NOTA IMPORTANTE: Si has llegado hasta aquí sin pasar por la 1ª Parte, antes de continuar te recomiendo que leas la introducción para saber de qué va este post y cómo está organizado. Puedes hacerlo pinchando aquí (Ir a la 1ª Parte). Pero si ya la has leído, entonces puedes continuar.
81. Jesús ha dicho: Quien se enriquece, que reine. Y quien tiene poder, que renuncie.
82. Jesús ha dicho: Quien está cerca de mí está cerca del fuego, y quien está lejos de mí está lejos del Reino.
83. Jesús ha dicho: Las imágenes se manifiestan a la humanidad y la luz que está dentro de ellas se esconde. El se revelará a sí mismo en la imagen de la luz del Padre, pues su imagen se esconde por su luz.
84. Jesús ha dicho: Cuando véis vuestro reflejo, os alegráis. Pues cuando percibáis vuestras imágenes que entran en la existencia frente a vosotros, las cuales ni mueren ni disfrazan ¿hasta qué punto dependerán de vosotros?
85. Jesús ha dicho: Adán entró en la existencia por un gran poder y por medio de una gran riqueza, pero sin embargo no se hizo digno de vosotros. Pues si hubiera sido digno, no habría saboreado la muerte.
85. J dijo: «Adán procedía de gran poder y gran riqueza, pero él no era digno de vosotros. Porque, si hubiera sido digno, no habría saboreado la muerte.»
Este dicho habla del poder del Hijo de Dios que radica en su mente y se manifiesta de dos maneras. La primera es como poder creativo para extender más realidad o más Reino. La segunda es como poder imaginativo para fabricar irrealidad. Éste último es el mismo poder anterior pero mal utilizado pues se hace al margen de Dios y en estado onírico. La figura de Adán procede de éste último poder, por lo que al ser un personaje fabricado es tan irreal como el mismo mundo. Por ello tuvo que saborear la muerte, al igual que al mundo le llegará su final. Nada que se manifieste como ilusión puede ser eterno porque está sujeto a cambio a través del tiempo, y por tanto a principio y a fin. Por eso nada en el sueño es "digno" de ser valorado pues al final se convertirá en polvo, que es lo mismo que decir que no existe, no existió ni nunca existirá.
La mente elige dividirse a sí misma cuando elige inventar sus propios niveles. Pero no puede separarse completamente del espíritu, ya que de éste es de donde deriva todo su poder para fabricar o para crear. (T-3.IV.5.8-9)
La semejanza entre ambas cosas reside en el poder que tienen como cimientos. Su diferencia, en lo que descansa sobre ellas. Ambas son piedras angulares de sistemas de creencias por las que uno rige su vida. Creer que un sistema de pensamiento basado en mentiras es débil es un error. Nada que un Hijo de Dios haya hecho carece de poder. Es esencial que te des cuenta de esto, pues, de lo contrario, no podrás escapar de la prisión que tú mismo has construido.(T-3.VII.1.3-8)
86. Jesús ha dicho: Las zorras tienen sus guaridas y los pájaros tienen sus nidos, pero el hijo de la humanidad no tiene ningún lugar para poner su cabeza y descansar.
86. J dijo: «Los zorros tienen sus guaridas y los pájaros sus nidos, pero los seres humanos no tienen donde tumbarse y descansar.»
Los seres humanos, identificados con nuestros cuerpos, no tenemos donde tumbarnos a descansar en un mundo en el que la paz de Dios sólo puede alcanzarse en el estado de consciencia plena. La paz no llega con la muerte tal como creemos y rezan en las lápidas de los cementerios, pues arrastramos con nosotros una gran culpa en forma de inquietudes, como karma para las próximas vidas. Lo que caracteriza al mundo es la inconsciencia y la agitación porque el que viene aquí lo hace para enfrentar precisamente esos karmas no resueltos, haciendo cosas para tratar de expiar nuestros supuestos pecados siguiendo el sistema de pensamiento del ego o mente errónea. ¡Y eso agota!
Puedes descansar en paz debido únicamente a que estás despierto. (T-8.IX.4.9)
Hacer algo siempre involucra al cuerpo. Y si reconoces que no tienes que hacer nada, habrás dejado de otorgarle valor al cuerpo en tu mente. He aquí la puerta abierta que te ahorra siglos de esfuerzos, pues a través de ella puedes escaparte de inmediato, liberándote así del tiempo. Ésta es la forma en que el pecado deja de ser atractivo en este mismo momento. Pues con ello se niega el tiempo, y, así, el pasado y el futuro desaparecen. El que no tiene que hacer nada no tiene necesidad de tiempo. No hacer nada es descansar, y crear un lugar dentro de ti donde la actividad del cuerpo cesa de exigir tu atención. A ese lugar llega el Espíritu Santo, y ahí mora. Él permanecerá ahí cuando tú te olvides y las actividades del cuerpo vuelvan a abarrotar tu mente consciente. (T-18.VII.7)
87. Jesús ha dicho: Maldito sea el cuerpo que depende de otro cuerpo, y maldita sea el alma que depende de estar juntos aquellos.
