martes, 1 de enero de 2019

Relaciones de Pareja: La relación especial y la relación santa. (Parte 2 de 4)


La relación de amor especial y de odio especial.

La relación especial lo es porque trata de construir un enclave especial de seguridad con respecto al mundo el cual sentimos amenazante, suplantando sin éxito la relación que manteníamos antes de la separación, el estado de seguridad, plenitud y dicha total que gozábamos junto a Dios. 
La relación de amor especial es un intento de limitar los efectos destructivos del odio, tratando de encontrar refugio en medio de la tormenta de la culpabilidad. Dicha relación no hace ningún esfuerzo por elevarse por encima de la tormenta hasta encontrar la luz del sol. (…) hace hincapié en la culpabilidad que se encuentra fuera del refugio, intentando construir barricadas contra ella a fin de mantenerte a salvo tras ellas. La relación de amor especial no se percibe como algo con valor intrínseco, sino como un enclave de seguridad desde donde es posible separarse del odio y mantenerlo alejado.
(T.16.IV.3.1:4)

Pero el resultado es que la relación especial realmente procesa separación y odio inconsciente debido al mecanismo de introyección-proyección que ya explicamos en la primera parte. Así que la alianza con otra persona nace como una especie de trato interesado (tú me das ésto o tomo ésto de ti y yo a cambio te doy ésto otro)...
La otra persona envuelta en esta relación de amor especial es aceptable siempre y cuando se ajuste a ese propósito.
(T.16.IV.3.5)

...desconociendo que la relación encierra en realidad un juego secreto de separación y odio inconsciente, el cual se irá manifestando al principio de manera más o menos esporádica y comedida, hasta que la acumulación de hechos o algún acontecimiento significativo lo haga manifestarse con toda virulencia, poniendo al descubierto que lo que parecía ser amor especial es también odio especial. Sólo la creencia en la ilusión del amor separa ahora a la relación de su posible ruptura.
El odio puede hacer acto de presencia, y de hecho se le da la bienvenida en ciertos aspectos de la relación, pero la relación se mantiene viva gracias a la ilusión de amor. Si ésta desaparece, la relación se rompe o se vuelve insatisfactoria debido a la desilusión. 
(T.16.IV.3.6-7)

Mientras vivimos en el estado dormido de la mente-ego, repetimos irresistiblemente los mecanismos grabados en el subconsciente, de modo que con la introyección entablamos relaciones especiales para apoderarnos de lo que creemos carecer uniéndonos a otras personas. Asociarse con otro significa que nos sentimos carentes de eso que creemos hallar en el otro con quien forjamos la alianza. Esa carencia es en realidad una falta de valoración propia. P.e. las relaciones románticas pueden encerrar un sentido de atracción física para procrear con una pareja que te ofrezca hijos bellos que garanticen a su vez la procreación y asegurar la supervivencia del clan (“esa chica es muy guapa, tengo que casarme con ella”); pero puede haber múltiples causas funcionando a la vez (“me siento sólo y aburrido pero esa persona me hace sentir bien porque es divertida” ó “tengo problemas para llegar a fin de mes y esa persona me los solucionará porque gana mucho dinero”, ó “todo el mundo me ignora, no soy nadie, pero fulano es alguien importante y me hace sentir reconocido socialmente”, etc.).
No cabe duda de que los que eligen a algunas personas como pareja en cualquier aspecto de la vida, y se valen de ellas para cualquier propósito que no desean compartir con nadie, están tratando de vivir con culpabilidad en vez de morir de ella. Éstas son las únicas alternativas que ven. 
(T.16.IV.4.5-6)

Luego que hemos establecido la relación, de inmediato empieza el proceso de proyección arrojando nuestra culpa inconsciente a nuestra pareja. Puede ser culpa o defectos, pero todo lo que sea que nos haga sentir a nosotros mal se lo imputamos al otro; y así, cuando el odio (desprecio) supera al amor (en realidad atracción o interés) la relación pasa a llamarse de odio especial. O sea que, dentro de una relación especial de amor existe implícita una relación de odio especial. Lo único que las diferencia es el grado de intensidad con el que se manifiesta el amor/odio, pero son la misma cosa. De tu elección depende experimentar una u otra.
La ilusión de amor puede triunfar sobre la ilusión de odio, pero siempre a costa de convertirlas a las dos en ilusiones. Mientras perdure la ilusión de odio, el amor será una ilusión para ti. Por lo tanto, la única elección que te queda entonces es cuál de las dos ilusiones prefieres. 
(T.16.IV.5.3-5)
Dominada por el ego, el amor de la relación especial no es amor verdadero sino un engaño en el que se trata de amar sin conseguirlo, pues se ama temerosamente (ver si quieres mi post a la lección 274) y cualquier excusa es motivo de desilusión.
El amor no es una ilusión. Es un hecho. Si ha habido desilusión es porque realmente nunca hubo amor, sino odio, pues el odio es una ilusión y lo que puede cambiar nunca pudo ser amor.

