemos es que el pensamiento mismo es el apego, apego a querer sentirse especial. Realmente somos adictos al pensamiento no a las cosas. Por eso, cuando empiezas a dejar de pensar sientes como si te las estuvieran quitando; sufres como si estuvieras perdiéndolas, pero no es más que la resistencia de la mente a perder su protagonismo. Es entonces que recurre a algunos trucos, como culparse ella misma con epicentro tu cuerpo, porque la mente se identifica con el cuerpo. Se dice cosas a sí misma como "Oye tú, algo estás haciendo mal para que estés perdiendo esto y lo otro", y es de esa manera que la mente consigue mantenerse en marcha durante más tiempo.

La tercera fase por la que el maestro de Dios tiene que pasar podría llamarse "un período de renuncia". Si se interpreta esto como una renuncia a lo que es deseable, se generará un enorme conflicto. Son pocos los maestros de Dios que se escapan completamente de esta zozobra. No tiene ningún sentido, no obstante, separar lo que tiene valor de lo que no lo tiene, a menos que se dé el paso que sigue naturalmente. Por lo tanto, el período de transición tiende a ser un período en el que el maestro de Dios se siente obligado a sacrificar sus propios intereses en aras de la verdad. Todavía no se ha dado cuenta de cuán absolutamente imposible sería una exigencia así. Esto sólo lo puede aprender a medida que renuncia realmente a lo que no tiene valor. Mediante esa renuncia, aprende que donde esperaba aflicción, encuentra en su lugar una feliz despreocupación; donde pensaba que se le pedía algo, se encuentra agraciado con un regalo. (M-4.I.A.5 El desarrollo de la confianza. UCdM)

La iluminación sobreviene cuando consigues elevarte por encima de todos los trucos que la mente te ha puesto que te mantenían atrapado en ella, y la forma es quitándole importancia a todo lo que piensas. Ahora nada de lo que piensas significa nada. Las cosas mismas no significan nada porque son pensamientos, pensamientos densificados a nivel físico. No es casualidad que sea así como empieza el libro de ejercicios de UCdM:

Nada de lo que veo en esta habitación [en esta calle, desde esta ventana, en este lugar] significa nada (L-1.UCdM)

Y luego continúa con otros como:

Mis pensamientos no significan nada (L-10.UCdM)

¿Qué es lo que dentro de ti observa los pensamientos? Ese "Qué" testigo de tu vida es la fuente de tu iluminación. Es, como dice UCdM la aceptación de ti mism@ tal como Dios te creó, ¡nada que ver con el cuerpo!; por lo tanto el reconocimiento de que tu separación de Dios nunca ocurrió. Es por eso que para iluminarte no tienes que hacer nada, tratándose de un proceso puramente mental. La iluminación es una rendición a lo que es verdad en ti habiendo permanecido oculto y olvidado; su renacimiento o resurrección.

Tu resurrección es tu redespertar. Yo soy el modelo del renacimiento, pero el renacimiento en sí no es más que el despuntar en la mente de lo que ya se encuentra en ella. Dios Mismo lo puso allí, y, por lo tanto, es cierto para siempre. (T-6.I.7.1-3)

La resurrección, dicho llanamente, es la superación de la muerte o el triunfo sobre ella. Es un redespertar o renacimiento; un cambio de parecer con respecto al significado del mundo. Es la aceptación de la interpretación del Espíritu Santo con respecto al propósito del mundo; la aceptación de la Expiación en uno mismo. Es el fin de los sueños de aflicción y la jubilosa conciencia del sueño final del Espíritu Santo. Es el reconocimiento de los dones de Dios. Es el sueño en el que el cuerpo opera perfectamente al no tener otra función que la de ser un medio de comunicación. Es la lección con la que concluye el aprendizaje, pues con ella se consuma y se transciende. Es la invitación a que Dios dé el paso final. Es el abandono de cualquier otro propósito, cualquier otro interés, cualquier otro deseo o cualquier otro empeño. Es el deseo único de estar con el Padre que tiene Su Hijo.(M-28.1)

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viernes, 25 de septiembre de 2020

El Mundo Real


Siéntate sosegadamente, y según contemplas el mundo que ves, repite para tus adentros: "El mundo real no es así. En él no hay edificios ni calles por donde todo el mundo camina solo y separado. En él no hay tiendas donde la gente compra una infinidad de cosas innecesarias. No está iluminado por luces artificiales, ni la noche desciende sobre él. No tiene días radiantes que luego se nublan. En el mundo real nadie sufre pérdidas de ninguna clase. En él todo resplandece, y resplandece eternamente". (T-13.VII.1)


UCdM usa a veces un lenguaje metafórico (grandes rayos, chispa, resplandor, etc) para tratar de explicar cosas que están vedadas a la percepción, lo que puede llevar a la confusión y, con frecuencia, a conclusiones equivocadas a sus estudiantes. Un ejemplo es el concepto de mundo real contra el de mundo irreal o imaginario. En mi caso, por ejemplo, durante algún tiempo creí que el mundo real se manifestaría ostensiblemente sobre el mundo irreal con un efecto más iluminado, pudiendo ver auras doradas alrededor de las personas tal como son representadas en las pinturas religiosas, o un resplandor emanando de los objetos como en el efecto Kirlian (de hecho, si enfrentas las puntas de los dedos de las manos delante de un fondo blanco, y los mueves suavemente a 1 centímetro de distancia verás una especie de hilo que los conecta y que salta de dedo a dedo cuando los desplazas arriba y abajo). No digo que no haya personas que no puedan ver esas cosas porque hayan desarrollado una habilidad especial, pero ese tipo de habilidades sensoriales no tienen ninguna importancia, y no deben de servir para distraerse del verdadero propósito del curso.
Wailpaper - Doreen Sawitza en Pixabay

UCdM dice que el mundo irreal (éste en el que creemos vivir y del que dan fe los ojos del cuerpo junto con el resto de los sentidos) no existe, así que da igual verlo tal cual o con una sensibilidad extraordinaria para apreciar cosas que el resto de seres no somos capaces de captar; en ambos casos sigue siendo ilusorio. A este proceso de percepción el curso lo llama "erróneo" porque da cuenta de algo que no está ahí afuera. La percepción errónea se define entonces como un proceso por el que se "fabrican" ilusiones mediante los deseos, y luego se proyectan afuera como si se tratara de una película de cine en 3D, pero reforzado con olores, sabores y tacto, haciéndolo parecer muy real. De hecho, a eso lo llamamos "realidad" dudando de que exista algo diferente. El mundo irreal o ilusorio es entonces el resultado de los pensamientos de la mente errónea o mente soñadora dando fe de su propia proyección. En ese proceso, todo lo que parecemos ver con los ojos del cuerpo es inducido por el deseo subconsciente de sentirnos separados, sin poder desvincularlo de cierto grado de temor y una carga de culpabilidad que no acertamos a detectar, pero que por eso negamos a bote pronto. Por eso también es que vemos un mundo donde siempre está faltando algo, menos la culpabilidad, el conflicto, la crueldad, la injusticia, etc. Todo no es más que un reflejo de nuestra mente.
Subjective - Gerd Altmann en Pixabay

El mundo real se ve igual que el mundo irreal. Al igual que el mundo irreal, no existe, y sin embargo puedes afirmar que es el mismo mundo físico que percibes con los sentidos, pero con una substancial diferencia: Ahora dispones de lo que UCdM llama la "visión" del Cristo, lo te permite ver sin juzgar porque ya no percibes el mundo con la carga que imprimen los condicionantes de tu mente, de tu pasado, que es por lo que no te detienes a hacer valoraciones. Eso es lo que quiere decir que no hay tiendas, no hay luces artificiales, ni noche... pues tu visión no se detiene en la forma para analizarla y juzgarla. Dicho de otra manera, el mundo real es el mundo objetivo, fresco y amoroso, como si fuese observado por primera vez, que sientes cuando vives en estado de consciencia crística o de observador silencioso.

