jueves, 31 de enero de 2019

Lección 311 de Un Curso de Milagros

Juzgo todas las cosas como quiero que sean

1. Los juicios se inventaron para usarse como un arma contra la verdad. Separan aquello contra lo que se utilizan, y hacen que se vea como si fuese algo aparte y separado. Luego hacen de ello lo que tú quieres que sea. Juzgan lo que no pueden comprender, ya que no pueden ver la totalidad, y, por lo tanto, juzgan falsamente. No nos valgamos de ellos hoy, antes bien, ofrezcámoselos de regalo a Aquel que puede utilizarlos de manera diferente. Él nos salvará de la agonía de todos los juicios que hemos emitido contra nosotros mismos y re-establecerá nuestra paz mental al ofrecernos el Juicio de Dios con respecto a Su Hijo.
2. Padre, estamos esperando hoy con mentes receptivas a oír Tu juicio con respecto al Hijo que Tú amas. No lo conocemos, y así, no lo podemos juzgar. Por lo tanto, dejamos que Tu Amor decida qué es lo que no puede sino ser aquel a quien Tú creaste como Tu Hijo.

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Reflexión: La idea de hoy va contra el pensamiento generalmente aceptado de que el juicio es útil para dictaminar lo que es verdad; pero dice la lección que los juicios se inventaron para usarse contra la verdad. 

Los juicios encierran una trampa pues, aunque aparentan separar de aquello contra lo que los utilizas, a la vez te mantienen atado a la percepción, haciéndola real. Así, lo que nació para separarnos de algo o alguien consigue todo lo contrario, que no podamos sustraernos de lo juzgado.

La decisión de juzgar en vez de conocer es lo que nos hace perder la paz. Juzgar es el proceso en el que se basa la percepción, pero no el conocimiento. He hecho referencia a esto anteriormente al hablar de la naturaleza selectiva de la percepción, y he señalado que la evaluación es obviamente su requisito previo. Los juicios siempre entrañan rechazo. Nunca ponen de relieve solamente los aspectos positivos de lo que juzgan, ya sea en ti o en otros. Lo que se ha percibido y se ha rechazado, o lo que se ha juzgado y se ha determinado que es imperfecto permanece en tu mente porque ha sido percibido. Una de las ilusiones de las que adoleces es la creencia de que los juicios que emites no tienen ningún efecto. Esto no puede ser verdad a menos que también creas que aquello contra lo que has juzgado no existe. Obviamente no crees esto, pues, de lo contrario, no lo habrías juzgado. En última instancia, no importa si tus juicios son acertados o no, pues, en cualquier caso, estás depositando tu fe en lo irreal. Esto es inevitable, independientemente del tipo de juicio de que se trate, ya que juzgar implica que abrigas la creencia de que la realidad está a tu disposición para que puedas seleccionar de ella lo que mejor te parezca.
(T-3.VI.2)

A nivel del propósito de UCdM, no podrás escapar de la ilusión del mundo si juzgas tan siquiera uno cualquiera de sus aspectos, pues estarás haciendo el mundo real en su totalidad. A nivel más específico, y si no tienes por meta trascender el mundo, tampoco podrás trascender nada en particular que tú creas te está afectando si lo juzgas como una causa externa a ti. Así que otro de los efectos del juicio, además de hacer realidad lo que juzgas, es que lo juzgado se torna independiente de ti, por lo que te vuelves vulnerable perdiendo todo el control sobre ello. 

¿A eso es a lo que llamas juzgar? Se te ha exhortado en muchas ocasiones a que te abstengas de juzgar, mas no porque sea un derecho que se te quiera negar. No puedes juzgar. Lo único que puedes hacer es creer en los juicios del ego, los cuales son todos falsos. El ego dirige tus sentidos celosamente, para probarte cuán débil eres, cuán indefenso y temeroso, cuán aprehensivo del justo castigo, cuán ennegrecido por el pecado y cuán miserable por razón de tu culpabilidad.
(L-151.4)

La frase "ofrezcámoselos (los juicios) de regalo a Aquel que puede utilizarlos de manera diferente" significa entregarlos apaciblemente a tu mente recta, a tu sabio interno (E.S.), para que Él los observe a través de la visión espiritual (tu predisposición a servirle de observador ecuánime), y pueda dictaminar su falsedad e inutilidad, pues los juicios no sirven de nada. Es por eso que podemos afirmar que en realidad no podemos juzgar. Ésto comporta mucha paz porque sabes que cuando jugamos, sólo nos juzgamos a nosotros mismos, lo que mantiene la culpabilidad intacta. Ofrecer los juicios de regalo es otra manera de darle nombre a lo que el curso llama "perdonar". Como si de un cuento se tratara, sólo el perdón rompe el hechizo del juicio y nos libera del encantamiento de la percepción.

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miércoles, 30 de enero de 2019

Lección 310 de Un Curso de Milagros

Paso este día sin miedo y lleno de amor

1. Quiero pasar este día Contigo, Padre mío, tal como Tú has dispuesto que deben ser todos mis días. Y lo que he de experimentar no tiene nada que ver con el tiempo. El júbilo que me invade no se puede medir en días u horas, pues le llega a Tu Hijo desde el Cielo. Este día será Tu dulce recordatorio de que Te recuerde, la afable llamada que le haces a Tu santo Hijo, la señal de que se me ha concedido Tu gracia y de que es Tu Voluntad que yo me libere hoy.
2. Este día lo pasaremos juntos, tú y yo. Y todo el mundo unirá sus voces a nuestro himno de alegría y gratitud hacia Aquel que nos brindó la salvación y nos liberó. Nuestra paz y nuestra santidad nos son restituidas. Hoy el miedo no tiene cabida en nosotros, pues le hemos dado la bienvenida al amor en nuestros corazones.
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Reflexión: Quizás pienses que ya vives sin miedo, pero ¿qué es el miedo?. El miedo es lo contrario del amor. No estoy hablando del amor romántico ni del amor que gusta de las cosas. El miedo adopta muchas formas y grados, no es solamente el sentimiento de angustia o de desconfianza que te abruma a veces cuando te ves en una situación peligrosa, sino todos aquellos sentimientos que te impiden vivir sin capacidad para sentirte en júbilo y agradecido. Hay miedo detrás de un gran enfado y también de una pequeña molestia. Hay miedo detrás de una depresión pero también de una pequeña tristeza. Hay miedo detrás de la presión que ejerce el tiempo sobre ti para hacer lo que crees que necesitas hacer con urgencia, pero también detrás de la desgana que te invade cuando te sobra tiempo y estás aburrido de la vida. Detrás de todos los sentimientos negativos hay algún tipo de miedo. ¿Sigues pensando que vives sin miedo?