87. J dijo: «Qué miserable es el cuerpo que depende de un cuerpo, y qué miserable es el alma que depende de estos dos.»
En el mundo, las personas como cuerpos que son, dependen de otros cuerpos (de otras personas). En una sociedad materialista y desigual los poseedores del poder y la riqueza imponen sus leyes sobre la masa más pobre, la cual lleva una vida marcada por la producción, la servidumbre y la inconsciencia, actuando como cuerpos dependientes de otros cuerpos. Pero más miserable aún es saber que la inmensa mayoría de esas personas se haya olvidado de su espíritu, creyéndose solamente su cuerpo mortal sin más esperanza de liberación que la de que algún día puedan volverse ricas o por fin dejar de trabajar. Éstas son las almas miserables que dependen de los cuerpos.
UCdM no menciona apenas la palabra "alma" sino metafóricamente en los primeros capítulos del libro de texto porque es un término que se contrapone con su enseñanza, pues el alma como entidad separada está sujeta a evolución y cambio; por lo tanto no es real y UCdM apunta hacia lo real. Más bien se ha de entender el alma como el espíritu inmortal y eterno si queremos llegar al meollo del curso el cual es la Unicidad. Sin embargo, efectivamente el alma sí puede ser miserable por necesitar evolucionar si nos atenemos a las reglas del juego conque ha sido fabricado el sueño del mundo por la Mente-ego. UCdM nos ayuda a escapar de ese juego.
Este dicho es un toque de atención de J a la gente para recordarles la necesidad de despertar al espíritu, el cual no puede ser nunca miserable porque no necesita salvación, pero que está atrapado bajo la nube de creencias del ego, entre ellas la de que uno es un cuerpo. Hasta que no se trascienda dicha creencia no se nacerá al espíritu.
El espíritu es la parte que aún se mantiene en contacto con Dios a través del Espíritu Santo, Quien, aunque mora en esa parte, también ve la otra. No se usa el término "alma" excepto en citas directas de la Biblia, por ser un término sumamente polémico. En cualquier caso, sería un equivalente de "espíritu", entendiéndose que, al formar parte del ámbito de Dios, es eterna y nunca nació. (C-1.3)
Los más "religiosos" de los mitos basados en el ego, puede que postulen que el alma existía antes y que seguirá existiendo después de un lapso temporal de vida en el ego. Algunos postulan incluso que el alma será castigada por este lapso. La salvación, no obstante, no es aplicable al espíritu, pues éste no está en peligro y, por lo tanto, no tiene que ser rescatado. (T-4.II.9.5-7)
88. Jesús ha dicho: Los ángeles y los oráculos vendrán a vosotros y os regalarán lo vuestro. Y vosotros mismos, dadles lo que tenéis en vuestras manos y decid entre vosotros: ¿En qué día vendrán para recibir lo suyo?
88. J dijo: «Los mensajeros y los profetas vendrán a vosotros y os darán lo que os pertenece. Vosotros, a vuestra vez, dadles lo que tenéis, y deciros a vosotros mismos: ‘¿Cuándo vendrán y tomarán lo que es suyo?’»
Este es uno de los dichos más misteriosos e intrigantes de todo el evangelio de Tomás. Quizás porque habla de las creaciones del Hijo de Dios, una de las cosas más difíciles de entender para nosotros experimentando la vida desde la dualidad.
Las creaciones vienen referidas a la capacidad de compartir con Dios su poder creativo extendiendo el Reino, y al igual que nosotros somos Sus creaciones, nosotros también creamos las nuestras propias a nuestra imagen y semejanza.
Así que este dicho de Tomás habla de un intercambio de creaciones. Es mediante ese intercambio, o extensión en terminología de UCdM, es que se produce la compleción o consciencia Unidad, pues recibir y dar es lo mismo. Leyendo el siguiente texto lo dicho cobra sentido:
El Cielo aguarda silenciosamente, y tus creaciones extienden sus manos para ayudarte a cruzar y para que les des la bienvenida. Pues son ellas lo que andas buscando. Lo único que buscas es tu compleción, y son ellas las que te completan. La relación de amor especial no es más que un pobre substituto de lo que en verdad -y no en ilusiones- te completa. La relación que tienes con tus creaciones está libre de culpa, y esto te permite contemplar a todos tus hermanos con gratitud, pues tus creaciones fueron creadas en unión con ellos. La aceptación de tus creaciones es la aceptación de la unicidad de la creación, sin la cual nunca podrías ser completo. Ninguna clase de especialismo te puede ofrecer lo que Dios ha dado, y lo que tú das junto con Él.(T-16.IV.8)
Así que quiero entender que los ángeles y los oráculos es una forma metafórica de referirse a que tus creaciones vendrán a ti para regalarte lo que es tuyo, ésto es, para que encuentres en ellas tu compleción. Y a su vez uno se entrega a sus creaciones ("les das lo que tienes en tus manos..." tus relaciones especiales que no son más que ilusiones donde has creído encontrar tu completud guiado por el consejo del ego). Así que tu actitud es la de estar despierto para facilitar que se produzca ese encuentro que, por supuesto, nada tiene que ver con ningún encuentro físico, sino con tu postura mental de abrirte al amor hacia la vida y con tus hermanos. Luego en el siguiente párrafo se lee:
Al otro lado del puente se encuentra tu compleción, pues estarás completamente en Dios, sin querer nada en especial, excepto ser exactamente como Él, y mediante tu compleción le brindarás a Él la Suya. No tengas miedo de cruzar el puente y entrar a la morada de la paz y de la perfecta santidad. Sólo ahí está establecida para siempre la compleción de Dios y la de Su Hijo. No busques esto en el desolado mundo de las ilusiones, donde nada es seguro y todo te deja insatisfecho.
