martes, 31 de julio de 2018

Lección 48 de Un Curso de Milagros

No hay nada que temer

1. La idea de hoy afirma simplemente un hecho. 2No es un hecho para los que creen en ilusiones, mas las ilusiones no son hechos. 3En realidad no hay nada que temer. 4Esto es algo muy fácil de reconocer. 5Pero a los que quieren que las ilusiones sean verdad les es muy difícil reconocerlo. 
2. Las sesiones de práctica de hoy serán muy cortas, muy simples y muy frecuentes. 2Repite sencillamente la idea tan a menudo como puedas. 3Puedes hacerlo con los ojos abiertos en cualquier momento o situación. 4Recomendamos enérgicamente, no obstante, que siempre que puedas cierres los ojos durante aproximadamente un minuto y repitas la idea lentamente para tus adentros varias veces. 5Es especialmente importante también que la uses de inmediato si observas que algo perturba tu paz mental. 
3. La presencia del miedo es señal inequívoca de que estás confiando en tu propia fortaleza. 2La conciencia de que no hay nada que temer indica que en algún lugar de tu mente, aunque no necesariamente en un lugar que puedas reconocer, has recordado a Dios y has dejado que Su fortaleza ocupe el lugar de tu debilidad. 3En el instante en que estés dispuesto a hacer eso, ciertamente no habrá nada que temer. 

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Reflexión: La creencia en las ilusiones cobra por precio el miedo. Quiero decir que, si crees y vives para ellas, estarás expuesto al miedo incluso antes de que cambien sus condiciones porque siempre temerás perderlas.

La lección de hoy te dice que no tienes nada que temer porque en realidad las ilusiones no son nada. Pero no son las ilusiones en sí las que provocan tu miedo, sino la condición que han tomado en tu mente. Básicamente, se trata de un problema de apego cuando tú te identificas con tu ego o personalidad. Solamente el reconocimiento de que tú no eres tu ego, tu personalidad, es lo que te puede librar del miedo. 
little-boy - Ambermb en Pixabay 

El miedo es parte inherente de la ilusión, y como tal no existe. Cada vez que dejas de creer en una ilusión pierdes un poco de miedo, el que está asociado a esa ilusión. Eso es un milagro. El milagro ocurre cada vez que decides identificarte con lo que es verdad de ti, con quien realmente eres, con tu divinidad, con el Amor puro que eres o Dios en ti.

Así que el miedo es además una señal inequívoca, una brújula, para saber con quien has determinado identificarte en cada momento. Su ausencia te indicará cada vez más que caminas por la senda de la verdad.

"Todos los aspectos del miedo son falsos porque no existen en el nivel creativo y, por lo tanto, no existen en absoluto. En la medida en que estés dispuesto a someter tus creencias a esta prueba, en esa misma medida quedarán corregidas tus percepciones. En el proceso de separar lo falso de lo verdadero, el milagro procede de acuerdo con lo siguiente: 

El amor perfecto expulsa el miedo. 
Si hay miedo, 
es que no hay amor perfecto. 
Más: 
Sólo el amor perfecto existe. 
Si hay miedo, 
éste produce un estado que no existe.

 Cree esto y serás libre. Sólo Dios puede establecer esta solución y esta fe es Su don." (T-1.VI.5)

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domingo, 29 de julio de 2018

Lección 47 de Un Curso de Milagros

Dios es la fortaleza en la que confío

1. Si sólo confías en tus propias fuerzas, tienes todas las razones del mundo para sentirte aprensivo, ansioso y atemorizado. 2¿Qué puedes predecir o controlar? 3¿Qué hay en ti con lo que puedas contar? 4¿Qué te podría capacitar para ser consciente de todas las facetas de un problema, y de resolverlos de tal manera que de ello sólo resultase lo bueno? 5¿Qué hay en ti que te permita poder reconocer la solución correcta, y garantizar su consecución? 
2. Por ti mismo no puedes hacer ninguna de esas cosas. 2Creer que puedes es poner tu confianza en algo que no es digno de ella, y justificar el miedo, la ansiedad, la depresión, la ira y el pesar. 3¿Quién puede depositar su fe en la debilidad y sentirse seguro? 4Por otra parte, ¿quién puede depositar su fe en la fortaleza y sentirse débil? 
3. Dios es tu seguridad en toda circunstancia. 2Su Voz habla por Él en toda situación y en todos los aspectos de cada situación, diciéndote exactamente qué es lo que tienes que hacer para invocar Su fortaleza y Su protección. 3En esto no hay excepciones porque en Dios no hay excepciones. 4Y la Voz que habla por Él piensa como Él. 
4. Hoy trataremos de llegar más allá de tu debilidad hasta la Fuente de la verdadera fortaleza. 2Son necesarias hoy cuatro sesiones de práctica de cinco minutos cada una, aunque se te exhorta a que hagas más y a que les dediques más tiempo. 3Cierra los ojos y comienza como de costumbre repitiendo la idea de hoy. 4Luego dedica un minuto o dos a buscar situaciones en tu vida que hayas revestido de temor, y desecha cada una de ellas diciéndote a ti mismo:
5Dios es la fortaleza en la que confío. 

5. Trata ahora de deslizarte más allá de todas las preocupaciones relacionadas con tu propia sensación de insuficiencia. 2Es obvio que cualquier situación que te causa inquietud está asociada con sentimientos de insuficiencia, pues, de lo contrario, creerías que puedes lidiar con la situación con éxito. 3Confiando en ti mismo no es la manera de adquirir confianza. 4Mas la fortaleza de Dios en ti tiene éxito en todo. 
6. Reconocer tu propia debilidad es un paso necesario para la corrección de tus errores, pero no es suficiente para darte la confianza que necesitas, y a la que tienes derecho. 2Debes adquirir asimismo la conciencia de que confiar en tu verdadera fortaleza está plenamente justificado en relación con todo y en toda circunstancia. 
7. En la última fase de cada sesión de práctica, trata de llegar muy hondo dentro de tu mente a un lugar de verdadera seguridad. 2Reconocerás que has llegado cuando sientas una profunda sensación de paz, por muy breve que sea. 3Despréndete de todas las trivialidades que bullen y burbujean en la superficie de tu mente, y sumérgete por debajo de ellas hasta llegar al Reino de los Cielos. 4Hay un lugar en ti donde hay perfecta paz. 5Hay un lugar en ti en el que nada es imposible. 6Hay un lugar en ti donde mora la fortaleza de Dios. 
8. Repite la idea frecuentemente en el transcurso del día. 2Úsala como respuesta a cualquier cosa que te perturbe. 3Recuerda que tienes derecho a la paz porque estás depositando tu confianza en la fortaleza de Dios. 

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Reflexión: La lección de hoy necesita más experimentación que explicación. Se trata de buscar tu lugar de paz interna. Si la creencia en la separación de Dios te hace pensar que eres débil y vulnerable, solamente experimentar tu unidad con Él te hará sentir fuerte y seguro. 

Como una gota de agua en el océano estás unido a él, sin embargo puedes pensar que no lo estás y tratar de controlar tus idas y venidas, tus subidas y bajadas, pero tu idea de control es sólo una ilusión. ¿Qué extraña creencia te hace suponer que puedes controlar tu movimiento? Sólo puedes atisbarlo. Ves que todo sube y dices que vas para arriba pero no sabes en qué momento llegarás a la cresta de la ola para bajar, y viceversa. Te esfuerzas al máximo nadando y puede que ganes unos milímetros, pero al final eres arrastrado hacia donde tienes que ser arrastrado.