Vivir sin miedo es vivir libre de los condicionamientos que lo causan. Es, en definitiva, vivir sin ego y sin sus afectaciones las cuales te impiden sentirte 100% dichoso y en paz. Al Cielo sólo se puede entrar sin miedo porque no puedes entrar con tu ego.

El amor perfecto expulsa el miedo. 
Si hay miedo, 
es que no hay amor perfecto. 

Más: 

Sólo el amor perfecto existe. 
Si hay miedo, éste produce un estado que no existe. 

Cree esto y serás libre.
                                                             (T-1.VI.5.4:9)

El ego y el miedo son construcciones ficticias tejidas de pensamientos irreales, ensoñaciones de tu mente errónea. Hoy se te invita a que las abandones dejando de identificarte con ellas para que, en cambio, pases a identificarte plenamente con lo que es verdad en ti, el amor que es tu ser, la esencia divina que compartes con el Padre.

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martes, 29 de enero de 2019

Lección 309 de Un Curso de Milagros

Hoy no tendré miedo de mirar dentro de mi

1. Dentro de mí se encuentra la Eterna Inocencia, pues es la Voluntad de Dios que esté allí para siempre. Y yo, Su Hijo, cuya voluntad es tan ilimitada como la Suya, no puedo disponer que ello sea diferente. Pues negar la Voluntad de mi Padre es negar la mía propia. Mirar dentro de mí no es sino encontrar mi voluntad tal como Dios la creó, y como es. Tengo miedo de mirar dentro de mí porque creo que forjé otra voluntad que aunque no es verdad hice que fuese real. Mas no tiene efectos. Dentro de mí se encuentra la santidad de Dios. Dentro de mí se encuentra el recuerdo de Él.
2. El paso que he de dar hoy, Padre mío, es lo que me liberará por completo de los vanos sueños del pecado. Tu altar se alza sereno e incólume. Es el santo altar a mi propio Ser y es allí donde encuentro mi verdadera Identidad.

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Reflexión: Cuando de niño me caía en la calle, me aterraba que me limpiaran las heridas porque había que escarbar en ellas para sacar las piedritas y arenilla que se habían incrustado. ¡Cuánto dolía! Era la única manera de evitar una infección. Para colmo me sermoneaban a veces con la frase "Dios te ha castigado", haciéndome sentir culpable.

Todas las personas llevamos una herida sin sanar llamada ego. Superficialmente aparentamos estar bien, pero sabemos que no lo estamos cuando alguien nos toca esa herida y nos molesta. Esa es la voluntad aparte que llevamos dentro, diferente de la de Dios, de la que habla la lección de hoy. Sanar la herida supone perder esa voluntad, pero creemos que sin ella quedaríamos indefensos porque nos ofrece carácter, orgullo y personalidad. Sin esa herida, o voluntad aparte, sientes que ya no serías el mismo, porque... ¿quién quiere desprenderse de lo que le confiere una identidad especial?. Así que preferimos vivir con esa afección sobre nosotros la cual puede resultar dolorosa a ratos, pero pensando que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Es por eso que no quieres mirar dentro de ti, porque tu ego se descubriría a sí mismo en su falsedad. El ego es imaginario y mirar adentro lo puede poner en evidencia, por lo que éste te convence de que es mejor distraerte mirando hacia afuera, mirando la herida de la gente antes que la tuya, pues mirar adentro te causará dolor y te hará sentir culpable. Mejor deja las cosas como están, te dice. 

No tengas miedo de mirar en tu interior. El ego te dice que lo único que hay dentro de ti es la negrura de la culpabilidad, y te exhorta a que no mires. En lugar de eso, te insta a que contemples a tus hermanos y veas la culpabilidad en ellos. Mas no puedes hacer eso sin condenarte a seguir estando ciego, pues aquellos que ven a sus hermanos en las tinieblas, y los declaran culpables en las tinieblas en las que los envuelven, tienen demasiado miedo de mirar a la luz interna. 
(T-13.IX.8.1:5)

¿Qué ocurrirá si miras dentro de ti?. Sólo el ego reconoce al ego y sólo la santidad puede reconocer la santidad. Si no ves tu propia santidad es que estás mirando desde tu ego a tu ego. Pero más allá de tu ego hay un fondo sereno de inocencia donde posar tu mirada sin dolor ni culpa.

Dentro de ti no se encuentra lo que crees que está ahí, y en lo que has depositado tu fe. Dentro de ti está la santa señal de la perfecta fe que tu Padre tiene en ti. Tu Padre no te evalúa como tú te evalúas a ti mismo. Él se conoce a Sí Mismo, y conoce la verdad que mora en ti. Sabe que no hay diferencia alguna entre Él y dicha verdad, pues Él no sabe de diferencias. ¿Puedes acaso ver culpabilidad allí donde Dios sabe que hay perfecta inocencia? Puedes negar Su conocimiento, pero no lo puedes alterar. Contempla, pues, la luz que Él puso dentro de ti, y date cuenta de que lo que temías encontrar ahí, ha sido reemplazado por el amor.
(T-13.IX.8.6:13)

Puesto que la mente funciona como un espejo, lo que quieras ver fuera es lo que verás dentro, y lo que veas dentro también lo verás fuera. Cuando tienes miedo de mirar en tu interior es porque estás observando lo que no te gusta en otros, ¡y no quieres ver eso mismo en ti!. Si miras con culpabilidad verás culpabilidad. Si lo haces con inocencia verás inocencia. Mirar a los otros con inocencia garantiza que verás la misma inocencia dentro de ti sin sentir ningún dolor ni culpa.