La última frase del dicho pone énfasis en la necesidad de estar despierto cuando pregunta: "¿Cuándo es que vendrán los ángeles para que puedas brindarles tus creaciones y se pueda consumar tu compleción?". ¡No lo sabes! Es semejante a la parábola de las 10 vírgenes que con un candil aguardaban la llegada de sus esposos. No puedes echarte a dormir so pena de que se cierre la puerta y te pierdas tu propia boda (quedarte sin cruzar el puente que te lleva al cielo). De nuevo dar y recibir, recibir y dar.
Únicamente lo que tú no has dado es lo que puede faltar en cualquier situación. (T-7.VII.4.1)
Quiero terminar con este texto de Kenneth Wapnik tomado de su taller "Los 50 Principios del milagro" dictado por él en 1985 en Nueva York que explica mejor que nadie lo que son las creaciones.
"Creaciones" es una de esas palabras técnicas que el Curso utiliza y que no explica realmente. Se refiere al proceso de creación que compartimos con Dios. Uno de los atributos básicos del espíritu es que siempre está extendiéndose. Este no es un proceso que ocurre en el tiempo o el espacio, por lo cual es tan difícil para nosotros concebirlo. Dios se extiende a Sí Mismo -como espíritu, El siempre está extendiéndose- eso es lo que se llama creación. Nosotros somos el resultado de eso, no el nosotros tal como nos identificamos sentados en este salón, sino el "nosotros" que es el Cristo y que somos todos. Cada uno de nosotros es una parte de ese Cristo que es una extensión de Dios, ya que Cristo es parte de Dios, El también comparte los atributos básicos de Dios. Uno de esos atributos es la extensión, así que Cristo también se extiende. Aquello que extiende el Cristo es lo que el Curso llama "creaciones." Las creaciones son realmente las extensiones nuestras en nuestro verdadero estado. Repito, lo que lo hace tan difícil de entender, es que este proceso no tiene contraparte o término alusión a algo en este mundo. Cuando el Curso utiliza la palabra "crear", como lo hará en uno de estos principios del milagro, no se refiere a tener un pensamiento creativo.
89. Jesús ha dicho: ¿Por qué laváis el exterior del cáliz? ¿No notáis que quien crea el interior, también es quien crea el exterior?
89. J dijo: «¿Por qué laváis el exterior de la taza? ¿No entendéis que quien hizo el interior también hizo el exterior?»
Este dicho habla del poder del pensamiento y de la ley más básica que existe, la de causa y efecto, estando la causa primera en la mente (interior) y su efecto en la forma (exterior) por obra del mecanismo de proyección. Aquí, J recrimina a la gente su superficialidad, quien cuida del aspecto y del bienestar del cuerpo (el exterior del cáliz o la taza) desconociendo la ley que da origen a todo, incluido el mismo cuerpo.
Este dicho habla del poder del pensamiento y de la ley más básica que existe, la de causa y efecto, estando la causa primera en la mente (interior) y su efecto en la forma (exterior) por obra del mecanismo de proyección. Aquí, J recrimina a la gente su superficialidad, quien cuida del aspecto y del bienestar del cuerpo (el exterior del cáliz o la taza) desconociendo la ley que da origen a todo, incluido el mismo cuerpo.
Yendo aún más profundo en el afán del ego por cuidar la imagen preocupándose tanto por la forma, también existe el afán por controlar el día creyendo que puede organizar cómo ha de trascurrir éste, pero no nos damos cuenta de que la misma mente que sueña el cuerpo ya ha organizado nuestra vida obviando nuestros deseos. No podemos elegir lo que va a ocurrir ni cómo va a suceder, pero no pensamos en otra cosa y empezamos a construir castillos en el aire.
Entonces les contó esta parábola:
—El terreno de un hombre rico le produjo una buena cosecha. Así que se puso a pensar: “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde almacenar mi cosecha”. Por fin dijo: “Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes, donde pueda almacenar todo mi grano y mis bienes. Y diré: Alma mía, ya tienes bastantes cosas buenas guardadas para muchos años. Descansa, come, bebe y goza de la vida”. Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te van a reclamar la vida. ¿Y quién se quedará con lo que has acumulado?” Lc 12, 16-20
Sólo podemos decidir el tipo de día que queremos tener, hablado en sentido anímico-emocional o espiritual; ésto es, si lo vamos a querer vivir en paz o no, si con aceptación o rechazo, si con amor o con resentimiento y odio. Así que aquí J reprocha la escasez de visión interna de la gente, su estado de ensoñación, la cual anda sólo ocupada de las formas y sus fantasías sin caer en la cuenta de lo que es esencial y en el mecanismo de proyección subyacente.
