Tú eres mi única meta, Padre mío, sólo Tú
1. ¿Adónde querría ir sino al Cielo? ¿Qué podría substituir a la felicidad? ¿Qué regalo podría preferir a la paz de Dios? ¿Qué tesoro querría buscar, hallar y conservar que pudiera compararse con mi Identidad? ¿Cómo iba a preferir vivir con miedo que con amor?
2. Tú eres mi meta, Padre mío. ¿Qué otra cosa aparte de Ti podría desear? ¿Qué otro camino iba a desear recorrer sino el que conduce a Ti? ¿Y qué otra cosa sino Tu recuerdo podría significar para mí el final de los sueños y de las substituciones fútiles de la verdad? Tú eres mi única meta. Tu Hijo desea ser como Tú lo creaste. ¿De qué otra manera, sino, podría esperar reconocer a mi Ser y volverme uno con mi Identidad?
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Reflexión: Tu deseo marca tu camino. Deseo y meta es lo mismo. Hoy se te invita a que pongas por deseo a Dios, que es lo mismo que decir que hagas Su Voluntad la cual también es la tuya pues son una misma voluntad. Esa voluntad compartida es que estéis juntos pues eres uno con Dios. Pero mientras sigas prefiriendo los deseos del mundo más que el deseo de Dios vivirás en conflicto porque estarás contraviniendo tu propia voluntad. Mientras quieras seguir separado de Dios tu felicidad fluctuará porque a veces parecerás haber conseguido lo que quieres para perderlo al momento siguiente. Las ilusiones van y viene porque los deseos del ego siempre persiguen lo imposible y por eso no se sostienen.
He dicho anteriormente que ejercer la voluntad en oposición a Dios es querer que los deseos ilusorios se hagan realidad, pero eso no es realmente ejercer la voluntad. Su Voluntad es una porque la extensión de Su Voluntad no puede ser diferente de sí misma. El verdadero conflicto que experimentas, por lo tanto, es entre los deseos vanos del ego y la Voluntad de Dios, que tú compartes con Él. ¿Cómo iba a ser esto un conflicto real?
El mundo que percibes es un mundo de separación. Quizá estés dispuesto a aceptar incluso la muerte con tal de negar a tu Padre. Sin embargo, Él no dispuso que fuese así, y, por lo tanto, no es así. Tu voluntad sigue siendo incapaz de oponerse a lo que la Suya dispone, y ésa es la razón de que no tengas ningún control sobre el mundo que fabricaste. No es éste un mundo que provenga de la voluntad, pues está regido por el deseo de ser diferente de Dios, y ese deseo no tiene nada que ver con la voluntad. El mundo que has fabricado es, por lo tanto, completamente caótico, y está regido por "leyes" arbitrarias que no tienen sentido ni significado alguno. Se compone de lo que tú no deseas, lo cual has proyectado desde tu mente porque tienes miedo de ello. Sin embargo, un mundo así sólo se puede encontrar en la mente de su hacedor, junto con su verdadera salvación. No creas que se encuentra fuera de ti, ya que únicamente reconociendo dónde se encuentra es como podrás tener control sobre él.
He dicho anteriormente que ejercer la voluntad en oposición a Dios es querer que los deseos ilusorios se hagan realidad, pero eso no es realmente ejercer la voluntad. Su Voluntad es una porque la extensión de Su Voluntad no puede ser diferente de sí misma. El verdadero conflicto que experimentas, por lo tanto, es entre los deseos vanos del ego y la Voluntad de Dios, que tú compartes con Él. ¿Cómo iba a ser esto un conflicto real?
(T-11.V.5.3:6)
Mientras tengas por meta el mundo querrás tener control sobre él, querrás "manifestar" tus creencias conscientes, y que las cosas ocurran de determinada manera y en un tiempo. Pero detrás de tus deseos conscientes hay también miedos muy profundos que no puedes ver, y eso será lo que verás manifiesto. Hay mucha literatura al respecto de la manifestación y todo un negocio montado alrededor que no cuenta toda la verdad, pues en el fondo se trata de un juego más del ego para mantenerte entretenido desviando tu atención de la verdad. Creer que puedes manifestar el sueño que quieres te hace sentir especial y, dicho sea de paso, mucha frustración cuando harto de ensayar compruebes que ahora parece funcionar y ahora no. Simplemente no puedes controlar lo que proyectas porque en tu subconsciente hay una mescolanza de creencias que sólo te mostrarán arbitrariedad y caos.El mundo que percibes es un mundo de separación. Quizá estés dispuesto a aceptar incluso la muerte con tal de negar a tu Padre. Sin embargo, Él no dispuso que fuese así, y, por lo tanto, no es así. Tu voluntad sigue siendo incapaz de oponerse a lo que la Suya dispone, y ésa es la razón de que no tengas ningún control sobre el mundo que fabricaste. No es éste un mundo que provenga de la voluntad, pues está regido por el deseo de ser diferente de Dios, y ese deseo no tiene nada que ver con la voluntad. El mundo que has fabricado es, por lo tanto, completamente caótico, y está regido por "leyes" arbitrarias que no tienen sentido ni significado alguno. Se compone de lo que tú no deseas, lo cual has proyectado desde tu mente porque tienes miedo de ello. Sin embargo, un mundo así sólo se puede encontrar en la mente de su hacedor, junto con su verdadera salvación. No creas que se encuentra fuera de ti, ya que únicamente reconociendo dónde se encuentra es como podrás tener control sobre él.
(T-12.III.9.1:9)
Dejando de desear las cosas del mundo sí podrás controlar cómo sentirte, lo que es infinitamente más importante que tratar de controlar lo que sucede, pues ya no serás esclavo emocional de las circunstancias. No te preocupará lo que ocurra porque sabrás que es irreal. No te moverán las ilusiones y por ello tampoco te asustará ni te frustrará no conseguirlas. Si ocurren las disfrutas desapegadamente mientras duran, y si no ocurren simplemente te encogerás de hombros. Tus deseos y motivaciones son ahora recordar tu verdadera identidad la cual se encuentra en tu unidad con Dios.
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Muchísimas gracias por las reflexiones y explicaciones. Me son de una muy buena ayuda. GRACIAS!!!
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