Libera a otros de la culpabilidad tal como tú quisieras ser liberado. Ésa es la única manera de mirar en tu interior y ver la luz del amor refulgiendo con la misma constancia y certeza con la que Dios Mismo ha amado siempre a Su Hijo. Y con la que Su Hijo lo ama a Él. En el amor no hay cabida para el miedo, pues el amor es inocente. No hay razón alguna para que tú, que siempre has amado a tu Padre, tengas miedo de mirar en tu interior y ver tu santidad. Tú no puedes ser como has creído ser. Tu culpabilidad no tiene razón de ser porque no está en la Mente de Dios, donde tú estás. Y ésta es la sensatez que el Espíritu Santo quiere restituirte. Él sólo desea desvanecer tus ilusiones. Pero quiere que veas todo lo demás. Y en la visión de Cristo te mostrará la perfecta pureza que se encuentra por siempre dentro del Hijo de Dios.
(T-13.X.10)

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lunes, 28 de enero de 2019

Lección 308 de Un Curso de Milagros

Este instante es el único tiempo que existe

1. El concepto que yo he forjado del tiempo impide el logro de mi objetivo. Si elijo ir más allá del tiempo hasta la intemporalidad, tengo que cambiar mi percepción acerca del propósito del tiempo. Pues su propósito no puede ser que el pasado y el futuro sean uno. El único intervalo en el que puedo librarme del tiempo es ahora mismo. Pues en este instante el perdón ha venido a liberarme. Cristo nace en el ahora, sin pasado ni futuro. Él ha venido a dar la bendición del presente al mundo, restaurándolo a la intemporalidad y al amor. Y el amor está siempre presente, aquí y ahora.
2. Gracias por este instante, Padre. Ahora es cuando soy redimido. Este instante es el momento que señalaste para la liberación de Tu Hijo y para la salvación del mundo en él.

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Reflexión: Hay una comedia buenísima de 1993 que se llama "Atrapado en el tiempo" o "Groundhog Day" (el día de la marmota), protagonizada por Bill Murray y Andie MacDowell. Bill Murray hace de Phil, el hombre del tiempo de una cadena de televisión que se lo tiene bien creído. Bill se desplaza un año más al pueblo de Punxstawnwey (Pensivania, EEUU), a cubrir la información del festival del Día de la Marmota. Al regresar del evento, Phil y su equipo son sorprendidos por una tormenta de nieve y se ven obligados a regresar al hotel donde se alojaban. Cuando despierta a la mañana siguiente, se da cuenta de que se está repitiendo el mismo día, así una y otra vez, mientras él continua con su comportamiento arrogante.  

En la película, ese día es el único que existe, y es precisamente eso lo que le vale a Phil para poderse liberar finalmente de la trampa de tiempo en que se ha convertido su personalidad, la cual le lleva a actuar de manera engreída y maleducada. Equiparo personalidad y tiempo porque arrastramos la primera aprendida y/o heredada del pasado para repetir siempre nuestro comportamiento en el futuro, mientras pasamos por el presente ignorándolo. Así que el destino quiere concederle a Phil una oportunidad de redención. Encontrarse atrapado en el presente le ayudará a adquirir una nueva visión de su actitud personal y de la vida. Al principio reacciona mal dejándose llevar por su ego, pero poco a poco va volviéndose consciente de su comportamiento erróneo, y es eso lo que le permite ir cambiándolo a otro mejor. Lo que parecía una maldición se termina volviendo una ventaja. 

Hemos forjado un concepto del tiempo lineal que nos mantiene esclavos de los deseos del ego, los cuales están basados en la creencia en la separación y la necesidad de conseguir cosas que nos completen (ver lección anterior). Vivir condicionados por el pasado y el futuro nos mantiene atrapados en las ilusiones que hoy pueden ser agradables pero que mañana pueden ser pesadilla. Pero el objetivo de un estudiante de UCdM debe ser vivir en el momento presente pues, el "ahora" es la llave al perdón que te permite liberarte de las cadenas de las ilusiones y reconducir tu vida hacia el despertar espiritual. El "ahora", la única intemporalidad que existe en el sueño, es la estrecha puerta que conduce a la eternidad.

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domingo, 27 de enero de 2019

Lección 307 de Un Curso de Milagros

Abrigar deseos conflictivos no puede ser mi voluntad

1. Padre, Tu Voluntad es la mía, y nada más lo es. No hay otra voluntad que yo pueda tener. Que no trate de forjar otra, pues sería absurdo y únicamente me haría sufrir. Sólo Tu Voluntad me puede hacer feliz, y sólo Tu Voluntad existe. Si he de tener aquello que sólo Tú puedes dar, debo aceptar lo que Tu Voluntad dispone para mí y alcanzar una paz en la que el conflicto es imposible, Tu Hijo es uno Contigo en ser y en voluntad, y nada contradice la santa verdad de que aún soy tal como Tú me creaste.
2. Y con esta plegaria nos sumergimos silenciosamente en un estado en el que el conflicto es imposible, pues hemos unido nuestra santa voluntad a la de Dios, en reconocimiento de que son una y la misma.

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Reflexión: El mundo se mueve por el deseo del ego, el cual puede ser muy caprichoso. El ego quiere hoy algo pero mañana quiere algo diferente, y así va deambulando por la vida saltando de una cosa a otra. Hay un dicho popular que describe esta situación en la siempre nos mantiene el ego atrapado; no te ofendas por la palabra que voy a utilizar, "¡culo veo, culo deseo!" (En España, el culo son las nalgas, el trasero, no el "agujero" como es entendido en algunos países de latinoamérica). Como bien dice un famoso psicólogo que también difunde UCdM por las redes, el ego es "el tonto del culo". 

¿Pero de dónde procede el conflicto?. El siguiente párrafo, tomado del prefacio de UCdM, no puede ser más claro en su exposición:

Del conocimiento y de la percepción surgen dos sistemas de pensamiento distintos que se oponen entre sí en todo. En el ámbito del conocimiento no existe ningún pensamiento aparte de Dios porque Dios y Su Creación comparten una sola Voluntad. El mundo de la percepción, por otra parte, se basa en la creencia en opuestos, en voluntades separadas y en el perpetuo conflicto que existe entre ellas, y entre ellas y Dios. Lo que la percepción ve y oye parece real porque sólo admite en la conciencia aquello que concuerda con los deseos del perceptor. Esto da lugar a un mundo de ilusiones, mundo que es necesario defender sin descanso, precisamente porque no es real.

Resumiendo, es el deseo del ego basado en la percepción lo que provoca el conflicto, el cual se ve aumentado aún más por la manifestación del deseo individual como una voluntad contrapuesta a la de otros egos compitiendo por lo mismo. Así que mientras vivas centrado en tu ego, persiguiendo las cosas del mundo y abrumado por la creencia en la separación y las carencias que creas tener, te será imposible librarte del conflicto y estar en paz.

