Vine a salvar al mundo
1. He aquí un pensamiento del que se ha eliminado toda traza de arrogancia y en el que sólo queda la verdad. Pues la arrogancia se opone a la verdad. Mas cuando la arrogancia desaparece, la verdad viene inmediatamente y llena el espacio que, al irse el ego, quedó libre de mentiras. Únicamente el ego puede estar limitado y, por consiguiente, no puede sino perseguir fines limitados y restrictivos. El ego piensa que lo que uno gana, la totalidad lo pierde. La Voluntad de Dios, sin embargo, es que yo aprenda que lo que uno gana se le concede a todos.
2. Padre, Tu Voluntad es total. Y la meta que emana de ella comparte su totalidad. ¿Qué otro objetivo podrías haberme encomendado sino la salvación del mundo? ¿Y qué otra cosa sino eso podría ser la Voluntad que mi Ser ha compartido Contigo?
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Reflexión: Hoy no voy a hacer ninguna reflexión, pero voy a contar un chiste.
Están todos los Vengadores reunidos en su cuartel general. Tú sabes quienes son, todos los héroes del Universo cinematográfico de Marvel. Como están aburridos, se ponen a presumir de lo que son capaces de hacer. El Capitán América dice:
- Con un lanzamiento de mi escudo soy capaz de salvar a 100 personas a la vez
Iron-Man responde:
- Eso no es nada chaval. Yo con los poderes de mi increíble traje puedo salvar a 10.000 personas de un vuelo supersónico.
Thor no se queda al margen de la conversación:
- Bah. ¡Qué me vais a contar!. Yo sin martillo y cuando quise detener el Ragnarok salvé a 100 millones.
Y dice Ant-Man, el hombre hormiga, casi de manera inaudible:
- Pues a pesar de mi tamaño de hormiga, yo con un solo pensamiento puedo salvar el mundo.
Todos se le quedan mirando y empiezan a reírse de él. Y Ant-Man replica:
- ¡Eh, eh, que me he hecho estudiante de Un Curso de Milagros!
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