PK es el título de una película india de 2014, conteniendo un poco de todo: parodia, sexo subliminal, comedia, música, romance, familia, religión... lo que la hace entretenida y apta para todos los públicos que soporten bien el cine bollywoodiense. Dirigida por Rajkumar Hirani, su protagonista masculino es Aamir Khan, con los ojos y orejas agrandados, quien aterriza en la Tierra como extraterrestre para estudiar el planeta. No lleva más que un collar puesto que resulta ser un mando a distancia con el que llamar a su nave espacial para cuando desee regresar, pero se lo roban y entonces se ve obligado a recuperarlo si quiere volver a casa, convirtiéndose en una especie de hijo pródigo. Ahora sabrás por qué lo digo.
Después de aprender el idioma terrícola de una forma peculiar, se da cuenta que en la Tierra todo el mundo recurre a Dios para aliviar sus problemas. Dios todo lo sabe y Dios todo lo otorga, así que sólo Dios puede devolverle su collar. El problema surge cuando descubre que existen decenas de religiones en India y empieza a practicarlas todas, una por una, buscando al dios que cumplirá su deseo. ¿Dónde estará el verdadero Dios?
Su confusión va en aumento cuando practicando todas las religiones descubre que Dios no le concede lo que quiere. Todos tenemos un dios hecho a medida al que le hablamos, nos quejamos y le pedimos ésto y lo otro, pero nunca sucede lo que queremos que suceda; mucho menos cómo deseamos que suceda. ¿Por qué?
PK llega a una primera conclusión a la que denomina "llamar al número incorrecto": Con las prácticas religiosas la gente en realidad está llamando al sitio equivocado allá arriba, pues las peticiones son recogidas por un falso dios, una especie de ser bromista que nos mantiene afanados haciendo cosas absurdas (que si rezando, peregrinando, flagelando, haciendo ofrendas y sacrificios, etc) para complacerle. Mientras, el mismísimo Dios no recibe ninguna de nuestras peticiones y por eso no nos concede nada. PK piensa que la causa es que la tecnología para hablar con Dios ha quedado nada menos que desfasada. De esta manera deja en entredicho a todas las religiones y a sus intermediarios; en concreto a uno especialmente que resulta tener su collar: El Sr. Tapasvi. Tapasvi es un gurú vende-húmos y aprovechado que vive de la ingenuidad y la necesidad de la gente, entre quienes se encuentra el padre de la protagonista femenina, Jaggu, (Sanjay Dutt) que hace de periodista de una cadena de televisión, y que ayudará a PK a recuperar su collar.
PK y Jaggu van a ver una audiencia del Sr. Tapasvi para intentar explicarle ingenuamente a éste que se está equivocando, que no está hablando con el verdadero Dios, pero el intento de PK no resulta bien parado delante de una multitud de seguidores del gurú, el cual se ve obligado a expulsarlo del recinto. El padre de Jaggu, muy ofendido por lo sucedido con su gurú, pues es un gran devoto seguidor de Tapasvi, amenaza a PK con ir al infierno y en ese momento PK tiene un segundo momento lúcido: Comprende que este juego de hablar y pedirle a Dios cosas va en realidad sobre el miedo. Ese ser allá arriba que recibe las llamadas resultando ser el "número incorrecto" no sólo no toma el pelo a la gente sino que está explotando nuestro miedo. El miedo se ha convertido en un negocio. ¡Qué gran verdad! En este mundo la única verdad es que todo es un juego ilusorio de separación, donde el ego de una pequeña minoría más despabilada, sinvergüenza, psicópata y amoral se sirve del miedo, la ingenuidad y el victimismo de la otra inmensa mayoría de personas para vivir de ellos en una especie de simbiosis natural difícil de romper.
Después de ser expulsado de la audiencia PK inicia, con la ayuda de Jaggu y la cadena de televisión, una especie de cruzada nacional para invitar a todos a denunciar y poner en evidencia a esa minoría de "números incorrectos" que viven de la generosidad y los problemas de los demás.
En ésto, la casualidad quiere que se descubra al ladrón del collar que confiesa lo vendió a Tapasvi, quien a su vez había declarado públicamente que se lo había entregado el mismo Dios. Ahora PK sabe que Tapasvi es un mentiroso, no solamente un intermediario llamando al número incorrecto. En un debate final televisado que enfrenta a los dos, Tapasvi dice:
- "¿Quieres quitarle Dios a la gente? ¿Qué les darás a cambio?. Si todos somos un número incorrecto, ¿cuál es tu número correcto?. Dios es la esperanza de la gente desesperada"
PK le da la razón. Dios da fuerza a la gente para continuar en medio de sus dramas y problemas diarios. Y añade:
- Hay dos dioses, Uno El que nos ha creado, y otro(s) creado(s) por los números incorrectos. No sabemos nada del Dios real, pero el dios falso es como quien lo fabrica, un mentiroso, que engaña, que hace falsas promesas, que deja pasar a los ricos antes e ignora a los pobres; un dios que es feliz cuando lo adoran y se hace temer por la gente. Pero sólo hay que creer en el Dios real que ha creado a la gente y destruir a los dioses falsos. Hay que dejar de proteger a los falsos dioses. Las diferencias no las ha creado Dios sino los seguidores de dios. Las diferencias que nos hacen especiales y mejores que los demás son el número incorrecto más peligroso de este mundo".
Ahora sólo un milagro puede dejar bien parado a PK delante de todo el país a pesar de sus palabras honestas, pues Tapasvi lo reta a que demuestre que no tiene el don de la profecía; en concreto a que no se equivocó sobre una de ellas revelada por su dios acerca de algo que le dijo a Jaggu tiempo atrás. No cuento más para no desvelar toda la película y estropearte el final.
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