¿Qué tal si soltaras ese falso control y te dejaras llevar por la ola de la vida? Eso es lo que hacen los surfistas. Su único esfuerzo, y sólo al principio, es que guardan el equilibrio. Con el tiempo lo hacen de manera instintiva y natural. Tu has de hacer lo mismo, alcanzar tu punto de equilibrio interno el cual es tu paz interior y dejar que las olas te lleven a donde ellas quieran. 

La cosa es que si tú sabes llegar a donde tienes que llegar dentro de ti, no tienes que preocuparte por nada más pues la vida te llevará a donde ella quiere que vayas.

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Lección 46 de Un Curso de Milagros

Dios es el Amor en el que perdono

1. Dios no perdona porque nunca ha condenado. 2Y primero tiene que haber condenación para que el perdón sea necesario. 3El perdón es la mayor necesidad de este mundo, y esto se debe a que es un mundo de ilusiones. 4Aquellos que perdonan se liberan a sí mismos de las ilusiones, mientras que los que se ruegan a hacerlo se atan a ellas. 5De la misma manera en que sólo te condenas a ti mismo, de igual modo, sólo te perdonas a ti mismo. 
2. Pero si bien Dios no perdona, Su Amor es, no obstante, la base del perdón. 2El miedo condena y el amor perdona. 3El perdón, pues, des-hace lo que el miedo ha producido, y lleva de nuevo a la mente a la conciencia de Dios. 4Por esta razón, al perdón puede llamársele verdaderamente salvación. 5Es el medio a través del cual desaparecen las ilusiones. 
3. Los ejercicios de hoy requieren por lo menos tres sesiones de práctica de cinco minutos completos, y el mayor número posible de las más cortas. 2Como de costumbre, comienza las sesiones de práctica más largas repitiendo la idea de hoy para tus adentros. 3Cierra los ojos mientras lo haces, y dedica un minuto o dos a explorar tu mente en busca de aquellas personas a quienes no has perdonado. 4No importa en qué medida no las hayas perdonado. 5O las has perdonado completamente o no las has perdonado en absoluto. 
4. Si estás haciendo los ejercicios correctamente no deberías tener ninguna dificultad en encontrar un buen número de personas a quienes no has perdonado. 2En general, se puede asumir correctamente que cualquier persona que no te caiga bien es un sujeto adecuado. 3Menciona cada una de ellas por su nombre, y di: 
4 [Nombre], Dios es el Amor en el que te perdono. 

5. El propósito de la primera fase de las sesiones de práctica de hoy es colocarte en una posición desde la que puedes perdonarte a ti mismo. 2Después que hayas aplicado la idea a todas las personas que te hayan venido a la mente, di para tus adentros:

3Dios es el Amor en el que me perdono a mí mismo. 

4Dedica luego el resto de la sesión a añadir ideas afines tales como: 

5Dios es el Amor con el que me amo a mí mismo. 
6Dios es el Amor en el que me alzo bendecido. 

6. El modelo a seguir en cada aplicación puede variar considerablemente, pero no se debe perder de vista la idea central. 2Podrías decir, por ejemplo: 

3No puedo ser culpable porque soy un Hijo de Dios. 
4Ya he sido perdonado. 
5El miedo no tiene cabida en una mente que Dios ama. 
6No tengo necesidad de atacar porque el amor me ha perdonado. 

7La sesión de práctica debe terminar, no obstante, con una repetición de la idea de hoy en su forma original. 
7. Las sesiones de práctica más cortas pueden consistir ya sea en una repetición de la idea de hoy en su forma original, o en una afín, según prefieras. 2Asegúrate, no obstante, de aplicar la idea de manera más concreta si surge la necesidad. 3Esto será necesario en cualquier momento del día en el que te percates de cualquier reacción negativa hacia alguien, tanto si esa persona está presente como si no. 4En tal caso, dile silenciosamente:

5Dios es el Amor en el que te perdono.

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Reflexión: Es vano pensar que Dios vaya a castigarte por lo que desconoce o por lo que no tiene consecuencias para la creación. Nos referimos a lo que ocurre aquí en el mundo donde el castigo nos lo auto-infringimos nosotros mismos. Es como si tu hij@ despertara de una pesadilla y l@ castigaras por lo que ha soñado o hecho en el sueño. ¿Lo harías? ¡Es absurdo! 

El perdón, entendido desde el punto de vista de UCdM, significa que quitas importancia y realidad a lo que simplemente es una ilusión. No juzgas. Con el perdón te liberas de los efectos que el mundo parece causarte y disuelves la culpa, el miedo y el dolor. Es verdad que tú experiencia en él te hace creer que este mundo es muy real; pues el perdón es el acto de fe por el cual vas dejando poco a poco de darle realidad y te liberas de sus cadenas. 

Cuando empiezas a perdonar al mundo y lo que en él sucede, es porque ya has desarrollado en ti una confianza en algo más que lo que sólo te muestran los sentidos. Sientes una certeza interior, una fuerte conexión con la fuerza invisible amorosa que eres, porque el Amor es la base del perdón y no puedes perdonar sin él. El Amor se entiende como el estado que alcanzas cuando vives desde tu santidad, en tu Ser. Sólo en él puedes "ver" y es la visión la que te permite entender que los sentidos son sólo un espejismo y el mundo una pantalla gigante. 

La visión es el "conocimiento" que te da a conocer el amor que eres y lo que te permite perdonar. No es casualidad que se haya hablado tanto de la visión y su importancia desde el principio del curso hasta aquí. Sin la visión tú sigues siendo Amor pero no lo sabes. Sin la visión permanecerías ciego, atrapado en tu ego para siempre y ajeno a la verdad en ti. Entonces el único perdón que podrías practicar de esa manera es el perdón que practica el mundo entero, un perdón que cuesta porque es previa condena y sin amor. Eso se parece más a una dádiva, a un acto de desagravio donde uno demuestra su orgullo y/o superioridad moral sobre "el otro", más que al verdadero Amor. 

El Amor no ve a "otros" y sólo se reconoce a sí mismo; por eso nunca condena y su perdón no conlleva ningún esfuerzo porque es un simple reconocimiento de lo que es verdad.