El mundo real es también un sueño. Excepto que en él los personajes han cambiado y no se ven como ídolos traicioneros. (T-29.IX,7.1-3)

Con el observador silencioso seguimos hablando de percepción, pero percepción "correcta", la cual se diferencia de la percepción errónea en que tu foco de mira no atraviesa la lente distorsionadora del ego y sus pre-juicios antes de dirigirse hacia el exterior fabricando ilusiones inexistentes; sino que es una percepción pura y directa desde tu Ser, sin ego de por medio. 

El mundo real ciertamente se puede percibir. Lo único que ello requiere es que estés dispuesto a no percibir nada más. Pues si percibes tanto el bien como el mal, estarás aceptando lo falso y lo verdadero, y no estarás distinguiendo claramente entre ellos. (T-11.VII.2.6-8)

La percepción real nos permite tener una comprensión más objetiva y verdadera de lo que parece estar sucediendo, y por ello sentir un mayor grado de compasión y tolerancia hacia todos y todo en el mundo. La anterior es la causa por la que, a pesar de que podamos estar viviendo en medio de conflictos, injusticias o catástrofes, que no los consideramos negativos sino como llamados de auxilio de la mente-ego que sueña el mundo (y de la que no olvidemos nosotros mismos formamos parte), atrapada en su película de separación y culpa; por lo tanto son oportunidades para practicar el perdón y despertar. Empezamos a ser conscientes de que todo lo que parece ocurrir en el mundo es ilusorio, sin afectación alguna para nuestra esencia, y que detrás está el espíritu dormido del Hijo de Dios.

El mundo real se alcanza simplemente mediante el completo perdón del viejo mundo, aquel que contemplas sin perdonar (T-17.II.5.1)




Analogía entre el mundo real y la carta "Valor" del Tarot de Osho-Zen. Esta carta muestra una pequeña flor salvaje que se ha enfrentado a rocas y piedras en su camino para salir a la luz del día. Rodeada por un aura de brillante luz dorada, expone la majestad de su minúsculo ser. Es igual que el sol más brillante y no se avergüenza de ello. Cuando encaramos una situación muy difícil somos capaces de escoger: podemos sentirnos agraviados y tratar de encontrar alguien o algo a quien culpar por nuestras penalidades, o podemos afrontar los retos y crecer. La flor nos enseña el camino, a medida que su pasión por la vida la guía a salir de la oscuridad e ir hacia la luz. No hay por qué luchar contra los desafíos de la vida, o intentar evitarlos o negarlos. Están ahí, y si la semilla tiene que convertirse en flor, tenemos que pasar por ellos. Sé suficientemente valiente para crecer y convertirte en la flor que estás destinado a ser - Tomado de la Web 


¿Para qué sirve "ver" el mundo real? Preguntado de otra manera más desafiante... ¿no es una ingenuidad ver sólo bondad en un mundo lleno de peligros y maldad? Siempre es el ego quien pregunta, y ésta pregunta no está exenta de los prejuicios del ego. La importancia de percibir el mundo real está en que necesitas desarrollar la percepción correcta como paso previo al Conocimiento que es el estado de consciencia Cielo. Si eres un "buscador" o estás interesado verdaderamente en la espiritualidad, más bien debieras preguntarte: ¿Prefiero el Cielo o el infierno? No tienes ninguna opción de alcanzar el Cielo percibiendo erróneamente, como no se puede llegar a la verdad viviendo anclado a la mentira. Por lo tanto, si no cambias de mentalidad, por mucho que busques estás condenado a experimentar el mismo mundo de miedo, destrucción y muerte una vez tras otra.

Cuando te percibas a ti mismo sin engaño alguno, aceptarás el mundo real en lugar del mundo falso que fabricaste. Y entonces tu Padre descenderá hasta ti y dará el último paso por ti, elevándote hasta Él. (T-11.VIII.15.4-5)

La búsqueda espiritual siempre termina convirtiéndose en la búsqueda de nuestra verdadera esencia. Pero dicha búsqueda no puede dar fruto hasta que podemos trascender todo lo que habíamos colocado en nuestra mente, lo cual tiene su reflejo en el exterior, desviando la atención de nuestra esencia la cual espera pacientemente bajo la nube de la mente. Por lo tanto, hay que cesar esa ansiada búsqueda y desprendiéndonos de todas aquellas creencias que creíamos útiles, confrontarnos a solas aceptándonos tal cual. Y no me refiero a la rendición resignada que el ego hace para encontrar un poco de paz, que no es más que una trampa para reafirmarse a sí mismo (y de paso colgarse la etiqueta de "espiritual"). El mundo real no se puede ver mientras no te veas tal como eres, sin las vestiduras del ego conformado por todo ese conjunto de pensamientos caóticos. Cuando te perdonas y te aceptas desnudo, quiero decir inocente y libre de todo juicio hacia el mundo y hacia ti mismo, es que puedes ver tu reflejo en el exterior en forma de mundo real.

Pues el perdón transforma literalmente la visión, y te permite ver el mundo real alzarse por encima del caos y envolverlo dulce y calladamente, eliminando todas las ilusiones que habían tergiversado tu percepción y que la mantenían anclada en el pasado. (T-17.II.6.2)

En el siguiente fragmento del libro "El Poder del Ahora", alguien describe primero y luego le pregunta a Eckhart Tolle sobre la permanencia de la experiencia del mundo real:

Hace un momento, cuando usted habló del presente eterno y de la irrealidad del pasado y del futuro, me sorprendí mirando al árbol que está allá afuera. Lo había mirado unas cuantas veces antes, pero esta vez era diferente. La percepción externa no había cambiado mucho, excepto que los colores parecían más brillantes y vibrantes. Pero ahora tenía una nueva dimensión. Es difícil de explicar. No sé cómo, pero era consciente de algo invisible que sentía que era la esencia de ese árbol, su espíritu interior, si se quiere. Y de alguna forma yo era parte de eso. Me doy cuenta ahora de que no había visto verdaderamente el árbol antes, sólo una imagen plana y muerta de él. Cuando miro a ese árbol ahora, aún está presente algo de esa conciencia, pero puedo sentir cómo se está desvaneciendo. Es decir, la experiencia está ya retirándose al pasado. ¿Algo como esto puede ser alguna vez más que un atisbo fugitivo?