(T.16.IV.4.1-4)

Amar temerosamente además es una forma de buscar amor sin encontrarlo, pues el hecho de buscarlo levantando barreras para asegurarse la auto-protección es una garantía de que no se encontrará el verdadero amor.

Tu tarea no es ir en busca del amor, sino simplemente buscar y encontrar todas las barreras dentro de ti que has levantado contra él. No es necesario que busques lo que es verdad, pero sí es necesario que busques todo lo que es falso. 

(T.16.IV.6.1:2)

Lo falso es toda creencia e ilusión con respecto a lo que debe ser la relación y cómo debe desarrollarse, como que si debe ser de tal forma o cumplir tales requisitos. El verdadero amor no es condicional.
Toda ilusión es una ilusión de miedo, sea cual fuere la forma en que se manifieste. Y el intento de escapar de una ilusión refugiándote en otra no puede sino fracasar. 
(T.16.IV.6.3-4)

Y cuando vemos que la relación no funciona tratamos de arreglarla cambiando dichas creencias e ilusiones por otras nuevas, colocando parches y/o haciendo arreglos, imponiendo reglas y normas. Pero éstos no son más que nuevas condiciones, nuevas barreras contra el miedo y el odio que sentimos adentro, así que la relación está condenada al fracaso porque el miedo y el odio permanecen intactos. Da igual con qué tratemos de ocultarlos porque miedo y odio terminan aflorando y colisionando con nuestra pareja.
Si buscas amor fuera de ti, puedes estar seguro de que estás percibiendo odio dentro de ti y de que ello te da miedo. Pero la paz nunca procederá de la ilusión de amor, sino sólo de la realidad de éste. 
(T.16.IV.6.5-6)

Todas esas condiciones, creencias, reglas, etc. no son más que artilugios imponiendo más separación donde ya la había, y no se puede producir unidad plena porque procuran ocultar algún secreto, ases en la manga por si hay que usarlos en defensa propia o contra el otro en nuestro afán de auto-protección a causa de nuestro miedo.
(…) la relación de amor especial es un intento de llevar amor a la separación. Y como tal, no es más que un intento de llevar amor al miedo y de hacer que sea real en él. La relación de amor especial, que viola totalmente la única condición del amor, quiere realizar lo imposible. ¿Cómo iba a poder hacer eso salvo en ilusiones? 
(T.16.IV.7.1-4)

La única condición que pide el amor verdadero es no tratar de hacer lo que no se puede hacer. Me explico mejor. En la relación especial tratamos de hacer lo imposible porque en ella enmascaramos lo que es verdad cubriéndolo con ilusiones en lugar de desenmascarar las ilusiones alumbrándola con la verdad. En otras palabras, en la relación de amor especial queremos llevar el Cielo al mundo en lugar de llevar el mundo al Cielo y así continuar con el sueño de separación, con nuestra individualidad conservando nuestro especialismo, el cual no queremos perder. Unirnos plenamente con la otra persona nos haría perderlo, por eso tratamos de evitarlo a toda costa.
La relación especial es tan frágil, por falsa, que finalmente el sueño del mundo se impondrá sobre ella para destruirla; o en el mejor de los casos y si la relación ha conseguido mantenerse de por vida resistiendo todas las crisis de pareja, con la muerte de alguno de los miembros dejando un enorme vacío en el otro, o quien sabe, un muy agradecido descanso (todo hay que decirlo). Consuélate conque más adelante examinaremos la relación santa la cual sí está basada en el Amor, con mayúsculas, en la paz, la dicha, el perdón, la verdad, la completud, la inclusión... y no en el conflicto, la infelicidad, la culpa, las ilusiones, la carencia , la exclusión...
La relación de amor especial no es más que un pobre substituto de lo que en verdad —y no en ilusiones— te completa. 
(T.16.IV.8.4)

¿Y qué es lo que te completa? ¡El conocimiento de que tú eres eso que tanto buscas y has buscado durante tanto tiempo, pues tú ya eres el Amor que buscas!.
No busques fuera de ti mismo. Pues será en vano y llorarás cada vez que un ídolo se desmorone. El Cielo no se puede encontrar donde no está, ni es posible hallar paz en ningún otro lugar excepto en él. 
(T.29.VII.1.1-3)

La principal razón para establecer una relación especial es que creemos ser quienes no somos. Nos creemos personajes en cuerpos vulnerables en un mundo hostil necesitando de alianzas para sobrevivir debido a nuestros sentimientos de carencia. Y creemos también que la asociación, manifestada por la atracción que sentimos hacia alguien o algo más, nos va a suplir de eso que sentimos nos hace falta, haciéndonos más completos, fuertes y felices, sin sospechar que ya somos totalmente plenos.
Ninguna clase de especialismo te puede ofrecer lo que Dios ha dado, y lo que tú das junto con Él. 
(T.16.IV.8.7)

Fin de la segunda parte.
(Pincha Aquí para ir a la 3ª Parte)

* * * 
Imagenes tomadas de Pixabay (por orden):
1. Tattoo - The Digital Way
2. Lover - Sasin Tipchai

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