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viernes, 27 de julio de 2018

Lección 45 de Un Curso de Milagros

Dios es la Mente con la que pienso 

1. La idea de hoy es la llave que te dará acceso a tus pensamientos reales, 2 los cuales no tienen nada que ver con lo que piensas que piensas, de la misma manera en que nada de lo que piensas que ves guarda relación alguna con la visión. 3No existe ninguna relación entre lo que es real y lo que tú piensas que es real. 4Ni uno solo de los que según tú son tus pensamientos reales se parece en modo alguno a tus pensamientos reales. 5Nada de lo que piensas que ves guarda semejanza alguna con lo que la visión te mostrará. 
2. Piensas con la Mente de Dios. 2Por lo tanto, compartes tus pensamientos con Él, de la misma forma en que Él comparte los Suyos contigo. 3Son los mismos pensamientos porque los piensa la misma Mente. 4Compartir es hacer de manera semejante o hacer lo mismo. 5Los pensamientos que piensas con la Mente de Dios no abandonan tu mente porque los pensamientos no abandonan su fuente. 6Por consiguiente, tus pensamientos están en la Mente de Dios, al igual que tú. 7Están en tu mente también, donde Él está. 8Tal como tú eres parte de Su Mente, así también tus pensamientos son parte de Su Mente. 
3. ¿Dónde están, pues, tus pensamientos reales? 2Hoy intentaremos llegar a ellos. 3Tendremos que buscarlos en tu mente porque ahí es donde se encuentran. 4Aún tienen que estar ahí, ya que no pueden haber abandonado su fuente. 5Lo que la Mente de Dios ha pensado es eterno, al ser parte de la creación. 
4. Nuestras tres sesiones de práctica de hoy, de cinco minutos cada una, seguirán el mismo modelo general que usamos al aplicar la idea de ayer. 2 Intentaremos abandonar lo irreal y buscar lo real. 3Negaremos el mundo en favor de la verdad. 4No permitiremos que los pensamientos del mundo nos detengan. 5No dejaremos que las creencias del mundo nos digan que lo que Dios quiere que hagamos es imposible. 6En lugar de ello, trataremos de reconocer que sólo aquello que Dios quiere que hagamos es posible. 
5. Trataremos asimismo de comprender que sólo lo que Dios quiere que hagamos es lo que nosotros queremos hacer. 2Y también trataremos de recordar que no podemos fracasar al hacer lo que Él quiere que hagamos. 3Tenemos hoy todas las razones del mundo para sentirnos seguros de que vamos a triunfar, 4pues ésa es la Voluntad de Dios. 
6. Comienza los ejercicios de hoy repitiendo la idea para tus adentros, al mismo tiempo que cierras los ojos. 2Luego dedica unos cuantos minutos a pensar en ideas afines que procedan de ti, mientras mantienes la idea presente en tu mente. 3Una vez que hayas añadido cuatro o cinco de tus pensamientos a la idea, repite ésta otra vez mientras te dices a ti mismo suavemente: 

4Mis pensamientos reales están en mi mente. 
5Me gustaría encontrarlos. 

6Trata luego de ir más allá de todos los pensamientos irreales que cubren la verdad en tu mente y de llegar a lo eterno. 
7. Debajo de todos los pensamientos insensatos e ideas descabelladas con las que has abarrotado tu mente, se encuentran los pensamientos que pensaste con Dios en el principio. 2Están ahí en tu mente, ahora mismo, completamente inalterados. 3Siempre estarán en tu mente, tal como siempre lo han estado. 4Todo lo que has pensado desde entonces cambiará, pero los cimientos sobre los que eso descansa son absolutamente inmutables. 
8. Hacia esos cimientos es adonde los ejercicios de hoy apuntan. 2Ahí es donde tu mente está unida a la Mente de Dios. 3Ahí es donde tus pensamientos son uno con los Suyos. 4Para este tipo de práctica sólo se necesita una cosa: que tu actitud hacia ella sea la misma que tendrías ante un altar consagrado en el Cielo a Dios el Padre y a Dios el Hijo. 5Pues tal es el lugar al que estás intentando llegar. 6Probablemente no puedes darte cuenta todavía de cuán alto estás intentando elevarte. 7Sin embargo, aun con el poco entendimiento que has adquirido hasta la fecha, deberías ser capaz de recordarte a ti mismo que esto no es un juego fútil, sino un ejercicio de santidad y un intento de alcanzar el Reino de los Cielos. 
9. En las sesiones de práctica cortas de hoy, trata de recordar cuán importante es para ti comprender la santidad de la mente que piensa con Dios. 2Mientras repites la idea a lo largo del día, dedica uno o dos minutos a apreciar la santidad de tu mente. 3Deja a un lado, aunque sea brevemente, todos los pensamientos que son indignos de Aquel de Quien eres anfitrión. 4Y dale gracias por los pensamientos que Él está pensando contigo.
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Reflexión: He adjuntado abajo un esquema que te ayudará a situarte dentro de todas las ideas que se dan en la lección de hoy. 

El mundo irreal viene marcado por el fondo de color amarillo en el que vives dormido y esclavo de tus creencias, ideas absurdas, tu ego y tu personalidad. 

La zona verde es el mundo real y es el puente de transición hacia el Cielo en el que vives en estado mental despierto. 

Una vez que hayas experimentado el estado mental despierto, ambas zonas amarilla y verde, parecerán alternarse en tu experiencia, y la experiencia de estado mental despierto se irá incrementando poco a poco y quitando espacio al estado mental dormido. Empiezas a desarrollar tu libertad.

El estado mental despierto es el que compartes con el E.S. y tu mente empieza a sanar. 

La zona azul es el cielo y no se toca con el mundo, es imposible, sin embargo tiene en común los pensamientos de Dios con el mundo real. 

La única parte de tu mente que es natural y por tanto verdadera es la que compartes con Dios que es también la que comparte con el E.S. en el mundo real. 

MUNDO

CIELO
Estado mental de sueño o dormido
Estado mental despierto
Estado mental iluminado
Mundo irreal o imaginario. Mundo que piensas que ves
(mente errada)
Mundo real (mente recta o E.S.)






Conocimiento o
Pensamiento de Dios
Percepción errónea
Percepción verdadera
Pensamientos que no piensas con Dios
Pensamientos dementes
Pensamientos que piensas que piensas
Pensamientos e ideas ilusorias (creencias)
Pensamientos “buenos” y “malos”
Pensamientos que
no significan nada”
Pensamientos de Dios 
Pensamientos reales
Paz, salvación, sanación y milagro
Visión física (ojos del cuerpo)
Visión, Visión espiritual, Visión de Cristo
Proyecciones de culpa, miedo
Perdón, Amor, sueño feliz


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Lección 44 de Un Curso de Milagros