Responde Eckhart:

Usted estuvo libre del tiempo por un momento. Se movió en el Ahora y por lo tanto percibió el árbol sin la pantalla de la mente. La conciencia del Ser formó parte de su percepción. Con la dimensión intemporal viene una forma diferente de conocer, que no "mata" el espíritu que vive en cada criatura y en cada cosa. Un conocer que no destruye la sacralidad y el misterio de la vida sino que contiene un amor profundo y una reverencia por todo lo que es. Un conocimiento del que la mente no sabe nada.

La mente no puede conocer al árbol. Sólo puede conocer hechos o información sobre el árbol. Mi mente no puede conocerlo a usted, sólo etiquetas, juicios, hechos y opiniones sobre usted. Sólo el Ser conoce directamente.

Hay un lugar para la mente y el conocimiento de la mente. Está en el reino práctico del vivir día a día. Sin embargo, cuando domina todos los aspectos de su vida, incluyendo sus relaciones con los demás seres humanos y con la naturaleza, se vuelve un parásito monstruoso que, si no se controla, puede perfectamente acabar matando toda la vida en el planeta y finalmente a sí mismo al matar a quien lo alberga. 

Usted ha tenido un destello de cómo la ausencia de tiempo puede transformar sus percepciones. Pero una experiencia no es suficiente, no importa cuán bella o profunda sea. Lo que se necesita y a lo que nos referimos es a un cambio permanente en la conciencia.

Así pues, rompa el viejo patrón de la negación del momento presente y de la resistencia al presente. Convierta en práctica retirar la atención del pasado y el futuro cuando no los necesite.

Y continúa...

Porque el éxito de la búsqueda llega siempre cuando se deshace y se retira, nunca cuando se hace más y se acumula.

El mundo real es algo que puedes percibir de manera espontánea e inesperada, pero lo normal es que lo vayas haciendo poco a poco de manera natural; ahora ves el mundo irreal y ahora el mundo real. Vas alternando de uno a otro mientras el real se va haciendo cada vez más consistente, más presente... hasta que ya no veas otra cosa. Entonces sabrás que has acabado tu trabajo.

De todo lo que has fabricado, el mundo real es lo único que el Espíritu Santo ha conservado para ti, y la salvación consiste en percibir únicamente eso, ya que es el reconocimiento de que la realidad es únicamente lo que es verdad. (T-11.VII.4.9)

* * *


martes, 15 de septiembre de 2020

¿Funciona realmente UCdM? ¿Cómo puedo saberlo?


La pregunta del título abre paso a la duda, y ésto es algo con lo que todo estudiante del curso tiene que lidiar durante su estudio y práctica. Es normal pensar en algún momento, o poder oír de boca de otras personas, frases como:

"Llevo practicando el curso algún tiempo y mi vida se ha convertido en pura frustración". "El curso no funciona". "El curso sólo ha conseguido confundirme más", etc.

En el apartado 4 del Manual para el Maestro, el curso habla de las características de los maestros de Dios (así designa el curso a quien ha completado el libro de ejercicios). Dice:

... en el tiempo, los maestros de Dios más avanzados poseen las siguientes características: I. La confianza

Reitero lo de "más avanzados". Es normal dudar mientras no se alcanza cierto nivel de dominio y aún después de obtenerlo, pero no es hasta el desarrollo total de la confianza que se abren paso en forma de cascada las otras características de los maestros de Dios: honestidad, tolerancia, mansedumbre, júbilo, indefensión, generosidad, paciencia, fe y mentalidad abierta para terminar. Sin la confianza no existe ninguna de ellas, por lo que no es de extrañar que uno se la pase todo el curso, y probablemente muchos años de su vida, tratando de aumentarla. Pero ¿por qué?
Lot huyó de la destrucción de Sodoma junto con su familia, pero en el camino su mujer Edith
 dudó y volvió la vista atrás convirtiéndose en una estatua. Lot - hello1694 en Pixabay. 

El curso propone e induce un cambio de mentalidad que nada tiene que ver con la forma de pensar del ego. Dicho cambio supone invertir por completo tu forma de ver la vida yendo contra la corriente general. En esas circunstancias tienes que soltar todo lo que sabes para ver diferente a como lo hace la mayoría de la gente. Así que, en un principio, no sólo necesitas confianza sino ser muy valiente y desear realmente que ésto suceda con tu fe puesta en algo que es intangible, que solamente intuyes. En este proceso los apegos y los miedos surgen desde tu ego que se resiste a desaparecer, y la tentación de volver la vista atrás es casi irresistible al punto de querer hacer que las ilusiones sean verdad y no que la verdad disuelva las ilusiones en y para las que vives, pudiéndote convertir con tus dudas y en tu indecisión en una especie de estatua de sal, como le ocurrió a la esposa de Lot (hablo metafóricamente). Es inevitable que te parezca que tu mundo se derrumba. En mitad de esa hecatombe ¿cómo convencerse de que UCdM funciona? De hecho, esa hecatombe es una prueba de su funcionamiento que te costará entender y aceptar.

Algunas de las ideas que el libro de ejercicios presenta te resultarán difíciles de creer, mientras que otras tal vez te parezcan muy sorprendentes. Nada de eso importa. Se te pide simplemente que las apliques tal como se te indique. No se te pide que las juzgues. Se te pide únicamente que las uses. Es usándolas como cobrarán sentido para ti, y lo que te demostrará que son verdad. (L.1ªParte.Int.8)

Con frecuencia veo vídeos en youtube en los que algunos facilitadores del curso te venden la manera de mejorar tu estadía aquí. Han convertido el curso en una herramienta con la que conseguir tus propósitos de vida, p.e., curarte de alguna enfermedad, conseguir un trabajo mejor o una pareja con la que ser feliz. No lo juzgo pues esas prácticas forman parte de tu guión en el mundo, pero conviene recordar que el propósito del curso no es convertirse en una técnica para la superación personal ni en una herramienta para proveerte en el supermercado de la vida de todo lo que crees necesitar.
Supermarket - Squirrel_photos en Pixabay. Quiero un trabajo bien dulce y una novia picante.

Utilizar los principios de UCdM para intentar atraer cosas es lo que el mismo curso llama "magia"; aunque tú, como parte del sueño del mundo (como personaje soñado), no tienes realmente ningún poder de atracción. Esta última afirmación debiera relajarte pues si la crees te quita un gran peso de encima al eliminar toda responsabilidad sobre tu vida. Ello no quiere decir que te cruces de brazos en espera de que te ocurran las cosas que te tocan por destino, sino que actúes como lo harías si fueras una persona normal y sencilla ajena a los juegos mentales pretenciosos inducidos por el ego, quien cree que puede obtener el control de lo que ocurra. Pero incluso a veces hay que actuar así porque es lo mejor; me refiero a cruzarse enteramente de brazos, rindiéndose por completo, ya que suele pasar que recibes tus mejores regalos de la vida cuando no interfieres. De este modo podríamos decir que tu propósito sería saber lidiar con lo que te pase teniendo en cuenta que tu poder reside en la manera de encarar los hechos, bien resistiéndote y tratando de alterarlos, bien aceptando amorosamente lo que sea que la vida te venga a ofrecer.