Cuando se niega la visión, la confusión entre causa y efecto es inevitable. El propósito ahora es mantener la causa oculta del efecto y hacer que el efecto parezca ser la causa. Esta aparente autonomía del efecto permite que se le considere algo independiente, y capaz de ser la causa de los sucesos y sentimientos que su hacedor cree que el efecto suscita. (T-21.II.10.1-3)
No hay ningún sueño de querer ser especial que no suponga tu propia condenación, por muy oculta o disfrazada que se encuentre la forma en que éste se manifiesta, por muy hermoso que pueda parecer o por muy delicadamente que ofrezca la esperanza de paz y la escapatoria del dolor. En los sueños, causa y efecto se intercambian, pues en ellos el hacedor del sueño cree que lo que hizo le está sucediendo a él. (T-24.V.II.1-2)
Causa y efecto no son dos cosas separadas, sino una sola. Dios dispone que aprendas lo que siempre ha sido verdad: que Él te creó como parte de Sí Mismo y que esto no puede sino seguir siendo verdad porque las ideas no abandonan su fuente. Ésta es la ley de la creación: que cada idea que la mente conciba sólo sirva para aumentar su abundancia y nunca para disminuirla. Esto es tan cierto con respecto a lo que se desea vanamente como con respecto a lo que la voluntad dispone verdaderamente, ya que la mente puede desear ser engañada, pero no puede hacer de sí misma lo que no es. Y creer que las ideas pueden abandonar su fuente es tratar inútilmente de hacer que las ilusiones sean verdad. Pues nunca será posible engañar al Hijo de Dios. (T-26.VII.13)
El acto de pensar y sus resultados son en realidad simultáneos, ya que causa y efecto no están nunca separados. (L-19.1.4)
Causa y efecto no son sino una réplica de la creación. (M-5.II.4.10)
Es mucho más eficaz que te recuerde que no ejerces suficiente vigilancia con respecto a tus pensamientos. (T-2.VII.1.7)
90. Jesús ha dicho: Venid a mí, pues mi yugo es natural y mi dominio es manso y encontraréis reposo para vosotros mismos.
90. J dijo: «Venid a mí, porque mi yugo es cómodo y mi dominio es suave, y encontraréis descanso para vosotros mismos.»
Creo que existe casi completa unanimidad entre todo el mundo a la hora de interpretar esta frase de J. El problema es que después de 2.000 años la gente todavía sigue asociando al Jesús personaje histórico con el Cristo Hijo Único de Dios, desvinculándose de verse ella misma como parte del Hijo. Así que la gran mayoría de la gente se sigue considerando a sí misma como personas encarnadas en un cuerpo desposeídos de cualquier santidad. No quieren aceptar su divinidad y vuelcan su atención afuera. Por ello confunden el descanso de que habla este dicho con el que produce sentarse a orar en silencio a una figura o a una estampa, que es lo mismo que realizar un descanso físico; porque rezar a un ídolo sería totalmente improductivo si no fuera porque, efectivamente, resulta en un descanso físico y mental. Luego la gente retoma sus afanes y adiós muy buenas hasta la próxima. No ha habido ningún aprendizaje ni un gramo de despertar. Siguen depositando su fe, sus sueños, sus esperanzas y sus responsabilidades en ídolos de barro para que los vengan a salvar evitando cualquier posibilidad de crecimiento. Sé que ésto puede escocer a muchos y mucho. ¡Pues que escueza!. ¿Por qué la gente sigue apegada a los ídolos y no quiere mirar hacia dentro?. Porque tienen miedo de lo que puedan ver.
Crees ser la morada del mal, de las tinieblas y del pecado. Piensas que si alguien pudiese ver la verdad acerca de ti sentiría tal repulsión que se alejaría de ti como si de una serpiente venenosa se tratase. Piensas que si la verdad acerca de ti te fuese revelada, te sobrecogería un horror tan grande que te apresurarías de inmediato a quitarte la vida, pues sería imposible seguir viviendo después de haber contemplado semejante atrocidad.
Estas creencias están tan firmemente arraigadas en ti que resulta difícil hacerte entender que no tienen fundamento alguno. Que has cometido errores es obvio. Cierto es también, teniendo en cuenta lo que ahora crees, que has buscado la salvación por extraños caminos; que te has dejado engañar y que a tu vez has engañado; que has tenido miedo de fantasías pueriles y de sueños crueles y que te has postrado ante ídolos de polvo. (L-94.1-2)
Creo que existe casi completa unanimidad entre todo el mundo a la hora de interpretar esta frase de J. El problema es que después de 2.000 años la gente todavía sigue asociando al Jesús personaje histórico con el Cristo Hijo Único de Dios, desvinculándose de verse ella misma como parte del Hijo. Así que la gran mayoría de la gente se sigue considerando a sí misma como personas encarnadas en un cuerpo desposeídos de cualquier santidad. No quieren aceptar su divinidad y vuelcan su atención afuera. Por ello confunden el descanso de que habla este dicho con el que produce sentarse a orar en silencio a una figura o a una estampa, que es lo mismo que realizar un descanso físico; porque rezar a un ídolo sería totalmente improductivo si no fuera porque, efectivamente, resulta en un descanso físico y mental. Luego la gente retoma sus afanes y adiós muy buenas hasta la próxima. No ha habido ningún aprendizaje ni un gramo de despertar. Siguen depositando su fe, sus sueños, sus esperanzas y sus responsabilidades en ídolos de barro para que los vengan a salvar evitando cualquier posibilidad de crecimiento. Sé que ésto puede escocer a muchos y mucho. ¡Pues que escueza!. ¿Por qué la gente sigue apegada a los ídolos y no quiere mirar hacia dentro?. Porque tienen miedo de lo que puedan ver.
Crees ser la morada del mal, de las tinieblas y del pecado. Piensas que si alguien pudiese ver la verdad acerca de ti sentiría tal repulsión que se alejaría de ti como si de una serpiente venenosa se tratase. Piensas que si la verdad acerca de ti te fuese revelada, te sobrecogería un horror tan grande que te apresurarías de inmediato a quitarte la vida, pues sería imposible seguir viviendo después de haber contemplado semejante atrocidad.