La única carencia que realmente necesitas corregir es tu sensación de estar separado de Dios. Esa sensación de separación jamás habría surgido si no hubieses distorsionado tu percepción de la verdad, percibiéndote así a ti mismo como alguien necesitado. La idea de un orden de necesidades surgió porque, al haber cometido ese error fundamental, ya te habías fragmentado en niveles que comportan diferentes necesidades. A medida que te vas integrando te vuelves uno, y tus necesidades, por ende, se vuelven una. Cuando las necesidades se unifican suscitan una acción unificada porque ello elimina todo conflicto.
(T-1.VI.2)

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sábado, 26 de enero de 2019

Perdonar a Jesús

Uno de los efectos de estudiar UCdM y realizar sus ejercicios es que toda la negatividad del subconsciente (la base del ego) surge de su oscuro escondite para que pueda ser limpiada, y entonces es cuando nos empezamos a sentir a disgusto. Seguramente entremos en estados de mal humor, confusión, inquietud y vacío. Todo ésto se puede alargar por rachas, según la intensidad de tu dedicación al curso, ¡por meses o años!, en lo que se llama la noche oscura del alma. Ya he escrito un post sobre ella por lo que no voy a entrar aquí en detalles (pinchar para leer aquí). Tu trabajo con UCdM requerirá que tengas que dejarlo aparcado por un tiempo cada vez que te sientas sobrepasado, hasta que recuerdes nuevamente que tu infelicidad y tus males en la vida no son causados por él; entonces podrás animarte a retomarlo. 

El proceso de limpieza del subconsciente se hace a veces arduo y necesita de tal compromiso que para sobrellevarlo no está de más armarte de buen humor y mucha paciencia. Ya digo que no es raro que mucha gente acuse a UCdM y a su autor de ser maléficos (El curso está escrito en tercera persona desde un "yo" que se identifica como Jesús, pero tú puedes creer lo que quieras al respecto. Eso no afecta su eficacia), pues en su enconada resistencia, el ego trata de impedir su des-hacimiento y tiene que proyectar su culpa afuera en defensa propia, saliéndose muchas veces con la suya. Es por eso normal que nuestro ego odie a UCdM y todo lo que él representa. 

Sabiendo que tiene que suceder lo anterior, las referencias al perdón, o peticiones de perdón, que Jesús realiza en UCdM dirigiéndose a la mente tomadora de decisiones, son numerosas. Quiero recordar que el libro va destinado a esta parte de la mente y no a ti como personaje individual. En la mente se pueden distinguir tres partes diferenciadas. La mente tomadora de decisiones es la que decide entre seguir a la parte errada o del ego, o a la parte recta o del Espíritu Santo; pero en el mundo (y es ésta la causa de que sigamos atrapados en él), la parte tomadora de decisiones sigue preferentemente a la mente errada, la mente soñadora. UCdM pretende invertir esa preferencia para que sea la mente recta la que se haga cargo de nuestra vida y... ¡nos saque de aquí!. No está de más recordar que el propósito final del curso es que puedas liberarte de la ilusión, no hacer de tu vida una experiencia más agradable, aunque con el tiempo y la práctica eso se te dará por añadidura. Ahora veamos algunas de esas referencias al perdón:

Se me da la bienvenida en un estado de gracia, lo cual quiere decir que finalmente me has perdonado. Pues me convertí en el símbolo de tu pecado, y por esa razón tuve que morir en tu lugar.
(T-19.IV.A.17.1:2)

La explicación que yo doy a la frase anterior es que, la mente errada o ego actúa con resentimiento culpando a Jesús de poner en evidencia su falsedad cuando, por la gracia (la manifestación en ti de la mente recta, E.S.), la mente tomadora de decisiones se percata de su error de identificación, y entonces puede pasar a identificarse con tu verdadero ser, el Cristo. De este modo, perdonar es corregir una percepción errónea o ilusoria en favor de lo que es verdad. 

Una de las conclusiones a la que uno puede llegar al abrazar el perdón es que nunca hubo necesidad de que Jesús muriera en la cruz pues, el pecado no existe ni hay nadie a quien salvar porque ya todos estamos salvados. Sin embargo, el ego sigue aferrándose a la crucifixión como medio de salvación porque de esa manera se siente justificado frente a la culpa que siente, pues él es el causante de todo el drama y el caos en el que vivimos, pero que no reconoce. De este modo, la crucifixión, el sacrificio y el sufrimiento, pasan a ser el símbolo del ego, algo que él considera normal y necesario. ¿Cuánto dolor, sufrimiento y muerte ha padecido en vano la Humanidad por causa de ésta creencia?. Más el mensaje de la salvación radica en la resurrección, no en la crucifixión.

Hemos avanzado bastante en las razones para comprender las necesidad de perdonar a Jesús, aunque tú, como personaje, puede que pienses "¡Pero si yo nunca lo he condenado!". La realidad es que tu ego o mente errada lo ha hecho siempre en tu subconsciente y ahora estamos sacando ese sentimiento a la luz para tratar de sanarlo. Los dos siguientes párrafos son sendos llamados de Jesús a la mente tomadora de decisiones para que, con su perdón, deje de identificarse con la mente errada y lo haga con él como mente recta, el Cristo. Por eso la frase "lo que yo signifique para ti es lo que verás dentro de ti mismo".

Deja que yo sea para ti el símbolo del fin de la culpabilidad, y contempla a tu hermano como me contemplarías a mí. Perdóname por todos los pecados que crees que el Hijo de Dios cometió. Y a la luz de tu perdón él recordará quién es y se olvidará de lo que nunca fue. Te pido perdón, pues si tú eres culpable, también lo tengo que ser yo. Mas si yo superé la culpabilidad y vencí al mundo, tú estabas conmigo. ¿Qué quieres ver en mí, el símbolo de la culpabilidad o el del fin de ésta? Pues recuerda que lo que yo signifique para ti es lo que verás dentro de ti mismo.
(T-19.IV.B.6)

El ego, muy inteligentemente y en su instinto de supervivencia, dispuso que Jesús fuera el Hijo Único de Dios salvador del mundo, con lo que consiguió dos cosas: Por un lado, él continuaría sintiéndose indigno pecador manteniendo su culpa intacta, disculpando el dolor y el sacrificio en el mundo (en otras palabras, justificaba su existencia o razón de ser). Por el otro, dejaba de tomar responsabilidad en su propio des-hacimiento y la depositaba fuera de si mismo, de esa manera trataba de garantizar su perpetuación. Por eso, en el siguiente párrafo Jesús pide que se le libere del castigo, pues sólo cuando no sea necesario crucificarlo es que tú, confundido con tu ego, tampoco tendrás necesidad de crucificarte a ti mismo y podrás empezar a des-hacer tu ego. Y luego añade que preferir mantenerse alejado de mí (el Cristo) sólo consigue que se siga atrapado en esa trampa del ego y mantenerlo activo. Sólo la comunicación de la mente tomadora de decisiones con la mente recta derramará luz en el mundo para deshacer toda esta confusión. 