Dicho lo anterior quiero explicar que hay dos hacedores en este mundo. Uno es la Gran Mente-ego o mente errónea (a quien comúnmente llamamos "Dios"), la cual hace y dicta tu guión y el de todos; un guión que se antoja enrevesado, traumático y extenuante. El otro es la Mente del E.S. o mente recta que más bien "deshace" el guión anterior. Cuando te adhieres a la mente recta o del E.S. (ésto lo haces cada vez que perdonas y fluyes con las situaciones "difíciles" que te ocurren reconociéndolas como lo que son, ilusiones) ahorras parte de tu guión, el cual se acorta y se va volviendo cada vez más amable y benigno. Pero el ego no tiene manera de comprobar científicamente el funcionamiento de tal afirmación; no hay forma de demostrar que con tu actitud amorosa hacia la vida consigas colapsar literalmente el tiempo acortando la duración de tu viaje hacia el despertar. 

No hay prueba que pueda convencerte de la verdad de lo que no deseas. (T-16.II.6.1)

La naturaleza de la mente es que siempre se refrenda a si misma; no la puedes someter a prueba para comprobar algo diferente a lo crees porque los resultados que obtengas darán fe de tus intenciones. Pero si cambias tu manera de pensar... mejor dicho, si dejas de pensar y te dejas llevar por el corazón (mente recta), necesariamente tienen que cambiar tu manera de ver y de sentir el mundo. Entre medias, entre que abandonas un sistema de pensamiento y acoges el otro tiene que producirse un desorden temporal necesario. La única señal que tienes de que el curso funciona es que, con el tiempo y una vez superado ese desorden, la confianza de la que hablamos al principio irá dando paso gradualmente a una actitud cada vez más amable y más pacífica hacia todo en tu vida (lo que el curso llama el sueño feliz). Puede parecer poco para el ego acostumbrado a ser tan analítico y exigente con las pruebas y los resultados, pero es más que suficiente.

El propósito del curso no es superarte como persona ni conseguir cosas; es que cada vez estés más en paz contigo mismo hasta que lo estés del todo, y nada más. Dios solo puede entrar donde hay paz, y es ese (ningún otro logro u objetivo) la muestra de que el curso funciona. Así que pregúntate: ¿Estás más en paz o no lo estás desde que estudias UCdM y lo aplicas consistentemente (pero que sea consistentemente) en tu vida? Si lo estás, funciona. Ya lo sabes.


* * *




jueves, 23 de julio de 2020

¿Cómo actuaría Jesús si viviese en estos tiempos?

"¡Con la que está cayendo!" es una expresión frecuente en España, y supongo que en muchas partes de Latino-América, cuando te cuestionas hacer algo en medio de una situación conflictiva y difícil. Cualquier tiempo pasado parece que fue mejor, y hoy vemos que el mundo está atravesando por un momento de caos e incertidumbre agravado por una "pandemia" más psicológica que viral. La pregunta es: ¿cómo actuaría J si viviera con nosotros en éstos tiempos?
No soy un experto en la vida de la Galilea y Judea del siglo I donde se movía Jesús (J a partir de ahora), aunque no parecía ser muy diferente a la de hoy pues aquellas regiones atravesaban una situación bastante compleja a nivel social, religioso y político, debido al sometimiento del pueblo a una clase dominante llena de intrigas, a la vez que al imperio romano, mientras padecían una guerra de guerrillas provocada por el movimiento nacionalista zelote luchando por la liberación de Israel.
Los zelotes armados retando a los romanos

Aquella época fue muy dura para las gentes de entonces, quienes vivían de manera mucho más precaria que hoy día. Esta situación es una constante. ¿No te has dado cuenta ya de que siempre percibimos el tiempo como si estuviéramos viviendo un periodo apocalíptico o pre-apocalíptico? Siempre estamos o en uno u en el otro. Pero sólo son ciclos del mismo pensamiento redundante en la mente febril del Hijo de Dios, que en su sueño del mundo se mantiene siempre ocupada culpando a éste por sus males. Si eres estudiante de Un Curso de Milagros (UCdM) sabrás de qué estoy hablando. 
Estos ciclos (apocalíptico y pre-apocalíptico) duran lo suficiente como para hacer que la evidencia de su falsedad se diluya de la vista de una generación a las siguiente, y así no podamos escapar de esta trampa de victimismo que nos mantiene viviendo tensos y continuamente deseosos de una liberación que nunca termina de llegar. Es una travesía sin fin a través del desierto de la historia huyendo de algún tipo de faraón que nos mantiene esclavos en el exilio; esclavos de la huida constante hacia ninguna parte.
La irrupción y desarrollo de la tecnología y de las telecomunicaciones, así como de la rapidez conque se desarrolla y experimenta cualquier experiencia ahora pareciera haber introducido una diferencia sustancial en la forma de vida, pero mirando detenidamente observamos que el mundo, en su esencia, no ha cambiado. Todo funciona prácticamente igual: una clase poderosa y dominante dirige todo el "cotarro", y el resto abajo, aguantamos el chaparrón que da sentido a la expresión conque iniciaba este post.
Poncio Pilatos, quinto prefecto de la provincia romana de Judea

Y las preguntas que surgen a razón de esa pequeña diferencia que pareciera existir entre aquella época hace 2.000 años y la nuestra en la gente que sintiéndose perdida busca un guía teniendo puesta su fe en lo intangible es: "¿Qué haría J hoy en día? ¿Actuaría exactamente igual que lo hizo entonces? ¿En qué modo sigo yo sus pasos? ¿Cómo puedo ser como él? Estas mismas preguntas han sido ya realizadas con anterioridad por multitud de personas, y siempre son respondidas en base a la fe y a las creencias básicas que las movían

"Una pregunta 
es una manera de 
ratificar tus propias 
creencias"

Por lo anterior, yo hago mi pregunta para responderla desde el punto de vista de quienes estudiamos UCdM. Hay diferencias más o menos significativas en las creencias que sostienen las distintas confesiones cristianas y sus ramas, pero sobre todo hay diferencias entre todas las anteriores y UCdM. Quiero decir que, aunque el punto en común es que todos creemos en J, creemos de muchas maneras diferentes acerca del contenido y la naturaleza de su mensaje, por lo que las respuestas difieren. 
Es obvio decir que todos estarían de acuerdo en responder que J es siempre paciente, eternamente perseverante, amoroso y que actuaría exactamente igual que lo hizo entonces. Pero dicho acuerdo no se alcanzaría para explicar las razones que hay detrás de su conducta, lo que se debería a que, si comparamos, hay una gran disonancia entre las creencias básicas que constituyen el grupo que conforma la mayoría de esas confesiones por un lado, y las enseñanzas de UCdM por el otro.


"¿Qué es el amor? 
El amor es la verdad, 
pero cuando no se le comprende, 
se le convierte en la excusa 
perfecta para justificar 
cualquier acto, mentira
o ilusión."