Dios es la luz en la que veo 

1. Hoy continuamos con la idea de ayer, agregándole otra dimensión. 2No puedes ver en la oscuridad, y no puedes fabricar luz. 3Puedes fabricar oscuridad y luego pensar que ves en ella, pero la luz refleja vida, y es, por lo tanto, un aspecto de la creación. 4La creación y la oscuridad no pueden coexistir, pero la luz y la vida son inseparables, pues no son sino diferentes aspectos de la creación. 
2. Para poder ver, tienes que reconocer que la luz se encuentra en tu interior y no afuera. 2No puedes ver fuera de ti, ni tampoco se encuentra fuera de ti el equipo que necesitas para poder ver. 3Una parte esencial de ese equipo es la luz que hace posible el que puedas ver. 4Esa luz está siempre contigo, haciendo que la visión sea posible en toda circunstancia. 
3. Hoy vamos a intentar llegar hasta esa luz. 2Para tal fin, utilizaremos una forma de ejercicio que ya se sugirió anteriormente, y que vamos a utilizar cada vez más. 3Dicha forma de ejercicio es especialmente difícil para la mente indisciplinada y representa uno de los objetivos principales del entrenamiento mental. 4Requiere precisamente lo que le falta a la mente sin entrenar. 5Con todo, si has de ver, dicho entrenamiento tiene que tener lugar. 
4. Lleva a cabo como mínimo tres sesiones de práctica hoy, cada una de tres a cinco minutos de duración. 2Recomendamos enfáticamente que les dediques más tiempo, pero únicamente si notas que el tiempo pasa sin que experimentes ninguna sensación de tensión o muy poca. 3La forma de práctica que vamos a utilizar hoy es la más natural y fácil del mundo para la mente entrenada, tal como parece ser la más antinatural y difícil para la mente sin entrenar. 
5. Tu mente ya no está completamente sin entrenar. 2Estás bastante listo para aprender la forma de ejercicio que vamos a utilizar hoy, pero es posible que te topes con una gran resistencia. 3La razón es muy simple. 4Al practicar de esta manera, te desprendes de todo lo que ahora crees y de todos los pensamientos que has inventado. 5Propiamente dicho, esto constituye tu liberación del infierno. 6Sin embargo, si se percibe a través de los ojos del ego, es una pérdida de identidad y un descenso al infierno. 
6. Si te puedes apartar del ego, aunque sólo sea un poco, no tendrás dificultad alguna en reconocer que su oposición y sus miedos no significan nada. 2Tal vez te resulte útil recordarte a ti mismo de vez en cuando, que alcanzar la luz es escapar de la oscuridad, independientemente de lo que creas al contrario. 3Dios es la luz en la que ves. 4Estás intentando llegar a Él. 
7. Da comienzo a la sesión de práctica repitiendo la idea de hoy con los ojos abiertos, luego ciérralos lentamente mientras repites la idea varias veces más. 2Trata entonces de sumergirte en tu mente, abandonando cualquier clase de interferencia e intrusión a medida que te sumerges serenamente más allá de ellas. 3No hay nada, excepto tú, que pueda impedirle a tu mente hacer esto. 4Tu mente está sencillamente siguiendo su curso natural. 5Trata de observar los pensamientos que te vengan sin involucrarte con ninguno de ellos, y pásalos de largo tranquilamente. 
8. Si bien no se recomienda ningún enfoque en particular para esta forma de ejercicio, sí es necesario que te des cuenta de cuán importante es lo que estás haciendo, el inestimable valor que ello tiene para ti, así como que seas consciente de que estás intentando hacer algo muy sagrado. 2La salvación es el más feliz de todos tus logros. 3Es asimismo el único que tiene sentido porque es el único que tiene verdadera utilidad para ti. 
9. Si experimentas cualquier clase de resistencia, haz una pausa lo suficientemente larga como para poder repetir la idea de hoy con los ojos cerrados, a no ser que notes que tienes miedo. 2En ese caso es probable que abrir los ojos brevemente te haga sentir más tranquilo. 3Trata, sin embargo, de reanudar los ejercicios con los ojos cerrados tan pronto como puedas. 
10. Si estás haciendo los ejercicios correctamente, deberías experimentar una cierta sensación de relajación, e incluso sentir que te estás aproximando a la luz o de hecho adentrándote en ella. 2Trata de pensar en la luz, sin forma y sin límites, según pasas de largo los pensamientos de este mundo. 3Y no te olvides de que no te pueden atar a él a no ser que tú les des el poder de hacerlo. 
11. Durante el transcurso del día, repite la idea a menudo con los ojos abiertos o cerrados, como mejor te parezca en su momento. 2Pero no te olvides de repetirla. 3Sobre todo, decídete hoy a no olvidarte. 

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Reflexión: Fabricar significa construir nuevo dentro de la ilusión cosas que son más ilusiones. No se puede crear algo real utilizando como materia prima la fantasía. La luz, como atributo de vida, no se puede fabricar desde el estado de sueño porque el sueño no es vida real. Lo que tú llamas vida en este mundo no es más que un espejismo de la verdadera vida, pero eso no la convierte en real. La vida eterna y la luz que ella refleja son aspectos exclusivos de la creación de Dios. Ahora, si quieres ver de verdad tienes que reconocer la luz dentro de ti pues tu luz interna es la que hace posible la visión espiritual. Repito de nuevo para los más despistados si me has venido siguiendo desde antiguo, o para los nuevos si has llegado a esta lección de un salto, que ver tal como lo emplea UCdM no está relacionado con ningún efecto óptico ni con los ojos ni con nada que creas percibir afuera con el sentido de la vista. Estamos hablando de la vida y de la luz como atributos eternos heredados de Dios. Esa luz interna es la que hace posible tu visión (espiritual). El ejercicio de hoy se propone que llegues a ella si es que aún no lo has hecho, pero necesitas una mente disciplinada. Es la disciplina la que te permite desprenderte de todo lo que ahora crees y de todos los pensamientos que has inventado los cuales no son más que fantasías, una densa capa de nubes envolviendo tu luz. El ego y tu personalidad están construidos sobre esas creencias y desprenderte de ellas puede crearte una sensación de pérdida, inestabilidad y miedo en definitiva, porque estarás socavando sus cimientos. Pero no debes de tener miedo. Si aparece obsérvalo pero no dejes que te saque de la práctica a no ser que se vuelva intenso. Piensa si acaso que el ejercicio está funcionando, como cuando aprendiste a nadar y sentías temor de tirarte al agua sin el salvavidas, pero ahora estás completamente seguro ya que tu salvación está garantizada por Dios mismo. Confía.  

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jueves, 26 de julio de 2018

Lección 43 de Un Curso de Milagros

Dios es mi Fuente. No puedo ver separado de Él 

1. La percepción no es un atributo de Dios. 2El ámbito de Dios es el del conocimiento. 3Sin embargo, Él ha creado al Espíritu Santo para que sirva de Mediador entre la percepción y el conocimiento. 4Sin este vínculo con Dios, la percepción habría reemplazado al conocimiento en tu mente para siempre. 5Gracias a este vínculo con Dios, la percepción se transformará y se purificará en tal medida que te conducirá al conocimiento. 6Ésa es su función tal como la ve el Espíritu Santo. 7Por lo tanto, ésa es en verdad su función. 
2. En Dios no puedes ver. 2La percepción no tiene ninguna función en Dios, y no existe. 3Pero en la salvación, que es el proceso de erradicar lo que nunca fue, la percepción tiene un propósito sumamente importante. 4Habiéndola inventado el Hijo de Dios para un propósito no santo, tiene que convertirse ahora en el medio a través del cual se le restaura su santidad en su conciencia. 5La percepción no tiene significado. 6Sin embargo, el Espíritu Santo le otorga un significado muy parecido al de Dios. 7Una percepción que ha sanado se convierte en el medio por el que el Hijo de Dios perdona a su hermano, y, por ende, se perdona a sí mismo. 
3. No puedes ver separado de Dios porque no puedes estar separado de Dios. 2Todo lo que haces, lo haces en Él, porque todo lo que piensas, lo piensas con Su Mente. 3Si la visión es real, y es real en la medida en que comparte el propósito del Espíritu Santo, entonces no puedes ver separado de Dios. 
4. Hoy son necesarias tres sesiones de práctica de cinco minutos cada una. 2La primera debe hacerse lo más temprano que puedas; la segunda lo más tarde posible, y la tercera en el momento más oportuno y adecuado que las circunstancias y la buena disposición permitan. 3Al comienzo de estas sesiones repite la idea de hoy para tus adentros con los ojos cerrados. 4Luego mira a tú alrededor brevemente, aplicando la idea específicamente a lo que veas. 5Cuatro o cinco objetos durante esta fase de la sesión de práctica serán suficientes. 6Podrías decir, por ejemplo: 

7Dios es mi Fuente. 8No puedo ver este escritorio separado de Él. 
9Dios es mi Fuente. 10No puedo ver ese cuadro separado de Él. 