Perdóname por tus ilusiones, y libérame del castigo que me quieres imponer por lo que no hice. Y al enseñarle a tu hermano a ser libre, aprenderás lo que es la libertad que yo enseñé, y, por lo tanto, me liberarás a mí. Formo parte de tu relación santa, sin embargo, preferirías aprisionarme tras los obstáculos que interpones a la libertad e impedirme llegar hasta ti. Mas no es posible mantener alejado a Uno que ya está ahí. Y en Él se hace posible que nuestra comunión, en la que ya estamos unidos, sea el foco de la nueva percepción que derramará la luz que reside en ti por todo el mundo.
(T-19.IV.B.8)

Aquí dejo un enlace a lo que considero un artículo relacionado, y es que tenemos mucho que perdonar: https://revelatuvida.blogspot.com/2018/09/perdonar-dios.html

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viernes, 25 de enero de 2019

Lección 306 de Un Curso de Milagros

El regalo de Cristo es lo único que busco hoy

1. ¿Qué otra cosa sino la visión de Cristo querría utilizar hoy cuando me puede conceder un día en el que veo un mundo tan semejante al Cielo que un viejo recuerdo vuelve a aflorar en mi conciencia? Hoy puedo olvidarme del mundo que fabriqué. Hoy puedo ir más allá de todo temor, y ser restaurado al amor, a la santidad y a la paz. Hoy soy redimido, y vuelvo a nacer en un mundo misericordioso y solícito; un mundo lleno de bondad en el que reina la paz de Dios.
2. Y de esta manera, Padre nuestro, regresamos a Ti, recordando que nunca nos ausentamos; recordando los santos dones con los que nos has agraciado. Venimos llenos de gratitud y aprecio, con las manos vacías y con nuestras mentes y corazones abiertos, pidiendo tan sólo lo que Tú concedes. Ninguna ofrenda que podamos hacer es digna de Tu Hijo. Pero en Tu Amor se le concede el regalo de Cristo.

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Reflexión: El regalo de Cristo es su Visión. ¿Cómo sé que lo estoy aceptando?. Dime, ¿cómo te sientes? Si no te sientes en paz posiblemente no estás usando la Visión. Puede que digas "¿Cómo puedo estar en paz si estoy oyendo noticias alarmantes que me mantienen preocupado?", o aún peor, "¿Cómo puedo estar en paz si estoy rodeado de violencia, la gente en la calle es una turba, hay peleas y tiroteos, falta lo básico para vivir en los supermercados, y siento mucho miedo?. No sé si voy a estar vivo mañana"; ¿cómo hago para ver con la Visión en estas circunstancias? 

Tu poder está siempre en elegir y en determinadas circunstancias puede que no te resulte nada fácil. Aunque no lo creas, UCdM te capacita, poco a poco, para afrontar estas situaciones a veces extremas; no te capacita, sin embargo, para que escapes de ellas porque igual está en tu guión de vida que tengas que experimentarlas y entonces puedes usarlas para ensayar tu perdón. UCdM no trata de cambiar el mundo, trata de que tú cambies tu manera de verlo. 

Recuerda, la Visión te permite entrar en estado de presencia, de observador y ahí puedes hacer valer la fortaleza que es tu santidad, tu ser inquebrantable, teniendo el poder de elegir qué decides ver y qué sentir, incluso en las situaciones más desafiantes. Cualquiera no está preparado para responder con tanta entereza y serenidad. Si no lo estás entonces quedarás atrapado dando realidad al caos, el sufrimiento, la escasez y el miedo; pero si sí lo estás puedes elegir perdonar reconociendo que todo lo que ves y oyes son manifestaciones temporales de la forma, un sueño sin repercusiones en lo real (lo eterno), ello sin dejar de hacer lo que te veas llamado a hacer actuado con la razón y acorde a las circunstancias. Tu capacidad de identificarte y refugiarte en tu Ser en momentos turbios no te vuelve invulnerable físicamente al mundo, así que no tienes necesidad de exponerte innecesariamente a ningún peligro haciendo alardes de ningún tipo. La santidad se conduce con humildad y discreción. Y lo más importante, UCdM dice que la ira nunca está justificada; así que, sea cual sea tu caso, intenta que tu respuesta no sea el ataque.

La ira nunca está justificada. El ataque no tiene fundamento. Con esto comienza uno a escapar del miedo, y con esto también es como lo logrará. Con esto se intercambian los sueños de terror por el mundo real. Pues el perdón descansa sobre esto, lo cual es tan sólo natural. No se te pide que concedas perdón allí donde se debería responder con ataque y donde el ataque estaría justificado. Pues eso querría decir que perdonas un pecado pasando por alto lo que realmente se encuentra ahí. Eso no es perdón, ya que supondría que, al reaccionar de una manera que no está justificada, tu perdón se ha convertido en la respuesta al ataque que se ha perpetrado. Y así, el perdón no habría sido apropiado, al haberse concedido donde no era debido.
(T-30.VI.1)

En el párrafo anterior se explica uno de los errores que cometemos cuando tratamos de perdonar. Dice que no trates de perdonar lo que ya has condenado de antemano con algún tipo de juicio, pues estarías tratando de aplicar el perdón del ego. Ese tipo de perdón no deshace la ilusión sino que la vuelve real. Eso no es perdón.