Por ejemplo (y esto sonará muy fuerte para quien no tenga una mente abierta), mientras que para la mayoría de las confesiones J actuaría sacrificándose por nosotros por mandato divino, para los que seguimos el curso el mismo comportamiento sólo obedecería al deseo de J de demostrar la inutilidad del sacrificio y la insustancialidad del cuerpo, pues verse uno en la obligación (y recalco obligación) de renunciar a su vida destruyendo el cuerpo cuando éste se cree real solo puede producir resentimiento contra los demás, aunque la orden llegue del mismo Dios. Por cierto, esto último también es otro motivo de diferencia con el resto de doctrinas porque según UCdM, Dios nunca sacrificaría a su Hijo por un mundo que no existe y del que Él no tiene conocimiento. 
La crucifixión

El mundo, según el curso, es un lugar onírico de sacrificio, sí, pero donde lo que se sacrifica es la Unicidad con Dios. ¿Cómo iba Dios a sacrificar Su propia Unicidad para salvar un sitio (el mundo) que se contrapone a lo Él Es; y dónde su Hijo sufre las consecuencias de la separación, la escasez, la enfermedad, el dolor, el miedo y la muerte? ¿Aun crees que Dios pudo crear un lugar así? 
María madre de J y María Magdalena

Si se piensa desde un estado de total independencia personal e ideológica se impone el sentido común el cual te dirá que no, que Dios no ha creado nada que pueda causar dolor a la Humanidad. Pero la fe mal entendida confunde, y el adoctrinamiento ciego impuesto desde el ego creyendo en ideas fijas, ha hecho y sigue haciendo estragos entre las multitudes complacientes acostumbradas a obedecer, asentir y dejarse llevar.

"La verdadera 
fe no tiene forma ni se 
puede asegurar sujetándola a 
preceptos, a crucifijos ni 
fórmulas rígidas. 
Por eso es fe."

Así que vuelvo a retomar la pregunta para reconducir el tema... ¿Cómo actuaría J si viviese en estos tiempos? Si aún dudas de la respuesta tienes dos opciones: O bien puedes dirigirte a lo que dicta tu autoridad religiosa, lo que seguro te ahorra pensar por ti mismo mientras utilizas tu tiempo libre para relajarte en otras cosas; o bien puedes preguntarle directamente a J a través de tu Guía interno, buscando y esforzándote por oír su respuesta. Los adoctrinamientos no dejan que escuches tu Voz interna, porque la mente grita lo que tienes aprendido queriendo imponerse sobre la dulce voz de tu Guía, la cual apenas susurra y espera pacientemente a que quieras prestarle un poco de tu atención.

Mientras las religiones tienen su código de comportamiento en un listado de mandamientos, el curso no menciona para nada lo que tienes que hacer tú, y mucho menos lo que haría J en las circunstancias específicas actuales. UCdM no es un dictado moral de normas de conducta (y con eso te evita el dilema de ponerte en la difícil situación de incumplir ninguna regla ni sentirte culpable por dejar de hacerlo), sino que se trata de un curso de des-aprendizaje de tus creencias y condicionamientos, re-adiestramiento para cambiar de mentalidad, y finalmente de percepción. Al cambio de mentalidad le sigue tu cambio de conducta la cual se transforma por añadidura bajo tu guía interno sin que, repito, el curso te diga lo que tienes que hacer.
Caifás, Poncio Pilatos y el tribuno en reunión: ¡Han robado el cuerpo de J! 
Estamos en un lío. Si la gente dice que ha resucitado vamos a tener revueltas.

Acerca del cuerpo y el mundo J te dice en el curso que tú no eres un cuerpo y que el mundo no existe realmente tal como tú crees. Ambas cosas son sólo una proyección de la mente (como quien ve una película en una pantalla). La creencia en ellos es lo que hace que el mundo te resulte temible al identificarte con uno de sus personajes desvalido y separado del todo, lo que te condiciona fuertemente para actuar protegiéndote ante cualquier circunstancia.

"Una personalidad 
está construida alrededor de creencias. 
Necesita creer en cosas porque ella 
misma es una creencia"

Desde el momento que te identificas con tu personaje, te sientes vulnerable y estás completamente perdido. Siendo así ahora necesitas un listado de normas, un conjunto de instrucciones conque manejarte y comportarte de cara a los demás, pues eso te hace sentir más seguro. Es por eso también que la gente tiende a adherirse a grupos con los que se sienten más identificados, a clubes, partidos políticos, ideologías, religiones, nacionalidades, razas, movimientos, etc, porque como individuos les hacer sentirse más fuertes y protegidos.
Pero repito, lo que te enseñará el curso es que no necesitas normas que te eviten pensar por ti mismo ni grupos de los que formar parte, sino más bien vivir despierto y con espontaneidad, fluyendo con los eventos del momento presente, y perdonando la irrealidad del mundo, porque tú no eres el personaje que crees ser ni tu cuerpo. Convendría empezar por tener ésto en cuenta como principio para saber sobrellevar tu estancia aquí en estos tiempos de tribulación.

No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó. (L-199)

¡El mundo no existe! Éste es el pensamiento básico que este curso se propone enseñar. No todo el mundo está listo para aceptar esto, y cada cual irá tan lejos a lo largo del camino que conduce a la verdad, como se permita a sí mismo ser guiado. (L-132.6.2-4)

Las afirmaciones de las dos citas anteriores son la justificación de la conducta de J, las cuales debieran ser suficientes para ti también si creyeras en ellas; pero eso dependerá, como dice el segundo párrafo, de la medida en que confíes que son verdad. El segundo párrafo está en lo cierto cuando dice que no todo el mundo está listo para aceptarlo porque una vez empiezas a dudar de la realidad del mundo, toda tu estructura de creencias se derrumba, tu personalidad queda seriamente cuestionada y no te queda donde asirte. Entonces necesitarás un guía en quien confiar, y ese guía es el E.S., el Cristo dentro de ti; porque si confías en la voz de tu ego, éste te llevará de regreso al mundo y a tu personalidad.
El tribuno pensando: ¿Qué habrán hecho con el cuerpo? Si no lo encuentro puedo tomar
otro y decir que es ése. Una mentira no hace mal a nadie; al revés, podría resolver el problema. 