5. Si bien esta parte del ejercicio debe ser relativamente corta, asegúrate, en esta fase de la práctica, de seleccionar los objetos tan al azar como sea posible, sin controlar su inclusión o exclusión. 2Para la segunda fase, la más larga, cierra los ojos, repite la idea de hoy nuevamente, y luego deja que cualquier pensamiento pertinente que se te ocurra sea una aportación a la idea de hoy en tu propio estilo particular. 3Pensamientos tales como: 

4Veo a través de los ojos del perdón. 
5Veo el mundo como un lugar bendito. 
6El mundo me puede mostrar quién soy. 
7Veo mis propios pensamientos, que son como los de Dios. 

8Cualquier pensamiento que en mayor o menor medida esté directamente relacionado con la idea de hoy es adecuado. 9Los pensamientos no tienen que tener una relación obvia con la idea, pero tampoco deben oponerse a ella. 
6. Si ves que tu mente se distrae o si comienzas a notar la presencia de pensamientos que están en clara oposición a la idea de hoy, o si te resulta imposible pensar en algo, abre los ojos, repite la primera fase del ejercicio, y luego intenta de nuevo la segunda. 2No dejes transcurrir grandes lapsos de tiempo en los que te enfrascas en pensamientos irrelevantes. 3Para evitar eso, vuelve a la primera fase del ejercicio cuantas veces sea necesario. 
7. Al aplicar la idea de hoy durante las sesiones de práctica más cortas, la forma de la idea puede variar de acuerdo con las circunstancias y situaciones en las que te encuentres en el transcurso del día. 2 Cuando estés con otra persona, por ejemplo, trata de acordarte de decirle silenciosamente: 

3Dios es mi Fuente. 4No puedo verte separado de Él. 

5Esta variación puede aplicarse por igual tanto a desconocidos como a aquellas personas con las que crees tener una relación íntima. 6De hecho, evita a toda costa hacer distinciones de esta clase. 
8. La idea de hoy también debe aplicarse en el transcurso del día a las diversas situaciones y acontecimientos que puedan presentarse, especialmente a aquellos que de alguna forma parezcan afligirte. 2A tal fin, aplica la idea de esta manera: 

3Dios es mi Fuente. 4No puedo ver esto separado de Él. 

9. Si en ese momento no se presenta en tu conciencia ningún sujeto en particular, repite simplemente la idea en su forma original. 2Trata de no dejar pasar grandes lapsos de tiempo sin recordar la idea de hoy y, por ende, sin recordar tu función. 

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Reflexión: La lección de hoy dice que "en Dios no puedes ver", y sin embargo "no puedes ver separado de Él". No hay contradicción. Esto quiere decir que a lo que tu llamas ver (ver con los ojos) no es ver en absoluto. Sólo existe una manera de ver, y es con lo que el curso llama la visión (visión espiritual) puesto que se deriva de tu naturaleza divina. Es la única visión real en el mundo y la que te permitirá sanar tu percepción hasta hacerla verdadera. Ver con los ojos forma parte del ámbito del ego y sólo te muestra el mundo irreal o imaginario, cambiante, lleno de escasez, dolor y miedo. La lección de hoy te dice simplemente que eso no es ver y que estás haciendo algo antinatural, contrario a lo que tú eres, pues tu verdadera Fuente es Dios. Así que lo que no veas con los atributos de la paz y amor no es verdad. Hoy se te invita a que restituyas tu verdadera visión a tu Fuente. No puedes fallar pues siempre ha sido tuya, aunque no lo sabías. Ahora lo sabes.

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miércoles, 25 de julio de 2018

Lección 42 de Un Curso de Milagros

Dios es mi fortaleza. La visión es Su regalo

1. La idea de hoy combina dos pensamientos muy poderosos, ambos de gran importancia. 2Plantea también una relación de causa y efecto que explica por qué tus esfuerzos por alcanzar la meta del curso no pueden ser en vano. 3Verás, porque ésa es la Voluntad de Dios. 4Es Su fortaleza, no la tuya, la que te da poder. 5Y es Su regalo, no el tuyo, el que te ofrece visión. 
2. Dios es ciertamente tu fortaleza, y lo que Él da, es verdaderamente dado. 2Esto quiere decir que lo puedes recibir en cualquier momento o lugar, donde quiera que estés y en cualquier circunstancia en la que te encuentres. 3Tu paso por el tiempo y por el espacio no es al azar. 4No puedes sino estar en el lugar perfecto, en el momento perfecto. 5Tal es la fortaleza de Dios. 6Tales Sus dones. 
3. Hoy llevaremos a cabo dos sesiones de práctica de tres a cinco minutos cada una; una tan pronto como te despiertes, y la otra, lo más cerca posible de la hora de irte a dormir. 2Es mejor, no obstante, esperar hasta que puedas sentarte tranquilamente por tu cuenta en un momento en que te sientas listo, que preocuparte de la hora en sí. 
4. Da comienzo a estas sesiones de práctica repitiendo la idea de hoy lentamente mientras miras a tu alrededor. 2Luego cierra los ojos y repite la idea otra vez, aún más despacio que antes. 3Después de eso, trata de no pensar en nada, excepto en los pensamientos que se te ocurran relacionados con la idea de hoy. 4Puedes pensar, por ejemplo: 

5La visión tiene que ser posible. 6Dios da verdaderamente, 
o: 
7Los regalos que Dios me ha hecho tienen que ser míos porque Él me los dio. 

5. Cualquier pensamiento que esté claramente relacionado con la idea de hoy es adecuado. 2De hecho, tal vez te asombre la cantidad de entendimiento relacionado con el curso que algunos de tus pensamientos reflejan. 3Déjalos que te vengan sin censurarlos, a menos que notes que tu mente está simplemente divagando y que es obvio que has permitido que se infiltren pensamientos irrelevantes. 4Es posible también que llegue un punto en el que parece que no te van a venir más pensamientos a la mente. 5De ocurrir tales interferencias, abre los ojos y repite el pensamiento una vez más mientras miras lentamente a tu alrededor; después ciérralos, repite la idea otra vez, y continúa buscando en tu mente pensamientos afines. 
6. Recuerda, no obstante, que en conexión con los ejercicios de hoy no es apropiado que te esfuerces por encontrar pensamientos afines. 2Trata sencillamente de hacerte a un lado y dejar que te vengan a la mente por su cuenta. 3Si esto te resulta difícil, es mejor pasar la sesión de práctica alternando entre repeticiones lentas de la idea con los ojos abiertos y luego con los ojos cerrados, que esforzarte por encontrar pensamientos adecuados. 
7. No hay límite en el número de sesiones de práctica cortas que podrían resultarte beneficiosas hoy. 2La idea de hoy es uno de los pasos iniciales en el proceso de unificar tus pensamientos y de enseñarte que estás estudiando un sistema de pensamiento unificado que no carece de nada que sea necesario, y en el que no se incluye nada contradictorio o irrelevante. 
8. Cuanto más a menudo repitas la idea de hoy durante el transcurso del día, más a menudo estarás recordando que el objetivo del curso es importante para ti y que no lo has olvidado.
* * * 
Reflexión: ¿Puedes creer que no estás leyendo esto por casualidad? Dios o la vida, como quieras llamarl@, es todo lo contrario al azar. En él o ella (no voy a entrar en el tema de género) todo es certeza, que es lo mismo que fortaleza. Todo en Él es consistente y seguro. ¿Cómo puede entonces invadirte la duda y la incertidumbre? No puedes sino imaginariamente. Tu ego y su manera de mirar te condiciona, te limita y te engaña. La fortaleza desaparece cuando te identificas con tu personalidad (tu ego) porque te hace sentir separado de todo y vulnerable. Por eso la fortaleza no serviría para nada si no hubiera algo conque reconocerla. Eso conque se percibe es la visión espiritual o simplemente visión, tal como la llama UCdM. La visión es lo que te hace saber que tu fortaleza está ahí y puedes hacer uso de ella. La visión es el vínculo con Dios porque es la que abre a su entendimiento. Sin la visión hubiéramos quedado perdidos eternamente en la ilusión sin posibilidad de regresar a casa. No es casualidad. Todo está minuciosamente planeado para asegurar tu regreso sano y salvo.