Estas creencias están tan firmemente arraigadas en ti que resulta difícil hacerte entender que no tienen fundamento alguno. Que has cometido errores es obvio. Cierto es también, teniendo en cuenta lo que ahora crees, que has buscado la salvación por extraños caminos; que te has dejado engañar y que a tu vez has engañado; que has tenido miedo de fantasías pueriles y de sueños crueles y que te has postrado ante ídolos de polvo. (L-94.1-2)
Quizás a algunos les pueda parecer exagerado el tono del párrafo anterior, pero para otros no tanto. Les puede la culpabilidad. El ego se alimenta de ella, de la obligación, la defensa y el ataque, el sufrimiento, el dolor y el miedo. Por eso vivir en el ego es tan agotador. Se necesita dejar al ego a un lado y encontrar al Cristo dentro de ti para poder descansar (ver dicho 86).
El ego siempre proyecta sus mensajes fuera de ti, al creer que es otro y no tú el que ha de sufrir por tus mensajes de ataque y culpabilidad. E incluso si tú sufres, el otro ha de sufrir aún más. El supremo engañador reconoce que esto no es verdad, pero como "enemigo" de la paz que es, te incita a que proyectes todos tus mensajes de odio y así te liberes a ti mismo. Y para convencerte de que esto es posible, le ordena al cuerpo a que busque dolor en el ataque contra otro, lo llame placer y te lo ofrezca como tu liberación del ataque. (T-19.IV.B.15)
Pero J dice "Venid a mí", y no se refiere a que tuviera uno que acompañarlo a todos lados, como hacían los discípulos. Ahora que él no está, la gente lo busca en sus imágenes en las iglesias (ídolos de polvo) o en cualquier otro lugar, sin saber que J se refería a buscar dentro de uno mismo al Cristo, la esencia de la propia divinidad la cual se comparte con él.
Hay un lugar en ti en el que este mundo en su totalidad ha sido olvidado, y en el que no quedan memorias de pecado ni de ilusiones. Hay un lugar en ti donde el tiempo ha desaparecido y donde se oyen ecos de la eternidad. Hay un lugar de descanso donde el silencio es tan absoluto que no se oye ningún sonido, excepto un himno que se eleva hasta el Cielo para brindar júbilo a Dios el Padre y al Hijo. Allí donde Ambos moran, allí Ambos son recordados. Y allí donde Ambos están, allí se encuentran el Cielo y la paz. (T-29.V.1)
Aprende, pues, el feliz hábito de responder a toda tentación de percibirte a ti mismo débil y afligido con estas palabras: "Soy tal como Dios me creó. Su Hijo no puede sufrir. Y yo soy Su Hijo". De este modo se invita a la fortaleza de Cristo a que impere y reemplace todas tus debilidades con la fuerza que procede de Dios, la cual es infalible. (T-31.VIII.5.1-5)
En este párrafo J explica su dicho:
Cuando te sientas tentado por la voz falsa, recurre a mí para que te recuerde cómo sanar compartiendo mi decisión, haciéndola así aún más firme. Al compartir este objetivo, aumentaremos su poder para atraer a toda la Filiación y para restituirla nuevamente a la unicidad en la que fue creada. Recuerda que "yugo" quiere decir "unión", y "carga" significa "mensaje". Reformulemos la frase "Mi yugo es llevadero y mi carga ligera" de esta forma: "Unámonos, pues mi mensaje es la Luz". (T-5.II.11)
A la vista de ésta nueva interpretación, el dicho queda del siguiente modo:
«Venid a mí y unámonos, pues mi mensaje es la Luz. En Ella encontraréis descanso para vosotros mismos».
O sea que, en el estado que consciencia crística (la Luz) es que uno encuentra la paz y el descanso. La confirmación de lo anterior está dada a continuación:
En este párrafo J explica su dicho:
Cuando te sientas tentado por la voz falsa, recurre a mí para que te recuerde cómo sanar compartiendo mi decisión, haciéndola así aún más firme. Al compartir este objetivo, aumentaremos su poder para atraer a toda la Filiación y para restituirla nuevamente a la unicidad en la que fue creada. Recuerda que "yugo" quiere decir "unión", y "carga" significa "mensaje". Reformulemos la frase "Mi yugo es llevadero y mi carga ligera" de esta forma: "Unámonos, pues mi mensaje es la Luz". (T-5.II.11)
A la vista de ésta nueva interpretación, el dicho queda del siguiente modo:
«Venid a mí y unámonos, pues mi mensaje es la Luz. En Ella encontraréis descanso para vosotros mismos».
O sea que, en el estado que consciencia crística (la Luz) es que uno encuentra la paz y el descanso. La confirmación de lo anterior está dada a continuación:
"Descansa en paz" es una bendición para los vivos, no para los muertos, ya que el descanso procede de despertar, no de dormir. Dormir es aislarse; despertar, unirse. Los sueños son ilusiones de unión porque reflejan las nociones distorsionadas del ego con respecto a lo que significa unirse. El Espíritu Santo, no obstante, aprovecha también el tiempo que pasas durmiendo, y puede, si se lo permites, utilizar los sueños que tienes mientras duermes para ayudarte a despertar. (T-8.IX.3.5-8)
Hasta duermes y descansas mejor cuando estás conectado a tu Luz interna, a cuando viviendo desde el ego pasas las noches en vela preocupado por tus problemas.
91. Le dicen: Dinos quien eres tú, para que podamos confiar en ti.
91. Le dicen: Dinos quien eres tú, para que podamos confiar en ti.
El les dice: Escudriñáis la faz del Cielo y de la tierra mas no habéis conocido a quien está frente a vuestro rostro, y no sabéis preguntarle en este momento.