Cuando se me ocurrió escribir sobre el título de este post fue con motivo de todo lo que está ocurriendo últimamente en el mundo, al ver cómo los poderes actúan inequívocamente y de manera incluso descarada engañando, manipulando y presionando a la población cuando se supone que debieran de ayudarla. Hay instantes en que, identificado con mi personaje, uno no puede dejar de sentir indignación a la vez que un gran impulso de hacer algo al respecto. A pesar de mi estado contenido, el sentimiento y las ganas son insistentes. Es entonces que quise preguntar a J personalmente.  Mi pregunta fue "¿Qué harías tú, J?" A continuación abrí el curso al azar yendo a parar al apartado VII del tema 8. Otras veces he practicado este método y funciona. Cuando leí el apartado me quedé con estos dos párrafos que fueron los que más me resonaron, y que vienen a reafirmar lo mismo que las dos citas anteriores. El primero dice que tú ni nadie es un cuerpo. El segundo que todo aquí en el mundo es ilusorio, o sea, no existe:

Cuando ves a tu hermano como un cuerpo, lo estás condenando porque te has condenado a ti mismo. No obstante, si toda condenación es irreal, y tiene que serlo puesto que es una forma de ataque, entonces no puede tener consecuencias. (T-8.VII.15.7-8)

No te permitas sufrir por causa de las consecuencias imaginarias de lo que no es real. Libera tu mente de la creencia de que eso es posible. En su total imposibilidad radica tu única esperanza de liberación. ¿Y qué otra esperanza querrías albergar? La única manera de liberarse de las ilusiones es dejando de creer en ellas. El ataque no existe; lo único que existe es comunicación ilimitada y, por lo tanto, poder y plenitud ilimitados. El poder de la plenitud es la extensión. No dejes que tus pensamientos se detengan en este mundo, y tu mente se volverá receptiva a la creación en Dios. VIII. (T-8.VII.16)

Pero sobre todo, del mencionado apartado me quedé con ésta frase que responde de manera contundente a mi pregunta, y que ratifica lo que yo ya había escuchado de manera intuitiva dentro de mi: 

¡La única manera de liberarse de las ilusiones es dejar de creer en ellas! 

El tribuno reza desesperado ante una estatuilla del dios Marte: "hoy no te rezo a ti sino 
al Dios de los hebreos. Si haces lo que te pido te erigiré templos y comenzaré los juegos en tu honor."

Mi conclusión irremediable, a pesar de las ganas de escuchar otra cosa distinta para justificar hacer algo (pues ante la impotencia de sentirte una persona la tentación es siempre recurrir al uso de la fuerza), es que la respuesta de J fue: "Yo actuaría sin dar fe de ninguna ilusión". Incluso sabiendo ésto, si no estás muy despierto, uno olvida fácilmente y sigue actuando a diario como si estuviera verdaderamente aquí, en un mundo real y hostil. J dice que la gente que cree que está aquí vive engañada, lo que tiene lógicamente sus consecuencias:

Los que viven engañados pueden ser muy destructivos, pues no se dan cuenta de que se han condenado a sí mismos. No desean morir, sin embargo, no dejan de condenar. De esta manera, cada uno se aísla en su propio mundo, en el que reina el desorden y en el que lo que está adentro aparenta estar afuera. Mas no ven lo que está adentro, pues no pueden reconocer la realidad de sus hermanos. (T-13.V.4)

Hoy internet está plagada de sitios denunciando una conspiración contra la Humanidad y la corrupción del sistema, reclamando la pronta liberación. No nos percatamos que una de las consecuencias de todo ello es que se alimenta aún más la paranoia dándole más realidad. Y sí, puede que a nivel sueño sea verdad todo lo que nos cuentan. El pueblo recela de sus líderes y los líderes recelan del pueblo porque...

El "razonamiento" que da lugar al mundo, sobre el que descansa y mediante el cual se mantiene vigente, es simplemente éste: "Tú eres la causa de lo que yo hago. Tu sola presencia justifica mi ira, y existes y piensas aparte de mí. Yo debo ser el inocente, ya que eres tú el que ataca. Y lo que me hace sufrir son tus ataques". Todo el que examina este "razonamiento" exactamente como es se da cuenta de que es incongruente y de que no tiene sentido. Sin embargo, da la impresión de ser razonable, ya que ciertamente parece como si el mundo te estuviese hiriendo. Y así, no parece necesario buscar la causa más allá de lo obvio. (T-27.VII.3)
Te atrapé Magdalena. Dime la verdad. Todo ésto ya me está sacando de quicio.

No es de las mentiras y ataques provenientes del sistema de lo que nos tenemos que cuidar desviando así la causa del problema y garantizando que no encontremos su solución; es de las mentiras que como espíritu que somos, nuestra mente errónea proyecta en el mundo haciendo uso de la percepción.

No es casualidad 
que el cuerpo disponga de 
dos ojos. Su número corrobora 
la naturaleza dual de la 
percepción.

No será fácil convencer a todos los adalides defensores y luchadores de la causa humana que las razones para sentirse víctima de "otros" responden al deseo profundo de serlo debido a la culpabilidad oculta en el subconsciente colectivo. Es algo que resulta incomprensible si se piensa desde la consciencia superficial conque nos movemos dentro de la ilusión del mundo creyéndonos sus moradores. Hay que hundirse mucho más adentro de dicha consciencia para comprenderla. La explicación de J está clara:

La proyección da lugar a la percepción. El mundo que ves se compone de aquello con lo que tú lo dotaste. Nada más. Pero si bien no es nada más, tampoco es menos. Por lo tanto, es importante para ti. Es el testimonio de tu estado mental, la imagen externa de una condición interna. Tal como el hombre piense, así percibirá. No trates, por lo tanto, de cambiar el mundo, sino elige más bien cambiar de mentalidad acerca de él. La percepción es un resultado, no una causa. Por eso es por lo que el concepto de grados de dificultad en los milagros no tiene sentido. Todo lo que se contempla a través de la visión es sano y santo. Nada que se perciba sin ella tiene significado. Y donde no hay significado, hay caos.
La condenación es un juicio que emites acerca de ti mismo, y eso es lo que proyectas sobre el mundo. Si lo ves como algo condenado, lo único que verás es lo que tú has hecho para herir al Hijo de Dios. Si contemplas desastres y catástrofes, es que has tratado de crucificarlo. Si ves santidad y esperanza, es que te has unido a la Voluntad de Dios para liberarlo. Éstas son las únicas alternativas que tienes ante ti. Y lo que veas dará testimonio de tu elección y te permitirá reconocer cuál de ellas elegiste. El mundo que ves tan sólo te muestra cuánta dicha te has permitido ver en ti y aceptar como tuya. Y si ése es su significado, el poder de dar dicha tiene entonces que encontrarse en ti. (T-21.Int.1-2)
 ¡Jesús, estás vivo! ¡Si no lo veo no lo creo!
Pasa, pasa tribuno. No te quedes sólo en la puerta. Aquí no hay enemigos

¿Qué? ¿Cómo te has quedado? Ahora puede llegar la siguiente pregunta capciosa del ego, quien desconfiado, busca reiteradamente poder justificarse a sí mismo: 
- ¿Lo anterior significa que debemos cruzarnos de brazos y desentendernos totalmente de lo que ocurre a nuestro alrededor porque es ilusorio? 
- No, simplemente lo que hagas o dejes de hacer forma parte de tu guión. 
Hay dos frases en los evangelios que para mi son significativas para llevar claridad a ésta última pregunta. La primera es:

Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas. Pero cuidaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas (Mt 10.16-17)

En la vida es inevitable vivir ciertas tribulaciones porque así está escrito. Tu bondad no te librará de ellas, y el mundo (como la experiencia ya te lo habrá demostrado) funciona de tal modo que los "buenos" suelen cargar con los platos rotos de los "malos". Tu sola benevolencia, tu transigencia, comportarte como un santurrón o un tonto no te evitará sufrirlas como todo el mundo las sufre. Así que J añade "sé inocente pero astuto". Esa astucia no se refiere a que uses tu malicia para esquivarlas cargándoselas a otros, pues se contrapondría con la inocencia. Se refiere a estar muy despierto para saber discriminar, darse cuenta uno de las cosas para diferenciar lo que es verdad de lo que es mentira, lo que es realidad de lo que es sueño; no caer en ninguna trampa.