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lunes, 23 de julio de 2018

Lección 41 de Un Curso de Milagros

Dios va conmigo dondequiera que yo voy

1. Con el tiempo, la idea de hoy desvanecerá por completo la sensación de soledad y abandono que experimentan todos los que se consideran separados. 2La depresión es una consecuencia inevitable de la separación, 3 como también lo son la ansiedad, las preocupaciones, una profunda sensación de desamparo, la infelicidad, el sufrimiento y el intenso miedo a perder. 
2. Los que se consideran separados han inventado muchos "remedios" para lo que, según ellos, son "los males del mundo": 2Pero la única cosa que no han hecho es cuestionar la realidad del problema. 3Los efectos de éste, no obstante, no se pueden sanar porque el problema no es real. 4La idea de hoy tiene el poder de acabar con todo este desatino para siempre. 5Pues eso es lo que es, un desatino, por muy serias y trágicas que parezcan ser sus manifestaciones. 
3. En lo profundo de tu interior yace todo lo que es perfecto, presto a irradiar a través de ti sobre el mundo. 2Ello sanará todo pesar y dolor, todo temor y toda sensación de pérdida porque curará a la mente que pensaba que todas esas cosas eran reales y que sufría debido a la lealtad que les tenía. 
4. Jamás se te puede privar de tu perfecta santidad porque su Fuente va contigo dondequiera que tú vas. 2 jamás puedes sufrir porque la Fuente de toda dicha va contigo dondequiera que tú vas. 3 jamás puedes estar solo porque la Fuente de toda vida va contigo dondequiera que tú vas. 4Nada puede destruir tu paz mental porque Dios va contigo dondequiera que tú vas. 
5. Comprendemos que no creas nada de esto. 2¿Cómo ibas a creerlo cuando la verdad se halla oculta en lo profundo de tu interior, bajo una pesada nube de pensamientos dementes, densos y turbios que representan, no obstante, todo lo que ves? 3Hoy intentaremos por primera vez atravesar esa oscura y pesada nube y llegar a la luz que se encuentra más allá. 
6. Hoy tendremos una sola sesión de práctica larga. 2Por la mañana, a ser posible tan pronto como te levantes, siéntate en silencio de tres a cinco minutos con los ojos cerrados. 3Al comienzo de la sesión de práctica repite la idea de hoy muy lentamente. 4No trates de pensar en nada en particular. 5Trata, en cambio, de experimentar la sensación de que estás sumergiéndote en tu interior, más allá de todos los pensamientos vanos del mundo. 6Trata de llegar hasta lo más profundo de tu mente, manteniéndola despejada de cualquier pensamiento que pudiese distraerte. 
7. De vez en cuando puedes repetir la idea de hoy si observas que eso te ayuda. 2Pero sobre todo, trata de sumergirte tan profundamente como puedas en tu interior, lejos del mundo y de todos sus pensamientos disparatados. 3Estás tratando de llegar más allá de todo. ello. 4Estás tratando de dejar atrás las apariencias y de aproximarte a la realidad. 
8. Es perfectamente posible llegar a Dios. 2De hecho, es muy fácil, ya que es la cosa más natural del mundo. 3Podría decirse incluso que es lo único que es natural en el mundo. 4El camino quedará despejado, si realmente crees que ello es posible. 5Este ejercicio puede producir resultados asombrosos incluso la primera vez que se intenta, y tarde o temprano acaba por tener éxito. 6A medida que avancemos ofreceremos más detalles acerca de este tipo de práctica. 7No obstante, nunca fracasa del todo, y es posible tener éxito inmediatamente. 
9. Usa la idea frecuentemente a lo largo del día, repitiéndola muy despacio, preferiblemente con los ojos cerrados. 2Piensa en lo que estás diciendo, en el significado de las palabras. 3Concéntrate en la santidad que esas palabras te atribuyen, en la compañía indefectible de la que gozas, en la completa protección que te rodea. 
10. Puedes ciertamente permitirte el lujo de reírte de los pensamientos de miedo, recordando que Dios va contigo dondequiera que tú vas.
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Reflexión: Quiero empezar analizando estas frases de Albert Einstein. Ambas frases están muy relacionadas y conectan de cierta manera con el tema de hoy. 

"Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados"

“No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos”.

La vida es una locura porque es un estado de enajenación, de sueño autoinducido que no quiere acabarse. Parecemos personas que estamos aquí tratando de hacer cosas para cumplir nuestros sueños sin darnos cuenta de que es la vida quien nos sueña a nosotros. Las formas aparentes cambian, los personajes, el tiempo y el contexto, pero las historias siempre se repiten. Todo acaba siempre igual, aunque no me refiero a los detalles; me refiero a que siempre se llega a un final, y luego, vuelta a empezar. Es la eterna rueda de la vida. Esa es la locura de la mente soñadora universal que se sueña separada de Dios. Su locura consiste en que cree que soñando diferentes sueños va a conseguir un resultado distinto, pero sólo se mantiene dando vueltas y vueltas. 

Aquí entra ahora en juego la segunda frase de Einstein. Si estás soñando que tienes problemas, sólo puedes soñar que resuelves los problemas que tienes en el sueño, pero en realidad no estás resolviendo nada en absoluto. 

El auténtico problema, si lo podemos llamar así, es que estamos dormidos y debemos despertar del sueño y para ello hay que deshacerlo. No hay otro modo ¿Cómo? Realmente no lo sabemos. La lógica dice que si creímos poder separarnos de Dios (y esa es la causa de todas nuestras pesadillas), entonces debiéramos creer que es posible volver a unirnos a Él. Sin embargo con esa creencia seguimos atrapados aquí. ¿Por qué? Las creencias forman parte misma del sueño y creer por si solo no es suficiente para salir de él. Creer no basta para hacer algo real. Fue el deseo de experimentar la separación lo que indujo el estado de sueño y sólo el deseo contrario podrá sacarnos de vuelta.

Las creencias no son suficientes para alcanzar la realidad porque las creencias son todas falsas. Sigues unido a Dios, nunca te separaste de Él, pero la barrera es la creencia misma. Cuestionarte la creencia de que estás separado de Dios tampoco la va a disolver porque su simple cuestionamiento la hace real. ¿Entonces?. 