El perdón está siempre justificado. Sus cimientos son sólidos. Tú no perdonas lo imperdonable, ni pasas por alto un ataque real que merece castigo. La salvación no reside en que a uno le pidan responder de una manera antinatural que no concuerda con lo que es real. En lugar de ello, la salvación sólo te pide que respondas adecuadamente a lo que no es real, no percibiendo lo que no ha ocurrido. Si el perdón no estuviese justificado, se te estaría pidiendo que sacrificases tus derechos cuando devuelves perdón por ataque. Mas se te pide simplemente que consideres el perdón como la respuesta natural ante cualquier aflicción basada en un error que, por ende, no es más que una petición de ayuda. El perdón es la única respuesta cuerda, pues impide que tus derechos sean sacrificados.
(T-30.VI.2)

Este otro párrafo habla de lo que es el verdadero perdón, el de UCdM, el cual no está exento de polémica por todo aquel que se identifica con el ego y su locura. El ego considera que este perdón sí que es una locura. El perdón de UCdM no percibe ataque alguno, lo pasa por alto porque lo percibe como una petición de ayuda de aquellos que usan alguna clase de violencia. Aquí tienes que entender que la persona que grita, destruye y ataca, se identifica con su ego y en el fondo se siente insegura porque tiene miedo. ¡No es consciente de su Cristo interno aunque tú si lo Ves!. Por lo mismo, tu seguridad descansa en tu indefensión porque tu Visión te identifica con el Cristo en ti y no tienes miedo. No pasas a defenderte avivando así más violencia, ni tratas de justificar ninguna respuesta al ataque provocando más suspicacia y rencor en tu hermano. Simplemente callas, observas y pasas por alto los errores, si puedes te alejas o tratas de ayudar donde se te reclama, bendices silenciosamente y perdonas. Eso es lo único que buscas hoy.

Este entendimiento es el único cambio que le permite al mundo real alzarse para ocupar el lugar de los sueños de terror. El miedo no puede surgir a menos que se justifique el ataque; y si éste tuviese una base real, el perdón no tendría base alguna. El mundo real se alcanza cuando percibes que aquello en lo que el perdón se basa es completamente real y está plenamente justificado. Mientras creas que el perdón es un regalo inmerecido, ello no podrá sino reforzar la culpabilidad que quieres "perdonar". El perdón que no está justificado es un ataque. Y eso es todo lo que el mundo puede jamás ofrecer. Puede que algunas veces perdone a los "pecadores", pero sigue siendo consciente de que han pecado. De modo que no se merecen, el perdón que les concede.
(T-30.VI.3)

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jueves, 24 de enero de 2019

Lección 305 de Un Curso de Milagros

Hay una paz que Cristo nos concede

1. El que sólo utiliza la visión de Cristo encuentra una paz tan profunda y serena, tan imperturbable y completamente inalterable, que no hay nada en el mundo que sea comparable. Las comparaciones cesan ante esa paz. Y el mundo entero parte en silencio a medida que esta paz lo envuelve y lo transporta dulcemente hasta la verdad, para ya nunca volver a ser la morada del temor. Pues el amor ha llegado, y ha sanado al mundo al concederle la paz de Cristo.
2. Padre, la paz de Cristo se nos concede porque Tu Voluntad es que nos salvemos. Ayúdanos hoy a aceptar únicamente Tu regalo y a no juzgarlo. Pues se nos ha concedido para que podamos salvarnos del juicio que hemos emitido acerca de nosotros mismos.

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Reflexión: La paz de Cristo es la misma paz de Dios que postula el curso: 

Nada real puede ser amenazado.
Nada irreal existe.
En esto radica la paz de Dios.

Pero hoy quiero centrarme en el apartado 20 del Manual para el Maestro, titulado "¿Qué es la paz de Dios?", añadiendo comentarios a cada párrafo. Comencemos:

1. Se ha dicho que hay una paz que no es de este mundo. ¿Cómo se puede reconocer? ¿Cómo se puede encontrar? Y una vez que se encuentra, ¿cómo se puede conservar? Consideremos cada una de estas preguntas por separado, ya que cada una refleja un paso diferente en el camino.
2. Examinemos la primera: ¿cómo se puede reconocer la paz de Dios? La paz de Dios se reconoce al principio sólo por una cosa: desde cualquier punto de vista es una experiencia radicalmente distinta de cualquier experiencia previa. No trae a la mente nada que haya sucedido antes. No evoca nada que se pueda asociar con el pasado. Es algo completamente nuevo. Existe ciertamente un contraste entre esta experiencia y cualquier experiencia del pasado. Pero curiosamente, no es éste un contraste que esté basado en diferencias reales. El pasado sencillamente se desvanece, y la quietud eterna pasa a ocupar su lugar. Eso es todo. El contraste que se había percibido al principio sencillamente desaparece. La quietud se ha extendido para cubrirlo todo.

La paz de Dios no atrae a la mente nada del pasado, y si pareciera haber un contraste con él, no existe porque nada real puede existir en el pasado. El pasado ya pasó y la paz de Dios está concentrada únicamente en este instante , pues tiene sólo que ver con la experiencia del momento presente. La paz de Dios se vivencia en el eterno "ahora".

3. ¿Cómo se encuentra esta quietud? Nadie que busque únicamente sus condiciones puede dejar de encontrarla. La paz de Dios no puede hacer acto de presencia allí donde hay ira, pues la ira niega forzosamente la existencia de la paz. Todo aquel que de alguna manera o en cualquier circunstancia considere que la ira está justificada, proclama que la paz es una insensatez, y no podrá por menos que creer que no existe. En esas condiciones no se puede hallar la paz de Dios. El perdón es, por lo tanto, la condición indispensable para hallarla. Lo que es más, donde hay perdón tiene que haber paz. Pues, ¿qué otra cosa sino el ataque conduce a la guerra? ¿Y qué otra cosa sino la paz es lo opuesto a la guerra? Aquí el contraste inicial resalta de una manera clara y evidente. Cuando se halla la paz, no obstante, la guerra deja de tener sentido. Y ahora es el conflicto el que se percibe como inexistente e irreal.

Como no se puede encontrar la paz es viviendo continuamente en conflicto, atacando (juzgando) a todos y a todo. La manera de encontrarla es viviendo intencionalmente el perdón. Por eso se dice: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá" (Mt 7:7). La paz de Dios no es algo que se pueda obligar, lo cual es contraproducente, pero si que es necesaria una firme perseverancia.