La segunda frase es:

...entonces denle al césar lo que es del césar y a dios lo que es de dios (Mt 22.21)
En este pergamino dice: Adios Poncio Pilatos. Me voy detrás del Nazareno. 
Firma: tu amigo Claudio el tribuno

Lo anterior es lo mismo que decir que, sabiendo discriminar entre lo que es falso y verdadero, entre ilusión y realidad, das su justo valor a cada cosa sin entrar en lo que el curso llama "confusión de niveles". Tu respuesta se basa ahora en que a la ilusión le entregas lo que es ilusorio y a la verdad lo que es verdad en ti. Tu cerebro, tus manos, tus pies... están puestos en la Tierra, pero tu corazón (tu espíritu) está puesto en el cielo. Otra manera de decirlo es, como suelo repetir hasta la saciedad en una de mis frases favoritas: "vive en el mundo sin ser de él" (o "vive en el mundo sin dejar que el mundo te viva a ti").
Resumiendo, tu astucia sirve para no caer en la trampa de hacer real el mundo, y la inocencia para trascender la dualidad, que es lo mismo que la trampa del bien contra el mal (espero hablar de ésto en un futuro post). Ambas, astucia e inocencia, son los instrumentos (de la mente recta o E.S.) que te evitarán enfrentar dichas tribulaciones con la gravedad y la pesada carga conque lo hacen la inmensa mayoría de las personas.

Todas las situaciones que atravieses en "tu vida" (entre comillas porque en realidad no es vida. No hay vida fuera del cielo) no son más que la misma situación presentándose de diferentes maneras. El E.S. las simplifica para ti al grado de unificarlas en una sola cuando te las hace ver a todas por igual, ésto es, como peticiones de amor de la mente febril universal del Hijo de Dios. Por lo mismo, sea la que sea la situación excepcional que parezca que estemos viviendo, no deja de ser una petición de amor, una petición de ayuda de esa mente febril de la que todos formamos parte, y que clama poder despertar de la pesadilla que ella misma se ha inducido.
Dentro de esa mente, tú y yo somos unos privilegiados porque, aunque la naturaleza de la proyección (la percepción y la dualidad) nos haga vernos como personajes independientes y separados en el sueño, hemos cobrado consciencia del mecanismo detrás de todo lo que ocurre. Tú y yo somos pensamientos pensantes lúcidos (espíritu) despertando poco a poco de este sueño a la realidad. En nuestro proceso estamos tomando por fin responsabilidad, aunque aún no sabemos ciertamente como pensar en el camino hacia la luz. 

Al respecto de ésto último y como colofón a este post, dejo abajo el último apartado del último tema del libro de texto de UCdM (T-31.VIII), titulado "Elige de nuevo". Vale la pena que lo leas en su totalidad. En una de sus frases dice:

Elige de nuevo si quieres ocupar el lugar que te corresponde entre los salvadores del mundo, o si prefieres quedarte en el infierno y mantener a tus hermanos allí. (T-31.VIII.5)

Y la lección 62 dice que “Perdonar es mi función por ser la luz del mundo.”. La 64 "No dejes que me olvide de mi función". Es por eso que debemos dejarnos guiar por Él.

La salvación no te pide que contemples el espíritu y no percibas el cuerpo. Simplemente te pide que ésa sea tu elección. Pues puedes ver el cuerpo sin ayuda, pero no sabes cómo contemplar otro mundo aparte de él. Tu mundo es lo que la salvación habrá de deshacer, permitiéndote así ver otro que tus ojos jamás habrían podido encontrar. Cómo va a lograrse esto no es algo que deba preocuparte. No comprendes cómo apareció ante ti lo que ves, pues si lo comprendieses, desaparecería. El velo de la ignorancia está corrido igualmente sobre lo bueno que sobre lo malo, y se tiene que traspasar para que ambas cosas puedan desaparecer a fin de que la percepción no encuentre ningún lugar donde ocultarse. ¿Cómo se puede hacer esto? No se puede hacer en absoluto. Pues ¿qué podría aún quedar por hacer en el universo que Dios creó? (T-31.VI.3)

En definitiva, siento decepcionar a todos los activistas defensores de la verdad y la justicia, y a mi propio ego que, confundiendo niveles, siempre ha pensado que repartir unos cuantos mamporros era la manera de poner orden en este mundo caótico. 
La verdadera y definitiva libertad de la Humanidad no se producirá en el nivel de la forma cuando ocurra algún suceso extraordinario de buenos contra malos, de víctimas indefensas contra verdugos perversos, sino que ha de producirse a nivel de la Mente cuando ésta abandone su forma de pensar errónea en favor del pensamiento del E.S.. Ésto que parece llevar tiempo, tiene su reflejo en el nivel de la forma (en el mundo), en individuos que irán despertando a la realidad; individuos que perdiendo el miedo, abandonarán el complejo de victimas para vivir de manera diferente y en paz. 


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NOTA: Los fotogramas ha sido tomados de la película de 2016 "Resucitado" (Risen), del director Kevin Reynolds y protagonizada por Joseph Fiennes.



VIII. Elige de nuevo
1. La lección que la tentación siempre quiere enseñar, en cualquier forma en que se presente e independientemente de donde ocurra, es ésta: quiere persuadir al Hijo de Dios de que él es un cuerpo, nacido dentro de lo que no puede sino morir, incapaz de librarse de su flaqueza y condenado a lo que el cuerpo le ordene sentir. El cuerpo fija los límites de lo que el Hijo de Dios puede hacer.
El poder del cuerpo es la única fuerza de la que el Hijo de Dios dispone y el dominio de éste no puede exceder el reducido alcance del cuerpo. ¿Querrías seguir siendo eso, si Cristo se te apareciese en toda Su gloria, pidiéndote solamente esto?: 

Elige de nuevo si quieres ocupar el lugar que te
corresponde entre los salvadores del mundo, o si 
prefieres quedarte en el infierno y mantener a tus
hermanos allí. 