El camino de vuelta empieza cuando te cuestionas la realidad misma del problema en si y abandonas todas las creencias, eso incluye la búsqueda de cualquier respuesta. Simplemente confías en que la separación nunca se produjo. Así que abandonas todas tus creencias y confías (vale la pena repetirlo porque aquí está la clave), aunque los efectos del "problema" de la separación no desaparecerán porque no es real y sigues soñando; quiero decir, que seguirás viviendo dentro del sueño y enfrentándote a problemas aunque ahora tu fe ciega te permiten ir por la vida con otra actitud bien diferente. Vives en el mundo sin ser de este mundo. Puede parecer una contradicción pero no lo es puesto que estás aún dentro de la ilusión y no puedes percibir la realidad. Recuerda que dije en otra lección que ilusión y realidad son incompatibles y, o estás dentro de una o de la otra, pero no de las dos a la vez.

Así que lo único que puedes hacer dentro de la ilusión es acercarte a la realidad buscando la parte que es real en ti, tu santidad. Tu santidad permanece conectada a su Fuente en cualquier lugar y circunstancias en los que parezcas encontrarte. Permaneciendo en ella, en confianza, es la única manera en que te sentirás seguro dentro de la ilusión del mundo. De lo que se trata es de que conectes con ella y la vuelvas tu referencia de vida, tu forma natural de estar aquí. 

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domingo, 22 de julio de 2018

Lección 40 de Un Curso de Milagros

Soy bendito por ser un Hijo de Dios

1. Comenzamos hoy a afirmar algunas de las bienaventuranzas a las que tienes derecho por ser quien eres. 2Hoy no se requieren largas sesiones de práctica, sino muchas cortas y frecuentes. 3Lo ideal sería una cada diez minutos, y se te exhorta a que trates de mantener este horario y a adherirte a él siempre que puedas. 4Si te olvidas, trata de nuevo. 5Si hay largas interrupciones, trata de nuevo. 6Siempre que te acuerdes, trata de nuevo. 2. No es preciso que cierres los ojos durante los ejercicios, aunque probablemente te resultará beneficioso hacerlo. 2Mas puede que durante el día te encuentres en situaciones en las que no puedas cerrar los ojos. 3No obstante, no dejes de hacer la sesión por eso. 4Puedes practicar muy bien en cualquier circunstancia, si realmente deseas hacerlo. 3. Los ejercicios de hoy no requieren ningún esfuerzo ni mucho tiempo. 2Repite la idea de hoy y luego añade varios de los atributos que asocias con ser un Hijo de Dios, aplicándotelos a ti mismo. 3Una sesión de práctica, por ejemplo, podría consistir en lo siguiente: 4Soy bendito por ser un Hijo de Dios. 5Soy feliz y estoy en paz; soy amoroso y estoy contento. 6Otra podría ser, por ejemplo: 7Soy bendito por ser un Hijo de Dios. 8Estoy calmado y sereno; me siento seguro y confiado. 9Si sólo dispones de un momento, basta con que simplemente te digas a ti mismo que eres bendito por ser un Hijo de Dios. 

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Reflexión: Estás buscando tu santidad, tu inocencia, y no la puedes encontrar si crees que no existe o no puedes llegar hasta ella. Por eso queremos disciplinar a la mente y para ello alternamos ejercicios largos y cortos. Has de ser capaz de hacer cualquier tipo de ejercicio mental por igual, porque de lo que se trata es de que desarrolles la voluntad necesaria para alcanzar la atención plena y mantenerte en ella bajo cualquier circunstancia, de manera que puedas desarrollar conscientemente los pensamientos reales que apuntan hacia la verdad. Considerarte bendito por ser Hijo de Dios es una de esas verdades. 

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Lección 39 de Un Curso de Milagros

Mi santidad es mi salvación

1. Si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es su opuesto? 2Al igual que el texto para el que este libro de ejercicios fue escrito, las ideas que se usan en los ejercicios son muy simples, muy claras y están totalmente exentas de ambigüedad. 3No estamos interesados en proezas intelectuales ni en juegos de lógica. 4Estamos interesados únicamente en lo que es muy obvio, lo cual has pasado por alto en las nubes de complejidad en las que piensas que piensas. 
2. Si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es su opuesto? 2Ésta, sin duda, no es una pregunta difícil. 3La vacilación que tal vez sientas al contestarla no se debe a la ambigüedad de la pregunta. 4Pero ¿crees acaso que la culpabilidad es el infierno? 5Si lo creyeses, verías de inmediato cuán directo y simple es el texto, y no necesitarías un libro de ejercicios en absoluto. 6Nadie necesita practicar para obtener lo que ya es suyo. 
3. Hemos dicho ya que tu santidad es la salvación del mundo. 2¿Y qué hay de tu propia salvación? 3No puedes dar lo que no tienes. 4Un salvador tiene que haberse salvado. 5¿De qué otro modo, si no, podría enseñar lo que es la salvación? 6Los ejercicios de hoy van dirigidos a ti, en reconocimiento de que tu salvación es crucial para la salvación del mundo. 7A medida que apliques los ejercicios a tu mundo, el mundo entero se beneficiará. 
4. Tu santidad es la respuesta a toda pregunta que jamás se haya hecho, se esté haciendo ahora o se haga en el futuro. 2Tu santidad significa el fin de la culpabilidad y, por ende, el fin del infierno. 3Tu santidad es la salvación del mundo, así como la tuya. 4¿Cómo podrías tú -a quien le pertenece tu santidad- ser excluido de ella? 5Dios no conoce lo profano. 6¿Sería posible que Él no conociese a Su Hijo? 
5. Se te exhorta a que dediques cinco minutos completos a cada una de las cuatro sesiones de práctica más largas de hoy, y a que esas sesiones sean más frecuentes y de mayor duración. 2Si quieres exceder los requisitos mínimos, se recomienda que lleves a cabo más sesiones en vez de sesiones más largas, aunque sugerimos ambas cosas. 
6. Empieza las sesiones de práctica como de costumbre, repitiendo la idea de hoy para tus adentros. 2Luego, con los ojos cerrados, explora tu mente en busca de pensamientos que no sean amorosos en cualquiera de las formas en que puedan presentarse: desasosiego, depresión, ira, miedo, preocupación, ataque, inseguridad, etc. 3No importa en qué forma se presenten, no son amorosos, y, por lo tanto, son temibles. 4De ellos, pues, es de los que necesitas salvarte.
7. Todas las situaciones, personalidades o acontecimientos específicos que asocies con pensamientos no amorosos de cualquier clase constituyen sujetos apropiados para los ejercicios de hoy. 2Es imperativo para tu salvación que los veas de otra manera. 3 Impartirles tu bendición es lo que te salvará y lo que te dará la visión. 
8. Lentamente, sin hacer una selección consciente y sin poner un énfasis indebido en ninguno en particular, escudriña tu mente en busca de todos aquellos pensamientos que se interponen entre tu salvación y tú. 2Aplica la idea de hoy a cada uno de ellos de esta manera: 

3Mis pensamientos no amorosos acerca de _____ me mantienen en el infierno. 
4Mi santidad es mi salvación. 