91. Ellos le dijeron: «Dinos quién eres para que podamos creerte.» Él les dijo: «Examináis el rostro del Cielo y la tierra, pero no habéis llegado a conocer a quien está en vuestra presencia, y no sabéis examinar el momento presente.»
El ego necesita pruebas para creer en lo invisible. J le dice a los discípulos que ellos usan la vista física en busca de esas pruebas ("Escudriñáis el Cielo y la tierra"), pero no usan la Visión espiritual. Por eso no pueden conocer al Cristo dentro de ellos mismos ("quien está en vuestra presencia"); no saben cómo hacerlo porque ni tienen puesta su atención en lo interno ni están centrados en el momento presente.
Todo lo que se percibe afuera es un pensamiento del pasado (L-7. Sólo veo el pasado), así que cuando uno sólo está atento a lo que le muestran los ojos, buscando la forma, no puede ver con la Visión espiritual. El Cristo, el Ser, sólo puede ser experimentado en al ahora, ni puedes verlo en otra persona sin verlo dentro de ti mismo. Así que el hecho de preguntar denota una total ignorancia de los discípulos ("dinos quién eres para que podamos creerte"), pues buscan con los ojos lo que no se puede ver con ellos ya que la Visión es un entendimiento, un estado consciencial.
Yo soy La manifestación del Espíritu Santo y cuando me veas, será porque lo has invitado a Él. Pues Él te enviará Sus testigos sólo con que desees verlos. Nunca te olvides de que siempre ves lo que buscas, pues lo que buscas lo encontrarás. El ego encuentra lo que busca y nada más. No encuentra amor porque no es eso lo que busca. Mas buscar es lo mismo que encontrar y si vas en pos de dos objetivos opuestos los encontrarás, pero no podrás reconocer ninguno de ellos. Creerás que los dos son lo mismo porque deseas alcanzar los dos. La mente siempre busca su propia integración, mas si está dividida y quiere conservar la división, seguirá creyendo que sólo tiene un objetivo haciendo que parezca uno solo. (T-12.VII.6)
92. Jesús ha dicho: Buscad y encontraréis. Mas esas cosas que me preguntabais en aquellos días, no os las dije entonces. Ahora quiero comunicarlas, pero no preguntáis de ellas.
92. J dijo: «Buscad y hallaréis. En el pasado, no obstante, no os conté las cosas por las que me preguntasteis entonces. Ahora estoy dispuesto a decirlas, pero vosotros no las buscáis.»
Este dicho habla del camino de la salvación, el de regreso a casa y la consecuente búsqueda de respuestas. ¿Por qué se dirige J con este tono a sus discípulos? ¿Por qué se negó J a responder a las preguntas que se le hicieron en un primer momento?.
Siempre es el ego quien busca y pregunta. Al principio J podía adivinar que no había ánimo de comprender en sus discípulos porque realmente no querían encontrar ninguna respuesta, así que ¿para qué perder el tiempo contestando preguntas estériles?. Luego, más tarde que J ya los ha "educado", creyendo que ha inculcado en ellos el espíritu por la verdad está dispuesto a responderles, pero ellos ya no están interesados. ¿Por qué? Porque en los buscadores poco comprometidos el ego siempre está a cargo y su lema es "busca pero no halles". Sencillamente los discípulos, bajo sus egos, no quieren saber ni quieren ver (espiritualmente).
Queda claro que los discípulos mantienen una mente dividida entre dos objetivos, y por eso no encuentran el camino de la salvación, del amor, porque no es amor. En el fondo sienten miedo. Están físicamente con J y parecen haber encontrado lo que buscan con él, pero no es así pues se conforman con sentirse acompañados. No quieren asumir ninguna responsabilidad por despertar.
El ego está seguro de que el amor es peligroso, y ésta es siempre su enseñanza principal. Nunca lo expresa de este modo. Al contrario, todo el que cree que el ego es la salvación parece estar profundamente inmerso en la búsqueda del amor. El ego, sin embargo, aunque alienta con gran insistencia la búsqueda del amor, pone una condición: que no se encuentre. Sus dictados, por lo tanto, pueden resumirse simplemente de esta manera: "Busca, pero no halles". Ésta es la única promesa que el ego te hace y la única que cumplirá. Pues el ego persigue su objetivo con fanática insistencia, y su juicio, aunque seriamente menoscabado, es completamente coherente. (T-12.IV.1)
"Busca, pero no halles" sigue siendo el decreto implacable de este mundo, y nadie que persiga los objetivos del mundo puede eludirlo. (M-13.5.8)
93. Jesús ha dicho: No deis lo sagrado a los perros, para que no lo echen en el montón de estiércol. No arrojéis las perlas a los cerdos, para que no lo hagan...
94. Jesús ha dicho: Quien busca encontrará, y a quien toca se le abrirá.
94. J dijo: «El que busque encontrará. Y al que llame, se le abrirá.»
El que busca encontrará, y al que llame se le abrirá la puerta ...si busca de manera seria y comprometida.
Lo del ego no es buscar, es perder el tiempo. Así que este dicho se refiere a la búsqueda de verdad y de la verdad. Cuando buscas en serio obtienes respuestas serias porque no te puedes desligar de tu propia intención, de la ley de causa y efecto de la que ya hemos hablado. Ves lo que quieres ver. Ahora tu búsqueda parte de tu verdad y por ello estás destinado a encontrarla.