Él ha venido, y esto es lo que te está pidiendo.
2. ¿Cómo se lleva a cabo esa elección? ¡Qué fácil de explicar es ésto! Siempre eliges entre tu debilidad y la fortaleza de Cristo en ti. Y lo que eliges es lo que crees que es real. Sólo con que te negases a dejar que la debilidad guiase tus actos, dejarías de otorgarle poder. Y la luz de Cristo en ti estaría entonces a cargo de todo cuanto hicieses. Pues habrías llevado tu debilidad ante Él, y, a cambio de ella, Él te habría dado Su fortaleza.
3. Las pruebas por las que pasas no son más que lecciones que aún no has aprendido que vuelven a presentarse de nuevo a fin de que donde antes hiciste una elección errónea, puedas ahora hacer una mejor y escaparte así del dolor que te ocasionó lo que elegiste previamente. En toda dificultad, disgusto o confusión Cristo te llama y te dice con ternura: "Hermano mío, elige de nuevo". Él no dejará sin sanar ninguna fuente de dolor, ni dejará en tu mente ninguna imagen que pueda ocultar a la verdad. Él te liberará de toda miseria a ti a quien Dios creó como un altar a la dicha. No te dejará desconsolado, ni solo en sueños infernales, sino que liberará a tu mente de todo lo que te impide ver Su faz. Su santidad es la tuya porque Él es el único Poder que es real en ti. Su fortaleza es la tuya porque Él es el Ser que Dios creó como Su único Hijo.
4. Las imágenes que fabricas no pueden prevalecer contra lo que Dios Mismo quiere que seas. Por lo tanto, jamás tengas miedo de la tentación, sino reconócela como lo que es: una oportunidad más para elegir de nuevo y dejar que la fortaleza de Cristo impere en toda circunstancia y lugar donde antes habías erigido una imagen de ti mismo. Pues lo que parece ocultar a la faz de Cristo es impotente ante Su majestad y desaparece ante Su santa presencia. Los salvadores del mundo, que ven tal como Él ve, son sencillamente los que eligen la fortaleza de Cristo en lugar de su propia debilidad, la cual se ve como algo aparte de Él. Ellos redimirán al mundo, pues están unidos en el poder de la Voluntad de Dios. Y lo que ellos disponen no es sino lo que Él dispone.
5. Aprende, pues, el feliz hábito de responder a toda tentación de percibirte a ti mismo débil y afligido con estas palabras: 

Soy tal como Dios me creó. Su Hijo no puede 
sufrir. Y yo soy Su Hijo.

De este modo se invita a la fortaleza de Cristo a que impere y reemplace todas tus debilidades con la fuerza que procede de Dios, la cual es infalible. Y de este modo también, los milagros se vuelven algo tan natural como el miedo y la angustia parecían serlo antes de que se eligiese la santidad. Pues con esa elección desaparecen las distinciones falsas; las alternativas ilusorias se dejan de lado y no queda nada que interfiera en la verdad.
6. Tú eres tal como Dios te creó, al igual como también lo es toda cosa viviente que contemplas, independientemente de las imágenes que veas. Lo que percibes como enfermedad, dolor, debilidad, sufrimiento y pérdida, no es sino la tentación de percibirte a ti mismo indefenso y en el infierno. No sucumbas a esta tentación, y verás desaparecer toda clase de dolor, no importa dónde se presente, en forma similar a como el sol disipa la neblina. Un milagro ha venido a sanar al Hijo de Dios y a cerrarle la puerta a sus sueños de debilidad, allanando así el camino hacia su salvación y liberación. Elige de nuevo lo que quieres que él sea, recordando que toda elección que hagas establecerá tu propia identidad tal como la has de ver y como creerás que es.
7. No me niegues el pequeño regalo que te pido, cuando a cambio de ello pongo a tus pies la paz de Dios y el poder para llevar esa paz a todos los que deambulan por el mundo solos, inseguros y presos del miedo. Pues se te ha concedido poder unirte a cada uno de ellos, y, a través del Cristo en ti, apartar el velo de sus ojos y dejar que contemplen al Cristo en sí mismos.
8. Hermanos míos en la salvación, no dejéis de oír mi voz ni de escuchar mis palabras. No os pido nada, excepto vuestra propia liberación. El infierno no tiene cabida en un mundo cuya hermosura puede todavía llegar a ser tan deslumbrante y abarcadora que sólo un paso la separa del Cielo. Traigo a vuestros cansados ojos una visión de un mundo diferente, tan nuevo, depurado y fresco que os olvidaréis de todo el dolor y miseria que una vez visteis. Mas tenéis que compartir esta visión con todo aquel que veáis, pues, de lo contrario, no la contemplaréis. Dar este regalo es la manera de hacerlo vuestro. Y Dios ordenó, con amorosa bondad, que lo fuese.
9. ¡Alegrémonos de poder caminar por el mundo y de tener tantas oportunidades de percibir nuevas situaciones donde el regalo de Dios se puede reconocer otra vez como nuestro! Y de esta manera, todo vestigio del infierno, así como los pecados secretos y odios ocultos, desaparecerán. Y toda la hermosura que ocultaban aparecerá ante nuestros ojos cual prados celestiales, que nos elevarán más allá de los tortuosos senderos por los que viajábamos antes de que apareciese el Cristo. Oídme, hermanos míos, oídme y uníos a mí. Dios ha decretado que yo no pueda llamaros en vano, y en Su certeza, yo descanso en paz. Pues vosotros me oiréis, y elegiréis de nuevo. Y con esa elección todo el mundo quedará liberado.
10. Gracias, Padre, por estos santos seres que son mis hermanos, así como Tus Hijos. La fe que tengo en ellos es Tu Propia fe. Estoy tan seguro de que vendrán a mí como Tú estás de lo que ellos son, y de lo que serán eternamente. Ellos aceptarán el regalo que les ofrezco porque Tú me lo diste para ellos. Y así como yo únicamente quiero hacer Tu santa Voluntad, ésa también será su elección. Te doy gracias por ellos. El himno de la salvación resonará a través del mundo con cada elección que cada uno de ellos haga. Pues compartimos un mismo propósito, y el fin del infierno está cerca.
11. Mi mano se extiende en gozosa bienvenida a todo hermano que quiera unirse a mí para ir más allá de la tentación, y mirar con firme determinación hacia la luz que brilla con perfecta constancia más allá de ella. Dame los míos, pues te pertenecen a Ti. ¿Y podrías Tú dejar de hacer lo que es Tu Voluntad? Te doy las gracias por lo que mis hermanos son. Y según cada uno de ellos elija unirse a mí, el himno de gratitud que se extiende desde la tierra hasta el Cielo se convertirá, de unas cuantas notas sueltas, en un coro todo-abarcador, que brota de un mundo redimido del infierno y que te da las gracias a Ti.
12. Y ahora decimos "Amén". Pues Cristo ha venido a morar al lugar que, en el sosiego de la eternidad, Tú estableciste para Él desde antes de los orígenes del tiempo. La jornada llega a su fin, y acaba donde comenzó. No queda ni rastro de ella. Ya no se le otorga fe a ninguna ilusión, ni queda una sola mota de obscuridad que pudiese ocultarle a nadie la faz de Cristo. Tu Voluntad se hace, total y perfectamente, y toda la creación Te reconoce y sabe que Tú eres la única Fuente que tiene. La Luz, clara como Tú, irradia desde todo lo que vive y se mueve en Ti. Pues hemos llegado allí donde todos somos uno, y finalmente estamos en casa, donde Tú quieres que estemos.


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Regresar a Dios

  "Imagen satelital del río Amazonas fundiéndose con el Océano Atlántico.  Fuente: Agencia Espacial Europea (ESA), dominio público. La ...