La quietud del Cielo envuelve hoy mi corazón
1. Padre, ¡qué día tan sereno el de hoy! ¡Cuán armoniosamente cae todo en su Sitio! Éste es el día señalado para que llegue a entender la lección de que no tengo que hacer nada. En Ti ya se han tomado todas las decisiones. En Ti ya se ha resuelto todo conflicto. En Ti ya se han colmado todas mis esperanzas. Tu paz es mía. Mi corazón late tranquilo y mi mente se halla en reposo. Tu Amor es el Cielo y Tu Amor es mío.
2. La quietud de hoy nos dará esperanzas de que hemos encontrado el camino y de que ya hemos recorrido un gran trecho por él hacia una meta de la que estamos completamente seguros. Hoy no dudaremos del final que Dios Mismo nos ha prometido. Confiamos en Él y en nuestro Ser, el cual sigue siendo uno con Él.
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Reflexión:La quietud es una condición con la que consigues conectarte cuando te identificas con el Ser, no importa qué cosas estés haciendo en el mundo en ese momento. No debes confundirla con la quietud del ego. Por supuesto puedes descansar y es bueno que lo hagas, pero con frecuencia se ha confundido el "no tengo que hacer nada" con "me quedaré cruzado de brazos esperando que el E.S. me resuelva la vida". Recuerda que Dios mismo es ajeno al mundo y que el E.S. no interviene en lo ilusorio pues sería darle realidad. El E.S. sí sabe cuando puedes prescindir de una experiencia en la ilusión porque las has perdonado, y entonces realizará un salto cuántico en tu guión para ahorrarte algo que ya no necesitas vivir, pero estoy hablando de ahorrarte una ilusión, no de cambiarla a capricho del ego. Mientras sigas en el mundo vas a tener que hacer cosas. Tu meta no debe ser dejar de hacerlas para estar tranquilo sino dejar de identificarte con cuerpo para identificarte con el Ser mientras sigues haciendo esas cosas. Que te ahorras tener que hacerlas...¡mejor!.
Hacer algo siempre involucra al cuerpo. Y si reconoces que no tienes que hacer nada, habrás dejado de otorgarle valor al cuerpo en tu mente. He aquí la puerta abierta que te ahorra siglos de esfuerzos, pues a través de ella puedes escaparte de inmediato, liberándote así del tiempo.
(T-18.VII.7.1:3)
"No tienes que hacer nada" significa que cuando te identificas con tu Ser, no tienes que hacer nada concreto en el mundo relativo al Ser, pues éste ya está a salvo. Da igual tu situación y lo que estés haciendo en el mundo, tu verdadero ser, tu corazón, ya descansa en la quietud del Cielo. El final del camino es seguro y no puedes fracasar pues no es algo que dependa de ti. Sólo tienes que estar dispuesto a recordar que es así aprendiendo el papel que se te encomendó.
No es éste un plan que tú hayas elaborado, y no tienes que hacer nada, salvo aprender el papel que se te encomendó. Pues Aquel que conoce todo lo demás se ocupará de ello sin tu ayuda. Pero no pienses que Él no tiene necesidad del papel que te corresponde desempeñar para que lo asista a Él en lo demás. Pues de tu papel depende todo el plan, y ningún papel está completo sin tu papel, ni tampoco puede lo que es todo estar completo sin él.
(T-20.IV.6.1:4)
¿Y cuál es ese papel? Lo volvemos a repetir una vez más: Ver tu Ser en tu hermano pues así es como recordarás el tuyo propio y como podrás finalmente recordar el Cielo.
Verás tu valía a través de los ojos de tu hermano, y cada uno será liberado cuando vea a su salvador en el lugar donde antes pensó que había un agresor. Mediante esta liberación se libera el mundo. Éste es tu papel en la consecución de la paz. Pues has preguntado cuál es tu función aquí, y se te ha contestado. No intentes cambiarla ni substituirla por ninguna otra.
(T-22.VI.8.1:5)
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