Ahora queremos ver, oír y aprender. "¿Qué es la salvación, Padre?" Pregunta y se te contestará. Busca y hallarás. Ya no le estamos preguntando al ego qué es la salvación ni dónde encontrarla. Se lo estamos preguntando a la verdad. Ten por seguro, entonces, que la respuesta será verdad, en virtud de Aquél a Quien se lo estás preguntando. (L-72.11)
95. Jesús ha dicho: Si tenéis monedas de cobre, no las prestéis a interés, sino dadlas a ellos de quienes no recibiréis reembolso.
95. Jesús ha dicho: Si tenéis monedas de cobre, no las prestéis a interés, sino dadlas a ellos de quienes no recibiréis reembolso.
95. J dijo: «Si tienes dinero, no lo prestes a interés. Más bien, dáselo a alguien que no te lo vaya a devolver.»
Este es otro dicho que ha sido siempre interpretado de la misma manera, y quizás no del todo de la manera adecuada. En realidad J siempre ha sido mal entendido porque ha sido el ego quien se ha hecho cargo de distorsionar su mensaje.
Se entiende que esta frase va dirigida a recomendar el desapego a lo material; hasta ahí correcto. Pero mucha gente, en el punto de vista más extremo, añade además la idea de que uno tiene que desprenderse de lo que tiene haciendo voto de pobreza material, más no tiene que ser así. Ésto último es una elección pero nada obliga. Recuerda que el curso dice que el mundo no existe, pero si te ves en la necesidad de renunciar a él lo haces real y entonces quedas atrapado por lo que tratas de escapar.
Yo interpreto este dicho como "ni te apegues ni tengas expectativas". Ambas cosas, apego y expectativas son inversiones en el mundo producto de la creencia en la separación causando los sentimientos de insuficiencia y necesidad. Por eso, el que se siente pobre presta dinero (u otras cosas) con vistas a recuperarlo (apego) con intereses (expectativas).
Te pedí una vez que vendieses todo cuanto tuvieses, que se lo dieses a los pobres y que me siguieras. Esto es lo que quise decir: si no inviertes tu atención en ninguna de las cosas de este mundo, puedes enseñarle a los pobres dónde está su tesoro. Los pobres son sencillamente los que han invertido mal, ¡y vaya que son pobres! Puesto que están necesitados, se te ha encomendado que los ayudes, pues te cuentas entre ellos. Observa lo bien que aprenderías tu lección si te negases a compartir su pobreza, pues la pobreza no es otra cosa que insuficiencia, y sólo hay una insuficiencia, ya que sólo hay una necesidad. (T-12.III.1)
Si la verdad exigiese que renunciasen al mundo, les parecería como si se les estuviese pidiendo que sacrificasen algo que es real. Muchos han elegido renunciar al mundo cuando todavía creían que era real. Y como resultado de ello se han visto abatidos por una sensación de pérdida, y, consecuentemente, no se han liberado. Otros no han elegido otra cosa que el mundo, y su sensación de pérdida ha sido aún mayor, lo cual no han sido capaces de entender. (L-155.4)
Te pedí una vez que vendieses todo cuanto tuvieses, que se lo dieses a los pobres y que me siguieras. Esto es lo que quise decir: si no inviertes tu atención en ninguna de las cosas de este mundo, puedes enseñarle a los pobres dónde está su tesoro. Los pobres son sencillamente los que han invertido mal, ¡y vaya que son pobres! Puesto que están necesitados, se te ha encomendado que los ayudes, pues te cuentas entre ellos. Observa lo bien que aprenderías tu lección si te negases a compartir su pobreza, pues la pobreza no es otra cosa que insuficiencia, y sólo hay una insuficiencia, ya que sólo hay una necesidad. (T-12.III.1)
Si la verdad exigiese que renunciasen al mundo, les parecería como si se les estuviese pidiendo que sacrificasen algo que es real. Muchos han elegido renunciar al mundo cuando todavía creían que era real. Y como resultado de ello se han visto abatidos por una sensación de pérdida, y, consecuentemente, no se han liberado. Otros no han elegido otra cosa que el mundo, y su sensación de pérdida ha sido aún mayor, lo cual no han sido capaces de entender. (L-155.4)
De modo que pobreza es invertir en este mundo. Pero por ello no tienes que renunciar a tus pertenencias y mucho menos sentirte culpable si no lo haces, pero sí dejar de ponerles más atención que la que prestas a tu proceso de expiación, el cual va dirigido a eliminar todo tu sentimiento de culpa, tu miedo y la creencia de que necesitas tantas cosas sin las que no podrías vivir, y eso porque inconscientemente te sientes separado de Dios. De esta manera se puede resumir el propósito del curso como la de corregir tu pobre manera de pensar y ver el mundo.
96. Jesús ha dicho: El Reino del Padre se asemeja a una mujer que ha tomado un poco de levadura y la ha escondido en la masa, produjo panes grandes de ella. Quien tiene oídos, ¡que oiga!
96. Jesús ha dicho: El Reino del Padre se asemeja a una mujer que ha tomado un poco de levadura y la ha escondido en la masa, produjo panes grandes de ella. Quien tiene oídos, ¡que oiga!
96. J dijo: «La Divina Ley de Dios es como una mujer. Ella tomó un poco de levadura, la escondió en la masa y la convirtió en grandes hogazas de pan. ¡Quien tenga dos oídos aquí, que oiga!»
Hay una serie de parábolas, todas con bastante semejanza entre sí, tratando de explicar a qué se parece el Reino de los Cielos. Me refiero a aquellas que parten de algo pequeño que luego se agranda infinitamente como es la de la semilla de mostaza (analizada en el dicho nº 20, en la 1ª Parte de esta serie), o ésta otra de la levadura que hace crecer la masa de pan.