4. ¿Cómo se conserva la paz de Dios una vez que se ha encontrado? Si la ira retorna, en la forma que sea, el pesado telón volverá a caer una vez más y la creencia de que no es posible que haya paz inevitablemente regresará. La guerra se volverá a aceptar una vez más como la única realidad. Y ahora tendrás que deponer tu espada nuevamente, aunque no te hayas dado cuenta de que la habías vuelto a blandir. Pero al recordar, aunque sólo sea vagamente, cuán feliz eras sin ella, te darás cuenta de que debiste haberla vuelto a blandir para defenderte. Detente entonces por un momento y piensa en lo siguiente: ¿prefieres el conflicto o sería la paz de Dios una opción mejor? ¿Cuál te aporta más? Una mente tranquila no es un regalo baladí. ¿No es preferible vivir a elegir la muerte?

El párrafo 4 da a entender que la conservación de la paz en el tiempo es una cuestión de preferencia, de preferir la paz al conflicto. Tienes que desearla por encima de todo lo demás. Volvemos al tema de la perseverancia. 

5. Vivir es júbilo, pero la muerte no es sino llanto. Ves en la muerte tu escapatoria de lo que has hecho. Pero lo que no ves es que tú mismo inventaste la muerte, la cual no es más que la ilusión de un final. La muerte no puede ser una escapatoria porque el problema no radica en la vida. La vida no tiene opuesto, pues es Dios. La vida parece ser lo opuesto a la muerte porque tú has decidido que la muerte acaba con la vida. Perdona al mundo y comprenderás que nada que Dios creó puede tener fin, y que nada que Él no haya creado es real. Con esta frase se resume nuestro curso. Con esta frase se le da a nuestras prácticas el único objetivo que tienen. Con esta frase se describe el programa de estudios del Espíritu Santo exactamente como es.

Este párrafo es una especie de advertencia sobre una creencia muy común. "Descansa en paz" decimos a los muertos. Solemos asociar la paz a la muerte porque pensamos que con ella cesan los pesares de la vida, pero la vida no tiene opuestos.  La muerte no es más que una ilusión, y cuando morimos nos vemos de pronto ahí, flotando sobre nuestro cadáver, y quedamos perplejos. Ya he dedicado un par de post a la vida después de la muerte (ver si quieres I y II). Y luego, casi al final del párrafo, volvemos a encontrar, con otras palabras, el postulado del curso que ya introduje al principio: "Nada que Dios creó puede tener fin, y nada que Él no haya creado es real", y en eso radica la paz. Dios no creó la muerte ni nada que pueda ser conflictivo. Sólo la creencia en esas cosas, poniéndoles nuestros pensamientos ilusorios, puede sacarnos de una paz que permanece latente en nuestro interior.

6. ¿Qué es la paz de Dios? La paz de Dios no es más que esto: el simple entendimiento de que Su Voluntad no tiene ningún opuesto. Ningún pensamiento que contradiga Su Voluntad puede ser verdadero. El contraste entre Su Voluntad y la tuya tan sólo daba la impresión de ser real. En realidad no había conflicto, pues Su Voluntad es la tuya. Ahora la poderosa Voluntad de Dios Mismo es Su regalo para ti. Él no desea quedarse con Ella sólo para Sí. ¿Por qué querrías mantener tus insignificantes y frágiles alucinaciones ocultas de Él? La Voluntad de Dios es una y es lo único que existe. Ése es tu patrimonio. Todo el universo que se encuentra más allá del sol y las estrellas, así como de todos los pensamientos que puedas concebir, te pertenece. La paz de Dios es la condición para que se haga Su Voluntad. Alcanza Su paz, y le recordarás.

Este último párrafo acaba con una frase muy significativa: "Alcanza Su paz, y le recordarás". ¿Qué quiere decir? Que Dios no puede tardar un instante en acudir allí donde las condiciones son las Suyas, pero tienes que permitirlo tú haciendo uso de la Visión y perdonando.

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miércoles, 23 de enero de 2019

Lección 304 de Un Curso de Milagros

Que mi mundo no nuble la visión de Cristo

1. Sólo puedo nublar mi santa vista si permito que mi mundo se entrometa en ella. Y no puedo contemplar los santos panoramas que Cristo contempla a menos que utilice Su visión. La percepción es un espejo, no un hecho. Y lo que contemplo es mi propio estado de ánimo reflejado afuera. Quiero bendecir el mundo contemplándolo a través de los ojos de Cristo. Y veré las señales inequívocas de que todos mis pecados me han sido perdonados.
2. Tú me conduces de las tinieblas a la luz y del pecado a la santidad. Déjame perdonar y así recibir la salvación del mundo. Ése es Tu regalo, Padre mío, que se me concede para que yo se lo ofrezca a Tu santo Hijo, de manera que él pueda hallar Tu recuerdo, y el de Tu Hijo tal como Tú lo creaste.

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Reflexión: Un texto del poeta español Ramón de Campoamor (1817-1901) reza lo siguiente:
«Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira: 
 todo es según el color
del cristal con que se mira»

... que viene a decir que es uno quien se permite ver las cosas según su estado de ánimo. Este poema está en consonancia con la frase que tanto he repetido a lo largo de las lecciones:

"Ves lo que quieres ver"

... sólo que no siempre asumimos la responsabilidad por ello. 

Soy responsable de lo que veo. 
Elijo los sentimientos que experimento y decido 
el objetivo que quiero alcanzar. 
Y todo lo que parece sucederme yo mismo lo he pedido, 
y se me concede tal como lo pedí. 
(T-21.II.2.3:5)

Lo que ves, o lo ves con los ojos del ego o lo ves con la Visión de Cristo. Los ojos de ego parecen mirar de muchos maneras diferentes pero son todas la misma. Pueden hacerlo con interés, con avidez, con egoísmo, con envidia, con lujuria, con desprecio, con odio, con indiferencia, con asombro, con sorpresa, con curiosidad... etc; todas ellas llevando una intención de la que no siempre somos conscientes. La Visión de Cristo, sin embargo, ve siempre de la misma manera, con conocimiento e inocencia, sin intenciones ocultas, lo que hace que la luz en ella sea divina.