9. Quizá estas sesiones de práctica te resulten más fáciles si las intercalas con varias sesiones cortas en las que simplemente repites muy despacio la idea de hoy varias veces en silencio. 2Te puede resultar útil asimismo incluir unos cuantos intervalos cortos en los que sencillamente te relajas y no pareces estar pensando en nada. 3Mantener la concentración es muy difícil al principio. 4Sin embargo, se irá haciendo cada vez más fácil a medida que tu mente se vuelva más disciplinada y menos propensa a distraerse. 

10. Entretanto, debes sentirte en libertad de introducir variedad en las sesiones de práctica en cualquier forma que te atraiga hacerlo. 2Mas no debes cambiar la idea en sí al variar el método de aplicación. 3Sea cual sea la forma en que elijas usarla, la idea debe expresarse de tal manera que su significado sea el hecho de que tu santidad es tu salvación. 4Finaliza cada sesión de práctica repitiendo una vez más la idea en su forma original y añadiendo: 

5Si la culpabilidad es el infierno, ¿cuál es su opuesto? 

11. En las aplicaciones más cortas, que deben llevarse a cabo unas tres o cuatro veces por hora o incluso más si es posible, puedes hacerte a ti mismo esa pregunta o repetir la idea de hoy, pero preferiblemente ambas cosas. 2Si te asaltan tentaciones, una variación especialmente útil de la idea es: 3Mi santidad es mi salvación de esto.

* * * 
Reflexión: Santidad es sinónimo de inocencia y de salvación, lo contrario de culpabilidad lo cual es sinónimo de condenación. Se condena a los culpables y tienen que pagar por ello, ¿no? Eso es el infierno, la penitencia. A la sociedad le encanta encontrar culpables; se mueve alrededor de ello ¿Por qué?. Porque cumple con el diseño establecido para el mundo. Una vez eres considerado culpable o te sientes como tal estás condenado a cargar con el infierno y pierdes tu libertad. Te has vuelto una pieza manipulable, un esclavo. El sistema no quiere hombres ni mujeres libres. Quiere personas con las que se pueda jugar y que cumplan los roles impuestos desde más arriba. Muchos se rebelan contra ésto pensando que es la única salida, y se vuelven reaccionarios y luchan contra el sistema, pero lo que consiguen es verse más atrapados aún en él, volviendo al mundo más duro, mas cruel, porque si el mundo es tu proyección, pelear contra tu propia proyección sin saber que lo es la vuelve más real todavía. No puedes derrotar a tu propia sombra pues terminarás extenuado de cansancio. La única manera de escapar es buscar tu santidad, la inocencia dentro de ti, ese lugar de donde parte el origen de tu proyección. Solamente en el origen puedes cambiar tu proyección. Si tu culpabilidad proyecta el infierno en el mundo, tienes que sentirte inocente para proyectar santidad por doquier. Cuando lo hagas habrás salvado al mundo porque primero te habrás salvado tú. 

El trabajo que se te propone desde UCdM no es luchar contra o por el mundo, transformarlo ni salvarlo. Tu responsabilidad comienza y termina en ti y no tienes que ir más allá. El trabajo propuesto es salvarte tú mismo encontrando y rescatando tu santidad de los oscuros calabozos de sombras conque la has envuelto. Cuando lo logres habrás salvado al mundo.

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sábado, 21 de julio de 2018

Lección 38 de Un Curso de Milagros

No hay nada que mi santidad no pueda hacer

1. Tu santidad invierte todas las leyes del mundo. 2Está más allá de cualquier restricción de tiempo, espacio, distancia, así como de cualquier clase de límite. 3El poder de tu santidad es ilimitado porque te establece a ti como Hijo de Dios, en unión con la Mente de su Creador. 
2. Mediante tu santidad el poder de Dios se pone de manifiesto. 2Mediante tu santidad el poder de Dios se vuelve accesible. 3Y no hay nada que el poder de Dios no pueda hacer. 4Tu santidad, por lo tanto, puede eliminar todo dolor, acabar con todo pesar y resolver todo problema. 5Puede hacer eso en conexión contigo o con cualquier otra persona. 6Tiene el mismo poder para ayudar a cualquiera porque su poder para salvar a cualquiera es el mismo. 
3. Si tú eres santo, también lo es todo lo que Dios creó. 2Tú eres santo porque todas las cosas que Él creó son santas. 3Y todas las cosas que Él creó son santas porque tú eres santo. 4En los ejercicios de hoy vamos a aplicar el poder de tu santidad a cualquier clase de problema, dificultad o sufrimiento que te venga a la mente tanto si tiene que ver contigo como con otro. 5No haremos distinciones porque no hay distinciones. 
4. En las cuatro sesiones de práctica más largas, que preferiblemente han de tener una duración de cinco minutos completos cada una, repite la idea de hoy, cierra los ojos, y luego escudriña tu mente en busca de cualquier sensación de pérdida o de cualquier clase de infelicidad tal como la percibas. 2Trata, en la medida de lo posible, de no hacer distinciones entre las situaciones que son difíciles para ti y las que son difíciles para otro. 3 Identifica la situación específicamente, así como el nombre de la persona en cuestión. 4Usa el siguiente modelo al aplicar la idea de hoy: 
5En esta situación con respecto a _____ en la que me veo envuelto, no hay nada que mi santidad no pueda hacer. 
6En esta situación con respecto a _____ en la que se ve envuelto, no hay nada que mi santidad no pueda hacer. 

5. De vez en cuando puedes variar este procedimiento si así lo deseas y añadir algunos de tus propios pensamientos que vengan al caso. 2Podrías, por ejemplo, incluir pensamientos tales como: 3No hay nada que mi santidad no pueda hacer porque el poder de Dios reside en ella. 4 Introduce cualquier variación que quieras, pero mantén los ejercicios centrados en el tema: "No hay nada que mi santidad no pueda hacer”. 5El propósito de los ejercicios de hoy es comenzar a inculcarte la sensación de que tienes dominio sobre todas las cosas por ser quien eres. 
6. En las aplicaciones cortas y más frecuentes, aplica la idea en su forma original, a no ser que surja o te venga a la mente algún problema en particular que tenga que ver contigo o con otra per sona. 2En ese caso, usa la forma más específica.

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Reflexión: Acababa la explicación anterior con una nota en la que explicaba que ilusión y realidad son incompatibles. No se pueden tocar. Discurren paralelas pero están separadas por una fina capa infranqueable ya que su naturaleza es diferente, como si se tratara de una cosa asomándose a un espejo y su imagen. La realidad no puede penetrar el espejo y la imagen que forma es totalmente invertida a la real, se mueve pero carece de vida. Descubrir tu santidad es como descubrir que tú no eres la imagen que se refleja en el espejo después de haber estado mucho tiempo hipnotizado por ella, que tú eres la consciencia que observa la forma que se mueve en el espejo. Entonces se te abren todas las posibilidades porque quedas libre de las restricciones (espacio y tiempo) que impone creerte atrapado en una simple luna pulida, aunque como aún te observas en el espejo tardas un tiempo en acostumbrarte y volver la mirada sobre ti mismo. Es un proceso que se irá acelerando conforme más te identifiques y actúes como quien realmente eres, espíritu.

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Regresar a Dios

  "Imagen satelital del río Amazonas fundiéndose con el Océano Atlántico.  Fuente: Agencia Espacial Europea (ESA), dominio público. La ...