Me he tirado más de media vida intentando comprender la vida misma y cómo funciona y siempre he fracasado. Al principio lo haces para triunfar, pero con los años y decepcionado terminas haciéndolo para escapar de sus limitaciones y miserias. La sensación que queda es entonces como la de ser una mosca atrapada dentro de una botella de cristal, que se golpea una y otra vez contra una pared invisible que te permite ver todo un mundo atractivo de colores afuera, pero que a la vez impone una fuerte restricción a tu libertad. Y entonces un día, harto de tantos golpes, desengañado y completamente agotado de perseguir objetivos inalcanzables, llegas a la conclusión de que la vida no se puede comprender, sólo puede experimentarse, y que por lo mismo no parece que puedas escaparte de ella a no ser que rindiéndote y cayéndote muerto, pongas fin a tu existencia.
Así que te calmas, resignado, y eventualmente posas tu mirada en algo diferente, algo que es distinto dentro de la botella de cristal pues no ofrece distorsión alguna. Ésta es la única parte sin espejismos pero que da miedo, una apertura oscura y estrecha en la parte superior.
Y piensas: ¿Y si lo que veo a través del cristal no fuera nada más que un truco mágico creado por mis propios deseos e ilusiones, que no me llevan a ninguna parte y me mantienen atrapado? Quizás ese agujero negro y misterioso sea todo lo contrario, un conducto estrecho y tenebroso formado por mis propios miedos subconscientes, pero la puerta de salida hacia la libertad. Si me atreviera a meterme por ahí quién sabe a dónde iría. Pero... ¿me atreveré? Es cuestión de fe.
Así que te calmas, resignado, y eventualmente posas tu mirada en algo diferente, algo que es distinto dentro de la botella de cristal pues no ofrece distorsión alguna. Ésta es la única parte sin espejismos pero que da miedo, una apertura oscura y estrecha en la parte superior.
Y piensas: ¿Y si lo que veo a través del cristal no fuera nada más que un truco mágico creado por mis propios deseos e ilusiones, que no me llevan a ninguna parte y me mantienen atrapado? Quizás ese agujero negro y misterioso sea todo lo contrario, un conducto estrecho y tenebroso formado por mis propios miedos subconscientes, pero la puerta de salida hacia la libertad. Si me atreviera a meterme por ahí quién sabe a dónde iría. Pero... ¿me atreveré? Es cuestión de fe.
"Pues la fe puede mantener al Hijo de Dios encadenado mientras él crea que lo está. Mas cuando se libre de las cadenas será simplemente porque habrá dejado de creer en ellas, al retirar su fe de la idea de que lo podían aprisionar, y depositarla en cambio en su libertad."
- UCdM -
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