En la parábola de la semilla de mostaza explicaba que la consciencia "Cielo" dentro de nosotros empieza por manifestarse como un atisbo de despertar (el primer instante santo, o "un poco de levadura" en otras palabras), y cómo luego ésta experiencia se repite prolongándose poco a poco su tiempo de duración hasta volverse nuestro estado natural (convirtiéndose en el eterno presente, el ahora o la masa de pan fermentado). La realidad es que sólo existe un único instante santo, y lo que irrumpe, o mejor dicho lo que se interrumpe repetidas veces es el estado de sueño; lo que ocurre es que aquí en el mundo todo se percibe al revés de como es en realidad. Lo que parecen muchos instantes santos diferentes incursionando en nuestra vida en realidad son múltiples interrupciones del sueño abriendo paso al único instante santo que existe, el momento presente o la eternidad. Lo que es eterno no puede cambiar ni verse interrumpido sino aparentemente, o lo que es lo mismo, no puede ser para dejar de ser y luego volver a ser.
El tiempo es inconcebible sin cambios, mas la santidad no cambia. Aprende de este instante algo más que el simple hecho de que el infierno no existe. En este instante redentor, reside el Cielo. Y el Cielo no cambiará, pues nacer al bendito presente es librarse de los cambios. Los cambios son ilusiones que enseñan los que no se pueden ver a sí mismos libres de culpa. En el Cielo no se producen cambios porque Dios es inmutable. En el instante santo, en que te ves a ti mismo resplandeciendo con el fulgor de la libertad, recuerdas a Dios. Pues recordarle es recordar la libertad. (T-15.I.10.1)
97. Jesús ha dicho: El Reino del Padre se asemeja a una mujer que llevaba una jarra llena de grano. Mientras estaba andando por un camino lejano, se rompió la asa de la jarra, derramó el grano detrás de ella en el camino. No lo sabía, no había notado ningún accidente. Cuando llegó a su casa, puso la jarra en el suelo, la descubrió vacía.
97. J dijo: «La Divina Ley de Dios es como una mujer que llevaba un recipiente lleno de harina. Mientras caminaba por un camino lejano, el asa del recipiente se rompió, y la harina se derramó detrás de ella a lo largo del camino. Ella no lo sabía; no se dio cuenta del problema. Cuando llegó a casa, dejó el recipiente en el suelo y descubrió que estaba vacío.»
Aquí la mujer es el Hijo de Dios, y como Él, el Hijo no tiene género, así que da igual cómo se le trate, hombre o mujer. El grano o harina es la capacidad creativa del Hijo, que aquí se describe dentro de una jarra haciendo alusión a su potencial, algo que se posee a imagen y semejanza del Padre y que utilizado correctamente, para lo que hay que hacerlo de forma consciente desde la mente recta o despierta, sirve para crear más Reino. Ahora, cuando "la jarra se rompe y el grano se desparrama" quiere decir cuando ese poder creativo se desperdicia porque se usa mal, de manera inconsciente, desde la mente errónea. Ello sucede cuando el Hijo entra en estado onírico fabricando sueños e imaginando que se ha separado del Padre. Todo ésto no deja de ser una creencia sin base real, por lo tanto es ilusorio ya que no puede ser de otra manera. Las creencias no son la realidad de Dios Quien todo lo abarca y todo lo sabe (lo real); por lo tanto, la experiencia de sueño del Hijo escapa de Dios pues si Él pudiera conocer el sueño lo volvería verdadero.
Aquí la mujer es el Hijo de Dios, y como Él, el Hijo no tiene género, así que da igual cómo se le trate, hombre o mujer. El grano o harina es la capacidad creativa del Hijo, que aquí se describe dentro de una jarra haciendo alusión a su potencial, algo que se posee a imagen y semejanza del Padre y que utilizado correctamente, para lo que hay que hacerlo de forma consciente desde la mente recta o despierta, sirve para crear más Reino. Ahora, cuando "la jarra se rompe y el grano se desparrama" quiere decir cuando ese poder creativo se desperdicia porque se usa mal, de manera inconsciente, desde la mente errónea. Ello sucede cuando el Hijo entra en estado onírico fabricando sueños e imaginando que se ha separado del Padre. Todo ésto no deja de ser una creencia sin base real, por lo tanto es ilusorio ya que no puede ser de otra manera. Las creencias no son la realidad de Dios Quien todo lo abarca y todo lo sabe (lo real); por lo tanto, la experiencia de sueño del Hijo escapa de Dios pues si Él pudiera conocer el sueño lo volvería verdadero.
Por último, descubrir el jarro vacío alude a darse cuenta, al final de los tiempos cuando el Hijo vuelve a casa después de su sueño de exilio, que la semilla que desparramó no dio fruto alguno, ¡no produjo nada real! Todo fue una ilusión sin consecuencias que se evaporó en el vacío.
Cuando despiertes, verás la verdad a tu alrededor y dentro de ti, y ya no creerás en los sueños porque éstos dejarán de ser reales para ti. El Reino, en cambio, y todo lo que allí has creado, será sumamente real para ti porque es hermoso y verdadero. (T-6.IV.6.7-8)
Aun en tus sueños Cristo te ha protegido, asegurándose de que el mundo real se encuentre ahí para ti cuando despiertes. (T-13.VI.13.3)
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