sábado, 3 de noviembre de 2018

La Vida no es difícil

La vida no es difícil, pero nos empeñamos en hacerla así cuando nos alineamos con el ego. A menudo escuchamos que si quieres algo tienes que sacrificarte, competir y luchar por ello para conseguirlo. Y cuando lo consigas, ¿qué?. No sabes si te vas a morir en el intento o al poco de lograrlo sin disfrutarlo. Hay además gente que se empeña en hacer de su vida un drama a través de la victimización, pues se complica viendo conflicto y problemas donde no los hay, alimentando y manteniendo activo su cuerpo dolor que no para de sentirse ofendido por cualquier minucia o malentendido.

La vida y el universo tal como lo experimentamos son una proyección de la mente dormida del Hijo de Dios, no de Dios, Quien es ajeno a este mundo de miedo. Ya lo he dicho muchas veces en mis posts apoyando a Un Curso de Milagros (UCdM). (Si eres nuevo y no conoces de lo que hablo, lee el apartado 27, VIII. El "héroe" del sueño" del capítulo 27 de UCdM). Sé que muchos de vosotros me acusaréis de ingenuo o de algo peor porque pensáis que luchar, esforzarse y sufrir son una necesidad para sobrevivir. Respeto tu opinión, es tu experiencia y la de la mayoría de la gente, pero la mayoría no hace la verdad. La lucha es un ideal del ego que conlleva la creencia en la separación y la individualidad, la escasez, la falta de confianza, la dependencia, etc, pero yo estoy hablando de ir más allá del ego y de sus creencias limitantes para fluir con la vida y disfrutarla de una manera sencilla. 

La vida es, sin calificativos, y dependiendo desde donde la vivas entonces la experimentarás de una u otra manera. Esa es tu única elección. Lo que determina esa manera son condicionamientos muy profundos ocultos en el subconsciente. Por eso es que la mayoría de las personas estarán en desacuerdo conmigo sobre la afirmación del título de este post; porque arrastran condicionamientos en contra de mi afirmación sin saber de ellos y porque creen que su manera de pensar y ver las cosas es la correcta. 

Pero no hay una manera correcta o incorrecta de ver las cosas. Simplemente vemos lo que queremos ver en un mecanismo que se apoya a sí mismo cuando actuamos en consecuencia en lo que es un círculo vicioso que copia a pequeña escala a la rueda de la vida a nivel macrocósmico. Por eso todo lo que contradiga nuestro punto de vista rompe nuestros esquemas (condicionantes) y nos parecerá extraño, una desviación, locura, un ataque...y nos dará miedo. El miedo es la barrera que nos impide despertar a la verdad o salir de cualquier otro problema que creamos tener. 

Como decía, el ego está ocupado en sobrevivir, es su principal prioridad motivada por el miedo, y si vives desde el ego tu vida girará en torno a la supervivencia y la búsqueda del bienestar del cuerpo exclusivamente con el que el ego se identifica; hasta que la muerte venga a buscarte y convierta en polvo todo lo que alguna vez has logrado. ¿Es eso lo que quieres?

El cuerpo es el instrumento que la mente fabricó en su afán por engañarse a sí misma. Su propósito es luchar. Mas el objetivo por el que lucha puede cambiar. Y entonces el cuerpo lucha por otro objetivo. Lo que ahora persigue lo determina el objetivo que la mente ha adoptado para substituir a la meta de engañarse a sí misma que antes tenía. La verdad puede ser su objetivo, tanto como las mentiras. Y así, los sentidos buscarán lo que da fe de la verdad.
(Libro de ejercicios. 4.¿Qué es el pecado?. 2)

"Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?" 
Mateo 16:25-26

"Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."
Mateo 6:26-33


Los Hijos de Dios tienen derecho al perfecto bienestar que resulta de tener perfecta confianza. Hasta que no logran esto, se agotan a sí mismos y desperdician sus verdaderos poderes creativos en fútiles intentos de obtener un mayor bienestar valiéndose de medios inadecuados. Sin embargo, los medios reales ya les han sido provistos y no requieren esfuerzo alguno por su parte. La Expiación es la única ofrenda digna de ser ofrecida en el altar de Dios, debido al valor que el altar en sí tiene. Fue creado perfecto y es absolutamente digno de recibir perfección. Entre Dios y Sus creaciones existe una perfecta interdependencia. El depende de ellas porque las creó perfectas. Les dio Su paz para que nada las pudiese alterar ni engañar. Siempre que tienes miedo, te engañas a ti mismo, y tu mente no puede servir al Espíritu Santo. Eso te deja hambriento, pues te niega el pan de cada día. Dios se siente solo sin Sus Hijos, y Sus Hijos se sientes solos sin Él. Tienen que aprender a ver el mundo como un medio para poner fin a la separación. La Expiación es la garantía de que finalmente lo lograrán.
(T-2.III.5)

3. Piensa en la liberación que te brinda el reconocimiento de que no estás atado a las extrañas y enrevesadas leyes que has promulgado para que te salven. Crees realmente que te morirías de hambre a menos que tengas fajos de tiras de papel moneda y montones de discos de metal. Crees realmente que una pequeña píldora que te tomes o que cierto fluido inyectado en tus venas con una fina aguja te resguardará de las enfermedades y de la muerte. Crees realmente que estás solo a no ser que otro cuerpo esté contigo.
4. La demencia es la que piensa estas cosas. Tú las llamas leyes y las anotas bajo diferentes nombres en un extenso catálogo de rituales que no sirven para nada ni tienen ningún propósito. Crees que debes obedecer las "leyes" de la medicina, de la economía y de la salud. Protege el cuerpo y te salvarás.
5. Eso no son leyes, sino locura. El cuerpo se ve amenazado por la mente que se hace daño a sí misma. El cuerpo sufre sólo para que la mente no pueda darse cuenta de que es la víctima de sí misma. El sufrimiento corporal es una máscara de la que la mente se vale para ocultar lo que realmente sufre. No quiere entender que es su propia enemiga; que se ataca a sí misma y que quiere morir. De esto es de lo que tus "leyes" quieren salvar al cuerpo. Para esto es para lo que crees ser un cuerpo.
6. No hay más leyes que las de Dios. Esto necesita repetirse una y otra vez hasta que te des cuenta de que es aplicable a todo lo que has hecho en oposición a la Voluntad de Dios. Tu magia no tiene sentido. Lo que pretende salvar no existe. Únicamente lo que pretende ocultar te salvará.
(L-76)
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