Pero al ego, a las distintas religiones, a la sociedad... no les interesa tu divinidad. Cuando ves con la visión espiritual todos ellos pierden control sobre ti y entonces te vuelves incómodo. Por eso se te desanima continuamente diciéndote que es arrogancia creer que puedas ser como el Cristo pues tú eres humano, mortal y limitado. Todos estos son argumentos para mantenerte sumiso y controlado. Sin embargo pueden animarte a que aspires a la grandiosidad la cual consiste en conseguir más de todo en general, pues saben que así luego podrán extraer para sí mismos de lo que tú consigas con esfuerzo y sufrimiento. El mundo se mueve en la grandiosidad y la arrogancia, pero lo que es arrogante de verdad es ignorar lo divino. Ésto es lo que nos dice Jesús en UCdM al respecto:

¿Cómo puede ser que tu grandeza sea arrogancia cuando Dios Mismo da testimonio de ella? ¿Y puede lo que no tiene testigos ser real? ¿Qué beneficio se podría derivar de ello? Si no se puede derivar ninguno, el Espíritu Santo no puede usarlo. Lo que Él no puede transformar en la Voluntad de Dios no existe en absoluto. La grandiosidad es algo ilusorio porque su propósito es reemplazar a tu grandeza. Pero lo que Dios ha creado no puede ser reemplazado. Dios está incompleto sin ti porque Su grandeza es total, y tú no puedes estar excluido de ella.
Tú eres absolutamente irreemplazable en la Mente de Dios. Nadie más puede ocupar tu lugar en ella, y mientras lo dejes desocupado, tu eterno puesto aguardará simplemente tu regreso. Dios te recuerda esto a través de Su Voz, y Él Mismo mantiene a salvo tus extensiones dentro de Su Mente. Mas no las conocerás hasta que regreses a ellas. No puedes reemplazar al Reino, ni puedes reemplazarte a ti mismo. Dios, que conoce tu valía, no lo permitiría, y, por lo tanto, no puede suceder. Tu valía se encuentra en la Mente de Dios y, por consiguiente, no sólo en la tuya. Aceptarte a ti mismo tal como Dios te creó no puede ser arrogancia porque es la negación de la arrogancia. Aceptar tu pequeñez es arrogancia porque significa que crees que tu evaluación de ti mismo es más acertada que la de Dios.

(T-9.VIII.9:10)

No es necesario ni recomendable que te tapes los ojos ni los oídos para no ver ni escuchar lo que hay en el mundo. Tu responsabilidad reside en tu poder para escoger lo que ves y oyes, juzgándolo o perdonándolo, pero hoy se te pide que lo perdones. Para ello tienes que ser consciente de quien eres en realidad, y decidir ver el mundo con los ojos inocentes de Cristo que ti. 

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martes, 22 de enero de 2019

Lección 303 de Un Curso de Milagros

Hoy nace en mi el Cristo santo

1. Velad conmigo, ángeles, velad conmigo hoy. Que todos los santos Pensamientos de Dios me rodeen y permanezcan muy quedos a mi lado mientras nace el Hijo del Cielo. Que se acallen todos los sonidos terrenales y que todos los panoramas que estoy acostumbrado a ver desaparezcan. Que a Cristo se le dé la bienvenida allí donde Él está en Su hogar, y que no oiga otra cosa que los sonidos que entiende y vea únicamente los panoramas que reflejan el Amor de Su Padre. Que Cristo deje de ser un extraño aquí, pues hoy Él renace en mí.
2. Le doy la bienvenida a tu Hijo, Padre. Él ha venido a salvarme del malvado ser que fabriqué. Tu Hijo es el Ser que Tú me has dado. Él es lo que yo soy en verdad. Él es el Hijo que Tú amas por sobre todas las cosas. Él es mi Ser tal como Tú me creaste. No es Cristo quien puede ser crucificado. A salvo en Tus Brazos, déjame recibir a Tu Hijo.

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Reflexión: 

Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.…
Juan 3:4-6

Quien siga mi blog ya se habrá dado cuenta de que, siempre que me acuerdo, me gusta usar algunos pasajes bíblicos enfocados desde la luz de UCdM. Igual que estoy totalmente seguro de que el Jesús de UCdM es el mismo personaje histórico que aparece en la Biblia, sin embargo no estoy tan convencido de que Él dijera todo lo que leemos en los evangelios, y mucho menos tal como lo dijo. Bien pudiera yo estar equivocado pero quiero pensar que al incorporar estos pasajes ayudo, no sólo a reinterpretarlos libres de las proyecciones que hicieron sus autores en la antigüedad, sino también a darles un significado más aproximado al verdadero mensaje de Jesús, el cual no tiene que coincidir necesariamente con aquellos otros que han realizado las diferentes iglesias. En cualquier caso, el lector siempre es libre de decidir si da o no da por válida la interpretación que yo hago.

Este pasaje concreto, relativo a la charla con Nicodemo, yo lo interpreto claramente como que Jesús le está dando a entender que está dentro de las posibilidades de todas las personas el despertar (volver a nacer) a la esencia del Hijo Único de Dios, el Cristo. Sin embargo, las enseñanzas que hemos recibido muchas personas, entre las que me incluyo, tienen más que ver con la distinción de un Cristo único restringido al personaje histórico de Jesús, al que hay que reverenciar, por lo que se nos cerró la puerta al resto de ver al Cristo dentro de nosotros, por inalcanzable, haciéndonos sentir culpables y pecadores, hijos de Dios pero hijos de segunda categoría. Ésto es lo que dice Jesús al respecto en UCdM: 

Tú eres una creación perfecta y deberías sentir reverencia solamente en presencia del Creador de la perfección. El milagro es, por lo tanto, un gesto de amor entre iguales. Los que son iguales no deben sentir reverencia los unos por los otros, pues la reverencia implica desigualdad. Por consiguiente, no es una reacción apropiada hacia mí. Un hermano mayor merece respeto por su mayor experiencia, y obediencia por su mayor sabiduría. También merece ser amado por ser un hermano, y devoción si es devoto. Es tan sólo mi devoción por ti lo que me hace merecedor de la tuya. No hay nada con respecto a mí que tú no puedas alcanzar. No tengo nada que no proceda de Dios. La diferencia entre nosotros por ahora estriba en que yo no tengo nada más. Esto me coloca en un estado que en ti es sólo latente.

(T-1.II.3.3:13)

Está claro. Jesús dice que todos llevamos a Cristo latente. La lección de hoy es una autorización clara a que tú también nazcas al Cristo, a que despiertes a él sin ningún tipo de complejo y sin dejarte influir por falsas creencias limitantes que nos han querido imponer.
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Regresar a Dios

  "Imagen satelital del río Amazonas fundiéndose con el Océano Atlántico.  Fuente: Agencia Espacial Europea (ESA), dominio público. La ...